x
1

Familia Gran Ducal Luxemburguesa



La familia gran ducal luxemburguesa, está constituida por la Casa de Nassau-Weilburg y la Casa de Borbón-Parma y está encabezada por el gran duque, Enrique de Luxemburgo. La familia se compone por: El gran duque, la consorte del monarca, sus hijos y nietos. Todos los miembros de la familia reciben el tratamiento protocolar de alteza real.

Es uno de los pilares fundamentales de la monarquía luxemburguesa, ya que de ella depende la sucesión en la jefatura del Estado.

En 1443 el último miembro de la rama principal de la Casa de Luxemburgo, la duquesa Isabel, vendió el ducado de Luxemburgo ante el duque Felipe III de Borgoña, un príncipe de la Casa francesa de los Valois. En 1477 el ducado pasó por matrimonio de la nieta de Felipe, María de Borgoña, al archiduque Maximiliano I de Austria, de la Casa de Habsburgo. Luxemburgo fue uno de los feudos de los antiguos Países Bajos borgoñones que Maximiliano y nieto de María, el rey Carlos I de España, combinadas en una unión integral, las Diecisiete Provincias, mediante la emisión de la Pragmática Sanción de 1549. El sur de los Países Bajos seguía siendo parte del Imperio de los Habsburgo, primero en manos del poder español y luego por la línea austríaca, hasta 1794, cuando los revolucionarios franceses reemplazaron dominio de los Habsburgo con la hegemonía francesa hasta la derrota de Napoleón.

Los territorios de Luxemburgo, que se centran en el castillo ancestral, fueron tomados a la fuerza por la ocupación francesa, en las primeras etapas de la caída de Napoleón. Algunos fueron finalmente cedidos a Guillermo VI de Nassau, príncipe de Orange, que había sido declarado príncipe soberano de los Países Bajos en 1813, por su primo el rey Federico Guillermo III de Prusia, que anexó los demás territorios que estaban en poder de los príncipes de las distintas ramas de la Casa de Nassau. En el Congreso de Viena en 1815 se entendieron las grandes potencias para volver a constituir y elevar Luxemburgo como un gran ducado, hereditario en la línea masculina de toda la Casa de Nassau, comenzando por el príncipe de Orange, que fue al mismo tiempo, pero por separado, reconocido como rey de los Países Bajos.

Así Guillermo I de los Países Bajos ascendió al trono gran ducal como el primer Gran Duque de Luxemburgo. Cuando la línea masculina de la Casa de Orange-Nassau se extinguió en 1890, la corona de los Países Bajos fue a su descendiente, Guillermina de Orange-Nassau, pero la corona de Luxemburgo continuó en la línea masculina, que incumbía al jefe de la única rama superviviente de los Nassau, el ex duque Adolfo de Nassau-Weilburg. Su hijo, Guillermo IV (reinó desde 1905 hasta 1912), no tuvo hijos y fue sucedido por sus hijas, María Adelaida y luego por Carlota (reinó desde 1919 hasta 1964). Sus descendientes (de su matrimonio con el príncipe Félix de Borbón-Parma) son los que forman finalmente la familia gran ducal en el siglo XXI. Actualmente, en el siglo XXI, el nombre más destacado de la casa es el de Enrique de Luxemburgo, actual gran duque. A su muerte, le sucederá en el trono su hijo Guillermo.

Los grandes duques Adolfo y Guillermo IV eran protestantes. Guillermo IV se casó con la católica María Ana de Portugal, con la creencia de que si la inmensa mayoría de la población de un país era católica, también debía tener un monarca católico. En 1907, Guillermo IV declaró a los condes protestantes de Merenberg como no dinásticos, y nombró a su propia hija (católica), María Adelaida como heredera del trono gran ducal. En 1919, María Adelaida abdicó en favor de su hermana, Carlota, que también era católica. Desde entonces en Luxemburgo han reinado los descendientes de la gran duquesa Carlota, católicos, al igual que la mayoría de la población luxemburguesa (68.7%).

Los miembros de la familia gran ducal ostentan los títulos de príncipes de Luxemburgo, príncipes de Nassau y príncipes de Borbón-Parma.

La preferencia por los hombres sobre las mujeres en la sucesión al trono luxemburgués fue abolida el 20 de junio de 2011 por un decreto del gran duque Enrique. A partir de entonces, cualquier descendiente femenina legítima de la Casa de Nassau-Weilburg y Borbón-Parma podrá acceder al trono, siempre y cuando sea la primogénita del gran duque o del gran duque heredero.





Escribe un comentario o lo que quieras sobre Familia Gran Ducal Luxemburguesa (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!