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Ian Curtis



¿Qué día cumple años Ian Curtis?

Ian Curtis cumple los años el 15 de julio.


¿Qué día nació Ian Curtis?

Ian Curtis nació el día 15 de julio de 1956.


¿Cuántos años tiene Ian Curtis?

La edad actual es 67 años. Ian Curtis cumplirá 68 años el 15 de julio de este año.


¿De qué signo es Ian Curtis?

Ian Curtis es del signo de Cancer.


Ian Kevin Curtis (Mánchester, Reino Unido, 15 de julio de 1956Macclesfield, Reino Unido, 18 de mayo de 1980) fue un cantautor, compositor y poeta británico, líder del grupo Joy Division,[2]​ del cual fue cofundador en 1976 en la ciudad de Mánchester.

Criado en Hurdsfield (en el extrarradio de Macclesfield), Ian Curtis era un joven mancuniano introvertido de clase media, devoto de la música de David Bowie,[3][4]Lou Reed[5]​ e Iggy Pop,[3]​ fanático de la literatura de Kafka y la poesía modernista. Padecía de epilepsia y un leve grado de agorafobia.[6]​ A menudo vestía una chaqueta caqui, donde él mismo escribió con pintura acrílica naranja hate (odio) en mayúsculas a su espalda.[7]

En 1976, durante un concierto de los Sex Pistols en el Manchester Lesser Free Trade Hall, Curtis coincidió con Peter Hook y Bernard Sumner, futuros bajista y guitarrista de Joy Division. Formaron una banda llamada Warsaw que, posteriormente, rebautizaron como Joy Division.[8]​ Curtis ocupó en ella, los roles de letrista y vocalista. Las canciones que escribió para el grupo eran sombrías y depresivas, y trataban sobre la desolación, el vacío y la alienación humana. El corto legado de Curtis se concentró en dos álbumes de estudio, Unknown Pleasures, publicado en 1979, y Closer, lanzado en 1980 póstumamente.

Su biografía oficial fue publicada en 1995 y fue escrita por Deborah Curtis, la propia viuda del cantante, titulada Touching from a distance: Ian Curtis and Joy Division.[9]​ Dicha biografía fue adaptada al cine en el biopic realizado por el director neerlandés Anton Corbijn en 2007 bajo el título Control e inspirado en la canción «She's Lost Control».[10]​ Anteriormente, en 2002, Michael Winterbottom filmó la película 24 Hour Party People,[11]​ en tono de comedia, en la que también apareció Ian Curtis, aunque este filme se centró más en la figura del productor musical, Tony Wilson, fundador de la discográfica por la que fichó Joy Division en 1978, Factory Records.

Tras su trágica muerte, Ian Curtis fue considerado como uno de los grandes poetas malditos de la historia del rock[12][3]​ por su forma convulsiva de bailar aunado a su voz grave, inerte e inexpresiva, y por sus letras oscuras.[13]

En el prefacio del libro escrito por su esposa, Deborah Curtis, el periodista musical Jon Savage define a Ian Curtis como el mayor poeta musical de la ciudad de Mánchester.[14]​ Desde joven, Curtis mostró talento por la poesía. A pesar de que consiguió ir a The King's School, nunca fue el más brillante de la clase debido a su inconformismo, que solían tachar de simple rebeldía adolescente, aunque era obvio que poseía habilidades literarias admirables. Entre libros de Kafka y discos de David Bowie, Curtis descubrió los ideales del movimiento punk inglés.[14]​ A medida que se hizo mayor, sus ambiciones y esperanzas se fueron centrando en la literatura, y finalmente culminaron en la música. El 23 de agosto de 1975 se casó con Deborah Woodruffe[15]​ y cuatro años más tarde tuvieron a su única hija, Natalie Curtis.

