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Guerra de Smolensk



La guerra de Smolensk (en ruso: Смолéнская войнá)? o guerra ruso-polaca de 1632-1634 (en polaco, Wojna polsko-rosyjska 1632-1634) fue un conflicto armado entre el Zarato ruso y la República de las Dos Naciones en el siglo XVII.

En 1632, Segismundo III Vasa, rey de Polonia y gran duque de Lituania, murió. Aunque la nobleza de la Mancomunidad escogió rápidamente a su hijo Vladislao IV Vasa para sucederlo, las potencias vecinas, que esperaban retrasos en el proceso electoral, pusieron a prueba la aparente debilidad de la Mancomunidad.[4]​ El rey sueco Gustavo II Adolfo envió una propuesta de alianza para declararle la guerra a la Mancomunidad al Zarato ruso y al Imperio otomano.[4]

La guerra fue contemporánea de la guerra de los Treinta Años que se libraba en el resto de Europa y en la que Suecia participaba. El ataque a Polonia-Lituania evitaba que el ejército sueco en Alemania tuviera abierto un nuevo frente con la entrada de la Mancomunidad en la coalición católica encabezada por los Habsburgo, a los que se les permitía reclutar voluntarios en Polonia. Ya en 1620 los suecos habían propuesto al Zarato ruso la alianza, que no fue aprobada por la desconfianza rusa ante las intenciones suecas, aunque a lo largo de la guerra Rusia suministró cereales a precios baratos al bando protestante. Sin embargo, la muerte del rey sueco en 1632 impidió que los planes para la posible alianza entre su país y Rusia fructificasen, pues el canciller y regente de la reina Cristina, Axel Oxenstierna, no recibió a la embajada rusa que acudió a Estocolmo hasta marzo de 1633.

La Mancomunidad no estaba preparada para la guerra: en 1631 el ejército real contaba con apenas tres mil soldados. La guarnición de Smolensk estaba compuesta por quinientos, y la mayoría de las guarniciones de los territorios fronterizos no las componían soldados del ejército regular o militares mercenarios, sino de entre cien y doscientos voluntarios locales.[5]​ Enterados de que Rusia estaba preparándose para la guerra, en la primavera de 1632 el Sejm (Parlamento polaco-lituano) incrementó el tamaño del ejército reclutando cuatro mil hombres más. A mediados del año, el vicevoivoda (podwojewoda) de Smolensk, Samuel Drucki-Sokolinski, tenía unos quinientos soldados de pospolite ruszenie, y unos dos mil hombres más entre soldados regulares y cosacos. En mayo el Senado acordó la ampliación del tamaño del ejército, pero el gran hetman de Lituania Lew Sapieha, se mostró en contra de ello, argumentando que las tropas disponibles eran suficientes y que no habría guerra. De todos modos, el hetman de campo de Lituania Krzysztof Radziwiłł reclutó dos mil hombres más.[5]​ Por su parte, Adam Kisiel y el gran hetman del Reino Stanislaw Koniecpolski se reunieron con el consejo de cosacos, del que obtuvieron una promesa de ayuda de los cosacos zaporogos, que llegarían en agosto de 1633.

El Zarato ruso, que se había recuperado algo del Período Tumultuoso, creyendo que la Mancomunidad se hallaría debilitada por el fallecimiento de su rey, atacó unilateralmente, sin esperar a los suecos y otomanos. El objetivo de Rusia era adueñarse de Smolensk, que había cedido a la Mancomunidad en 1615 en la Paz de Deúlino que puso fin a la guerra polaco-rusa.[4]​ Smolensk era la capital del Voivodato de Smolensk polaco-lituano, pero la plaza había sido muy disputada y había cambiado varias veces de manos durante los siglos XV, XVI y siglo XVII, desde la época de las guerras moscovita-lituanas. Uno de los principales partidarios de la guerra era el padre del zar Miguel I, el patriarca Filareto,[6]​ que representaba el bando antipolaco en la corte.[7]​ Inspirado por el clamor de venganza del Zemski sobor (Parlamento del Zarato ruso) celebrado el 20 de junio y su reclamación de las tierras perdidas, el ejército ruso partió al oeste al mando de Mijaíl Shéin,[8]​ que había defendido Smolensk del asedio polaco en 1609-1611, incumpliendo con ello por unos meses los términos de Deúlino.[9][10][11]

