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Sicilia



Sicilia es una de las veinte regiones que conforman la República Italiana. Su capital es Palermo. Está ubicada en Italia insular, limitando al norte con el mar Tirreno, al este con el estrecho de Mesina que la separa de Calabria, al sureste con el mar Jónico y al sur y oeste con el mar Mediterráneo. Con 5 088 889 habitantes en 2013 es la cuarta región más poblada del país —tras Lombardía, Lacio y Campania— y con 25 711 km², la más extensa. Es además la isla más poblada del Mediterráneo. Es una de las cinco regiones con estatuto especial.

Es la séptima mayor isla europea por dimensiones. Se trata de la principal isla italiana y la mayor del mar Mediterráneo. Pero además, se encuentran varias islas más pequeñas: los archipiélagos de las islas Eolias al nordeste, las islas Egadas al oeste, las islas Pelagias al suroeste, y las islas de Pantelaria al sur y Ustica al noroeste.[1]

Sicilia es la única región italiana que cuenta con dos ciudades entre las diez más pobladas del país: Palermo, quinta, y Catania, décima, respectivamente quinta y séptima ciudad metropolitana del país. La isla es considerada un importante destino turístico de Europa, cuyos orígenes pueden retrotraerse al siglo XVIII, cuando la popularización que le supuso el Viaje a Italia de Goethe la convirtió en una etapa obligada del Grand Tour, el viaje educativo y de ocio que los jóvenes aristócratas europeos, en buena parte británicos, realizaban como culminación de sus estudios antes de ingresar en la edad adulta. La Universidad más antigua de la isla es la de Catania (1434).

En latín, esta isla de forma triangular ubicada al sur de Italia se llamaba Trinacria (triangular). Sin embargo, el nombre se debe a que anteriormente los griegos la llamaban Sikelia, debido a que la tribu nativa eran los sículos (Σικελοί /sikeloi/ en griego).

La isla de Sicilia ha estado habitada desde la Prehistoria. De la época del Paleolítico quedan restos en el litoral septentrional (Trápani), y del neolítico en lugares como Termini Imerese. En el III milenio a. C. los sicanos, de cultura neolítica, habitaron la isla.[2]​ Los sículos, que dominaban ya el cobre, se asentaron a mediados del II milenio a. C.

En la época de las colonizaciones antiguas, Sicilia había sido ocupada por los fenicios hacia el siglo IX a. C.. En el siglo siguiente, fue colonizada por los griegos, que fundaron varias ciudades de importancia. La principal fue Siracusa (733 a. C.), y también Catania (siglo VIII a. C.). En el siglo V a. C. empezó la penetración cartaginesa en la isla. Los tiranos de Siracusa, como Dionisio el Viejo, Dionisio el Joven o Dion, y el déspota benévolo Timoleón convirtieron a Sicilia en un próspero imperio propio, hasta el punto de que Siracusa llegó a ser una de las ciudades más importantes de toda Grecia.

Durante la primera guerra púnica, los romanos conquistaron toda Sicilia, salvo Siracusa, que consiguió mantenerse independiente (241 a. C.). Sin embargo, durante la segunda guerra púnica, Sicilia se alió con Cartago, por lo que los romanos la conquistaron militarmente en 212 a. C., pese a los intentos del famoso inventor Arquímedes por defenderla, que murió en la toma de la ciudad. Después de la conquista, Sicilia fue reducida a provincia romana.

Con la caída del Imperio romano, una serie de pueblos germánicos se sucedieron en la isla: primero la ocuparon y saquearon los vándalos (439-468), luego los hérulos (476) y finalmente los ostrogodos (491). En 535, desembarcó en ella el general Belisario, comandante de las tropas bizantinas, quien la incorporó al Imperio bizantino. Sicilia fue bizantina durante cuatro siglos. A partir del siglo VIII, los sarracenos del norte de África iniciaron ataques cada vez más fuertes sobre Sicilia, conquistando y fundando en la isla el emirato de Sicilia entre los años 827 y 902.[3]

En la segunda mitad del siglo XI, concretamente a partir de 1061, Sicilia fue conquistada por los normandos dirigidos por Roberto Guiscardo y su hermano Roger. Roberto Guiscardo expulsó a los bizantinos del sur de Italia, mientras su hermano Roger recibió del papa el título de conde de Sicilia. Más adelante, en 1130, Roger II consiguió unificar el sur de Italia y la isla de Sicilia obteniendo del Papa el título de rey, base de lo que después se conocerá como el Reino de las Dos Sicilias. En 1194, el emperador Enrique VI, tras un primer intento fallido en 1191, logró el trono de Sicilia tras conquistarla, reclamando la corona como herencia de su esposa, Constanza I de Sicilia. El reino formó parte de los dominios de los Hohenstaufen hasta que Manfredo fue derrotado en 1266 en la batalla de Benevento, con lo que todo el reino de Sicilia pasó a manos de los angevinos, en la persona de Carlos, conde de Anjou.