Curtis coincidió con Bernard Sumner y Peter Hook cuando asistían en un concierto de los Sex Pistols.[16]​ Fue allí donde le comentaron que estaban intentando formar una banda. Días más tarde, Curtis llamó a Bernard Sumner y a Peter Hook para unirse al proyecto como vocalista y letrista.[17]​ Entre los tres buscaron un baterista y, tras un largo proceso de selección, Stephen Morris se unió a la agrupación. Por aquel entonces, el grupo tenía el nombre de Warsaw.[18]​ El grupo debutó la última noche antes de clausurar el local musical Electric Circus.[19]

El primer encuentro de Annik Honoré con Ian Curtis fue el 13 de agosto de 1979 durante una actuación de Joy Division en el Nashville Rooms de Londres con la banda OMD.[21]​ Once días después de aquel concierto, Honoré entrevistó a la banda para un fanzine titulado En Attendant.[22]​ A partir de aquel momento, Honoré y Curtis empezaron a mantener una relación sentimental que se prolongó hasta el día de la muerte de Curtis. Según la biografía del cantante escrita por Deborah, durante el tiempo que pasó con Annik, la personalidad de Ian se hizo más grave. Ella parecía tener mucha influencia sobre él y casi logró convencerlo de convertirse en vegetariano. El trato con su esposa cambió radicalmente y, en lugar de decirle cosas agradables, Curtis pareció alejarse en su relación con frases hechas al uso que no significaban nada para ella.[22]

El último concierto en el que Curtis participó tuvo lugar en el mismo mes en que murió, e incluyó, por única ocasión, la puesta en escena del tema «Ceremony», que más tarde sería versionada por New Order, así como también por Galaxie 500 en su álbum On Fire. La última canción que Curtis cantó en público fue «Digital».

Los efectos negativos de la epilepsia sobre su salud junto a sus problemas personales (entre ellos su divorcio y su adicción a algunos fármacos) fueron quizás algunas de las causas que contribuyeron a llevarlo a quitarse la vida a la edad de 23 años.

El salto hacia el estrellato, en 1980, superaba por momentos a Ian. Los conciertos eran cada vez más numerosos y sus crisis epilépticas se habían vuelto incontrolables. Pese a que los médicos no encontraban ninguna razón física para sus procesos de epilepsia, la medicación no funcionaba debidamente.

El estrés de aparecer ante el público empujó a Ian a tomar una sobredosis de fenobarbital, pocos días después de finalizar la grabación de su segundo disco Closer.

Pocos días antes de que el grupo fuera a iniciar su primera gira en los Estados Unidos, en la noche del 18 de mayo de 1980, Ian Curtis se suicidó en su casa. Curtis fue incinerado dos días más tarde y sus cenizas enterradas en Macclesfield con la inscripción "Love Will Tear Us Apart" en su lápida. Este epitafio, escogido personalmente por su esposa, Deborah Curtis, a pesar de hacer referencia a la infidelidad de Ian y a la desintegración de su matrimonio,[15]​ es el título de la canción más conocida de Joy Division. Closer, el segundo álbum de la banda, se lanzó póstumamente el 17 de julio de 1980, dos meses después de la desaparición del cantante.[23]

Natalie Curtis, hija de Ian y Deborah, creció con su madre. Estudió en el Colegio de Macclesfield en Mánchester, y actualmente desarrolla su carrera como fotógrafa.

Durante los últimos meses de la carrera de Joy Division, y en concreto de Ian Curtis, su música experimentó un giro, desde el mundo exterior, hasta sumergirse en un proceso de introspección, como búsqueda de la verdad interior. Las últimas composiciones de Curtis fueron las más filosóficas y también las más visionarias, frente a un inminente cambio de la conducta musical de la new wave que llegaba a los escenarios londinenses.

Ian Curtis veía en Mánchester una ciudad deshumanizada por la industrialización, de la cual se evadía con libros de William Burroughs,[5]​ la música de Velvet Underground[5]​ y Lou Reed.[5]​ Curtis llevó estas influencias hacia la oscuridad, el romanticismo, la tensión, la belleza del blanco y negro, la soledad, el automatismo, la esquizofrenia y la epilepsia.

