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Hiparco de Samos



Hiparco de Nicea (griego antiguo: Ίππαρχος ὁ Νικαεύς, Hípparkhos ho Nikaéus; latín: Hipparchus Nicaeensis), también conocido como Hiparco de Rodas (Ίππαρχος ὁ Ρόδιος, Hípparkhos ho Ródios; Hipparchus Rodiensis) (Nicea, c. 190 a. C.-Rodas, c. 120 a. C.), fue un astrónomo, geógrafo y matemático griego, que nació en la antigua ciudad griega de Nicea (sus ruinas se encuentran próximas a la actual ciudad de Iznik, Turquía). Entre sus aportaciones cabe destacar: el primer catálogo de estrellas; la división del día en 24 horas de igual duración; el descubrimiento de la precesión de los equinoccios; la distinción entre año sidéreo y año trópico, mayor precisión en la medida de la distancia Tierra-Luna y de la oblicuidad de la eclíptica, la invención de la trigonometría (por lo cual es considerado el padre de la trigonometría) y de los conceptos de longitud y latitud geográficas.[cita requerida]

Elaboró el primer catálogo de estrellas que contenía la posición en coordenadas eclípticas de 850 estrellas. Influyó en Hiparco la aparición de una estrella nova, Nova Scorpii, en el año 134 a. C. y el pretender fijar la posición del equinoccio de primavera sobre el fondo de estrellas.[cita requerida]

Con el propósito de elaborar dicho catálogo, Hiparco inventó instrumentos, especialmente un teodolito, para indicar posiciones y magnitudes, de forma que fuese fácil descubrir si las estrellas morían o nacían, si se movían o si aumentaban o disminuían de brillo. Además, clasificó las estrellas según su intensidad, clasificándolas en magnitudes, según su grado de brillo.[cita requerida] Realizó observaciones del firmamento en Rodas y quizá también en Alejandría, considerándosele el «fundador de la astronomía inductiva en el sentido moderno».[1]

El catálogo de estrellas de Hiparco se puede encontrar en el Almagesto de Ptolomeo, libros VII y VIII. Aunque Ptolomeo afirmaba ser su observador, muchas evidencias[2]​ apuntan a Hiparco como su verdadero autor. El catálogo contiene las posiciones de 850 estrellas en 48 constelaciones. Las posiciones de las estrellas se dan en coordenadas eclípticas universales.

Hiparco es generalmente reconocido como el descubridor de la precesión de los equinoccios en 127 a. C. Sus dos libros sobre la precesión, «acerca del desplazamiento de los puntos de los solsticios y equinoccios» y de «la medida del año», son ambos mencionados en el Almagesto ptolemaico. De acuerdo a este último, Hiparco midió la posición de Spica y Régulo y otras estrellas brillantes. Comparando sus medidas con los datos de sus predecesores, Timocares y Aristilo, concluyó que Spica se había movido 2° con respecto al equinoccio otoñal. Además comparó las medidas del año trópico (el tiempo que le toma al sol regresar a un equinoccio) y el año sideral (el tiempo que le toma al sol regresar a una estrella determinada) y encontró una pequeña discrepancia. Hiparco concluyó que los equinoccios se movían (precesión) a través del zodíaco, y que la razón de esta precesión no era menos que 1° en un siglo.

Después de medir el valor de la precesión de los equinoccios, y como consecuencia de ello, Hiparco diferenció entre el año sidéreo y el año trópico y estableció su duración en 365d 6h 10m y 365d 5h 55m, respectivamente, con errores de 1 hora y 6 minutos 15 segundos, respectivamente. Entendió que el que se debía adoptar era el año trópico por ser el que está en armonía con las estaciones.

Consiguió una excelente aproximación de la distancia entre la Tierra y la Luna, ya intentada por Aristarco de Samos, usando eclipses lunares totales de duración máxima. Hiparco calculó que esta distancia era de treinta veces el diámetro terrestre, calculado previamente por Eratóstenes. Es decir, unos 384.000 kilómetros.[3]

Por otra parte, Hiparco es el inventor de la trigonometría, cuyo objeto consiste en relacionar las medidas angulares con las lineales. Las necesidades de ese tipo de cálculos es muy frecuente en astronomía.

Hiparco construyó una tabla de cuerdas, que equivalía a una moderna tabla de senos. Con la ayuda de dicha tabla, pudo fácilmente relacionar los lados y los ángulos de todo triángulo plano. Ahora bien, los triángulos dibujados sobre la superficie de la esfera celeste no son planos, sino esféricos, constituyendo la trigonometría esférica.

Este invento, sin embargo, podría haberse dado ya mil años antes de Hiparco. Se ha descubierto una tabla babilónica, que se ha denominado como Plimpton 322, que es mil años anterior y que se ha interpretado, con algunas controversias, como una tabla trigonométrica.

Mejoró la precisión en la medición de la oblicuidad de la Eclíptica respecto a la que había realizado anteriormente Eratóstenes.

En geografía fue el primero en dividir la Tierra en meridianos y paralelos, haciendo usuales los conceptos de longitud y latitud de un lugar o espacio, e intentó proyectar fielmente la Tierra esférica en un mapa bidimensional.

Hiparco fue el primero en proponer que el día se dividiera en horas de igual duración.

Hiparco, que utilizó el sistema sexagesimal de los babilonios (que dividían la circunferencia en 360 grados y cada grado en 60 minutos) para realizar su división geométrica de la Tierra en meridianos, consideró que el día podía considerarse como una circunferencia que se correspondía al ciclo diario del sol y, que como tal, ser dividida también en partes (las horas) de igual duración, al contrario de las horas de desigual duración que se estaban utilizando entonces.

A pesar de esta propuesta de Hiparco, no fue hasta la invención del reloj mecánico, en el siglo XIV, que se generalizó la división en horas de igual duración.



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