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Estación Internacional de Canfranc



La Estación Internacional de Canfranc es una estación de ferrocarril situada en el municipio español de Canfranc (Huesca), muy cerca de la frontera con Francia. Se inauguró el 18 de julio de 1928. Declarada Bien de Interés Cultural, está catalogada como monumento desde el 6 de marzo de 2002.[1]​ La estación cuenta con servicios logísticos.[2]

Dispone únicamente de servicios de Media Distancia, operados por Renfe, que la unen con Zaragoza. También ofrecía conexiones internacionales con Francia, pero éstas quedaron suspendidas el 27 de marzo de 1970 cuando un tren de mercancías descarriló del lado francés provocando el derrumbe del puente de L'Estanguet, con la consiguiente interrupción del servicio entre ambos países.[3]​ Desde esa fecha, el transporte de viajeros se hace por carretera con un autobús que pone la S.N.C.F.

En la actualidad se está acometiendo una reforma completa del complejo ferroviario de la explanada de Canfranc con el objetivo de transformar en hotel la estación histórica de viajeros y rehabilitar el resto de edificios en una de las tres subsedes del Museo del Ferrocarril de Aragón, nuevas estación de viajeros, centro de visitantes del Camino de Santiago, viviendas y equipamientos de uso terciario, además de la urbanización de dos grandes plazas peatonales, zonas verdes y aparcamientos.[4]

El 15 de abril de 2021 se inauguró la nueva estación de viajeros, rehabilitando parcialmente dos antiguos hangares de mercancías.[5]

La estación, que se encuentra a 1194 metros de altitud, forma parte del trazado de las siguientes líneas férreas:

La estación internacional de Canfranc encuentra su origen en la voluntad de unir Francia y España atravesando los Pirineos por Somport. Para ello ambos países firmaron diversos convenios, el primero en 1904, y protocolos posteriores que marcaron las líneas de actuación. En 1915, se concluyeron las obras del túnel ferroviario. En 1923, se iniciaron las obras de la estación siguiendo el proyecto del ingeniero Fernando Ramírez de Dampierre.[7]​ Dicho proyecto sufrió algunas modificaciones por parte de los ingenieros del Ministerio de Fomento que decidieron sustituir la mampostería de las fachadas por hormigón.[7]​ Tras cinco años de obras, el 18 de julio de 1928 el nuevo edificio fue oficialmente inaugurado en presencia del rey de España Alfonso XIII y del presidente de la República Francesa Gaston Doumergue.[8]

Las considerables dimensiones de la estación y del complejo ferroviario se justifican por albergar en el mismo espacio todas las necesidades de un paso internacional de la época desdoblados: taquillas, oficinas de ambas operadoras del servicio: Caminos de Hierro del Norte de España y Chemins de Fer du Midi, el puesto de cambio de moneda, aduanas de ambos países, comisarías de policía y carabineros, correos, telégrafo público, enfermería, oficinas de Hacienda, cantina, restaurante, un hotel internacional, alojamientos para los ferroviarios de ambos países, garajes o hangares para mercancías. Todos los habitáculos tenían letreros bilingües en francés y en español. La mitad del complejo era francés y la otra mitad español, la propia estación, aunque situada en territorio español, gozaba de extraterritorialidad, y funcionaba como frontera de facto de ambos Estados.[9]

Disponía también de playas de vías de ancho europeo a un lado (1435 milímetros) electrificadas a 1.500 V de c.c. y español al otro (1668 milímetros), con locomotoras de vapor y la correspondiente placa giratoria y depósito de locomotoras. Dado que el ancho de vía de ambos países era diferente, todas las mercancías tenían que ser trasbordadas de los trenes de un ancho a los del otro para continuar, al igual que ocurría con los viajeros. Por el túnel internacional, de 7.875 m de longitud, discurría la vía única de 1.435 mm de ancho, y estaba electrificada, al igual que todo el recorrido hasta Pau.

