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Estrella de Belén



La Estrella de Belén fue, según la tradición cristiana, el astro que guió a los Magos al lugar del nacimiento de Jesucristo. El Evangelio de Mateo menciona que los Reyes Magos vieron aparecer por el Oeste la Estrella de Belén, aunque no aclara si se trataba de un planeta, una estrella o cualquier otro fenómeno astronómico. Según los escritos, los sabios viajaron siguiendo la estrella, y esta se detuvo sobre el lugar en el que Jesús había nacido. Los Reyes Magos lo asociaron al Rey de los Judíos. De haber sido astrónomos griegos o romanos podrían haber asociado la estrella de Belén con la estrella polar, el planeta rey, y Régulo, la estrella rey. O si venían de Babilonia, lo podrían haber asociado el planeta Saturno (Kaiwanu). En todo caso, bien podría tratarse de la estrella Sirio, a la que apuntan los "tres reyes" del cinturón de la constelación de Orión.

La primera explicación natural de este fenómeno fue dada por el astrónomo alemán Johannes Kepler en 1614. Kepler determinó que una serie de tres conjunciones de los planetas Júpiter y Saturno (un hecho muy poco frecuente) ocurrieron en el año 7 a. C. y relacionó este hecho con la estrella de Belén, pero cálculos modernos han demostrado que en esa ocasión los dos planetas no se acercaron lo suficiente como para impresionar a los observadores. De hecho, un antiguo almanaque inscrito en una tabla de arcilla hallada en Babilonia sugiere que los astrólogos de la época no le dieron demasiada importancia a ese evento.

Más recientemente, el astrónomo Michael R. Molnar ha identificado a una doble ocultación de Júpiter tras la luna en el 6 a. C. en Aries como la estrella de Belén.

Las investigaciones de Michel Molnar se basan en la forma como se conmemoraba el nacimiento de los reyes en la antigua Roma. Unas monedas romanas celebran este acontecimiento con la aparición de Júpiter (una estrella para los sabios de la época) sobre la constelación del nuevo rey. [1]

Estas monedas ubican una estrella y la imagen de un cordero. En la antigüedad el cordero era atribuido como símbolo del judaísmo y reunido al conocimiento de los astrólogos sobre el nacimiento de los reyes con la estrella llamada Júpiter en conjunción con la Luna (oculta) que se encontraban en el este de Aries ("...vimos su estrella en el este").

Así que con estos elementos buscar a Júpiter (la estrella de los reyes) en Aries (judíos) ocurrió el 17 de abril del 6 a. C. Además en Aries se encontraban el Sol, Saturno y la Luna.

(2:5) "En Belén de Judea, le respondieron, porque así está escrito por el Profeta"...

Con estas observaciones, los magos viajaron a Judea y estuvieron preguntando sobre el nacimiento de un rey. Herodes (el rey de Judea) avisado de los magos forasteros los manda a llamar y se entrevista con ellos en diciembre del 6 a. C., pidiéndoles que le avisen cuando encuentren al nuevo Rey de Judea. Los sabios parten en busca del Rey siguiendo a la estrella.

El 23 de agosto, Júpiter empieza a retroceder en los cielos ("La estrella...iba delante ellos") y es nuevamente seguida por los magos después de la entrevista con Herodes, hasta el 19 de diciembre donde Júpiter se detiene en los cielos ("La estrella...se detuvo en el lugar donde estaba el niño") y los magos llegan a Belén, encontrándose a Jesús de 8 meses, le ofrecen oro, incienso y mirra.

Júpiter reiniciará su avance en los cielos a partir del 20 de diciembre.

Pero este suceso sucedió muy cerca del sol y habría sido difícil de ver, incluso con un telescopio pequeño (del cual no se disponía en esa época), salvo que los Reyes Magos hayan podido saber de esta ocultación por complejos cálculos, supuesto poco probable. Las ocultaciones de planetas tras la luna son más comunes, pero Molnar da motivos astrológicos para realizar la importancia de este hecho.

Por otro lado, Belén está geográficamente al sur de Jerusalén (a 10 km) y la mención de Mateo de que la estrella iba delante de los magos mientras viajaban a Belén permite deducir que la estrella se veía hacia el Sur, y por tanto a medianoche. Así mismo Mateo cuenta que la estrella se posó sobre el lugar, lo cual permite suponer que estaba cerca del horizonte y del punto cardinal Sur. Y ningún planeta llega a estar a medianoche cerca de horizonte.

