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Elecciones complementarias de Chile de enero de 1972



El domingo 16 de enero de 1972 se efectuaron elecciones parlamentarias complementarias para llenar la vacancia de un diputado en Linares y un senador en O'Higgins y Colchagua, en la zona central de Chile.[1]

La importancia de estas elecciones es el encuentro polarizante entre el gobierno (Unidad Popular) y la oposición.

Para la elección de senador (por vacancia debido al fallecimiento del senador democratacristiano, José Manuel Isla) se presentó el militante del Partido Demócrata Cristiano Rafael Moreno Rojas, nominado por el Consejo Nacional del PDC el 17 de noviembre de 1971 y era apoyado por los demás partidos de oposición. Su generalísimo de campaña era el senador Ricardo Valenzuela Sáez.[2]

Por la Unidad Popular se presentó Héctor Olivares Solís,[3]​ presidente de la Confederación de Trabajadores del Cobre y diputado por Rancagua.[2]

Para la elección de diputado por Linares (por vacancia producida por el autoexilio del diputado nacional Carlos Avendaño Ortúzar) se presentó Sergio Diez, del Partido Nacional, apoyado por la oposición. Su candidatura fue anunciada oficialmente el 1 de diciembre de 1971.[2]

Por la Unidad Popular se presentó María Eliana Mery, de la Izquierda Cristiana, hermana de Hernán Mery, jefe de la Corporación de la Reforma Agraria (CORA) en la zona, asesinado por terratenientes en abril de 1970.[2]

La campaña se desarrolló en un clima de beligerancia que, en Linares, adquirió mayor violencia. En esta zona el MIR llamó a tomarse todos los fundos y expropiarlos a todo lugar sin importar las leyes.[4]

Un día antes de la elección, María Cristina Mery, hermana de la candidata María Eliana Mery, le entregó su apoyo al candidato opositor, Sergio Diez.[5]

Los resultados de ambas elecciones son los siguientes:[6]

Los dirigentes de la oposición señalaron que, frente al resultado, el Gobierno debía meditar. Debía buscar un camino de consenso político y evitar el enfrentamiento entre la ciudadanía. El presidente del Partido Demócrata Cristiano, Renán Fuentealba Moena, señalaba que "la amplia victoria obtenida por las fuerzas democráticas exige una rectificación de los errores del Gobierno de la Unidad Popular".[3]

El senador Carlos Altamirano (PS) reconoció el resultado de las elecciones como una "derrota transitoria".[3]​ El diario oficialista La Nación señalaba que "el resultado de las elecciones no varía en nada la situación nacional y no detendrá el progreso hacia las metas programadas".[7]



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