Este artículo trata sobre los ministerios españoles que, a lo largo de la historia, han asumido competencias en materia económica.
Los ministerios con competencias en Economía han estado ligado históricamente a la vicepresidencia segunda del Gobierno, con la que han compartido titular en numerosas ocasiones. Se encargan de la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado que se presentan anualmente ante el Congreso de los Diputados para su aprobación.
El Ministerio de Economía surge ante la necesidad de fomentar una política económica autárquica por parte de la dictadura de Primo de Rivera ante la debilidad y carencias del entramado industrial y comercial español frente al resto de las potencias económicas europeas y americanas. La complejidad de los mercados internacionales tras la Primera Guerra Mundial había sumido a España en una fuerte crisis industrial.
Los sectores afectados por la crisis industrial demandaron una política arancelaria proteccionista en defensa de la producción nacional frente a la extranjera y que, a su vez, facilitara las exportaciones. Se inicia así una política autárquica basada en el nacionalismo económico y en el proteccionismo arancelario cuyo mejor exponente es el arancel Cambó de 1922. Ésta fue asumida por la dictadura de Primo de Rivera. Se consiguió así una cierta bonanza económica que fue truncada por la Gran Depresión de 1929.
El arancel Cambó fue la respuesta técnica y fiscal a la crítica situación deficitaria de la balanza comercial española a partir de 1920. Se trata de una política arancelaria que atiende dos necesidades contrapuestas: una es proteger los distintos sectores de la economía española frente a la internacional, gravando fuertemente las importaciones de los productos producidos por sectores homólogos extranjeros; otra responde a la necesidad de defender la agricultura de exportación, sector con un amplio mercado extranjero y que se veía perjudicado por la subida de los aranceles, víctima de las consiguientes subidas de los países afectados por las medidas españolas. Esto se solucionaba con la firma de tratados internacionales de Comercio y Navegación conviniendo una rebaja particular y significativa del arancel con cada una de las naciones extranjeras con las que se desarrollaba intercambios comerciales. Flores de Lemus definió la situación que se creaba lúcidamente: había una complementariedad entre la agricultura de exportación y la agricultura y la industria necesitadas de protección, aunque los instrumentos empleados por el Estado eran contrapuestos y se creaba una tensión continua entre ellos.
Aunque pueden encontrarse antecedentes remotos de la cartera de Economía en la creación del Ministerio de Abastecimientos como consecuencia inmediata de la crisis de 1917; el primer paso hacia la creación de un departamento específico se dio durante la dictadura de Primo de Rivera al constituirse por Real Decreto-Ley de 8 de marzo de 1924 el Consejo de la Economía Nacional.
El Consejo nacía con la finalidad de estudiar los problemas de la producción y del consumo nacionales, a los efectos de fijar las tarifas aduaneras y determinar la manera de establecer relaciones comerciales internacionales adecuadas a la realidad económica española. Por ello sus funciones primordiales fueron reunir las estadísticas de comercio exterior y de cabotaje; obtener información económica y comercial en España y en el extranjero; establecer la valoración oficial de las mercancías, teniendo en cuenta el coste de las mismas; proponer nuevos aranceles aduaneros, así como la revisión de nomenclaturas y tarifas. También era responsable de proponer la celebración de Tratados de Comercio. Finalmente, este órgano, servía para controlar a todos los grupos de presión del país y encauzar así sus intereses antagónicos: juntas y cámaras de Comercio, Industria y Navegación, asociaciones de productores, organizaciones patronales y sindicales de todo signo.
El Consejo quedaba adscrito a la Presidencia del Gobierno, siendo su presidente el Jefe del Gobierno -en ese momento el Presidente del Directorio- y en ausencia de éste, el Ministro de Hacienda –cargo en ese momento suspendido-. No obstante las diversas subsecretarías continuaron manteniendo sus competencias en la materia: Estado, Hacienda, Fomento y Trabajo, Comercio e Industria; lo que en cierta medida restaba eficacia a las funciones del nuevo órgano.
El final del Directorio en 1925, el restablecimiento del régimen ministerial y las circunstancias llevaron a la creación del Ministerio de Economía Nacional por Real Decreto-Ley de 3 de noviembre de 1928,
como respuesta a la opinión pública que demandaba poner bajo una sola dirección los servicios que afectaban a la economía nacional, tanto en lo que se refiere a la producción, como al comercio y consumo; y que hasta la fecha se encontraban dispersos entre el resto de los Departamentos ministeriales. De él dependía el Consejo de Economía Nacional, aunque ligeramente modificado, continuando con su labor de recoger y contrastar las realidades del país en torno a todos y cada uno de los sectores de su vida económica. Quedó integrado además por los siguientes organismos:Durante ese periodo su sede estuvo en el mismo edificio del Ministerio de Fomento, con excepción del Consejo de Economía Nacional que estaba situado en la calle Magdalena, 12 (Madrid).
El Ministerio desapareció por Decreto de 16 de diciembre de 1931. Sus servicios se distribuyeron entre los ministerios de Agricultura, Industria y Comercio; Fomento y Trabajo. El Consejo de la Economía Nacional se transformó en el Consejo ordenador de la Economía Nacional, dependiente de la cartera de Industria y Comercio.
En plena guerra Civil el gobierno de la República creó un Ministerio de Hacienda y Economía, primero con sede en Barcelona y después en Valencia. El titular de la nueva institución fue Juan Negrín, quién a su vez desempeña la Presidencia del Consejo de Ministros. Su creación se ordena por Decreto de 17 de mayo de 1937 y sus funciones y estructura se dictaron por Decreto de 27 de ese mismo mes.