Otras explicaciones incluyen una nova (algunas veces identificada como un cometa) que hubo en el 5 a. C. la cual fue registrada por los astrólogos chinos y coreanos. El obstáculo a dicha explicación es que no hay rastros o huellas de nova alguna en la constelación donde fue observada por los chinos y coreanos.[2]​ Entre el 3 y el 2 a. C., hubo una serie de siete conjunciones, incluidas tres entre Júpiter y Régulo así como algunas conjunciones muy cercanas entre Júpiter y Mercurio el 18 de junio del 2 a. C. Urano fue visible diversas veces, pero probablemente no fue reconocido como planeta debido a su lento movimiento.

Las últimas explicaciones,[3]​ expuestas en la web del Instituto de Astrofísica de Canarias por Mark Kidger argumentan que lo más probable es que la suma de acontecimientos astronómicos (la triple alineación de los planetas en el 7 a. C., en la constelación de Piscis, más el probable cálculo del ocultamiento de Júpiter tras la Luna, cerca del Sol) hayan alertado a los Reyes Magos sobre la gestación de un acontecimiento importante en Judea, pasando a ser la Nova la señal definitiva del nacimiento de un gran rey según sus interpretaciones.[4][5][6]

Otra posibilidad como estrella en sentido astronómico del término es Alfa Centauri, pues hace 20 siglos era visible desde la latitud en la que está Jerusalén. Esta ciudad está a 31 grados y 47 minutos de latitud norte (31º47'00" N), igual que las regiones en las que estaban Babilonia, Susa y Persia (con Persépolis) al oriente de Jerusalén, posibles lugares de procedencia de los magos (y desde los que habrían visto la estrella) y que entonces pertenecían al Imperio Parto (Partia). Alfa Centauri es la estrella más cercana al Sol y la cuarta más brillante del firmamento terrestre, y se ve junto a otra estrella llamada Hadar (Beta Centauri). A tales estrellas se les llama "los Punteros" al apuntar o señalar hacia la constelación de la Cruz del Sur, que también se veía a la derecha de ellas y que muestra forma de cruz romana, símbolo o signo (no astrológico sino religioso) asociado a Jesús. A la medianoche tales estrellas estaban justo hacia el Sur, muy cerca del horizonte, casi posadas en él, y Belén está justo al Sur respecto a Jerusalén, de modo que un viajero que va desde Jerusalén hacia Belén va hacia el Sur. También Mateo cuenta que "la estrella" iba "delante de" los magos, de modo que a la estrella de Jesús también se le podría llamar la estrella del Sur. Hace 20 siglos se las podía ver desde 32ºN trazando un corto arco (de su paralelo celeste) durante unas 5 horas en torno al punto Sur del horizonte, en torno a la medianoche de los días en torno al 21 de marzo. Actualmente tales estrellas y constelación no son visibles desde 32ºN debido al lento bamboleo del eje de la Tierra que hace que con los siglos, desde cualquier punto del planeta se pierda visión de ciertas regiones celestes tras un horizonte.

Contemporáneamente, y aún tratándose de un relato bíblico, los astrónomos le han seguido la pista a las referencias de las escrituras, para tratar de encontrar una explicación racional a ese episodio del Nuevo Testamento, e igualmente intentan buscar la fecha exacta del nacimiento de Jesucristo, para tratar de ver cuál fenómeno astronómico podría coincidir cronológicamente con aquel.

El monje Dionisio el Exiguo (astrónomo, abad escita de un monasterio romano, encargado de establecer el nacimiento de Jesús) cometió dos errores importantes al calcular el calendario cristiano en el siglo VI. Para determinar el año del nacimiento de Cristo tomó en cuenta los reinados de los emperadores romanos, pero olvidó que César Augusto había mandado cuatro años con el nombre de Octavio y también omitió el año cero (número desconocido en esa parte del mundo en esa época).

