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Eligio Ayala



José Eligio Ayala (Mbuyapey, Departamento de Paraguarí, Paraguay; 4 de diciembre de 1879 - Asunción, Paraguay; 24 de octubre de 1930) Fue un político y abogado paraguayo que fue presidente del Paraguay en dos periodos, como provisorio del 11 de abril de 1923 al 13 de febrero de 1924 y como constitucional, del 15 de agosto de 1924 al 15 de agosto de 1928.

Ayala fue hijo del español Mariano Sisa y la paraguaya Manuela de Jesús Ayala. Era hermano gemelo de Emilio de Jesús Ayala y hermano de padre de Eliseo, Juan Pablo, Juan Bautista, Asunción, Mariana y Manuel Sisa.

A raíz de la renuncia del presidente provisional Eusebio Ayala, en los anárquicos años de la primera mitad de la década de 1920, Eligio Ayala, designado por el Congreso Nacional, asumió la presidencia provisional de la República en abril de 1923 iniciando la pacificación del país luego de la revolución de 1921/22 y el saneamiento de las finanzas públicas. El 3 de febrero de 1924, la Convención Liberal lo designó como candidato a la presidencia de la República y para acompañarlo como vicepresidente, nombraron a Manuel Burgos, esa sería la dupla para las elecciones de ese año.

El 13 de febrero de 1924, Ayala renuncia a la presidencia provisional señalando: “Agradezco a V. Honorabilidad la confianza para desempeñar un cargo de tan graves responsabilidades. Declaro ante V. Honorabilidad que he hecho para no defraudarla, en medio de muchas y poderosas contrariedades”. Como nuevo presidente el Congreso designó al doctor Luis Alberto Riart.

La finalidad de su renuncia fue para facilitar las elecciones presidenciales, y como no tuvo adversarios electorales, asumió la titularidad del gobierno de la República del Paraguay, el 15 de agosto de 1924.

Su gabinete estaba compuesto de la siguiente manera: Interior, Belisario Rivarola; Relaciones Exteriores, Dr. Manuel Peña/Dr. Enrique Bordenave; Hacienda, Dr. Manuel Benítez/Rodolfo González; Justicia e Inst. Pública, Enrique Bordenave/Adolfo Aponte/C. Luís Isasi; Guerra y Marina, Dr. Luís A. Riart.

Eligio Ayala en el Mensaje al Congreso en el año 1926 expresó:

Durante su segundo gobierno, el país experimentó un incremento del trabajo, la producción, la exportación y una sustancial mejora de la situación económica y financiera del país. Se aprobó un convenio con los tenedores de bonos de los préstamos de 1871-72; se creó la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas; se firmaron los tratados Díaz León-Gutiérrez, con Bolivia, e Ibarra-Mangabeira, con el Brasil, complementario del tratado de 1872. Se creó el arzobispado de la Asunción. Se creó una Escuela de Agricultura, como también el Touring Club, sugerido por su administrador del Banco Agrícola, Desiderio Segovia Montania. Asimismo se realizaron reformas a los planes de estudio de la enseñanza primaria y secundaria, propiciando a la vez la transformación de la Universidad Nacional a través de la autonomía.

Eligio Ayala creía que sólo mediante el ejercicio de una pedagogía ciudadana sería posible clarificar el porvenir político pues "Las democracias incultas -dijo- por lógica de la menor resistencia caen en los unicatos dictatoriales".

La preparación de la defensa ante el inminente conflicto con Bolivia por el Chaco Boreal fue probablemente el logro más ponderado de su actuación pública; los resultados de su dedicación por la preparación de la defensa fueron muy valiosos; el mejoramiento de las FF.AA., mediante el incremento de la dotación de la Escuela Militar, la creación en el puerto Sajonia de los Arsenales de Guerra y Marina, se creó la Escuela de Aspirantes a Oficiales de Reserva así como el envío de oficiales a perfeccionar sus conocimientos en academias militares del exterior; los mayores José Félix Estigarribia y Juan B. Ayala a Francia; Camilo Recalde y Carlos J. Fernández a Italia; Luís Irrazábal a Bélgica; y varios oficiales a Argentina y Chile; la fundación de fortines: Nanawa denominado "Pte. Ayala", Gondra, Falcón, Boquerón, Toledo, Corrales, Pitiantuta o CA López, Galpón y otros; la incorporación de los cañoneros Paraguay y Humaitá, con los que se aseguraron el dominio del río y el apoyo logístico al Ejército combatiente. Su preocupación por la defensa del Chaco encontró en el general Manlio Schenoni un eficaz colaborador. Fue éste el responsable de importantes adquisiciones de armas y equipos.

