Extirpador de idolatrías es una película peruana escrita y dirigida por Manuel Siles, terminada en el 2014 y estrenada comercialmente en el Perú en el 2016.
El policía Waldo, de aire absorto y frágil, investiga unos crímenes de apariencia ritual, que ocurren en una comarca cualquiera de los andes peruanos. Allí también dos adolescentes pueblerinos se asoman a la pubertad entre juegos con seres míticos, fruto de su cosmovisión andina. Un personaje siniestro, oculto tras las formas de una misión de fe pero imbuido de dogmatismo e intolerancia religiosa, irrumpe en este mundo y proyecta sobre él una sombra amenazante. Pese al desprecio de su jefe, Waldo está tras la pista del extirpador de idolatrías. Llegará, además, a resolver el conflicto que enajena su vida interior.
Extirpador de idolatrías en el extranjero tuvo una muy buena recepción de público y crítica en festivales internacionales de cine, ganando treinta y dos premios y obteniendo nueve nominaciones.
La crítica peruana elogió a la película inmediatamente después de su estreno en Lima.El Comercio la cataloga como "un nuevo título entre lo mejor del cine peruano de los últimos años". Elogia el trabajo del actor protagónico ("estupendo Oswaldo Salas") y del director ("Siles ha asimilado bien una tradición fílmica moderna que va más allá de Europa – vienen a la mente 'Antonio das Mortes' del brasileño Glauber Rocha, hasta las más contemporáneas películas de Claudia Llosa, pasando por el cine del tailandés Apichatpong Weerasethakul –. Como sucede en los casos citados, lejos de verbalizar hechos, Siles explora afectos, creencias, imaginarios. Estos últimos toman la forma de sueños o alucinaciones que ponen en entredicho el realismo de lo que vemos"). La considera como uno de los 20 mejores estrenos comerciales en el Perú del 2016, siendo una de las tres únicas películas peruanas incluidas en la lista. En el diario La República, el crítico de cine Federico de Cárdenas la califica con 4 estrellas de 5, la cataloga como "valiosa opera prima", elogia la fotografía ("notable fotografía y cámara de Marco Antonio Alvarado") y la actuación de Magaly Solier ("muy solvente"). "Extirpador de Idolatrías manifiesta una seguridad rara en sus soluciones de puesta de escena, sobre todo tratándose de una ópera prima. Destaca también la fluidez con la que Manuel Siles ha logrado incorporar las tradiciones andinas (pagos a la tierra, homenajes a los apus) y hacer que iluminen el relato y planteen la supervivencia de un mundo amenazado pero que aún subyace en la vida de los protagonistas, enriqueciéndolas." La resalta entre las Mejores Películas Peruanas del 2016 en su recuento de lo Mejor del Cine del 2016, incluyendo en dicho recuento sólo a tres películas peruanas. El crítico de cine Ricardo Bedoya la considera como "una de las películas peruanas más sugestivas de los últimos tiempos".
El crítico de cine Sebastián Pimentel del diarioEscribe un comentario o lo que quieras sobre Extirpador de idolatrías (directo, no tienes que registrarte)
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