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Illueca



¿Dónde nació Illueca?

Illueca nació en Zaragoza.


Vista panorámica de Illueca.

Illueca es un municipio de la provincia de Zaragoza, comunidad autónoma de Aragón, en España, capital de la comarca del Aranda. Tiene una población de 2 809 habitantes (INE 2020) y un área de 24,86 km².

Distante 89 km de Zaragoza y 39 km de Calatayud, Illueca se encuentra situada en el sistema Ibérico a 599 msnm, en una fosa tectónica recorrida por el río Aranda, flanqueada por los macizos tectónicos de las sierras de la Virgen y de la Camamila. Su temperatura media anual es de 12,1° C y su precipitación anual de 475 mm.

Illicata y, más tarde, Illoca, son los nombres con que Illueca es mencionada en documentos medievales.

Tras la Reconquista, se sabe que en el siglo XII Pedro Taresa, señor de Borja, tuvo la posesión del castillo y de la localidad. En el siglo siguiente la villa de Illueca formó, junto con Gotor, una baronía que fue concedida por Jaime I al hijo del último rey moro de Mallorca, adoptado por él tras su conversión. De esta manera, la baronía quedó incorporada a dicha familia desde 1250 hasta 1343, salvo una breve interrupción durante el reinado de Pedro III.

En 1343, Ximen Pérez de Gotor murió sin descendencia, heredando la baronía su hermana María Pérez de Gotor, quien contrajo nupcias con Juan Martínez de Luna. Por ello, desde mitad del siglo XIV hasta la segunda mitad del siglo XVII, el castillo fue regido por el linaje de los Luna. La Casa de Luna fue una ilustre familia aragonesa cuyos miembros ocuparon importantes cargos y participaron en numerosas batallas en la reconquista de Aragón contra los musulmanes; tras la victoria en la batalla de Luna —municipio de las Cinco Villas—, el rey Sancho Ramírez les concedió el señorío de dicha Villa. El segundo hijo de aquel matrimonio entre María Pérez de Gotor y Juan Martínez de Luna fue don Pedro de Luna y Gotor, futuro Benedicto XIII, nacido en esta localidad en 1328.[3]

Durante la Edad Media, en la localidad vivió una importante comunidad musulmana. El valle del Jalón y sus afluentes constituyeron una de las zonas del Reino de Aragón con mayor proporción de población islámica. Asimismo, la comunidad judía —de aparición más tardía— coexistíó con cristianos y musulmanes; la primera referencia documental a la aljama judía data de 1424. En Illueca no hubo calles y barrios donde sus vecinos fueran únicamente cristianos, moros o judíos, si bien, por noticias documentales, algunos residentes prefirieron tener por colindantes a miembros de su misma comunidad religiosa. Como en otros lugares de señorío, cuando existían asuntos que incumbían a todos sus moradores, se congregaban conjuntamente las tres comunidades; reunidos el concejo cristiano y ambas aljamas —al principio del siglo XV sólo la de moros— deliberaban y tomaban acuerdos juntos, sin que parezca que hubiera barreras de razas, «leyes» o costumbres.[4]

Los señores de Illueca fueron personajes influyentes en la política del reino, siendo reconocidos como una de las ocho grandes casas nobiliarias de Aragón (1528). Con Pedro de Luna —virrey de Aragón en 1540 y de Cataluña en 1554—, adquirieron el título de condes de Morata, titulación que mantuvieron hasta 1665, cuando Doña Ana Polonia Manrique de Luna, V Condesa de Morata, al no tener sucesión, vendió el señorío a Francisco Sanz de Cortes, I Marqués de Villaverde[3]​ desde 1670.[5]

En el siglo XIX, la herencia de los Sanz de Cortés pasa a los Muñoz de Pamplona, condes de Argillo. Pascual Madoz, en su Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España de 1845, describe a Illueca en los términos siguientes: «Tiene como 300 casas, 12 calles y 6 plazas; casa de ayuntamiento, cárcel y 1 palacio del conde de Argillo, en el que residieron los restos del anti-papa Luna, que nació en él». En cuanto a la economía de la localidad, indica que «la mayor parte del vecindario (se dedica) á la fabricacion de paños ordinarios, para lo que hay batanes, fábricas de perchar y 6 tintes».[6]​ Posteriormente los Bordiu heredaron el señorío, donando el Castillo al pueblo.[3]

Illueca es un municipio progresivo desde el punto de vista demográfico, habiendo incrementado su población en un 90% en el pasado siglo XX. En 1900 contaba con 1 738 habitantes para pasar a 3 304 en 2001. Ello obedece a que su actividad económica se diversifica entre la agricultura y la industria, siendo esta última la predominante.