La banda, rebautizados poco después como Joy Division, se hicieron un hueco en la escena local gracias a un sonido inédito que hacía de sus limitaciones su principal virtud. A diferencia de la mayoría de los grupos de rock, en las canciones de Joy Division era el bajo el que llevaba el peso de la melodía, apoyado en una base rítmica hipnótica, mientras la guitarra pasaba a un plano secundario. Por encima del resto, la profunda e inquietante voz de bajo de Ian dibujaba paisajes sonoros plagados de referencias literarias. Joy Division poseía un magnetismo enigmático, doloroso y sincero. Tony Wilson, fundador del sello The Factory y personaje clave del llamado sonido "Madchester", fichó al grupo para publicar su debut discográfico, Unknown Pleasures. El disco se alzó con el segundo puesto en las listas independientes británicas. Aquello les abrió las puertas a su segundo disco, Closer, que a la postre se convertiría en la obra póstuma de Curtis.

Mientras actuaba con Joy Division, Curtis desarrolló un estilo de baile muy personal que evocaba los ataques epilépticos que sufría, a veces incluso en el escenario. La similitud era tanta que el público llegaba a dudar si lo que estaba presenciando era parte de la actuación o un verdadero ataque. A veces se desmayaba y tenían que ayudarlo a bajar del escenario, ya que su salud iba empeorando debido al gran número de conciertos que el grupo daba.

Joy Division era un grupo extraño. Y entre sus muchas rarezas se encontraba la fascinación por la estética nazi, algo que compartieron con muchas bandas de la época, que encontraban en ello una forma de provocación. La década de los 70 tocaba a su fin, y el efímero fenómeno del punk pedía a gritos una renovación interior, un soplo de aire fresco. Y aquel extraño joven y su banda estaban dispuestos a poner su grano de arena.

La banda empezó a ser conocida de manera inmediata ya que había algo en ellos que los diferenciaba. Llamaba la atención su discreción, el alto nivel críptico que alcanzaban sus discos con portadas en blanco y negro, sin nombres ni fotografías del grupo, un anonimato que provocaba interés por descifrar su identidad. El halo de misterio de sus cuatro componentes, que parecían chicos normales y callados, pero en el escenario creaban una atmósfera llena de seriedad, gravedad y desolación fue netamente notoria.

Curtis fue un hombre bastante reflexivo y un poeta. Lo demostró en sus letras, en canciones como «She's Lost Control», cuya letra habla acerca de una chica que fue a pedir empleo al lugar en donde él trabajaba y que sufrió un ataque epiléptico. Días más tarde él se comunicó con la familia de la joven y supo de la muerte de la misma, lo cual afectó gravemente a Curtis. Fue notable el tono depresivo y seco de las letras de sus composiciones, presente en canciones como «Disorder», «The Day of the Lords», «Love Will Tear Us Apart», por poner solo algunos ejemplos. Estos temas llevaron a los fanes, e incluso a su propia esposa, Deborah, a creer que estaba cantando sobre su propia vida. Curtis una vez comentó en una entrevista que escribía sobre "las diferentes formas que la gente tiene para superar ciertos problemas y cómo hacen para adaptarse a ellos". Su voz de bajo le hacía parecer mucho más entrado en años de los que realmente tenía —23 en el momento de su muerte— e impregnaba de oscuridad las canciones de Joy Division.

La fascinación de Curtis por la muerte se había ido acentuando con el paso del tiempo. Su tormentoso matrimonio con Deborah Curtis, con quien se había casado a los 19 años, su relación extramatrimonial con la belga Annik Honoré y su desastrosa labor como padre desembocaron en una crisis personal que lo llevó a encerrarse en sí mismo y en sus propias letras.