Para poder reclutar un ejército para la guerra, el Zarato tuvo que reducir de modo importante los regimientos y los efectivos de las guarniciones de las ciudades situadas en las fronteras del sur.[9]​ Los kanes de Crimea no tardaron en aprovechar esta situación para emprender una campaña en la que participaron veinte mil tártaros que devastaron los uyezd de Mtsensk, Novosil, Oriol, Karáchev, Livny y Yeléts. Hasta agosto de 1632, el gobierno ruso no pudo decidirse a realizar acciones ofensivas y solamente el 9 de agosto Shéin recibió la orden de adelantarse de Moscú a Mozhaisk.[8][9]​ Las fuerzas rusas se reunieron en tres puntos: la fuerza principal de Shéin en Mozhaisk, en Rzhev se formó el regimiento de Semión Prozorovski e Iván Kóndryrev, y en Kaluga, el regimiento de Bogdán Nagói. El cuerpo principal debía avanzar desde Mozhaisk a Dorogobuzh y de allí a Smolensk. Los regimientos de Prozorovski y Nagói debían tomar la fortaleza de Bely (hoy en la óblast de Tver) y otras ciudades y fortalezas y unirse al regimiento de Shéin cerca de Smolensk. Según el plan, el ejército enviado a conquistar la ciudad debía comprender treinta y dos mil soldados. El ejército estaba en su mayoría modernizado según el modelo de Europa Occidental, constituido por los regimientos de nuevo orden. Se incorporaron al ejército contingentes tártaros, baskires y chuvasios. Sin embargo no se consiguió tal cifra, quedándose en 23 961 soldados que incluían 3463 mercenarios de Holanda, Escocia, Suecia, Alemania e Inglaterra. Estos estaban divididos en cuatro regimientos bajo el mando de Alexander Leslie,[12]​ Hans Friedrich Fuxa, Jacob Karl Harsleben y Thomas Sanderson.

El 10 de octubre de 1632, Shéin recibió la orden de adelantarse hasta Viazma. Dos días después, parte de las tropas de Kaluga, bajo el mando del kniaz Iván Gagarin tomaron bajo control la ciudad de Serpeisk y el día 18 Dorogobuzh cayó ante las tropas de Fiódor Sujotin. En los siguientes días cayó la ciudad de Bely ante el kniaz Prozorovski y entre noviembre y diciembre los rusos aseguran sus posiciones en la región fronteriza conquistando Nével, Róslavl, Starodub, Póchep, Sébezh, Trubchevsk y Surazh,[9]​ completando en tres meses la conquista de parte de Severia y la región de Cherníhiv.

El 5 de diciembre el ejército de Shéin se reunió cerca de Smolensk. Tránsfugas de la ciudad informaron de que la guarnición estaba compuesta por unos 7 000 hombres (según otras estimaciones eran 2 212[11]​), por lo que Shéin tomó la decisión de preparar su asedio. A seis verstás de Smolensk, en la orilla izquierda del río Dniéper Shéin mandó construir un ostrog y dos puentes a través del río. El campamento de los soldados se estableció cerca de la ciudad en su lado sudeste y se construyeron trincheras y terraplenes para la artillería. Se enviaron tropas al powiat de Orsha y al voivodato de Mstislavl con la intención de bloquear el avance de las tropas de Aleksander Korwin Gosiewski. El la zona oriental de los alrededores de la ciudad se situaba un pequeño campamento fortificado en el que se hallaban las tropas de Prozorovski, junto a trincheras y terraplenes para la artillería. En el sudeste se instalaron las fuerzas bajo el mando de Leslie. A pesar de los esfuerzos en la construcción de líneas de circunvalación no se consiguió bloquear totalmente la ciudad.[9]