Las Vísperas sicilianas en 1282 provocaron la división del reino y acabaron con el reinado de Carlos de Anjou, sustituido por la influencia de la Corona de Aragón. La Sicilia insular quedó bajo dominio de Pedro el Grande, rey de Aragón, y la Sicilia continental formará el Reino de Nápoles bajo dominio angevino. A la muerte de Pedro, Sicilia pasó a su hijo Jaime. Cuando Jaime fue llamado al trono aragonés, a la muerte de su hermano Alfonso III, la isla quedó nuevamente unida a Aragón. No obstante, por el tratado de Anagni se devolvía Sicilia a los angevinos a cambio de quedar con Cerdeña. Los sicilianos, descontentos con esta perspectiva, eligieron rey a Federico, hijo menor del rey Pedro y que era lugarteniente general del reino. En agosto de 1302 se firmó el Tratado de Caltabellotta, por el que Federico fue reconocido como rey de Trinacria (en esa época no se utilizaba el nombre de Sicilia ). Así la isla quedaba en poder de una rama secundaria de la familia real aragonesa. Federico III, rey de Sicilia, casó a su hija María con Martín el Joven, hijo del aragonés Martín I. Como consecuencia, a la muerte sin sucesión legítima de Martín el Joven, en 1409 Martín el Humano se coronó rey de Sicilia , reuniéndose de nuevo Sicilia y la Corona de Aragón. A ello se añadió, en 1442, la conquista de Nápoles por parte del rey Alfonso V el Magnánimo. No obstante, al morir Alfonso V (1458) Nápoles se independizó y Sicilia siguió unida a Aragón. Fernando II el Católico recuperó Nápoles en 1504, pero mantuvo dos virreinatos diferentes, uno para Sicilia y otro para Nápoles.

La situación de Sicilia como un virreinato más del Imperio español continuó hasta 1713. Con ocasión de la guerra de Sucesión española, se entregó la isla al duque de Saboya, Víctor Amadeo II, a título de rey. No obstante, en 1720 cambió Sicilia por Cerdeña, y la isla quedó en manos del emperador austriaco, Carlos VI. Sin embargo, por el tratado de Viena Sicilia y Nápoles fueron entregadas a Carlos de Borbón, hijo de Felipe V de España, introduciendo así la dinastía Borbón en la isla. Cuando Carlos asumió el título de rey de España, dejó ambos reinos a su hijo Fernando, que asumió el trono de las Dos Sicilias.

En 1860, como parte del Risorgimento, la expedición de los Mil liderada por Giuseppe Garibaldi desembarcó en Sicilia y en el collado de Pianto romano, cerca de Calatafimi, derrotó el 15 de mayo a los borbones. La marcha de Garibaldi fue finalmente completada con el asedio de Gaeta, donde se expulsó a la última resistencia borbón y Garibaldi anunció su dictadura en nombre de Víctor Manuel II. Sicilia se convirtió entonces en parte del reino de Italia (1861).

Desde entonces, la historia siciliana ha estado estrechamente vinculada a la de Italia. Ocupada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, fue elegida por los Aliados para atacar Europa, en la operación generalmente conocida como desembarco de Sicilia, en 1943.[4]​ Italia se convirtió en República en 1946 y como parte de la Constitución de Italia, Sicilia se constituyó como una de las cinco regiones con estatuto especial.

Sicilia es una isla perteneciente a Italia. Los 3 km del estrecho de Mesina la separan de la península itálica. Queda a 140 km de Túnez, en el norte de África, del que la separa el canal de Sicilia. El mar Tirreno baña el litoral norte. Geológicamente pertenece a la misma placa tectónica que la península italiana, y orográficamente es una región de los Apeninos como muchas otras italianas.

La región homónima comprende también diversas islas menores, como el archipiélago de las siete Eolias o Lípari y Ustica al norte, el de las tres Egadas al oeste y, al sur, las islas de Pantelaria, Lampedusa, Linosa y otras menores. Geográficamente, el archipiélago de Malta es parte integrante de Sicilia. Malta ha estado unida a Sicilia, incluso políticamente, hasta el año 1798, en que fue ocupada durante casi dos años por Napoleón. Las islas Pelagias, integradas en la provincia de Agrigento están, en cambio, geográficamente unidas a Túnez.