La nueva cartera se creó como respuesta a la necesidad de unificar la política económica del Gobierno en plena contienda, y acabar así con la diversa y a veces contradictoria orientación que venía dándose a la regulación de los asuntos económicos y coordinar sobre todo las transacciones comerciales internacionales con el de los sistemas empleados de pago y defender así los intereses del Tesoro. El Ministerio se articuló en torno a dos subsecretarías, una de Hacienda y otra de Economía. Esta última comprendía las direcciones generales de Economía, Abastecimientos, Comercio y Minas.
La existencia específica de una cartera de Economía se interrumpe en 1939, sin embargo durante todo el Franquismo surgirán una serie de órganos que llevarán a la nueva creación del Ministerio de Economía en 1977, dentro de la remodelación de la Administración General del Estado necesaria para lograr la Transición política.
La catastrófica situación en que quedó sumido el país tras la Guerra Civil y el colapso de los mercados internacionales motivado por la Segunda Guerra Mundial, harán que se cree un nuevo Consejo de Economía Nacional.
El nuevo organismo vigilaba que todos los departamentos ministeriales siguieran las directrices económicas del Gobierno de una manera armónica y coordinada. Su régimen jurídico le constituyó como organismo autónomo de trabajo, consultivo, asesor y técnico en todos los asuntos que afectasen a la economía nacional. Dependía directamente de la Presidencia del Gobierno. La importancia del Consejo se irá incrementando, tanto que institucionalmente su presidente se equiparará a los de Las Cortes, el Tribunal Supremo de Justicia, el de Cuentas del Reino y del Consejo de Estado. Su poder e influencia en materia económica, orientado siempre hacia la autarquía, será igual a la de la Secretaría General del Movimiento. Finalmente el Presidente tuvo rango de Ministro sin cartera.
Su vinculación al sector más inmovilista del régimen en materia de economía significará el inicio de su decadencia. Enfrentado abiertamente a los ministerios de Hacienda y de Comercio por el giro que el Plan de Estabilización había dado hacia una economía capitalista, el Consejo de Economía Nacional comienza a perder importancia paulatinamente en los años sesenta. Desaparecía en 1977, absorbido por el nuevo Ministerio de Economía.
Otros órganos vinculados con el control por parte del Estado del desarrollo económico, y que se consideran antecedentes remotos del Ministerio de Economía fueron la Oficina de coordinación y Programación Económica (OCYPE), que funcionaría entre 1957 y1962; y la Comisaría del Plan de Desarrollo Económico, que funcionó entre 1962 y 1973; ambos organismios dependieron de la Presidencia del Gobierno. En 1973 se creó el Ministerio de Planificación del Desarrollo
Durante los gobiernos de Arias Navarro se creó una Vicepresidencia del Gobierno para asuntos económicos, cargo que recayó en el titular de la cartera de Hacienda. El nuevo cargo implicaba la desaparición del Ministerio de Planificación del Desarrollo, quedando su Subsecretaría adscrita a la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos.
La nueva creación del Ministerio de Economía en 1977 tiene lugar en circunstancias coyunturales y de gran trascendencia para la Historia de nuestro país.
Iniciada la Transición política, el segundo Gobierno presidido por Suárez fue consciente de que el proceso constitucional se vería seriamente obstaculizado si no existía una coyuntura económica de crecimiento. Las circunstancia eran totalmente contrarías debido a la grave situación por la que atravesaba el país por la crisis del petróleo de 1973, la ineficacia de las medidas adoptadas por los últimos gobiernos del Régimen; así como la acentuación de los problemas latentes: inflación, paro, déficit exterior, déficit del sector púiblico, ausencia de inversiones.
Las soluciones institucionales implicaron la remodelación de la Administración General del Estado dando lugar a la creación de la Vicepresidencia Segunda del Gobierno para asuntos económicos y del cargo de Ministro de Economía mediante la serie de reales decretos rubricados en 4 de abril de 1977, nombramientos que recaen en Fuentes Quintana. Con el Ministerio de Economía se crea el órgano necesario para agrupar en un único departamento las distintas competencias en materia de organización y planificación económica y para poder singularizar las decisiones sobre política económica extrayéndolas en parte del Ministerio de Hacienda. Su cometido principal era establecer las líneas directrices de la política económica general, la programación a corto y medio plazo y el estudio de la propuesta de las medidas aconsejables para garantizar la buena marcha de la economía del país.
El crear además la Vicepresidencia segunda, y unir ambos cargos en un mismo titular, reforzaba la autoridad del nuevo Ministerio, ya que su titular pasaba a ser el presidente de la Comisión Delegada del Gobierno para asuntos económicos, en ausencia de su titular, y por delegación del Presidente del Gobierno. La labor de la Vicepresidencia y del Ministerio, junto el de la cartera de Hacienda, fundamentan los pactos de la Moncloa como instrumento de la programación económica necesaria con que sostener la transición política y garantizar el futuro del proceso constitucional. Durante el último gobierno de Suárez se fundieron en una, las carteras de Economía y de Comercio.
Las reformas administrativas llevadas a cabo por el primer gobierno presidido por Felipe González llevaron en 1982 a la fusión en uno de los departamentos de Hacienda y de Economía y Comercio, naciendo el Ministerio de Economía y Hacienda. Este organismo ha seguido funcionando continuamente con la excepción de la VII legislatura, bajo la presidencia de José María Aznar, en la que se separaron en dos las carteras de Hacienda y de Economía, como ya se ha dicho anteriormente.
A continuación se muestra una tabla con los departamentos ministeriales que han asumido competencias en Economía a lo largo de la historia:
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