En 2014 la población del municipio ascendía a 3 159 habitantes.[7]

     Población de hecho (1900-1981) según los censos de población del INE.      Población según el padrón municipal (desde 2001 en adelante) del INE.

La agricultura en Illueca tiene un carácter de policultivo con base vitícola, estando el 40% de la superficie cultivada dedicada a la vid. Predomina la agricultura de secano, puesto que tan sólo el 16% de la superficie cultivada corresponde a regadío. En su conjunto, la agricultura posee carácter de subsistencia.

La industria constituye la base económica de la villa. Aunque tradicionalmente estuvo ligada a la fabricación de paños —se calculan más de un centenar de telares a mediados del siglo XIX—, actualmente predomina la fabricación de calzado. Los antecedentes de esta industria se remontan al siglo XVII, cuando se implantaron tres curtidurías junto al río Aranda. Su impulso se inicia en la década de 1920, si bien su consolidación tiene lugar en 1940, con el incremento de la producción y la aparición de numerosas fábricas, muchas de las cuales persisten actualmente.

El Castillo palacio ocupa la cota más alta de la villa, emplazado sobre un espolón rocoso. Declarado Monumento Nacional el 3 de junio de 1931 y Bien de Interés Cultural (BIC) en 1985, constituye un impresionante conjunto levantado en mampostería y ladrillo de planta rectangular muy alargada. Debido a la dilatación de las obras en el tiempo, pueden distinguirse en él tres estilos arquitectónicos: mudéjar, renacentista y barroco.

En el interior del edificio se encuentran interesantes yeserías barroco-mudéjares del siglo XVII, así como dos salas con friso gótico-mudéjar de círculos decorativos. Destacan la sala Dorada, que era el salón de protocolo, y la sala de la Alcoba, lugar de nacimiento de Benedicto XIII, el Papa Luna; ambas estancias están cubiertas con magníficos aljarfes policromados mudéjares. Tampoco hay que olvidar la sala del Mausoleo —antigua capilla del castillo—, lugar donde reposaron los restos del pontífice.[11]

La iglesia parroquial, dedicada a San Juan Bautista, es un templo de grandes proporciones, construido a base de ladrillo y tapial. Fue edificado en dos fases diferenciadas. En una primera fase, llevada a cabo en los siglos XIV y XV y atribuida al maestro Mahoma Ramí —arquitecto del Papa Luna—, se levantó una iglesia mudéjar de una nave y cabecera poligonal con dos torres flanqueando el tramo de los pies. A la segunda etapa, efectuada entre 1677 y 1678 por Juan de Marca, se debe la reforma barroca así como la reorientación del templo.[12]​ Los retablos de su interior están fechados entre el siglo XVI y el XVIII.

Destaca la Ermita de San Babil, patrono de la villa. Constituye un interesante ejemplo del barroco popular, construida en el siglo XVII. Se encuentra junto a la zona de las antiguas bodegas y se accede a ella desde una gran explanada dispuesta en varios niveles.

Por último, hay que mencionar la Casa Saldaña, edificio barroco de tres plantas del siglo XVIII.

Esta localidad es célebre por ser el lugar de nacimiento en 1328 de Pedro Martínez de Luna, más conocido con el apelativo de Papa Luna, papa en la obediencia de Aviñón. Cardenal desde diciembre de 1375, fue elegido pontífice en 1394. En una época en la que hubo hasta tres papas simultáneamente, se le pidió que renunciase al pontificado; al negarse, fue condenado en el concilio de Constanza de 1415 como hereje y antipapa, y depuesto.

Figura controvertida, ha sido objeto de numerosos estudios en todos los tiempos y desde diversos puntos de vista. Todavía hoy se debate entre la grandeza de su alma y su tesonería en la defensa de los derechos adquiridos en el pontificado.[13]

Murió en Peñíscola en 1424 y sus restos regresaron a Illueca, su villa natal. Sin embargo, según la tradición y las crónicas de la época, los restos de Benedicto XIII finalmente acabaron en el río Aranda durante la Guerra de Sucesión; sólo pudo ser recuperado su cráneo río abajo por unos labradores. Este fue posteriormente depositado en la capilla del palacio de los Condes de Argillo en Saviñán. No obstante, en abril de 2000 el cráneo del Papa Luna fue sustraído del palacio debido al estado de abandono que este presentaba. Tras su recuperación, se llevó a cabo un estudio para autentificar su identidad y fue posteriormente declarado Bien de Interés Cultural.[14]

El fútbol en la localidad, tanto masculino como femenino, está representado por el Club de Fútbol Illueca.



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