En Castilla han sucedido a lo largo de la historia varias guerras civiles.
Durante la Alta Edad Media no se suele emplear la expresión "guerra civil castellana", en un periodo en el que la formación del condado de Castilla, primero dependiente y luego independiente del reino de León (932), se encuadra en la dinámica inicial de la Reconquista y la Repoblación, en el que los enfrentamientos bélicos eran consustanciales a la conformación social del territorio castellano, fronterizo entre cristianos y musulmanes, y entre los propios núcleos cristianos, de una forma que se ha llegado a describir como "la guerra como oficio".
Durante la Plena Edad Media sí que se refieren conflictos caracterizados por divisiones internas en "banderías" en el conjunto territorial en el que se encuentra el antiguo condado, que se comienza a denominar reino de Castilla, junto al reino de León, cuya unión se va realizando y deshaciendo sucesivamente (únicamente se habla de "Corona de Castilla" desde 1230 con Fernando III "el Santo"):
«Que desde que nació con honor fue criada;
«que por hijo de mujer nunca jamás fue mesada,
«no me la mesó hijo de moro ni de cristiana,
«como yo os la mesé, conde, en el castillo de Cabra.
«Cuando tomé a Cabra y a vos también por la barba;
«no hubo entonces muchacho, que no mesó su pulgada;
«de la que yo os mesé aún se os nota la falta.
«¡Aquí la traigo yo en esta bolsa alzada!»
...
[El conflicto en torno a la legitimidad regia subsisitó durante más de un siglo]:
En 1386, Juan de Gante, duque de Lancaster y tío de Ricardo II de Inglaterra, aspiraba a ocupar el trono castellano en razón de su matrimonio con Constanza, hija del depuesto y asesinado Pedro I. Frente a esta amenaza, Juan I defendió sus derechos afirmando que él procedía del linaje de los de la Cerda, por su madre la reina doña Juana, que era nieta de don Alfonso de la Cerda, e visnieta del infante don Ferrando de la Cerda, que con derecho avía de heredar los regnos de Castilla, porque fue fijo legítimo primogénito del rey don Alfonso.
La parte de la muralla de Zamora que tradicionalmente se llamaba "Portillo de la traición" (por asociación con la muerte de Sancho "el Bravo" por Bellido Dolfos) y que desde 2010 se denomina "Portillo de la lealtad" (por reivindicación historicista de la acción del tradicionalmente considerado traidor).
El emblema de Sevilla alude a su fidelidad a Alfonso X en la guerra civil contra su hijo Sancho (NO-madeja-DO, es decir, "no me ha dejado").
María de Molina presenta a su hijo a las Cortes de Valladolid de 1295, pintura de historia de Antonio Gisbert Pérez, 1863.
Últimos momentos del rey Fernando IV, pintura histórica de Casado del Alisal que representa a los fantasmas de los Carvajales acudiendo al emplazamiento que habían hecho al rey que les mandó dar muerte (Jaén, 7 de septiembre de 1312). La versión que da el Romance de don Fernando el quarto es diferente a la recogida en las crónicas.
tiénenme por natural,
salvo si es don Johan
que quiso siemple mi mal
e me fizo crua guerra
con poder de robadores,
estragome la mi tierra,
matome mis labradores,
[si se tiene en cuenta la gran cantidad de "Don Juanes" que se contaban entre los enemigos del rey -Juan "el Tuerto", Juan Manuel, Juan Núñez de Lara, Juan Alonso de Haro-, además de uno de los primeros regentes -Juan "el de Tarifa"-, la lectura de ese "A mi todos... salvo si es don Johan" puede ser irónica]
...
Castilla anda robando
don Juan Núñez de Lara
Corridas vos ha las tierras
e mata vos los labradores
a Campos face guerras
con poder de robadores
Más comúnmente la bibliografía denomina "guerra civil castellana" a conflictos internos de la Corona de Castilla durante la Baja Edad Media:
La batalla de Montiel (14 de marzo de 1369) ilustrada en las Crónicas de Jean Froissart.
Miniatura de Genealogía de los reyes de España de Alonso de Cartagena, 1463. Representa la lucha entre Pedro el Cruel y Enrique de Trastámara ante el castillo de Montiel.
Isabel y Juana.
Es muy significativo el tratamiento que hacen las obras literarias de los enfrentamientos civiles, como algo cotidiano. Aquí, el desafío de doña Cuaresma a don Carnal:
que anda don Carnal sañudo, muy estraño,
astragando mi tierra, faciendo mucho daño,
vertiendo mucha sangre: de lo que más me asaño
Decilde de todo en todo que de oy en siete días
la mi persona misma e las compañas mías
iremos pelear con él e con sus porfías:
...
Posó el emperante en sus carnicerías,
venienle a obedecer villas e alcarías ;
dijo con gran orgullo muchas bravas grandías.
Comenzó el fidalgo facer caballerías,
matando e degollando e desollando, reses
dando a cuantos veníen: castellanos e ingleses
todos le dan dineros, dellos le dan torneses.
Cobra cuanto ha perdido en los pasados meses
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