La iluminación en fotografía es utilizado para iluminar una escena o sujeto ya sea en fotografía, cine o televisión. La luz es el factor más importante en el arte fotográfico, ya que se vale de ella para ser creada, y su correcto control es determinante para el resultado final.
Consiste en dirigir y rebotar luz hacia un objeto con la intención de que ésta pueda ser registrada por una película, un sensor electrónico CCD o CMOS. La luz resulta fundamental en la fotografía ya que sin ella no es posible plasmar una imagen. Aparte de ser un factor físico imprescindible en el proceso fotográfico, la luz posee una función plástica de expresión y modelado que confiere un significado y un carácter tal, que muchas veces ella sola determina la calidad de una fotografía, aunque esto depende del gusto del fotógrafo y la técnica que emplee.
Los primeros flashes consistían en una cantidad de polvo de magnesio, mezclado con clorato potásico, cuya ignición se provocaba manualmente. Su primer uso data de 1864, pero su precio prohibitivo le impidió generalizarse hasta pasada una década. En 1880 se usó la mezcla de polvo de magnesio con un agente oxidante como el clorato potásico. El carácter explosivo del mismo hacía peligroso su uso.
En 1930 los flashes de lámpara o flashes de bombilla sustituyeron al polvo de magnesio. Eran bombillas de un solo uso que encerraban herméticamente un largo filamento de magnesio en una atmósfera de oxígeno. Su ignición se provocaba eléctricamente con el accionamiento del obturador de la cámara. Para evitar que estallasen, la presión del oxígeno de su interior era inferior a 1 atmósfera. Posteriormente, el zirconio sustituyó al magnesio para producir destellos más brillantes. Llegaron a popularizarse agrupaciones de 4 lámparas (el llamado cuboflash) y de unas 10 (el Flipflash).
En la actualidad las unidades de flash electrónico están constituidas por lámparas de xenón. Un flash electrónico contiene un tubo lleno de gas xenón, en el que una descarga eléctrica de alto voltaje genera un arco que emite un destello luminoso con una duración del orden de milésimas de segundo. La mayoría de cámaras destinadas al consumidor los incorporan.
Los ledes, aunque aún no alcanzan los niveles de potencia para reemplazar a los flashes de xenón de las cámaras de consumo, ya han sido usados en las cámaras de teléfonos móviles.
La luz es la parte de la radiación electromagnética que puede ser percibida por el ojo humano. Es un elemento imprescindible en la fotografía; de hecho la propia palabra etimológicamente proviene de φως (phōs, «luz» en griego). Para cuantificar y cualificar la luz, los usuarios de fotografía deben tener en cuenta que la propagación de la luz se mide según la amplitud y la longitud de la onda (la primera condiciona la intensidad y la segunda el color) y el ángulo de polarización (condiciona la direccionalidad).
Las propiedades ópticas de la luz son la transmisión, la refracción, la absorción, la reflexión y la difracción.
La sombra es aquella zona de la fotografía donde la luz presente no pudo llegar o que solo pudo llegar parcialmente. La sombra suele aparecer cuando los rayos de luz de una fuente luminosa inciden sobre un objeto y este proyecta su forma en el sentido contrario del que proviene la luz. La sombra que forma un objeto opaco se puede dividir en tres zonas bien diferenciadas según la física: la umbra, que es la parte más oscura y recóndita de una sombra, donde la fuente de luz es completamente bloqueada. Desde el punto de vista visual, representa la tonalidad más oscura de la sombra. La penumbra, que es la región en la cual solo una porción de la fuente de luz es ocultada por el cuerpo de oclusión, y la antumbra, donde es posible observar la fuente de luz rodeando al cuerpo opaco (eclipse anular).
En la fotografía, las sombras son utilizadas para crear un efecto dramático. En la fotografía de retrato y de detalle, las sombras dan volumen al sujeto fotografiado, mientras que una luz total sin sombras tiende a resultar en un cuerpo plano. Este efecto es mejor apreciado en sombras con una amplia escala de tonalidades del gris; cuanta más gradación del gris, más voluminoso. La fotografía de una sombra puede sugerir el objeto sin éste aparecer en la foto, solo la silueta de su sombra. Muchos artistas contemporáneos utilizan este efecto, como el galardonado fotógrafo americano Ray Metzker.