En septiembre de 1931 parte de la estación sufrió daños importantes debido a un incendio que se inició en el vestíbulo y que luego se propagó a la biblioteca, destruyendo en su totalidad el restaurante de la estación y afectando a la techumbre de madera.[10]​ Aunque inicialmente se señaló que un cortocircuito había sido el culpable del incendio posteriormente se descartó dicha causa y se habló de un incendio casual.[10]

Durante la Guerra Civil Española pasó a ser controlada por el Ejército nacional, siendo tapiado el túnel que la unía con Francia para evitar cualquier tipo de penetración desde el país vecino. Reabierto en 1939, la Segunda Guerra Mundial y el ocaso de la guerra supuso la llegada de la Wehrmacht alemana nazi a la parte francesa de la estación.[11]​ Esto generó algún roce con los militares españoles que seguían controlando la parte española del recinto.[11]​ En Canfranc transbordaban los trenes que transportaban el wolframio que Alemania empleaba para reforzar el acero de sus tanques.[11]​ A cambio, toneladas de oro que venían de Suiza entraban en España.[11]​ En 1941, con la nacionalización de los ferrocarriles de ancho ibérico, las instalaciones de la parte española pasaron a manos de RENFE. La parte francesa pasaría, al terminar la II Guerra Mundial, a depender del ente estatal francés Société Nationale des Chemins de Fer (SNCF). No obstante, el servicio internacional volvió a quedar interrumpido entre 1945 y 1949 por desavenencias con el gobierno francés.[12]

El 27 de marzo de 1970 se cerró el tráfico internacional tras el derrumbe del puente de L'Estanguet a consecuencia del descarrilamiento de un tren de mercancías francés. Esto generó una drástica reducción del tráfico ferroviario y marcó el inicio de su decadencia.

El 15 de abril de 2021 se inauguró la nueva terminal, preparada para cuando la reapertura del tráfico internacional sea posible.[13]

Se trata de un edificio de planta alargada y estructura simétrica, articulado en cinco cuerpos, con el central y los laterales adelantados y más elevados. Alcanza los 241 metros de longitud y posee 75 puertas en cada uno de sus lados dando lugar a un edificio de considerable tamaño.[14]

Exteriormente sigue modelos de la arquitectura palacial francesa del siglo XIX. Presenta un tratamiento clasicista de los paramentos, con una variada combinación de materiales: hormigón, piedra, hierro y cristal, lo que da lugar a un interesante juego cromático acentuado por la presencia de cubiertas de pizarra.

El interior es luminoso, equilibrado y elegante, con una distribución funcional de los espacios a partir de un vestíbulo central cubierto con una gran cúpula de fundición. Los diferentes espacios (billetería, aduanas, bar, hotel, etc.) se hallan claramente diferenciados tanto por su estructura como por su decoración.

El primer piso del edificio se encuentra abierto por los frentes oriental y occidental a los andenes, cubiertos por una marquesina sobre columnas y pilares metálicos. Sobre esta se levanta el segundo piso, abierto por vanos de medio punto en los cuerpos adelantados y por vanos adintelados en los retranqueados, los cuales presentan además mansardas en el tejado cubiertas con pizarra de las canteras del pueblo segoviano de Bernardos.

En el año 2005 la Comisión Provincial de Patrimonio Cultural aprobó un proyecto de rehabilitación de la estación de Canfranc que en 2007 derivó en un convenio entre el Ministerio de Fomento y la Diputación General de Aragón fruto del cual se destinaron cerca de 2 millones de euros a la rehabilitación del recinto.[7]

Este proyecto se enmarcaba dentro de uno de mayor amplitud que no solo buscaba restaurar la estación para convertirla en hotel de lujo sino también la construcción de una nueva estación, la urbanización del terreno de uso ferroviario liberado y la edificación de un museo ferroviario.[15]

Durante las fases I y II entre 2006 y 2009 se realizaron inicialmente labores de limpieza, saneamiento y desescombro para luego trabajar sobre la propia estructura del edificio restaurando la cubierta, la fachada, las molduras decorativas y el vestíbulo.[7]​ Se procedió también a reforzar la estructura de hormigón.

Planificada también para 2009 la fase III, sin embargo, no se llevó a cabo debido a problemas de financiación.[15]​ Estos mismos problemas llevaron a abandonar el proyecto de convertir la estación en un hotel de lujo.[16]

El 30 de marzo de 2012 la presidenta de Aragón Luisa Fernanda Rudi anunció que la Diputación General de Aragón (DGA) había llegado a un acuerdo con el Ministerio de Fomento (propietario de la estación a través de Adif) para comprar la misma por un precio simbólico. Este acuerdo obligó a modificar el convenio firmado años atrás.[17]

El 25 de abril de 2012, después de la reunión del Consorcio Urbanístico Canfranc 2000, el consejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes del Gobierno de Aragón, Rafael Fernández de Alarcón, anunció que una parte de la estación de Canfranc se podría visitar en 2014 y que emprendedores privados trabajarían en el edificio desde 2015 para dotar a la infraestructura de usos hoteleros, educativos, comerciales y culturales.