Creó la oficina de cambios. Los especuladores, usureros y estafadores son obligados a ceñirse a otras reglas. La época del "A BUEN TIEMPO" había finalizado para dar paso a otra que permite al Paraguay crear reservas monetarias en monedas sólidas.

Apostó a la colonización, proceso iniciado en el gobierno de Manuel Gondra con la promulgación de la Ley 514/21, conocida como la "Ley de los menonitas", Ayala impulso la venida de los menonitas al Paraguay, a quienes recibió en la rada de Asunción hablándoles en un perfecto alemán, cosa que hasta hoy recuerdan los hijos de aquella primera oleada de colonos. El primer contingente llegó desde Canadá en 1926 (descendientes de los que habían emigrado de Rusia al Canadá en 1877), los primeros menonitas de Rusia llegaron al Paraguay en 1927.

Otro de los logros del gobierno de Eligio Ayala fue que impulsó la reforma de la ley electoral, discutiendo las bases de la nueva ley, con líderes republicanos (Mallorquín y otros). En 1928 se presentó por vez primera en la historia constitucional del país dos candidatos de partidos opuestos por el poder Ejecutivo, el Partido Colorado presentó al dúo Eduardo Fleytas para presidente y al doctor Eduardo López Moreira para vicepresidente que compitieron contra los candidatos del Partido Liberal José P. Guggiari y Emiliano González Navero. La posibilidad de la alternancia se inició en aquel año.

Se aprobó una Ley de Creación, Fomento y Conservación de la pequeña propiedad agropecuaria.

Se sancionó una Ley de accidentes de Trabajo, además de otras relacionadas con Pensiones y Jubilaciones.

Entre 1924 y 1926 se incorporó un considerable número de maquinarias como arados, tractores, cultivadoras, sembradoras, etc.

El representante financiero en Londres firmó un convenio con los tenedores de bonos de los empréstitos realizados por el Paraguay desde 1871.

Durante el Gobierno de Eligio Ayala, ocurrió uno de los acontecimientos más luctuosos de la historia social paraguaya, el día 15 de julio de 1927, en la localidad de Puerto Pinasco, un grupo de obreros denominados "hacheros" iniciaron una serie de protestas contra la empresa estadounidense I.P.C. (International Products Corporation). Una gran cantidad de los casi 3.000 trabajadores de la empresa se unieron a sus compañeros "hacheros" en las medidas de fuerza, que incluyeron huelgas de hambre y bloqueos de rutas y puertos. Ni el Gobierno, ni los empresarios respondieron al pedido de los obreros, que solicitaban una mejor carga horaria laboral (reducir de 12 a 8 horas de trabajo) y mejor paga por horas de trabajo. Los líderes de la manifestación amenazaron con que ocuparían de manera definitiva la comisaría y el puerto de la ciudad si no se respondían sus reclamos. La empresa estadounidense solicitó ayuda al Gobierno, que envió un pelotón de 30-35 soldados desde Concepción para reprimir a los huelguistas. No se conoce la cantidad de obreros muertos, pero se calcula entre 12 a más de 20, además de varios heridos. No se sabe si las fuerzas del orden sufrieron víctimas.[1]

Existió una fuerte censura periodística con respecto a los acontecimientos en Puerto Pinasco. Se llegó a mencionar que, además de la matanza, por órdenes de la empresa se mandó ahorcar a por lo menos 5 paraguayos, y que los cuerpos de muertos y heridos eran arrojados en canoas al Río Paraguay. El conflicto de Puerto Pinasco duró incluso hasta 1929, dándose despidos masivos de obreros y represiones. Según el inglés Andrew Nickson, quien investigó sobre estos eventos, la censura de los gobiernos liberales y de su historiografía, sumada al analfabetismo de la época, común en toda América Latina, y al inminente estallido de la Guerra del Chaco, hizo que se olvidara en gran parte estos acontecimientos.[2]

En 1904 abandona momentáneamente la enseñanza para incorporarse al campamento revolucionario en Villeta, al año siguiente, además de la docencia, desempeña un cargo en el Archivo Nacional.

Uno de sus primeros cargos fue el de juez en lo Civil en la administración de la Justicia. Anteriormente se había desempeñado como fiscal del Crimen y en 1907 inició su carrera política postulándose para diputado, resultando electo al año siguiente. Se consagró diputado de la Nación por el Partido Liberal en 1908. Fue elegido presidente de la Cámara de Diputados el 22 de abril de 1910 cuando contaba con apenas 30 años de edad. Su oposición al demencial liderazgo del Coronel Albino Jara, quien ostentaba el poder en el Paraguay, lo llevaron a un autoexilio a la Argentina.

Fue convocado en 1916 por el presidente Manuel Franco para integrar el gabinete, pero Eligio no acepta, aunque si lo hace en 1919, cuando Manuel Gondra lo invita al mismo efecto y regresa al Paraguay a mediados de 1920, el 15 de agosto de ese año ocupa la cartera de Hacienda. En 1923 es electo, por el Congreso, Presidente de la República, en carácter de provisorio.