Otra aplicación de las sombras en la fotografía es el juego con siluetas, cuando el objeto se coloca a contraluz. Esta técnica se usa ampliamente en la fotografía de paisaje. Cuando se fotografía la luz atravesando objetos como ramas de un árbol o nubes, es posible ver rayos crepusculares. En la religión cristiana éstos se identifican con Dios. Los montajes en posproducción con Photoshop se utilizan para hacer que la sombra sea «independiente» al objeto.
En el cine de terror, las sombras son utilizadas para provocar misterio o tensión, como la silueta de las ramas de un árbol entrando por la ventana o reflejo de un coche en el techo de la habitación.
Cualquier objeto capaz de emitir luz puede ser usado para iluminar una escena. No obstante, los más utilizados son:
Ambas, luz natural y artificial no son incompatibles y una puede complementar a la otra (utilizando una como luz principal y la restante como luz de relleno).
La principal ventaja de la luz artificial es la capacidad del usuario de poder manipular la dirección, color e intensidad de ésta. No obstante, requiere cierto conocimiento técnico así como mayores costos. Otras fuentes de luz pueden ser velas, relámpagos, fuegos artificiales, la luz de la luna y el cielo estrellado, chispas eléctricas, fuego o incluso luciérnagas, ya que el sensor de la cámara es sensible a cualquier luz, depende del nivel creativo del usuario.
El Flash fotográfico es un dispositivo incluido en la mayoría de cámaras modernas que produce destellos de luz en situaciones de poca luz o para complementar a una fuente de luz mayor. La mayoría de cámaras desechables, cámaras compactas y cámaras réflex digitales modernas incluyen un flash integrado, que ofrece un nivel básico. Además, estas últimas son compatibles con otro tipo de flashes como los flashes externos. Los flashes externos tienen más potencia y se pueden montar en la zapata de la cámara o conectarse por cable o wireless.
El flash externo se compone de una antorcha, que emite el destello de luz gracias a un tubo de gas xenón, y un generador que proporciona la alimentación a la antorcha mediante un condensador. El número guía (NG) determinará la potencia y alcance de cada flash y la velocidad de reciclaje es el tiempo que tarda el flash en recargarse y poder sacar una segunda fotografía.
El flash anular o flash macro, ya que se utiliza principalmente en la macrofotografía y ocasionalmente en retratos. Se le denomina así porque tiene forma de anillo o disco y se coloca alrededor de la parte exterior del objetivo. De esta forma, la luz es más difusa y uniforme.
Los flashes de estudio se utilizan con un propósito profesional en estudios fotográficos únicamente debido a su tamaño. Estos se conectan directamente a la corriente eléctrica. Algunos modelos de flashes de estudio incluyen lo que se denomina luces de modelado, unas bombillas halógenas que están encendidas continuamente para que el usuario pueda prever las sombras aunque son de menor potencia que el flash. Igual que otros flashes, se acoplan fácilmente a trípodes y permiten acoplarle otros accesorios de iluminación como pantallas difusoras o paraguas.
Los focos de luz, luz continua o luces de estudio (del inglés, studio lighting /ˈstjuːdɪəʊ ˈlaɪtɪŋ/), es un dispositivo utilizado principalmente en estudios y produce luz continua, permitiendo que el sujeto esté constantemente iluminado y sea más fácil estudiar la iluminación que se desea. Puede ser una lámpara fluorescente, una lámpara de tungsteno, un reflector LED o un foco halógeno.
Los accesorios no emiten luz pero sí la difuminan y se valen de los dispositivos que sí la emiten. Los principales difusores son las sombrillas o paraguas y las ventanas de luz o softboxes. La principal diferencia es que los primeros dirigen la luz en un ángulo más amplio y los últimos tienden a orientar la luz en una misma dirección. Ambos producen una luz más natural y difusa. Los paraguas se unen al flash o foco con una varilla y las softboxes con un Anillo de velocidad.
Otros accesorios son:
Tanto en fotografía como en teatro y cine es común recurrir a un sistema de iluminación conocido como iluminación de tres puntos. Éste clasifica en tres tipos a las luces de una escena, dependiendo de la función que tengan en la fotografía. Estas son: luz principal, luz de relleno y luz de contra o contraluz. También existe una iluminación de cuatro puntos, la cual es igual a la anterior, añadiendo la luz de fondo.
