La familia imperial brasileña tiene su origen en la familia real portuguesa, descendiendo directamente de la Casa de Braganza, en alianza con las casas de Habsburgo y de Borbón.
Según la Constitución de 1824 - primera carta constitucional brasileña - a los diversos miembros de la familia imperial, les eran reconocidos los siguientes títulos:
Fundada por D. Pedro de Alcântara de Braganza, hasta entonces Príncipe Real del Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve y Príncipe Regente de Brasil (representando a su padre, el rey Don João VI). Fue soberano de la Casa Imperial de Brasil en 1822, cuando D. Pedro de Alcântara proclamó la independencia de Brasil, hasta 1889, con la proclamación de la república brasileña, la cual derrumbó a la monarquía y después al emperador Don Pedro II.
Don Pedro de Alcântara, entonces, se proclamó emperador de Brasil, siendo aclamado en todo el territorio. Fue organizada, dos años después de la independencia, la constitución del Imperio de Brasil de 1824 - la primera carta constitucional brasileña -, siendo el emperador, según la misma, el jefe de estado y jefe de gobierno del Imperio de Brasil, así como el jefe del Poder Moderador y del Poder Ejecutivo.
Siguiendo la tradición de las monarquías ibéricas, son considerados miembros de la familia imperial brasileña los parientes más próximos al emperador de Brasil, desacreditando a aquellos que renunciaron a sus derechos dinásticos. Con la proclamación de la república en 1889, y consecuente extinción del Imperio de Brasil en esa fecha, fue creado el título de jefe de la Casa Imperial de Brasil para el heredero aparente al trono extinto, siendo considerados como miembros de la familia imperial brasileña, los parientes más próximos al jefe de la casa imperial, desacreditando a aquellos que renunciaron a sus derechos dinásticos.
Con la boda de D. Isabel de Braganza, princesa imperial de Brasil, con el príncipe Gastão de Orléans, conde d'EU, en 1864, la Casa Imperial se asoció con la Casa de Orléans, que se compone de la Casa Real de Francia. Se inició, así, una nueva rama dinástica en Brasil: Orléans y Braganza (o Orleães y Braganza), que nunca tuvo la oportunidad de reinar en Brasil.
De los cuatro hijos de este matrimonio, dos generaron descendencia y, hoy, esa rama familiar cuenta con más de treinta miembros. Muchos renunciaron para sí mismos y para sus descendientes, los derechos de sucesión al trono imperial, perdiendo títulos y procedencia en la familia imperial.
En 1909, D. Gastão decidió garantizar a sus hijos los supuestos derechos de la sucesión orleanista al trono francés. Con base en negociaciones con la Casa de Orléans, compuesta por la Casa Real de Francia, que provino de un documento denominado Pacto de Familia, o Declaración de Bruselas. Con este fue creado el título de príncipe de Orléans y Braganza, el cual prevalece sólo en ese ramo de la familia.
Otra rama de la familia imperial tuvo inicio con la unión de D. Leopoldina y Luis Augusto, en 1864. Como D. Isabel tardaba a generar un heredero al trono brasileño, los dos primeros hijos de D. Leopoldina, Pedro Augusto y Augusto Leopoldo, fueron añadidos a la línea de sucesión brasileña, cuidando de haber sido dados a luz en suelo nacional. Fueron excluidos de la orden sucesoria después del nacimiento de los hijos de D. Isabel.
Pedro Augusto murió sin dejar descendencia. Augusto Leopoldo, por su parte, generó ocho hijos. Su sexta hija, (tercera mujer)Teresa Cristina, mantuvo la nacionalidad brasileña y perpetuó la Casa de Saxe-Coburgo y Braganza, que hoy es regida por su hijo Carlos Tasso. La precedencia de esta rama en la línea de sucesión al trono brasileño es, a pesar de todo, rechazada.
Los primeros miembros de la familia imperial negados a regresar a Brasil fueron D. Amélia, segunda esposa de D. Pedro I, y su hija, D. Maria Amélia. Con la abdicación del primer emperador y su coronación como rey de Portugal, muchos entendieron que D. Amélia había perdido sus derechos en la Casa Imperial. Su hija, por otro lado, había nacido en el extranjero, con su padre fuera del trono brasileño, lo que, para muchos, impedía el cumplimiento de los requisitos para ser considerada princesa de Brasil. De esa manera, durante el período regencial, fue interrumpida la ayuda financiera a la emperatriz viuda y a su hija. Además de eso, por temor de que influenciaran de alguna manera al joven D. Pedro II, les prohibió pisar suelo brasileño. Sólo cuando el sucesor del trono fue proclamado, la situación de ambas cambió. En 1841, el Senado, por pedido del visconde de Sepetiba, permitió el reconocimiento de la precedencia de D. Maria Amélia y restableciendo así, la ayuda para ambas.