Con su presencia enigmática y su voz de ultratumba, Ian Curtis era capaz de erizar la piel del público en sus conciertos, y más aún después de realizar sus excéntricos pasos de baile, muy parecidos a un ataque de epilepsia, enfermedad que padecía —de hecho sufrió varios ataques epilépticos en el escenario que fueron confundidos con su baile—. Admirador de Franz Kafka, J. G. Ballard,[3]William Burroughs,[3]​ Curtis soñaba con su carrera literaria. Así mismo, idolatraba a David Bowie y soñaba en ser como la estrella de rock. Se encerraba en su cuarto y escribía todo el día. Su vida transcurría entre la música y la poesía. Sufría de depresión y le atormentaba la idea del divorcio, con el que su esposa le tenía amenazado. Su matrimonio se desmoronaba, y de esa situación nació su canción más conocida: «Love Will Tear Us Apart».

Su esposa Deborah decía: "Tenía una personalidad dividida que quería entender: él necesitaba desesperadamente a alguien que lo aconsejara, pero no iba a actuar para los demás convirtiéndose en lo que querían que fuera". Según sus amigos, Curtis fue sensible, ratón de biblioteca, obsesionado por el nazismo y el psicoanálisis, generoso con sus libros, estudioso de Jean Paul Sartre, Hermann Hesse y William Burroughs, del cual se dice que trató pésimamente a Curtis al abordarlo en un encuentro cultural en Bruselas.

El legado musical de Curtis es un tesoro inigualable en la historia de la música. La canción «Love Will Tear Us Apart», la cual se dice que fue "totalmente personal y autobiográfica", ha sido aclamada, adaptada e influenciada por diversos artistas como: Tori Amos, Björk, Nick Cave, Simple Minds, Nerina Pallot, The Cure, Arcade Fire, Bloc Party y U2 entre otros.

Tanto su imagen como su estilo de actuar sobre el escenario y el tipo de música ha sido imitado por algunos artistas como Robert Smith, Bono, Sinéad O'Connor, Morrissey, Peter Murphy o Paul Banks entre otros.

The Killers versionaron un tema de Joy Division llamado «Shadowplay». Cienfuegos, una banda argentina de los 90, también versionó «Love Will tear us apart». La banda peruana de post punk, Division Este, versiona temas de Joy Division, en un estilo crudo. La banda Los Sedantes versionaron «Heart and soul» otra banda peruana de metal llamada Nostalgia también versionó un tema de Joy Division, la canción fue She's Lost Control.

En homenaje a Ian Curtis hubo artistas, muchos de los cuales lo conocieron, que le dedicaron canciones:

La película inglesa Control, dirigida por Anton Corbijn en 2007, relató los últimos años de la vida de Ian Curtis basándose en parte en los escritos de Deborah Curtis. La película también dejó un mensaje sobre la búsqueda de la salvación y la armonía a través del arte. El papel de Ian Curtis fue interpretado por el actor de origen inglés, Sam Riley.

La cinta recibió multitud de elogios por parte de la crítica y recibió el premio a la Mejor Película Europea en el Festival de Cannes.

Otros cineastas, como Grant Gee, optaron por retratar la vida de Curtis en forma de documental. Joy Division (2007) reconstruye la vida del cantante a través de las declaraciones de sus familiares y amigos más cercanos, contribuyendo a dar forma a un relato para muchos más fiel a la figura del mito. Por otra parte, Michael Winterbottom plasmó en la película 24 Hour Party People la efervescencia de la escena de Mánchester a finales de los setenta y principios de los ochenta, en la que Joy Division jugaron un papel esencial.

Anotaciones personales, escritos y letras inéditas de Ian Curtis fueron publicados en un libro titulado So This Is Permanence: Lyrics and Notebooks, y vieron la luz durante la primera mitad de 2014.[24]

La recopilación estuvo a cargo del periodista de rock inglés Jon Savage (autor del famoso libro sobre el punk England's Dreaming) y tuvo prólogo de la viuda del vocalista, Deborah Curtis. El libro ha sido descrito como «una colección de escritos intensamente personales» entre los que se intercalan letras de canciones y páginas inéditas de sus cuadernos.



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