El ejército polaco-lituano del voivoda Gosiewski, reforzado por el hetman de campo de Lituania y voivoda de Vilna Krzysztof Radziwiłł se hallaba a unas cuarenta verstás (30 km) de Smolensk, en Krasne, adonde habían acudido desde Orsha vía Bajow y sus tropas no superaban los seis mil hombres. La guarnición reforzada por la pospolite ruszenie de la nobleza local al mando del príncipe Samuil Drucki-Sokolinski, necesitaba urgentemente nuevos refuerzos y víveres. Las fortificaciones de la ciudad habían sido recientemente mejoradas con bastiones de traza italiana.[13]​ A pesar de los esfuerzos rusos, Gosiewski consiguió enviar a la guarnición trescientos hombres el 26 de febrero de 1633; el ejército ruso aniquiló un segundo contingente en la mañana del día 27 y a otros seiscientos enemigos en los montes Prokovski. Shéin ordenó redoblar la vigilancia en este sector como consecuencia de los intentos polaco-lituanos de auxiliar a los cercados.[9]

En los primeros días de marzo de 1633, llegó de Moscú la artillería de sitio, de manufactura en su mayoría occidental, más pesada de la que Shéin había llevado consigo en diciembre de 1632.[6]​ Tras la instalación de las piezas, el ejército ruso empezó el bombardeo de la ciudad. El 26 de mayo, se abrió una brecha en la muralla y se dio comienzo al asalto. Sin embargo, tras la brecha, el ejército ruso halló un terraplén de tierra con artillería que detuvo el asalto. El 10 de junio se dio una nueva acometida tras la explosión de una mina, pero el intenso fuego de artillería al que quedaron sometidas las tropas rusas las obligó a retroceder. Tras estas frustradas iniciativas, Shéin abandonó las tentativas de tomar la ciudad por asalto y reanudó el asedio,[9]​ derruyendo las fortificaciones de la ciudad, de las cuales había caído ya una torre. En junio de 1633, comenzaron las deserciones de los soldados polaco-lituanos y algunos comenzaban a hablar de rendirse.[5]

Pese a las dificultades, la ciudad aguantaba. Mientras tanto, el Sejm y el nuevo rey electo Vladislao organizaban un ejército de auxilio. El Sejm, tras serle notificada la invasión rusa el 30 de octubre de 1632,[14]​ había comenzado a discutir desde noviembre la posibilidad de crearlo. No obstante, el proceso se retrasó hasta la primavera, cuando sancionó oficialmente la declaración de guerra, autorizó un gran pago (seis millones y medio de zlotys, la mayor contribución del reinado de Ladislao IV) para organizar un ejército adecuado,[15]​ y creó una comisión compuesta por veintiún diputados y cuatro senadores (Stanisław Koniecpolski, Jacobo Sobieski, Albrecht Stanisław Radziwiłł y Stanisław Lubomirski) para planificar lo que se necesitaba para la guerra. El ejército tendría alrededor de 21 500 hombres e integraría 24 chorągiew de húsares alados (alrededor de 3200 jinetes), 27 chorągiew de caballería ligera (alrededor de 3600), 10 escuadrones de reiters (alrededor de 1700 jinetes), 7 regimientos de petyhorcy lituanos (alrededor de 780 jinetes), 7 grandes regimientos de dragones (en torno a de 2250 hombres) y 20 regimientos de infantería (aproximadamente 12 000 soldados).[5]​ Unos diez mil soldados de infantería serían encuadrados según el modelo occidental, que anteriormente no era común en las fuerzas armadas de la Mancomunidad.[16]

En el verano de 1633, el ejército de refuerzo de entre veinte[10]​ y veinticinco mil[16][4]​ hombres se fue acercando a las proximidades de Smolensk liderado personalmente por el rey Ladislao. Alcanzó Orsha el 17 de agosto;[5]​ en los primeros días de septiembre, el cuerpo principal, de unos catorce mil hombres ya estaba aproximándose a Smolensk. El ejército ruso, recientemente reforzado, alcanzaba los veinticinco mil soldados.[5]​ Solo cuando llegaron los contingentes cosacos al mando de Tymosz (Timofi) Orendarenko —entre diez y veinte mil hombres en total— el 17 de septiembre la Mancomunidad obtuvo superioridad numérica.[5][10]​ Los cosacos, bajo el mando de Ondarenko y el hetman de campo de la Corona Marcin Kazanowski, se dedicaron a realizar escaramuzas tras la retaguardia rusa, dejando libres a las unidades de Radziwiłł y Gosiewski para unirse al esfuerzo de romper el sitio.[5]

