Guillermo de Habsburgo-Lorena (Pula, Istria (actual Croacia), 10 de febrero de 1895 - Kiev, 18 de agosto de 1948), era hijo del archiduque Carlos Esteban de Austria-Teschen y de la archiduquesa María Teresa de Austria-Toscana.
Con el ascenso del nacionalismo durante el siglo XIX, el archiduque Carlos Esteban decidió que su rama de la familia Habsburgo adoptaría una identidad polaca, con el fin de lograr la mutua lealtad entre los Habsburgo y los polacos. En consecuencia, sus hijos aprendieron polaco desde niños, tratando de inculcarse en ellos, además, un sentimiento patriótico polaco.
Guillermo, el hijo más joven, se rebeló contra su padre y llegó a identificarse con los tradicionales rivales de los polacos: los rutenos (Ruthenen) o ucranianos. Desarrolló así cierta fascinación por la cultura ucraniana y, de joven, se escapó de la hacienda de su familia, viajando de incógnito a los pueblos hutsúl, situados en las montañas cercanas a los Cárpatos y la Bucovina. Su interés por las personas relativamente pobres de Ucrania le ganó el apodo de "el Príncipe Rojo".
Finalmente, los Habsburgo llegaron a aceptar y fomentar ese interés, siendo finalmente preparado por ellos para tomar un papel de liderazgo entre las gentes de Ucrania, de manera similar a lo que ya llevaban a cabo en Polonia. Así mismo, como miembro de la Casa Imperial de los Habsburgo, llegó a trabajar en estrecha colaboración con los diputados de Ucrania ante el Parlamento del Imperio Austríaco (Reichsrat), en un esfuerzo por obtener más derechos para la minoría ucraniana, actuando como nexo entre los líderes de la comunidad ucraniana y el Emperador Carlos I de Austria (1916-1918).
Durante la ocupación alemana y austríaca de Ucrania en 1918, comandó un regimiento de fusileros ucraniano, liberando el sur de Ucrania de las fuerzas bolcheviques. Los Habsburgo tenían la intención de que Guillermo se convirtiera en Rey de Ucrania, una vez finalizada la guerra. Sin embargo, el Imperio Alemán se oponía a esta idea. Existieron varias tentativas, por parte de los ucranianos, para convertir a Guillermo en soberano de Ucrania, transformando así al país en una monarquía. Sin embargo, el Emperador Carlos I de Austria ordenó finalmente su retirada de Ucrania en octubre de 1918, debido a los levantamientos revolucionarios.
Tras la disolución del Imperio Austrohúngaro, Guillermo ordenó a sus hombres regresar a Ucrania para luchar por la causa ucraniana. Sin embargo, el Presidente de la República Popular de Ucrania Occidental informó a Guillermo que sus servicios ya no eran necesarios, retirándose éste a un monasterio cercano. Luego de jurar lealtad a dicha república, en 1919 fue nombrado coronel de su ejército y trabajó para el Ministerio de Defensa del país. En protesta por el tratado de paz de Petlura con Polonia en 1920, que él consideraba una traición de Ucrania Occidental, renunció a su cargo y se marchó a Viena y París.
En una entrevista a un periódico vienés, en enero de 1921, Guillermo condenó públicamente a Polonia por los pogromos llevados a cabo en Lvov, indicando que algo así nunca ocurriría en un país civilizado, a lo que añadió que Polonia y los polacos eran una deshonra. Esto causó un distanciamiento permanente entre Guillermo y su padre Esteban.
Fundó una organización de veteranos de Ucrania en Viena, reconciliándose así con su anterior rival, Pavlo Skoropadskyi, a la vez que establecía contacto con los monárquicos. La actitud intransigente hacia Polonia le hizo popular entre los exiliados ucranianos, pasando gran parte de 1921 reclutando un ejército para invadir Ucrania. En ese momento era visto por la inteligencia francesa y polaca como líder incuestionable de los ucranianos y un candidato viable para el trono de Ucrania.
Sin embargo, sus planes nunca pudieron ser llevados a cabo. Bajo su nombre ucraniano, Vasyl Vyshyvani, dejó Austria rumbo a España en 1922, esperando en vano obtener apoyo financiero para su aventura ucraniana por parte de su primo, el Rey Alfonso XIII de España. Cuando todos sus intentos de ganar el poder en Ucrania no produjeron resultados, el Archiduque Guillermo se trasladó a París, donde se dedicó a actividades hedonistas.
A mediados de 1930, Guillermo reanudó sus actividades nacionalistas en Ucrania. Aunque en su juventud había sido pro-judío, comenzó a abrazar el antisemitismo y permaneció cerca del partido nazi, dirigido, entre otros, por Alfred Rosenberg, quien abogó por un Estado aliado de Ucrania.
Cuando en 1941 se hizo evidente que los nazis no apoyarían la independencia de Ucrania, Guillermo se volvió contra los nazis, siendo espía para los británicos durante la mayor parte de la Segunda Guerra Mundial.
Sus últimos años fueron como espía de los franceses contra la Unión Soviética. En 1947 fue detenido por militares soviéticos en Viena y confinado en la prisión de Lukyanivka, en Kiev, Ucrania. Durante su encarcelamiento insistió en hablar en ucraniano durante los interrogatorios. El 12 de agosto de 1948 se tomó la decisión de trasladarlo al oeste de Ucrania, con el fin de hacerle cumplir una condena de veinticinco años de cárcel. Sin embargo, el Archiduque Guillermo de Austria murió el 18 de agosto en Kiev, a causa de una tuberculosis no tratada. Tenía 53 años de edad y nunca se casó.
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