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Primavera



La primavera (del latín primo vere, principio de la primavera[1]​) es una de las cuatro estaciones del año, sigue al invierno y precede al verano. La definición y duración de la misma varía, desde el punto de vista meteorológico, es propia de las zonas templadas y corresponde a un tiempo intermedio entre la estación fría, el invierno, y cálida, el verano. Desde la astronomía, comienza en el equinoccio de primavera, que corresponde al 20/21 de marzo en el hemisferio norte y 22/23 de septiembre en el hemisferio sur. En el calendario, la primavera corresponde a los meses de marzo, abril y mayo, o bien, septiembre, octubre y noviembre.

Esta temporada se identifica tradicionalmente con el renacimiento de la naturaleza, un aumento de las temperaturas medias, el deshielo, la floración de las plantas, el despertar de los animales en hibernación y el regreso de las especies migratorias. Estas características han hecho que sea usada como una metáfora de la renovación de la vida o de su primer desarrollo.

En latín, la palabra para designar a la primavera es vēr, vēris, que procede del protoindoeuropeo *wesr̥. El comienzo de este período era conocido como primo vēre, literalmente, "el principio de la primavera", que dio en latín vulgar: prima vera, con idéntico sentido. La palabra aparece atestiguada hacia 1490. [2]

Sin embargo, el nombre de la estación era verano, a partir de la forma verānum tĕmpŭs, literalmente "tiempo de primavera". Así dice Nebrija sobre las estaciones astronómicas: "En cuatro cuartas se parte el año, las cuales se distinguen por cuatro términos: dos solsticios, uno del invierno, en el menor día del año, y otro del estío, en el mayor día del año; y dos equinoccios, uno del verano, cuando en el mes de marzo igualan las noches con los días, y otro en el otoño, cuando en el mes de septiembre otra vez igualan las noches con los días."[3]​ También se las menciona con este nombre en el Tesoro de la Lengua, de Covarrubias: verano (la actual primavera), cuando el sol entra en Aries, estío (el actual verano, derivado del latín aestas, aestivus), correspondiente a Cáncer, otoño, marcado por el paso del sol a Libra, e invierno que empieza con el sol en Capricornio. Por la misma época, se lee en Cervantes: "La primavera sigue al verano, el verano al estío, el estío al otoño, y el otoño al invierno, y el invierno a la primavera, y así torna a andarse el tiempo con esta rueda continua”.[4]​ En este momento, el período que va desde mediados de marzo a mediados de septiembre (en el hemisferio norte, por supuesto) es designado con tres nombres: "primavera", al comienzo, "verano", en su parte intermedia y "estío" hasta el final de la estación.[2][5]

En el siglo XVIII, el Diccionario de Autoridades (1726 - 1739) señala que verano es, por su etimología, la primavera, pero que el uso lo ha hecho sinónimo de estio. regularmente para designar el tiempo del estío. Hace, pues, sinónimos a verano y estío. En este momento comienza el uso de primavera para designar a toda la estación, que se vuelve común y normativo a finales del siglo XVIII.[6][5]

Astronómicamente, esta estación comienza con el equinoccio de primavera (el 20 de marzo en el hemisferio norte, y el 22 de septiembre en el hemisferio sur), y termina con el solsticio de verano (alrededor del 21 de junio en el hemisferio norte y el 21 o 22 de diciembre en el hemisferio sur). En la zona intertropical del hemisferio norte comienza el 21 de marzo hasta el 23 de septiembre. En la zona intertropical del hemisferio sur va desde el 24 de septiembre al 21 de marzo.

No obstante, en zonas urbanas se adelanta debido al efecto isla de calor.[7]

En lo que respecta al clima, suele ser frecuente el aumento muy lento y progresivo del nivel de la temperatura conforme avanzan las semanas, con algún período intercalado en el que puede "reaparecer" el ambiente invernal debido a algunas masas de aire frío residuales. Las precipitaciones tienden a ser más irregulares y menos generalizadas, descargando en forma de chubasco y tormentas más probables a mediados y finales de la estación, cuando el verano está próximo. Las hojas y flores de los árboles de hoja caducifolia vuelven a crecer de manera gradual, dando colorido de nuevo al paisaje después del invierno.

La primavera también puede referir a las ideas del renacimiento, el rejuvenecimiento, la renovación, la resurrección y el nuevo crecimiento. En la literatura, la primavera representa la juventud, época o fase la vida de una persona en la que se dice que está en la "flor de la vida" ya que en la primavera florecen las plantas, hay muchos pájaros, brilla más el sol, los días son más largos.

En Venezuela el «Día de la Primavera» se celebra el 19 de marzo, coincidiendo con la celebración del «Día de San José » en Venezuela. En Argentina el «Día de la Primavera» se celebra el 21 de septiembre, coincidiendo con la celebración del «Día del Estudiante» en Argentina.[8]​ En esta misma fecha, se conmemora en Paraguay el «Día de la Primavera y de la Juventud».[9]

En el Perú, sin embargo, el «Día de la Primavera y la Juventud», se celebra cada 23 de septiembre.[10]​ En México, se celebra la llegada de la primavera el 21 de marzo junto al natalicio de Benito Juárez.



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