Finalmente, el 15 de enero de 2013 el Ministerio de Fomento vendió el edificio principal de la explanada ferroviaria por 310 602 € al Gobierno de Aragón.[18][19]

Entre 2014 y 2017 se restauró por completo el vestíbulo de la estación, recuperando todos los elementos decorativos en yeso y el túnel subterráneo de acceso, y se realizan diferentes visitas guiadas temáticas.[20][21][22][23]

Asimismo, se procedió a la restauración de algunos vagones de época estacionados en Canfranc.[24]

En 2015, con el cambio de Gobierno en Aragón tras las elecciones, la Consejería de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, dirigida por José Luis Soro, impulsó un nuevo Plan General de Ordenación Urbana y un plan parcial para realizar una rehabilitación completa de la explanada, con la filosofía de conservar todos los edificios ferroviarios, y no solo la estación histórica de viajeros, como se contemplaba en el anterior proyecto. La inversión necesaria para llevar a cabo este nuevo planteamiento se estima en 35'1 millones de euros de los que las arcas públicas esperan recuperar con la venta de viviendas o la cesión de uso turístico o comercial en torno a los 27 millones de euros.[25]

Las obras comenzaron en 2018 e incluyen la restauración y transformación en hotel de la estación de viajeros y de la desafección ferroviaria de las antiguas playas de vías para construir dos grandes plazas peatonales.[26]​ El antiguo depósito de locomotoras será una de las tres sedes del Museo del Ferrocarril de Aragón junto a Casetas (Zaragoza) y Camineral-Fuentes Claras. Los hangares de mercancías serán parcialmente reconvertidos en la nueva estación de viajeros, inaugurada en abril de 2021,[27]​ así como en zonas comerciales. Por su parte, la cochera francesa pasará a ser el centro de visitantes del Camino de Santiago, dado que la primera etapa del camino jacobeo en Aragón atraviesa Canfranc. El resto de edificios se destinarán a 133 viviendas y 14 hectáreas de zonas verdes y aparcamientos.[28]

Los trenes de Media Distancia operados por Renfe Viajeros son los únicos que se detienen en la estación. Enlazan Zaragoza con Canfranc a razón de dos relaciones diarias en ambos sentidos. Si bien no existen conexiones ferroviarias con Francia, SNCF dispone de autobuses TER que cubren el trayecto Canfranc-Bedous.

El 31 de diciembre de 2019, se cerró la taquilla de venta de billetes, pero solo 15 días más tarde se reabrieron con personal de ADIF, que se hará cargo de este servicio de forma provisional, hasta que lo asuma de forma permanente personal de Renfe.

Tres días por semana circula un tren de mercancías entre Canfranc y Martorell (Barcelona), que transporta cereal importado de Francia y que llega a la estación internacional por carretera. [29]

En las últimas décadas ha habido deseos de reapertura de la línea internacional y del túnel ferroviario de Somport para conectar ambos lados de los Pirineos.[30][31]

En 1993, varios sindicatos y asociaciones de diversa índole (en defensa del ferrocarril y ecologistas) fundaron la Coordinadora para la reapertura del ferrocarril Canfranc-Olorón (Crefco). Esta entidad tiene como objetivo la reapertura de la línea internacional para mejorar las conexiones con Francia y la preservación del medio ambiente, promoviendo el ferrocarril frente al transporte por carretera.[32]​ Crefco tiene una asociación homónima francesa, que trabaja en común y defiende las mismas posiciones: Comité pour la réouverture de la ligne Oloron-Canfranc (Creloc).[33]

El ayuntamiento de Canfranc organiza cada 18 de julio una recreación-conmemoración de época de la inauguración de la Estación Internacional de Canfranc de forma lúdica y reivindicativa.[34]

Los sectores que apuestan por la reapertura de la conexión internacional han visto en los últimos años impulsada su postura con el comienzo de las obras de reapertura de la línea ferroviaria, financiadas por la Región de Aquitania, que une Oloron-Sainte-Marie con Bedous, a 37 km de la Estación de Canfranc.[35][36]

La Estación Internacional de Canfranc ha sido, a lo largo de su historia, plató de numerosas grabaciones cinematográficas y televisivas.[37]

Existe la creencia, generalizada sobre todo a través de internet, de que también se rodaron en Canfranc algunas escenas de la película Doctor Zhivago, de 1965. Sin embargo, y aunque existen datos y testimonios contradictorios, parece probado que tal cosa no ocurrió, si bien sí se rodaron varias tomas en España.[44]



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