Con la proclamaicón de la república brasileña el 15 de noviembre de 1889, la familia imperial se exilió en Francia y Austria-Hungría. Embarcaron a bordo del barco Sergipe: D. Pedro II, D. Teresa Cristina, D. Isabel, D. Gastão, D. Pedro de Alcântara, D. Luís Maria, D. Antônio Gastão y Pedro Augusto. En la comitiva que acompañaba la familia imperial, estaban André Rebouças; el conde de Carapebus; el barón de Loreto y su esposa, D. Maria Amanda Paranaguá Dória, baronesa de Loreto; el visconde de Oro Negro y su hijo, el conde de Afonso Celso; y el conde de Moto Maia. Augusto Leopoldo se encontraba a bordo del crucero Almirante Barroso, en viaje de circunnavegación. El padre de este, Luís Augusto, residía en Austria desde el fallecimiento de D. Leopoldina.
Además del destierro, el gobierno republicano confiscó y subastó muchos de los bienes de la familia imperial. En 1890, trece subastas de bienes de la Casa Imperial fueron realizadas.
El presidente Epitácio Pessoa, por decreto presidencial, el 3 de septiembre de 1920, revocó la Ley del destierro. La familia imperial pudo entonces volver al suelo brasileño. La ocasión fue aprovechada para repatriar los restos mortales del último emperador y de su consorte, que serían trasladados de Portugal, un año después. De los nueve miembros de la familia imperial originalmente exiliados, solamente dos regresaron vivos a Brasil: D. Pedro de Alcântara y su padre, D. Gastão, falleció el año siguiente, a bordo del navío Massilia, cuando iba camino a Brasil, para la celebración del centenario de la independencia. A pesar de la prohibición entonces en vigor, D. Luis intentó desembarcar en Río de Janeiro en 1906, pero fue impedido por las autoridades locales. Falleció el año de la revocación de la ley del destierro, en 1920.
Actualmente, los restos de cinco miembros de la familia imperial exiliados en 1889, están sepultados en Brasil, todos en el Mausoleo Imperial, Petrópolis: D. Pedro II y D. Teresa Cristina, cuyos restos fueron trasladados del Panteão de los Braganças, Lisboa, en 1921, para el centenario de la Independencia de Brasil; D. Isabel, removida del cementerio de Eu en 1953; D. Gastão; y D. Pedro de Alcântara, transferidos del cementerio de Petrópolis en 1990, junto con su esposa, Isabel Dobrzensky. D. Luís Maria y D. Antônio Gastão están sepultados en la Capilla Real de Dreux, Francia, donde la esposa del primero, D. Maria Pia, fue sepultada en 1973. Pedro Augusto, Augusto Leopoldo y Luís Augusto están sepultados en la cripta de la Iglesia de Santo Agostinho, en Coburgo, Alemania, donde la esposa del último, D. Leopoldina, fuera enterrada en 1871.
En 1954, fueron transferidos para la Capilla Imperial, São Paulo, los restos de la primera emperatriz, D. Leopoldina, los cuales se encontraban en el Convento de Santo Antônio, Río de Janeiro. En el Convento de Santo Antônio están sepultados algunos de los hijos de ambos emperadores: D. Miguel, D. João Carlos, D. Paula Mariana, D. Afonso Pedro y D. Pedro Afonso, además de D. Luísa Victoria, hija no nacida de D. Isabel. En 1972, por ocasión del sesquicentenário de la Independencia, los restos de D. Pedro I fueron trasladados del Panteão de los Braganças, Lisboa, para la Capilla Imperial. El cuerpo de su segunda esposa, D. Amélia, sólo fue transferido del Panteão de los Braganças para la Capilla Imperial en 1982. Ese mismo año, el cuerpo de su hija, D. Maria Amélia, fue transferido del Panteão de los Braganças para el Convento de Santo Antônio.
Entre los descendientes del matrimonio de la princesa Isabel de Brasil con el Conde d´Eu, o sea, los Orléans y Braganza, existen dos ramas dinásticas que se disputan el extinto trono imperial brasileño.
Los descendientes del primogénito del matrimonio, Pedro de Alcântara de Orléans y Braganza, son llamados la rama de Petrópolis, mientras que los descendientes de su hermano, segundo hijo de la pareja, Luís Maria Filipe de Orléans y Braganza, son llamados la rama de Vassouras, poseedores actuales de jure del título de Príncipe Imperial de Brasil y de Jefe de la Casa Imperial de Brasil.
El actual jefe de la casa imperial es el príncipe D. Luís Gastão de Orléans y Braganza, y su hermano, el príncipe D. Bertrand de Orléans y Braganza, el actual príncipe imperial — ambos oriundos de la rama de Vassouras y bisnetos de la princesa Isabel.
Fueron emperadores del Imperio de Brasil:
Fueron emperatrices del Imperio de Brasil:
En 1831, año de la abdicación de Don Pedro I, esta era la composición de la familia imperial brasileña:
En 1889, año de la proclamación de la república de Brasil, esta era la composición de la familia imperial brasileña:
Actualmente, de jure, la familia imperial es compuesta por las siguientes personas:
Estos son los títulos de la familia imperial:
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