Gato (danza)

El gato es una música y danza folklórica típica de Argentina, la cual tendría como influencia los ritmos picarescos que se irradiaban desde el norte de Argentina a casi toda el área de América del Sur bajo la influencia española.

Una vez conformada esta danza tal y como es ahora, se extendió rápidamente, bailándose en Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay, y es considerado uno de los bailes más populares de a dos, desde la primera mitad del siglo XIX hasta principios del siglo XX. Se trata de un baile alegre y ágil, de pareja suelta, ritmo vivo y picaresca expresividad. La pareja describe un juego amoroso, en el que el hombre persigue a la dama con elegancia y prudencia. Es bailado por todas las clases sociales y en todos los ambientes.

En Argentina, esta danza tiene varias formas de interpretarse de acuerdo a las región, presentando algunas variaciones en la duración musical y en la realización de sus figuras de baile.

A continuación se presenta el dictado coreográfico del Gato Cordobés, al que generalmente se lo denomina "El Gato".^[1]​

Esta danza también se conoció con otros nombres, siendo el más antiguo y completo «gato mis mis» y también «la perdiz». En el NOA recibió también el nombre de «bailecito» por su corta duración (comparada con otras danzas de la época).

Reconoce numerosas variantes:

El gato, al igual que la huella y diferencia de la mayoría de especies que utilizan la décima, suele tener una estructura de versos y métrica en la forma 7a5b7c5b en todos sus versos.

Cuenta con una introducción de dos versos que conduce al estribillo de uno o dos versos, luego de la cual suele gritarse ¡adentro!, luego del primer estribillo sigue una segunda parte que repite la estructura de la primera con la diferencia que en vez de gritarse adentro, se grita: ¡segunda! o se ¡se va la segunda! y luego cuenta con dos versos más que componen la parte del final. El esquema musical del gato sería AAB AAB AA.

Suele utilizar los instrumentos que se usan en el folklore argentino: bombo legüero, guitarra y violín. La variante que se utiliza en Uruguay, suele ejecutarse con acordeón en lugar de violín y en caso de usarse percusión, lo más común será un bombo criollo suplantando al legüero o en algunos casos incluso una batería standard acompañada de un bajo eléctrico.