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El cementerio de Praga



El Cementerio de Praga (en la edición original en italiano: Il cimitero di Praga) es una novela histórica de Umberto Eco publicada en 2010.

Su aparición simultánea a la del escándalo WikiLeaks, con el que comparte paralelismos señalados por el propio autor,[1]​ y las críticas negativas recibidas por ciertos medios (publicaciones cercanas al Vaticano y la comunidad judía italiana)[2]​ han alimentado cierta polémica.

Ambientada en la segunda mitad del siglo XIX, principalmente en Turín, Sicilia y París, se asiste a distintos momentos de la Unificación de Italia (conspiraciones carbonarias, expedición de los camisas rojas de Garibaldi) y del Segundo Imperio y la Tercera República franceses (guerra franco-prusiana, Comuna de París, caso Dreyfus).

La novela tiene como tema central la gestación de documentos falsificados (similares a Los protocolos de los sabios de Sion) que van añadiendo paulatinamente los diferentes elementos de la denominada conspiración judeomasónica como respuesta a distintos intereses y en distintos países a lo largo del siglo XIX, e inspirándose en diferentes anécdotas biográficas u obras literarias de personajes imaginarios o, en la mayor parte de los casos, reales (como Augustin Barruel, Maurice Joly, Eugène Sue, Alejandro Dumas, Sigmund Freud, etc.)[3]

El principal recurso literario utilizado es la multiplicación de la figura del narrador por desdoblamiento de la personalidad del protagonista. Este entra en diálogo consigo mismo a través de un diario compartido por ambas personalidades, que se va ofreciendo al lector con sucesivos saltos temporales (analepsis, elipsis), alteraciones de la memoria y reconstrucciones discontinuas del hilo de los hechos. Al mismo tiempo, el propio autor de la novela, como tercera figura de narrador, también interviene interrumpiendo el hilo del discurso para resumir y comentar.[4][5]

El Cementerio de Praga es un relato de agentes secretos y conspiradores. Estamos en marzo de 1897, en París, espiando desde las primeras páginas de esta novela a un hombre de sesenta y siete años que escribe sentado a una mesa, en una habitación abarrotada de muebles: he aquí al capitán Simonini, un piamontés afincado en la capital francesa, que desde muy joven se dedica al noble arte de crear documentos falsos...

Hombre de pocas palabras, misógino y glotón impenitente, el capitán se inspira en los folletines de Dumas y Sue para dar fe de complots inexistentes, fomentar intrigas o difamar a las grandes figuras de la política europea. Caballero sin escrúpulos, Simonini trabaja al servicio del mejor postor: si antes fue el Gobierno italiano quien pagó por sus imposturas, luego llegaron los encargos de Francia y Prusia, e incluso Hitler acabaría aprovechándose de sus malvados oficios.

J. Marías. Pero para hacer esto hay que ser usted.

U. Eco. ¡No, no!, hay que ser bastante malos... Y, en cambio, nadie habla del estilo de la novela, de la construcción. La gente lee lo que dices y no le interesa la manera en que lo dices.



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