En términos generales, el relieve de la isla es montañoso. En particular en el norte, con una prolongación de los Apeninos que forma los llamados Apeninos sículos: montes de Palermo, montes de Trápani, Nebrodi, Madonia y Peloritani. En el sudeste se encuentran los montes Ibleos. El centro y el sur están compuestos por colinas. Existen algunas llanuras, como la de Catania y la llamada Conca d'Oro en la que se encuentra Palermo. En el centro están los montes Erei, sobre los que se alza, a 948 m sobre el nivel del mar, la ciudad de Enna. Al oeste se alzan otros montes de altura variable, como los Sicanos, que culminan en Rocca Busambra (1613 m) y Monte Cammarata (1578 m) .

Ubicada en el encuentro entre la placa euroasiática y la placa africana, la isla es célebre por el volcán activo Etna, el punto más alto de la isla con sus 3323 m s. n. m.. Al noreste, dentro de las islas Eolias existen otros volcanes: el Estrómboli y el Vulcano, que se encuentran activos. Una característica geológica peculiar en la isla es la actividad volcánica sedimentaria que se observa en varios de los sitios de Agrigento o Caltanissetta. Sicilia está igualmente expuesta a terremotos, como el de Mesina del año 1908 o el del valle del río Belice en 1968.

La red hidrográfica está constituida por ríos numerosos pero cortos y de poco caudal. La mayor parte fluye desde el centro hacia el sur. El río Salso (144 km) recorre Enna y Caltanissetta antes de desembocar en el mar Mediterráneo por el puerto de Licata. Al este se encuentran el Alcantara (52 km) en la provincia de Mesina, que desemboca por Giardini Naxos; y el Simeto (113 km) que desemboca en el mar Jónico al sur de Catania. Otros ríos importantes en la isla están en el sudoeste: Belice (107 km) y Platani (103 km).

La isla se beneficia de un clima mediterráneo, con inviernos suaves y húmedos y veranos muy cálidos y áridos. En la primavera el paisaje es verde y florido, los veranos son amarillentos y sin flores. La aridez es marcada en el sur. La afecta directamente el siroco, que llega de África y genera repentinos cambios de temperatura. Las precipitaciones son escasas.

Sicilia sufre de un déficit de agua crónico, ocasionando regularmente cortes de suministro. Esto no impide que la agricultura sea uno de sus principales recursos económicos. La nieve cae abundante por encima de 900-1000 metros, pero si hay ola de frío puede nevar también en las colinas e incluso por las ciudades costeras (este último fenómeno es más común en Mesina). Las montañas del interior, especialmente las de Nebrodi, Madonie y el Etna, tienen un clima propio de los Apeninos, con nevadas durante el invierno.

Sicilia concentra una población de aproximadamente cinco millones de personas (5 044 900 habitantes a fecha 31 de mayo de 2010). Hay otros diez millones de descendientes de sicilianos alrededor del mundo, principalmente en Norteamérica, Argentina, Australia, Venezuela y otros países europeos e iberoamericanos.

Como el resto de la Italia meridional, la inmigración es muy baja en comparación con otras regiones de Italia, debido a que los trabajadores tienden a dirigirse al norte de Italia, por las mejores oportunidades de empleo. Las cifras ISTAT más recientes muestran alrededor de cien mil inmigrantes, lo que casi es el 2% de la población. Los rumanos, con más de diecisiete mil, son el grupo mayoritario, seguido por los tunecinos, los marroquíes, tamiles de Sri Lanka, albaneses y otros, principalmente de Europa Oriental.[5]

El área de mayor densidad demográfica dentro de Sicilia es la costa oriental de la isla, sobre todo las laderas del Etna que incluyen Catania, que tiene la mayor y más densa comarca de la isla, y las zonas de Palermo y Mesina. Dieciséis municipios superan los 50 000 habitantes:

En Sicilia han existido tradicionalmente numerosas comunidades lingüísticamente diversas. Además de italiano estándar, se sigue hablando coloquialmente idioma siciliano, y en unos pocos municipios además han existido comunidades que hablaban arbëreshë (albanés), galoitaliano de Sicilia y grecobovesiano de Sicilia.

Hasta el 2015, Sicilia se dividía administrativamente en nueve provincias, cada una con una capital homónima a su provincia. Con la reforma del 2015, la Región siciliana suprimió sus nueve provincias, constituyendo nueve libres consorcios municipales (Liberi consorzi comunali en italiano). De estos, tres son ciudades metropolitanas (Palermo, Catania y Mesina).[6]

Las pequeñas islas que rodean a Sicilia también forman parte de algunas de las provincias sicilianas: las islas Eolias de Mesina, la isla de Ustica (Palermo), las islas Egadas (Trápani), isla de Pantelaria (Trápani) y las islas Pelagias (Agrigento).