El hermano de Vladislao, Juan, mandaba uno de los regimientos del ejército.[16]​ El rey Ladislao fervoroso partidario de la modernización del ejército de la Mancomunidad, demostró ser un buen estratega, y sus innovaciones en el uso de la artillería y las fortificaciones basadas en las ideas occidentales contribuyeron en gran medida para la victoria final polaco-lituana.[16][4]​ Reemplazó los antiguos arcabuceros y mosqueteros, y estandarizó la artillería de la Mancomunidad introduciendo cañones de 3 a 6 libras, ambas medidas de gran efecto.[13]

La caballería polaco-lituana, incluyendo a los húsares alados, restringía significativamente la movilidad rusa y obligaba a las fuerzas rusas a permanecer en sus trincheras.[6]​ En una serie de fieros combates, las fuerzas de la Mancomundad se hicieron con las fortificaciones de campaña rusas; el asedio llegó a sus últimas etapas a finales de septiembre.[16]​ El 28 de ese mes, las tropas de la Mancomunidad tomaron las principales fuentes de suministro rusas y el 4 de octubre el sitio se había roto.[5]

El ejército de Shéin se retiró a su campamento principal, que fue rodeado por las fuerzas de la Mancomunidad a mediados de octubre.[4][5]​ Los asediados rusos esperaban socorro, pero no llegó ninguno, pues la caballería polaco-lituana y cosaca había sido enviada a interferir en la retaguardia rusa.[16]​ Algunos historiadores también citan las divisiones internas en el campamento ruso como causa de su inactividad e ineficacia, achacando las discordias a los jefes militares rusos[10]​ o a los mercenarios extranjeros.[5]​ La invasión tártara que amenazaba las tierras fronterizas rusas meridionales era un factor que contribuía también a debilitar la defensa rusa, pues muchos soldados y boyardos de esas regiones desertaban del campamento ruso para volver a defender sus tierras.[10]​ Asimismo algunos mercenarios que servían a Rusia también desertaron al bando polaco-lituano.[5]

Shéin principió las negociaciones para la rendición en enero de 1634, y en febrero ya estaban en plena marcha.[5]​ Los rusos finalmente firmaron la rendición el 25 de febrero[5][4][16]​ y el 1 de marzo evacuaron su campamento[5]​ (algunos historiadores dan esta última fecha para la rendición de Shéin[6][13]​). Según los términos de la rendición, los rusos debían abandonar la mayor parte de la artillería, pero se les permitió conservar sus estandartes tras una ceremonia en la que los depositaron ante el rey Ladislao. También debieron prometer no enfrentarse a las fuerzas de la Mancomunidad en los siguientes tres meses.[5]​ Las fuerzas de Shéin rondaban los doce mil hombres en el momento de la capitulación, pero cuatro mil de ellos, incluyendo la mayoría de los extranjeros, inmediatamente decidieron pasarse a las filas de la Mancomunidad.[5]

Otras ciudades y fortalezas de la región fueron escenario de batallas más pequeñas. Las fuerzas rusas capturaron varias importantes localidades durante su avance en 1632. Por añadidura, en julio de 1633, los rusos tomaron las ciudades de Pólatsk, Vélizh, Usviaty y Ozerishche.[10]​ En Polostk se libraron encarnizados combates para conquistar la ciudad y la fortaleza. Sin embargo, los ataques sobre Vítebsk y Mstislaw fueron rechazados. Las fuerzas polacas asediaron Putivl, pero debido a la deserción de sus aliados cosacos se vieron forzados a retirarse.[5]

En otoño de 1633, las fuerzas de la Mancomunidad recuperaron Dorogobuzh, un importante lugar para las vías de suministros rusos desde su captura en el avance del año anterior. Este hecho malogró los planes rusos de enviar refuerzos al ejército de Shéin, aunque los rusos no empezaron a reunir un cuerpo de cinco mil hasta enero de 1634. Ese mismo otoño, Stanisław Koniecpolski desbarató una incursión otomana en el sur de la Mancomunidad, con lo que su tropa se ocupó del asedio a la ciudad rusa de Sevsk. Aunque no consiguió tomarla, retuvo a grandes cantidades de refuerzos rusos, impidiéndoles llegar a Smolensk. Tras el levantamiento del asedio de Smolensk en la primavera de 1634, el ejército de la Mancomunidad se dirigió a la fortaleza de Bely, que cercó infructuosamente.[5]​ No obstante, Ladislao sí logró apoderarse de Viazma.[17]

