Elena (o Helena) Luisa Isabel de Mecklemburgo-Schwerin (en alemán: Helene Luise Elisabeth zu Mecklenburg-Schwerin; Castillo de Ludwigslust, Mecklemburgo-Schwerin, 24 de enero de 1814 - Richmond upon Thames, Surrey, 18 de mayo de 1858) fue princesa de Mecklemburgo-Schwerin, y por su matrimonio duquesa de Orleans y princesa real de Francia.
Era hija del gran duque heredero Federico Luis de Mecklemburgo-Schwerin (1778-1819) y de su segunda esposa, la princesa Carolina Luisa de Sajonia-Weimar-Eisenach, duquesa de Sajonia, fallecida en 1816 cuando Helena tenía sólo dos años. Por vía paterna era nieta del gran duque Federico Francisco I de Mecklemburgo-Schwerin (1756-1837) y de su esposa, la princesa Luisa de Sajonia-Gotha-Altenburgo (1756-1808), duquesa de Sajonia.
El 30 de mayo de 1837, la duquesa contrajo matrimonio en el castillo de Fontainebleau con el mayor de los hijos del rey francés Luis Felipe I y de la reina María Amalia, el príncipe real y duque de Orleans Fernando Felipe de Orleans.
De esta unión nacieron dos hijos:
Tras considerar numerosos partidarios a su mano, la princesa Helena fue finalmente elegida para desposarse con el príncipe heredero francés. Fue una alianza conveniente, pues era sobrina del rey de Prusia Federico Guillermo III y pertenecía a una de las dinastías reales más antiguas de Europa.
Los duques de Orleans formaron un matrimonio feliz, y sólo la reina María Amalia, convencida católica, se preocupó del protestantismo y del liberalismo de su nuera. No obstante la felicidad conyugal se rompió cuando murió el príncipe en un accidente de carruaje en Sablonville, quedando ella al cuidado de sus dos hijos.
En febrero de 1848, al estallar la revolución, su suegro el rey Luis Felipe fue obligado por su familia a abdicar y abandonó el territorio nacional sin resistirse a los insurgentes. Rápidamente la duquesa de Orleans partió hacia la Asamblea con sus dos hijos, el conde de París y el duque de Chartres, y con su cuñado, Luis de Orleans, duque de Nemours, para hacer proclamar a su hijo mayor rey de los Franceses. Consciente de su impopularidad, Nemours, estaba de acuerdo en reconocer a su cuñada como regente hasta la mayoría de edad del rey. Pero la tentativa de la duquesa resultó en un fracaso y la asamblea proclamó la Segunda República Francesa.
La duquesa Elena marchó con sus hijos a Alemania, comenzando un largo período de erranza, pero en todo momento mantuvo sus posiciones políticas y continuó reclamando los derechos al trono de su hijo. Impidió así, durante largo tiempo, una reconciliación entre los príncipes de Orleáns y el pretendiente legitimista al trono, Enrique de Borbón, conde de Chambord, y reunir así a los monárquicos franceses.
La duquesa murió en 1858 de una gripe que contrajo mientras cuidaba a su hijo más joven, el duque de Chartres, durante un viaje a Inglaterra.
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