General (1846)
Primer Comandante de Milicias (1849)
Comandante de Armas de la provincia de Coro (1851)
Ezequiel Zamora (Cúa, Miranda, 1 de febrero de 1817-San Carlos, Cojedes, 10 de enero de 1860) fue un político y militar venezolano, uno de los participantes de la Guerra Federal y de la batalla de Santa Inés.
Zamora era descendiente de inmigrantes españoles de las Islas Canarias, donde se caracterizaban por la actividad comercial.[cita requerida] Sus hermanos fueron Antonio, Carlota, Genoveva, Raquel y Gabriel. Fue hijo de José Alejandro Zamora Pereira quien luchó y murió en la Guerra de Independencia, y de Paula Correa Rodríguez. El bisabuelo de Zamora fue Francisco León Zamora, un canario dedicado a la venta de ganado en los llanos. Su abuelo, Juan Zamora de León, también canario, se radicó en Villa de Cura en 1761 con Margarita Pereira, de cuya unión nace el padre de Zamora, Alejandro Zamora Pereira.
La madre de Zamora se muda con sus hijos de Cúa hacia Villa de Cura, donde Ezequiel se dedica al comercio e inicia una pulpería y fue miembro activo del partido Liberal. Decide participar en las elecciones de 1846 junto a Antonio Leocadio Gúzman, pero imposibilitado de ser elector, se alza con los campesinos en armas en los valles de Aragua el 7 de septiembre en la insurrección campesina de 1846, la cual se extendió a nivel nacional, se le atribuye a Zamora la arenga: ¡Tierra y hombres libres! en la revuelta en Guambra. El alzamiento le ganó el nombre a Zamora de «General del Pueblo Soberano».
En 1848 Zamora es liberado por la amnistía del presidente electo José Tadeo Monagas, quien rompió con el paecismo, y lo incorporó a sus filas con el rango de primer comandante de las milicias para enfrentar el levantamiento de José Antonio Páez y Carlos Soublette en los llanos centrales, en respuesta al Asalto al Congreso ese año. En 1849, los caudillos regionales apoyan a Monagas y derrotan a Páez en la Batalla de los Araguatos, poniendo fin a la guerra civil de 1848-1849. En 1851 el presidente José Gregorio Monagas nombró a Zamora comandante de armas de la provincia de Coro.
El académico y antiguo rector de la Universidad de Los Llanos, Adolfo Rodríguez Rodríguez, describe en su libro de la Academia Nacional de Historia La llamada del fuego que para 1853 Zamora era propietario de esclavos en Ciudad Bolívar. El 24 de noviembre, ocho meses después del decreto de abolición de la esclavitud el 24 de marzo, le pidió a la Junta de Abolición en Ciudad Bolívar que se le pagaran «los valores que me corresponden como propietario que fui de los esclavos».
En 1858 Julián Castro, quien tenía el cargo de comandante en jefe del ejército, se alza contra el gobierno de los Monagas y lo derroca en la Revolución de Marzo. Zamora y muchos líderes del partido liberal, junto con los Monagas, son expulsados del país. Julián Castro le cede el poder al partido conservador liderado por José Antonio Paéz, quién regresa al país.
En las Antillas y en Nueva Granada muchos exiliados y otros desterrados se reorganizan bajo la dirigencia de Juan Crisóstomo Falcón. Zamora desembarca en Coro en febrero de 1859 como jefe de operaciones de occidente y el 20 de febrero de 1859, con el Grito de la Federación, comienza la Guerra Federal, alzándose en armas las provincias de Coro, Barinas y Apure. Zamora organiza un gobierno provisional de Venezuela el 26 de febrero de 1859 y dirige al ejército federal. El 23 de marzo de 1859 triunfa en la Batalla de El Palito, a partir de la cual planifica sus movimientos hacia los llanos occidentales, toma San Felipe el 28 de marzo, y se reorganiza la provincia como entidad federal con el nombre de estado Yaracuy. El 14 de junio de 1859 toma la plaza de Barinas, donde recibe el título de Valiente Ciudadano. Mientras las fuerzas del gobierno conservador retrocedían a San Carlos, Zamora invadió Guanare y Barquisimeto, aunque rápidamente se refugió en Portuguesa tras hacerse de un considerable botín. El 10 de diciembre de 1859 empieza la batalla de Santa Inés, en la cual derrota al ejército conservador; victoria en el proceso de la Guerra Federal. Después de Santa Inés, Zamora se dirige hacia el centro del país con 3000 soldados de infantería y 300 jinetes a través de Barinas y Portuguesa, pero antes de aproximarse a Caracas decide atacar San Carlos, cuya plaza principal estaba defendida por el comandante Benito Figueredo con 700 hombres.
