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Ibi (Alicante)



¿Dónde nació Ibi (Alicante)?

Ibi (Alicante) nació en Alicante.


Vista de Ibi desde el Teixereta, se puede apreciar la A-7 al fondo y la Ermita de Santa Lucía en primer plano

Ibi es un municipio del interior de la provincia de Alicante, en la Comunidad Valenciana, España. Situada en la comarca de la Hoya de Alcoy, es la población más grande de la subcomarca geográfica de la Hoya de Castalla. Cuenta con 23 564 habitantes[1]​ (INE, 2020).

La villa de Ibi se encuentra a 755 metros de altitud sobre el nivel del mar (de acuerdo con los datos del SIGNA-Ministerio de Fomento),[2]​ lo que la convierte en uno de los municipios más altos de toda la provincia. Ibi está situado en el extremo noroeste de los valles que configuran la Hoya de Castalla y al nordeste de la cuenca del río Monnegre, conocido también como Río Verde o de Castalla, concretamente al pie de las sierras Teixereta y de Biscoi.

En su parte norte y nordeste limita con un gran arco montañoso formado por las sierras de Biscoi, Teixereta, Cabezo Quarter, Cabezo Corbó y la Tallada. Su pico más elevado es el Menejador, con 1356 m de altitud. Dicha montaña se encuentra dentro del parque natural de la Font Roja, que pertenece a los términos municipales de Ibi y Alcoy.

La población está enclavada entre dos cerros sobre los cuales se ubican respectivamente las ermitas de Santa Lucía y San Miguel.

Se comunica con Alicante y Valencia por la autovía A-7.

El clima de Ibi es un clima mediterráneo (clasificación climática de Köppen CSa) con influencias continentalizadas debidas a la altura. Los inviernos son frescos, siendo las heladas ocasionales durante el invierno, y la nieve, aunque cada vez más escasa, es habitual verla todos los años. Por otro lado, los veranos son cálidos y secos, aunque relativamente cortos. La ciudad presenta una temperatura media anual de 12.8ºC y una precipitación media aproximada de 400 mm, concentrándose las lluvias principalmente en otoño y primavera (aunque muy variable a lo largo de las estaciones y de un año a otro).

El término de Ibi limita con los términos municipales de Alcoy, Castalla, Jijona y Onil.

Ibi no se constituye como una villa hasta el siglo XVII, fruto de un largo proceso histórico iniciado en la Edad Media con la conquista y repoblación cristiana. Pero antes de todo eso, el territorio fue ocupado por otras culturas y ya se le conocía como territorio independiente en el siglo IV.

En los siglos VI-III a. C., el punto geográfico que hoy conocemos por Ibi se hallaba en el territorio de la Contestania, que se sitúa al sur del río Júcar. Limitaba al norte con los edetanos y al sur con los bastetanos.

Los estudios realizados en la Hoya de Castalla definen la misma como espacio de transición entre los distintos territorios contestanos de la comarca de la Hoya de Alcoy, el Campo de Alicante y el Vinalopó al no situarse en la zona un gran poblado amurallado del que puedan depender el resto de yacimientos aledaños y al poseer menor cantidad que el resto de la Hoya de Alcoy y las otras comarcas citadas.

En Ibi, de época ibérica plena son los yacimientos de la Cova de la Moneda y Fernoveta. De época ibérica tardía parecen las cerámicas encontradas en L'Horta de Pont Sud y Camino Viejo de Onil.

La Cova de la Moneda es uno de los yacimientos de más renombre de la Hoya de Castalla. Sin embargo, todos los materiales arqueológicos proceden de actuaciones incontroladas. Tiene las características comunes de otras cuevas-santuario de esta época: posición elevada con un amplio dominio visual, situación junto a un camino de montaña que comunica dos vertientes de una sierra y aparición de materiales de uso ritual.

La Masía de Fernoveta está entre el cerro de San Miguel y el Alt de Santa María, en lo alto de un collado. Era una explotación rural del entorno inmediato, tenía próximos terrenos de uso agrícola, recursos hídricos y un lugar de enterramiento. Aquí se han encontrado vasos de almacenaje, tinajas y tinajillas de labios moldurados, platos o páteras con decoración de círculos y círculos concéntricos, material informe de decoración geométrica, cerámica de cocina representada por fragmentos de ollas de borde saliente engrosado. Asimismo, se han hallado dos fragmentos de cerámica ática de barniz negro (lógicamente de importación). Esto unido a varios fragmentos de pasta vítrea hacen pensar en una necrópolis ibérica en la zona.

El yacimiento del Camino Viejo de Onil se sitúa dentro del núcleo urbano de Ibi, al pie de San Miguel, en la vertiente sur, en el eje tradicional de comunicación entre Ibi y Onil. Los restos son escasos y muchos han desaparecido a raíz de las intervenciones urbanísticas a partir de 1980.