Al año siguiente es promovido por el Partido Liberal como candidato a la presidencia para el período 1924/28. Para iniciar su campaña proselitista, Eligio renuncia a la presidencia provisoria. Luego de uno de los períodos más productivos de la gestión presidencial en la historia del Paraguay, en 1928 entrega el mando al Dr. José P. Guggiari y asume nuevamente en la cartera de Hacienda, cargo que ejerció hasta su muerte.

En octubre de 1925 mandó repatriar los restos de José de la Cruz Ayala (Alón), su tío, que se hallaban en la provincia argentina de Entre Ríos desde enero de 1892, el mismo encabezó la comitiva que depositó la urna funeraria en el Panteón de la Sociedad “18 de Octubre”, del Cementerio de la Recoleta en Asunción.

Autorizó el primer gran homenaje al Mariscal Francisco Solano López organizado por el Partido colorado, a pesar de las protestas airadas de los dirigentes liberales como la del ministro Belisario Rivarola, entre otros.

En una ocasión, José P. Guggiari le envió una nota a su ministro de Hacienda solicitándole un rubro para un asistente. Recibió la respuesta de puño y letra en la misma hoja: “Si el Presidente de la República quiere un secretario fuera de presupuesto, que lo pague de su bolsillo”, firma: Eligio Ayala

Enemigo acérrimo de la anarquía liberal, su personalidad se impuso para sustraer al Paraguay de las constantes revoluciones, asonadas y golpes de Estado durante algunos años, no obstante al final cansado Eligio Ayala renunció al Partido Liberal mediante nota del 29 de septiembre de 1929 con membrete del Ministerio de Hacienda, cargo que ocupaba en la administración del Pte. José P. Guggiari, en ella se dirigió al presidente del Partido Liberal en estos términos: “He resuelto retirarme de toda actividad pública y política. Por consiguiente ruego a usted se sirva considerarme fuera del partido y sustraído de toda responsabilidad incluyente a los actos del mismo. Saludo a usted muy atentamente”. Eligio Ayala

Fue padre de Abelardo, hijo de Rosaura González y de Anastasia, hija de Candelaria Duplán, así como de Rafael Ayala Ferreira.

Eligio Ayala murió en un incidente pasional en que estaban involucrados la señorita Hilda Diez (su sirvienta y amante) y el señor Tomás Bareiro. Existen varias versiones de lo que realmente ocurrió y según la causa penal que se tramitó ante el Juzgado del Crimen, el único testigo presencial fue la señorita Hilda, que cayó en varias contradicciones durante su declaración.

Esto es lo que pasó, según el relato, a las 20:30 del jueves 23 de octubre de 1930:

El ministro Ayala fue a la casa de Hilda Diez, quien vivía en la pequeña casa que él le había regalado en Manuel Domínguez y Samuhú Peré (hoy Juan de Salazar y Boquerón). Ayala golpeó la puerta, Hilda demoró en abrir por alguna razón y tras la insistencia de Ayala, la puerta quedó entreabierta, cuando éste ingresó al interior de la vivienda, vio al señor Tomás Bareiro escondiéndose rápidamente tras un ropero. Bareiro empezó a disparar con un revólver Smith Wesson, calibre 38, hiriendo a Ayala en el brazo, en la oreja y la tercera bala se incrustó en el vientre. Ayala, ya en el piso y desangrándose, extrajo su pistola Colt, calibre 38, y disparó cuatro tiros, hiriendo también a Bareiro. Éste, con el cuerpo cubierto de sangre, quiso huir por el patio trasero de la casa, pero no pudo lograrlo, muriendo en el intento. Ayala, que también luchaba por salvarse, se levantó muy mal herido y caminó dos cuadras hacia el Belvedere, tomó un taxi pidiendo al chofer que lo trasladase al sanatorio Masi Escobar.

“Estoy librando horas terribles”, fue una de las últimas frases de Ayala. Deliraba, mientras su estado era agravado por la hemorragia.

Agonizó por varias horas en el hospital. Junto a él estuvo el presidente Guggiari, quien fue su compañía en esas desagradables horas. Eligio Ayala dejó de existir a las 14:15 del 24 de octubre de 1930.

Así, una disputa pasional por los favores que una sirvienta aventurera ofrecía a Bareiro, un hombre sin empleo y a Eligio Ayala, acababa con la vida del primer ministro del país.

El 1° de marzo del 2011 (fecha en que se conmemora el Día de los Héroes en Paraguay), sus restos fueron depositados en el Panteón Nacional de los Héroes en Asunción como reconocimiento a los servicios prestados a la patria como un verdadero héroe civil.




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