Durante las acciones preliminares para la toma de la plaza el 10 de enero de 1860, Ezequiel Zamora recibe un balazo en la cabeza ,[cita requerida] causándole la muerte a los 42 años. Según las crónicas, Zamora se disponía a supervisar la construcción de una trinchera. Según un testigo presencial, cuando se detuvo a inspeccionar los trabajos, quedó «dando el frente precisamente al enemigo que se encontraba en las torres de la Concepción, como de dos o tres cuadras de distancia por elevación». En ese momento, «improvisamente, fue herido, cayendo su cuerpo en este lugar, de donde lo recogieron sus edecanes, y pasándolo por el agujero abierto lo llevaron a la casa de la familia Acuña…» De acuerdo con el testigo, Zamora era un blanco obvio al ser conocido, estar al descubierto y ser el único con uniforme. En su testimonio afirma que el balazo penetró por la parte inferior del ojo derecho con orificio de salida en la base del cráneo. Fue sepultado en la madrugada del día siguiente en el solar o patio trasero de la casa. Algunos creen que debido a rivalidades dentro del mismo partido liberal, los responsables del asesinato fueron Juan Crisostomo Falcón o Antonio Guzmán Blanco, quienes veían a Zamora como un rival para la toma del poder en Caracas. Para evitar la desmovilización en el avance sobre los godos se ocultó la muerte, pero la información se difundió. Tras la muerte de Zamora, Juan Crisóstomo Falcón comenzó el avance hacia la ciudad de Valencia con la intención de tomarla. Sin embargo las tropas rebeldes estaban muy debilitadas tras el asedio de San Carlos a la vez que los conservadores comenzaban a recibir refuerzos, por lo que Falcón tuvo que evitar en varias ocasiones el combate con las tropas gubernamentales y desviarse a Apure. Finalmente, en febrero de 1860 se produjo un enfrentamiento conocido como batalla de Coplé, resultando en una victoria conservadora. La Guerra Federal culminó con el Tratado de Coche entre los conservadores y los federales.
Antonio Guzmán Blanco dejó asentado en su memoria durante su retiro en París que se realizara el traslado de los restos de Ezequiel Zamora al Panteón Nacional. Existen dos versiones más de su entierro: el historiador Manuel Landaeta Rosales indica que el cuerpo de Zamora fue enterrado en Los Teques después de que el presidente Guillermo Tell Villegas exhumó sus restos en San Carlos para darles sepultura trasladándolos en una comitiva a Caracas. Se pierde el rastro en La Victoria, por lo cual hace presumir que los restos no son los que están en el Panteón y están en la Iglesia de San Felipe de Neri de Los Teques. Otra versión apunta a que durante la Revolución Azul, donde José Tadeo Monagas retorna al poder y su sustituto José Ruperto Monagas toma la ciudad de San Carlos, dos de sus generales, Desiderio Escobar y Ramón García, compañeros de Zamora en la toma de la ciudad años antes, deciden ubicar y exhumar los restos con la intención de llevarlos a Caracas y rendirle honores póstumos.
Ezequiel Zamora tuvo una relación con Viviana González de la cual nació Nicolás Zamora González. Tiempo después se casa el 4 de julio de 1856 con Estefanía Falcón Zavarce, hermana del militar y político Crisóstomo Falcón. Se residenciaron en Coro, estado Falcón, junto con sus hijos adoptivos.
En Caracas, se renombró la plaza del Calvario como Ezequiel Zamora.
En 2009, se estrenó la película Zamora, tierra y hombres libres dirigida por Román Chalbaud, producido por la Villa del Cine y protagonizada por Alexander Solórzano como Ezequiel Zamora.
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