L'Horta del Pont Sud se sitúa en un área abancalada entre las bocas del Barranc dels Molins y de les Raboses. Es un lugar pródigo en tierras fértiles y agua, lo cual propicia el asentamiento humano. Restos materiales: tinajas y tinajillas, labios moldurados con decoración a bandas anchas horizontales en rojo vinoso y varias asas geminadas, dos fragmentos de ánfora ibérica, páteras o platos de bordes exvasados en ala recta, también de bordes vueltos al interior. La decoración es geométrica. La cerámica de cocina se halla representada por ollas de saliente engrosado.

El yacimiento Camino de la Ermita de San Miguel se encuentra al pie del cerro de la construcción homónima, en su vertiente oriental. Fue descubierto en 2004, con motivo de las obras para la realización de la rotonda emplazada en la unidad de ejecución R-2. La actuación arqueológica fue realizada entre el 19 de enero y el 16 de febrero de 2005 bajo la dirección técnica de J. Lajara Martínez. Los materiales encontrados fueron depositados en el Museo Arqueológico Municipal Camil Visedo Moltó de Alcoy. El material arqueológico hallado no es abundante, y además está bastante fragmentado, sin embargo, es interesante, teniendo en cuenta que es uno de los pocos yacimientos de época iberorromana excavados en las comarcas centrales de la provincia de Alicante. Hallazgos: vasos de transporte y almacenaje (ánforas ibéricas, de bocas planas con el labio poco destacado, tinajas y tinajillas de bordes exvasados y labios moldurados, platos de paredes curvas y bordes vueltos al interior). La cerámica de cocina representada a través de la olla B. 1. 1 de Bonet-Mata. El color de los elementos decorados es de nuevo de tono vinoso y los motivos representados son de tipo geométrico. No se aprecian decoraciones de tipo vegetal ni figurada. Es difícil concretar la cronología dado lo recurrente del estilo geométrico. Pese a todo se puede comparar el material encontrado con el repertorio decorativo que viene dándose en los yacimientos de los ss. III-I a.C. en las comarcas de centrales de la Provincia de Alicante.[4]

Recientemente se ha descubierto un pequeño asentamiento romano dedicado a la explotación agrícola y ganadera, datado entre los siglos I a.C. y I d. C.

En los tiempos de la Reconquista, sería una o varias pequeñas alquerías. Merced a los pactos contraídos con el rey Jaime I de Aragón, Zayd Abu Zayd, antiguo rey almohade de Valencia y aliado del monarca aragonés, toma posesión de este territorio, el cual es cedido a su yerno Eiximén Pérez d'Arenós. Por medio de un canje pasarían a poder del rey. Durante el siglo XIV perteneció a los señores feudales de Cocentaina, Planes y otros, incluso a los mismos monarcas nuevamente, siendo el último de sus propietarios Mosén Francisco Pertussa, quien lo vendió a la vecina localidad de Jijona.

En el año 1578 es declarada Universidad por Felipe II y, unos años más tarde, en 1629, obtiene la emancipación definitiva al concedérsele la condición de Villa Real.

En el transcurso de la Guerra de Sucesión, los pueblos de la Hoya de Castalla, manifestaron su fidelidad al futuro rey Felipe V, lo que le valió a Ibi los títulos de Noble, Fiel y Leal. Además se le da el privilegio para que pueda añadir al escudo alguna señal de fidelidad; se colocó el perro.

Hasta el siglo XIX la principal fuente de ingresos había sido la agricultura de secano, a la que se unió la industria artesanal como la heladería y el comercio de la nieve. Fue durante esta época cuando se construyeron la mayor parte de los pozos de nieve, que hoy día perduran en las sierras aledañas a la localidad. Se trata de depósitos circulares construidos en la ladera de una montaña, sobre la cual se construía un muro de mampostería y el cual poseía una cubierta denominadas de falsa cúpula mediante hileras de piedras. Las puertas de estas construcciones solían ser de piedra de sillería, y tenían una barra de hierro o madera para colgar la carrucha. De esta última actividad derivaría la industria heladera que tuvo un rápido crecimiento, por toda la geografía nacional y gran parte del extranjero, a partir de finales del siglo XIX.

A partir de los años 40 y 50 Ibi comenzó a experimentar un gran crecimiento económico gracias a la expansión y auge del sector juguetero. Grandes fábricas como Payá o Rico contaban con plantillas de centenares de trabajadores que aceleraron el crecimiento de la localidad. Durante estas décadas el sector juguetero de Ibi, y de la Hoya de Castalla, gozaron de una gran actividad y el número de empresas jugueteras se multiplicó. Sin embargo, a partir de 1975 el sector comenzó a verse afectado por la apertura de España al exterior y la fuerte competitividad de otros mercados. De este modo, Juguetes Payá y Juguetes Rico cerraron sus puertas en el año 1984.

Tras este período de crisis, Ibi comenzó a abrirse hacia otros sectores, como la siderurgia, el tratamiento de plásticos y metales, envasado e industria auxiliar, entre otros. Gracias a esta diversificación, Ibi ha mantenido un crecimiento constante en su industria y actualmente posee el tercer polígono industrial más extenso de la provincia de Alicante, solo superado por los polígonos de Alicante y de Elche.

Según el censo INE 2020, Ibi cuenta con 23 564 habitantes, por lo que es el 20º municipio de la provincia en número de habitantes.

