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Gabaón



Gabaón (hebreo: גבעון, (Giv‘ōn), tiberiano Giḇʻôn, a veces transcrita como Gabaa o Gibeón) era el nombre de una ciudad cananea ubicada al norte de Jerusalén. Según el libro bíblico de Josué estaba habitada por hivitas, mientras que el Libro de Samuel los cataloga como amorreos.

Es famosa por ser el escenario de la leyenda del "detenimiento del sol y la luna", así como de la masacre de sus habitantes a manos del rey Saúl y la entrega de los descendientes de este, por David, para ser ajusticiados por los gabaonitas. También es recordada como el lugar donde Yahvé, según la Biblia, concedió la sabiduría a Salomón.

Las ruinas de Gabaón, excavadas por Pritchard, se encuentran al sur de la población palestina de Al Jib. De acuerdo con los arqueólogos, durante la temprana Edad de Hierro, se construyó en Gabaón un muro masivo y se cortó un gran estanque de 11.8 m de diámetro y 10.8 m de profundidad, en la roca viva justo dentro del muro, comunicado por túneles con fuentes subterráneas de agua.[1]

La ciudad de Gabaón aparece citada en la Biblia en los libros de Josué, 2 Samuel, 1 Reyes, 1 Crónicas, 2 Crónicas, Nehemías, Isaías y Jeremías pertenecientes al Antiguo Testamento en varias ocasiones.

En el capítulo 9 del libro de Josué relata como los habitantes de Gabaón cuando supieron que las ciudades de Jericó y Hai habían sido derrotadas por los ejércitos de Israel planearon una estratagema para lograr un pacto con los hebreos y evitar así su derrota.

Lo que hicieron fue pasarse por un pueblo pobre y lejano, vistiendo y llevando todo lo más viejo que tenían, y presentarse en el campamento de Josué para decirles que eran siervos de Israel y que venían de tierras muy lejanas por la fama de Yahvé por todas la victorias que había conseguido para su pueblo, para demostrar que venían de lejos, y que no eran de una ciudad cercana, como en realidad eran, les enseñaron sus pertenencias, las viejas que habían traído y Josué, sin consultar con Yahvé le concedió la paz y concertó con ellos que les dejaría la vida, y también los príncipes de la asamblea les juraron.

Tres días después los israelitas descubrieron el engaño y fueron a las ciudades, la principal Gabaón, pero no los destruyeron por respeto al juramento de los príncipes pero toda la asamblea murmuraban por lo que los príncipes determinaron que sirvieran de leñadores y aguadores para toda la congregación. Josué les preguntó por qué les habían engañado diciendo que eran de lejos cuando eran vecinos cercanos y les dijo

Los gabaonitas respondieron a Josué

Josué mantuvo la decisión de los príncipes de la asamblea, y los gabaonitas desde entonces son los encargados de proporcionar leña y agua para la asamblea y para el altar de Yahvé, hállese donde se halle.

El mismo libro de Josué, en su capítulo 10, nos relata la batalla que tuvo lugar en tierras de Gabaón y el fenómeno que allí ocurrió. Según dice el libro:

Cuando los reyes de Jerusalén se enteraron de que los Israelitas habían derrotado a Jericó y a Hai y que los de Gabaón habían logrado hacer la paz y vivían entre ellos y siendo Gabaón una ciudad mucho mayor y más importante que Hai y sus habitantes eran valientes guerreros el rey Adonisedec de Jerusalén llamó a los otros reyes de las ciudades de Hebrón, Jerimot, Laquis y Eglón para hacer una alianza y atacar los gabaonitas por hacer las paces con los hebreos.

Las tropas de la alianza pusieron cerco a Gabaón y los habitantes de la ciudad pidieron ayuda a Josué. Josué respondió subiendo a luchar contra la coalición de los reyes amorreos y Yahvé le dijo:

Cuando llegó Josué después de caminar toda la noche desde su campamento de Gálgala se echó de sorpresa sobre ellos. Yahvé echo sobre los amorreos la "turbación" y los israelitas, junto a los ejércitos de Gabaón, derrotaron a los amorreos.

Las tropas de la alianza huyeron hacia Maceda y cuando iban por el camino de Betorón, el Dios de los Ejércitos arrojó sobre los que huían grandes piedras de granizo desde el cielo que mataron más hombres que los que habían caído en la batalla. Josué hablo a Yahvé delante de todos y dijo

El sol se detuvo, y se paró la luna hasta que los gabaonitas e israelitas consumaron su venganza.

Un fenómeno como este no volvió a suceder nunca más, ni antes de ese día había sucedido. Los cinco reyes que conformaron la alianza amorrea se escondieron en la caverna de Maceda cuya boca cerró Josué con grandes piedras y una guardia mientras acababa de aniquilar a las tropas enemigas. Una vez finalizada la batalla Josué ordenó traer a los cinco reyes e hizo reunir a todos los hombres de Israel y delante de ellos dijo

Luego de esto los mandó a ejecutar y enterrar en la misma caverna donde se habían escondido.

En el libro de Reyes, en el capítulo 3, se relata como el rey Salomón, después de haberse casado con una princesa de Egipto y como cuando llegó su futura mujer a Jerusalén todavía no estaban terminadas las edificaciones importantes, entre ellas el templo por lo que se realizaban los sacrificios en los altos.

El rey Salomón fue a sacrificar a Gabaón, que era uno de los principales altos y ofreció mil holocaustos. Durante la noche se le apareció Dios y le dijo que le pidiera lo que quisiera. Salomón le recordó como su padre, el rey David, había sido siervo de Él y que le había dado un hijo que ahora estaba reinando sobre los israelitas, aun siendo muy joven, por lo que le pide que le de un corazón prudente y poder discernir entre lo bueno y lo malo para así poder gobernar a un pueblo tan grande como el de Israel la respuesta de Yahvé fue

Y así fue como el rey Salomón obtuvo su sabiduría.

Gabaón fue la ciudad que sufrió la masacre ordenada por Saúl y expiada por David quien entregó a siete de sus descendientes para que fueran ejecutados por ello.

La ciudad es mencionada en las Cartas de Amarna.

Coordenadas: 31°50′51″N 35°11′00″E / 31.847451, 35.183351



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