Sicilia es una región con estatuto especial desde 1946, tras la instauración del presidencialismo en Italia. Los electores sicilianos eligen a los 90 diputados regionales miembros de la Asamblea Regional Siciliana (ARS), órgano legislativo regional, y (desde el 2001) al presidente de la Junta Regional (también llamado presidente de la Región o gobernador)

Es conocida la cultura del cultivo de naranjas, limones, mandarinas, hortalizas, legumbres y frutos secos, como base de los productos de esta tierra. El cultivo de la vid y la producción de vinos son mayormente reconocidos en el extranjero. Entre los más conocidos están: el Vino de Marsala, de la provincia de Trápani, el Moscato de Pantelaria, Malvasía de Lipari, Nero de Avola; y el más importante vino siciliano de hoy día, Cerasuolo de Vittoria.

Ovinos, caprinos y equinos son abundantes, mientras los bovinos están presentes en número limitado. La pesca constituye un recurso valioso para la economía de Sicilia, haciendo de esta isla la principal región italiana en cuanto a cantidad de producto capturado, la consistencia de la flota pesquera y el número de pescadores empleados. Además de pez espada, se pesca atún, sardina y caballa, además del pescado azul típico del Mediterráneo, que provee a la industria conservera de la materia prima necesaria para el pescado enlatado y el ahumado. En Mazara del Vallo, en la provincia de Trápani, se obtienen buenas lubinas, y camarones en Ganzirri; y en al zona norte de Mesina, ostras. También son conocidas las salinas de Trápani, donde desde la antigüedad se extrae una finísima sal marina.

La industria del turismo es una actividad en crecimiento, favorecida por la presencia de numerosos sitios arqueológicos (Morgantina, Valle de los Templos, Selinunte) y las bellezas naturales. En los últimos años se ha invertido en la capacidad e los albergues, favoreciendo el incremento de su presencia en la isla. Entre otros destinos turísticos de renombre están localidades como Taormina, Agrigento, Siracusa, Caltagirone, Cefalù y Piazza Armerina (Villa del Casale). El interior de la isla es rico en historia, tradiciones y sobre todo en arte y cultura, fortalezas, iglesias, bosques y espacios naturales de importancia que dan valor a las áreas internas de las provincias de Enna, Catania, Caltanissetta y Palermo. Sus volcanes, montañas, colinas y, especialmente, el mar, forman parte del gran sector turístico de la economía siciliana.

La opera dei pupi (teatro de títeres en italiano) es una representación teatral en la que sus protagonistas son caballeros de Carlomagno. Estas marionetas son una de las tradiciones más características de Sicilia.[7]Palermo tiene los teatros de títeres más importantes. El teatro siciliano de marionetas Opera dei Pupi fue proclamado en 2001 e inscrito en 2008 en las lista del Patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.[8]

La lengua oficial hablada en Sicilia es el italiano. Gran parte de la población local habla también el siciliano. Aunque algunos lo consideran un dialecto, muchos consideran que se trata de una lengua distinta, con una rica historia y un extenso vocabulario (más de 250 000 palabras), debido a la influencia de los distintos dominadores de la isla. Es una lengua romance que desciende del latín vulgar, con influencias del griego, el árabe, francés, provenzal, alemán, catalán y del español.

El siciliano también se habla en el centro y en el sur de Calabria y en la parte sur de Apulia, llamada Salento. El siciliano también tuvo una influencia significativa en la formación de la lengua maltesa, sobre todo hasta finales del siglo XVIII. En siciliano las palabras masculinas acaban con "u" mientras que las femeninas acaban con "a". El plural es normalmente "i" tanto para las palabras masculinas como femeninas. El siciliano sustituye la "LL" italiana por "DD", de forma que por ejemplo "bello" (bonito) sería "beddu" en siciliano.

Tres equipos de fútbol de Sicilia jugaron en la Serie A de Italia, aunque ninguno actualmente. Palermo fue quinto tres veces, y también alcanzó octavos de final de la Copa UEFA. Catania fue octavo cuatro veces y llegó segundo en la Copa de los Alpes en 1964 (Mesina obtuvo un séptimo puesto como mejor resultado en cinco temporadas.[cita requerida] La Targa Florio fue una prestigiosa carrera de automovilismo en ruta del Campeonato Mundial de Resistencia. En 1978 se la reemplazó por el Rally Targa Florio, que ha sido puntuable para el Campeonato Europeo de Rally.[cita requerida] Por otra parte, el Autódromo de Pergusa albergó el Gran Premio del Mediterráneo, prueba no puntuable de Fórmula 1 en la década de 1960, y luego participó del circuito de la Fórmula 2 Europea y la Fórmula 3000. Luego albergó carreras del Campeonato Mundial de Superbikes, Campeonato Mundial de Resistencia, Campeonato FIA GT y Superstars Series.[cita requerida] El Torneo de Palermo de tenis formó parte del ATP Tour desde 1979 hasta 2006 y del WTA Tour desde 1988 hasta 2013.[cita requerida] La Universiada de 1997 se celebró en diversas ciudades de Sicilia.[cita requerida]



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