En la primavera de 1634, los rusos no solo habían perdido el ejército de Shéin, sino que se hallaban amenazados por las incursiones tártaras que saqueaban el sur de Rusia.[10][13]​ El patriarca Filareto había muerto el año anterior, y sin él el fervor por la guerra disminuyó.[6]​ Incluso antes de acabar 1633, el zar Miguel ya sopesaba cuál era la mejor manera de poner fin al conflicto.[10]​ Al haber sido anteriormente elegido zar de Rusia y tener la posibilidad legal de presentar una reclamación al trono ruso, el rey Vladislao quería continuar la guerra o, dado que el plazo de paz del Tratado de Altmark polaco-sueco estaba a punto de expirar, aliarse con los rusos contra Suecia. Sin embargo, el Sejm quería terminar con la contienda. Como escribió Stanisław Łubieński, obispo de Płock, dos semanas antes de la rendición de Shéin: «Nuestra felicidad se halla en permanecer dentro de nuestras fronteras, garantizando la salud y el bienestar».[10]​ Al no estar ninguno de los bandos interesado en continuar la guerra, se entablaron negociaciones, no para firmar un armisticio, sino para establecer «la paz eterna».[10]

Las conversaciones comenzaron el 30 de abril de 1634,[5]​ y el tratado se firmó el 14 de junio, lo que puso fin a las hostilidades. El documento pactado confirmaba el statu quo ante bellum, incluía el compromiso ruso de pagar una gran reparación de guerra (veinte mil rublos en oro), la renuncia de Ladislao a su reclamación del trono ruso y la promesa de este de devolver los emblemas reales a Moscú.[10][4][16]​ Algunos historiadores sostienen que desde la perspectiva rusa parece que la renuncia de Ladislao era más importante, en términos del aumento de la estabilidad interna, que la pérdida del territorio fronterizo en disputa. A pesar de no vencer militarmente, los rusos habían conseguido un triunfo diplomático.[10][7]

Mientras se desarrollaban las últimas etapas de la guerra, cuando el ejército de la Mancomunidad asediaba Bely, se empezaba a perfilar una nueva amenaza para el país en las fronteras meridionales, donde el Imperio otomano concentraba fuerzas para una invasión. En razón a ese movimiento de tropas, el rey Vladislao tuvo que comenzar a redirigir las suyas hacia esa zona. Más tarde ese año, las tropas polacas bajo el mando de Stanisław Koniecpolski vencerían a las otomanas que saqueaban la región de Kamianéts-Podilski y se pondría fin a la que ahora se conoce como guerra polaco-otomana (1633-1634).[17]

Ambos bandos introdujeron nuevas tácticas, unidades y equipamiento basado en los modelos occidentales en sus fuerzas armadas. No obstante, las fuerzas polaco-lituanas se mostraron más adaptadas en este nuevo modelo que las rusas. Las principales causas de la derrota rusa fueron el retraso en el traslado de la artillería de asedio a Smolensk y la continua interrupción de los suministros rusos por la caballería polaca.[13]​ Se necesitaba un chivo expiatorio para justificar la derrota, por lo que Shéin fue acusado de traición y ejecutado junto a Artemi Izmáilov y su hijo Vasili el 28 de abril de 1634.[6][7][8]​ Aprendiendo de la derrota, los rusos adoptarían nuevas tácticas que les serían más exitosas en la guerra ruso-polaca de entre 1654 y 1657.

Tras la guerra, Ladislao entregó a los rusos la ciudad fronteriza de Serpeisk y territorios en sus alrededores con la esperanza de inducir al zar a la alianza contra Suecia.[5]​ El Sejm, de todos modos, impidió que el rey iniciara una guerra contra Suecia tras el Tratado de Sztumska Wieś.[18]​ Los rusos, que no veían beneficio claro en la alianza, se mostraron sin entusiasmo, por lo que la propuesta quedó en nada.[5]

La guerra costó a la Tesorería de la Mancomunidad 4 300 000 złotys.[5]



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