Ese margen de error sitúa el nacimiento de Jesús cinco años antes de lo que normalmente se cree. Otros dos datos aportados por los Evangelios son útiles para buscar la fecha aproximada del acontecimiento venerado por los cristianos. El censo que obligó a José y María a pedir posada en Belén podría ser el que César Augusto ordenó entre los años 8 y 6 a.C. Adicionalmente, según las escrituras, aún vivía el rey Herodes, que murió en el año 4 a. C. Por supuesto, la Natividad tampoco ocurrió en diciembre. Lucas el Evangelista comenta que los pastores vigilaban sus rebaños en las montañas, pero en Belén diciembre es un mes duro en el cual las ovejas habrían estado bajo techo y no pastando fuera. Ese dato sugiere que el nacimiento de Jesús se produjo entre marzo y abril del año 6 a. C.

En el Evangelio de Lucas se dice que el ángel Gabriel se aparece a Zacarías, padre de Juan el Bautista, cuando él ministraba en el templo. Teniendo en cuenta esto, se obtiene el dato de que, como era de la orden de Abías, ministraba el incienso la penúltima semana de mayo, y Juan le llevaba a Jesús seis meses de edad. Entonces, Jesús debe de haber nacido para la fiesta de los Tabernáculos, en el mes de septiembre del año 7 o 6 a. C.[7]

Por otra parte si se toma en cuenta que en el evangelio de Lucas 1:26 dice que "el sexto mes el ángel Gabriel fue enviado..." (aunque habla del sexto mes del embarazo de Isabel, prima de María), y que el sexto mes del calendario judío corresponde al mes de Etul, 'agosto- septiembre' para el calendario gregoriano, podemos ubicar el momento de la concepción de María, por ende el nacimiento de Jesús nueve meses después, en "junio" del calendario gregoriano, además coincide con el solsticio de verano para el hemisferio norte, siendo el día más largo del año el 21 de junio, este fundamento es totalmente creíble ya que está basado en un fundamento bíblico y astronómico. En este mismo tenor, no se omite mencionar, que utilizando una interpretación analógica, a los textos bíblicos, se tiene que: "la conjunción ocurrida el 17 de junio del año 2 a. C. correspondería con mayor exactitud a la fecha real del nacimiento de Jesús, ya que el primer mes del calendario judío se corresponde con marzo, mes en que se verifica el equinoccio de primavera (21 de marzo) regido por el signo astrológico de Aries, que representa el impulso de origen, el comienzo de la vida. En este orden de ideas, el evangelio de Lucas menciona que la anunciación fue el sexto mes, es decir en septiembre, que se encuentra regido bajo el signo de Virgo (la virgen) y que en una gestación de nueve meses tendría como resultado que la virgen alumbrara bajo el signo de Géminis, en junio. Por causa de lo expuesto, se puede concluir que: Jesús nace en el mes de junio, probablemente el mencionado día 17 (numerológicamente 8, como el día de su resurrección y símbolo del bautismo) y que en términos de interpretación analógica nos permitiría afirmar la doble naturaleza del Cristo, Dios y humano, como Castor y Polux en la constelación de Géminis, en términos de la mitología griega, o bien como el Quetzalcoatl de las culturas prehispánicas en México, el cual tenía un hermano gemelo Tezcatlipoca, destacando que ambos personajes tienen relación con el planeta Venus, el amor, el lucero de la mañana".[8]

Sin embargo, el teólogo alemán Josef Heinrich Friedlieb estableció una cronología muy exacta, según la cual el primer turno sacerdotal de Jojarib estaba de servicio durante la destrucción de Jerusalén en el noveno día del mes judío de Av.

Así, el turno sacerdotal de Jojarib estaba de servicio durante la segunda semana de Av.

En consecuencia, el turno sacerdotal de Abias (el turno de Zacarías) fue, sin duda, durante la segunda semana del mes judío de Tishrei, la misma semana del Día de la Expiación en el décimo día de Tishri (entre el 22 de septiembre y el 8 de octubre).

Esto implica que Juan el Bautista habría sido concebido a finales de septiembre, lo que coloca su nacimiento a finales de junio.

Justo después de que María concibió a Jesús, fue a visitar a su prima Isabel, que tenía seis meses de embarazo de Juan el Bautista. 

Esto significa que Juan el Bautista era seis meses mayor que Cristo (Lucas 1:24-27, 36), y si se agregan seis meses al 24 de junio se obtiene 24 al 25 de diciembre como su fecha de nacimiento.[9]



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