En la siguiente tabla se pueden apreciar las variaciones demográficas de Ibi hasta la fecha. Hasta la década de los 60, Ibi fue una villa fundamentalmente agrícola, de ahí que la población creciese muy lentamente o incluso decreciese en determinadas épocas como en 1940. Es a partir de la década de los 60, y especialmente de los 70 cuando la población de Ibi comienza a crecer, llegando a triplicar su tamaño en apenas 20 años (1960-1981). Esta época coincide con una gran expansión económica que experimenta la industria del municipio, sobre todo el sector del juguete. A partir de los años 90, coincidiendo con la crisis del sector y el cierre de muchas de sus fábricas (Payá y Rico, entre otras), se observa como la población de Ibi crece de forma muy paulatina, hasta alcanzar el máximo histórico de 24.113 habitantes en el año 2009, en plena crisis económica. Las consecuencias de dicha crisis comienzan a observarse a partir del año 2010, cuando población de Ibi comienza a decrecer lentamente. Actualmente la población de Ibi se mantiene estable con ligeros incrementos año tras año.

Ibi es un municipio donde las industrias se reciclan continuamente para adaptarse a los nuevos mercados. Desde el siglo pasado, el negocio del helado ha generado muchos puestos de trabajo. También es conocida por su producción de juguetes que en los años 70 y 80 centraban a casi toda la población activa. Actualmente Ibi es una de las localidades más industrializadas de la provincia, pero las empresas de juguetes están siendo reemplazadas por fábricas de metal y de plástico en general, aumentando también el sector de importación y exportación.

Actualmente la industria de Ibi se concentra en sus polígonos industriales, siendo el de mayor extensión L'Alfaç III. En total hay más de 2.5 millones de metros cuadrados destinados a uso industrial y un total de más de 500 empresas.[6]​ Entre ellas destacan: INJUSA, Juguetes Picó S.L., Unimasa, ColorBaby, S.L. Moltó S.A., Flejes Industriales S.A., Acteco S.L., Juguetes y H. JOAL S.A., etc.[7]​ Además la multinacional Smurfit Kappa posee una factoría en el polígono de reciente creación situado al otro lado de la A-7.[8]

Los mayores ejes comerciales de la ciudad son La Avenida de la Paz, la Calle Constitución y la Avenida Juan Carlos I.

Se pueden destacar dos elementos simbólicos muy importantes en la villa de Ibi, como son el escudo y la bandera. En ambos elementos cabe resaltar la aparición de las dos torres, antiguos castillos ya desaparecidos.

El escudo heráldico municipal queda organizado de la siguiente forma:

"Escudo de forma española. Partido y cortado, en primero y segundo cuartel de plata, una torre de gules ajurada de plata; tercer cuartel, en campo de oro, un perro rampante de sable. En el centro del jefe, escusón en losange con cuatro palos de gules en campo de oro. A derecha e izquierda de la punta, fuera del escudo dos L mayúsculas, de oro. Bajo el escudo y fuera de él, una banda o fimbria de plata, con la leyenda Ibi Regii Patrimonii, en gules. Timbrado de la corona real de España, cerrada, con ocho diademás de las que son visibles cinco"

Publicado en el DOGV 29-05-1987, págs. 2624,2625. Se trata de las armas tradicionales de la villa, a las cuales se le añadió el perro en el siglo XVIII, en recuerdo de su lealtad al bando borbónico en la guerra de Sucesión; también hacen referencia a su condición leal, las dos L de los lados. En el escudo, las dos torres recuerdan los dos castillos que se construyeron durante la dominación árabe, el "Vell" en el Barranco de los Molinos; y el "Vermell", en el cerro de Santa Lucía. El rombo con las barras amarillas y rojas simbolizan su condición de villa Real, reflejada también en la leyenda escrita en latín en la parte inferior del escudo: "IBI REGII PATRIMONII"

Con estos colores se reconoce la bandera de Ibi, según la resolución dictada por la Conselleria de Justicia el 28 de enero de 2003: Tras el dictamen del Consejo Técnico de Heráldica y acorde con las normas autonómicas reguladoras de los símbolos, tratamientos y honores de las entidades locales de la Comunidad Valenciana, la bandera adoptada por el ayuntamiento de Ibi quedará organizada del siguiente modo: “Bandera de proporciones 2:3. Terciada al asta. Al asta, de oro o amarillo, una torre roja abierta y mazonada de sable. Al batiente, de plata o gris perla, otra torre del mismo color, también abierta y mazonada de sable. Entre los campos, centrado, un cuadrado apoyado sobre una punta con las armas reales de Aragón”.

Ibi tiene colegios distribuidos por el pueblo. Hay 7 (2 concertados y 5 públicos).

Son la Fundación San Juan y San Pablo y los Salesianos.

Son el Teixereta, el Nou Derramador, el Pla y Beltrán, el Cervantes y el Felicidad Bernabeu.

Ibi tiene 3 institutos muy cercanos al polideportivo municipal: el Nou Derramador, la Foia y el Fray Ignacio Barrachina.



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