La luz principal o clave
es la luz protagonista de la foto y la que marca el esquema general de las luces. Es la luz más intensa en la imagen. Por lo general, las luces principales están situadas ligeramente por encima del sujeto fotografiado.La luz de relleno, tal y como dice el nombre, se utiliza para completar las áreas que queden ensombrecidas por la luz principal. Suelen colocarse en el lado contrario al de la luz principal o como mínimo a 90º de ángulo, para iluminar al sujeto desde los dos ángulos. Es decir, si la luz principal se coloca a su izquierda, la luz de relleno se puede colocar a su derecha. Su potencia suele ser inferior, de forma que el sujeto queda más iluminado por un lado que por el otro. Esto se hace para darle volumen y evitar una cara «plana».
Aunque varía mucho en función de cada fotografía, con una luz principal y otra de relleno sería suficiente para tener un juego de luces completo y profesional. No obstante, existen otras luces como la luz de fondo que únicamente ilumina el fondo de la fotografía para evitar una gran diferencia entre la iluminación del sujeto y la del fondo. Esta luz suele ser muy tenue y difuminada.
También se usan luces duras y directas desde un lado del sujeto para «separarlo» del fondo, en el caso de que no se diferencie muy bien. Estas luces se conocen como luces de contra y resaltan la silueta del sujeto.
En fotografía, especialmente en la fotografía de estudio (aunque no siempre) un setup, set-up (del inglés, /ˈsɛtʌp/ "arreglo", "organización") o esquema de iluminación es la disposición de los focos, flashes, reflectores y otro equipo lumínico en relación a la cámara y al sujeto.
Dependiendo de la intención que se tiene a la hora de hacer la foto o del modelo u objeto que estemos utilizando, unos setups convendrán más que otros.
Aprender a utilizar correctamente todos los dispositivos y aparatos en la iluminación fotográfica requiere un gran conocimiento por parte del usuario. Es común en centros de enseñanza impartir clases específicamente sobre iluminación en fotografía o en cursos más generales, la iluminación es uno de los temas más amplios del título.
Algunas de las técnicas más usadas entre los usuarios de flashes es el sistema de luz rebotada, que consiste en dirigir el destello de la antorcha hacia arriba o al lateral. De esta forma la luz rebota en la pared o el techo y ofrece más matices en el cuerpo del sujeto. La principal ventaja es que la luz del flash no choca directamente con el modelo, ya que no es favorecedor.NG 40 mínimo.
No obstante, para realizar esta técnica se requiere un flash externo potente, deOtra técnica con la que se puede jugar con la luz es la «segunda cortinilla» (del inglés, second-curtain flash). Este procedimiento potencia el movimiento en las fotos y ofrece unos resultados muy creativos. Su nombre hace referencia a las dos cortinillas del obturador de la cámara. La primera se abre para dejar que la luz llegue al sensor y la segunda lo tapa. Por lo general, los flashes (internos y externos) están configurados para disparar la luz en el momento en el que baja la primera cortinilla. De esta forma, lo que llega al sensor es el sujeto ya iluminado por el flash. En cambio, en esta técnica, el flash se configura para que dispare justo antes de bajar la segunda cortinilla, de manera que el sensor atrapa la luz con y sin flash y queda un efecto de «.
Determina la nitidez, del borde de las sombras y, por tanto, la dureza o suavidad de la imagen. La luz dura produce, en general, efectos fuertes y espectaculares, mientras que la suave resta importancia a las sombras y hace que sea el volumen del motivo el que domine sobre las líneas.
Ambos tipos de iluminación, están determinados por el tamaño y proximidad de la fuente luminosa. La luz dura procede de fuentes pequeñas y alejadas, como el sol y las bombillas o flashes directos. La distancia y el tamaño determinan el grado de dureza. La luz dura es idónea para destacar la textura, la forma y el color; y proporciona el mayor grado de contraste.
La iluminación semidifusa procede de fuentes más grandes y próximas al objeto y, aunque produce sombras definidas, ya no tienen los bordes nítidos. Este tipo de luz destaca el volumen y la textura, pero sin sombras negras y vacías y sin el elevado contraste de la luz dura. El color resulta más apagado.
La luz suave es muy difusa y no proyecta apenas sombras. La fuente luminosa ha de ser muy extensa, como un cielo cubierto, o rebotar sobre una superficie muy grande y próxima, como el techo, pantallas, lienzos, etc. Esta iluminación es la menos espectacular de todas pero la más agradable y fácil de controlar. El control del contraste, uno de los principales problemas con que se enfrenta el profesional, queda perfectamente resuelto con este tipo de luz.
La combinación de longitudes de onda en la luz natural varía con la hora del día debido a la diferente refracción de los rayos en la atmósfera. A mediodía todos los rayos refractan por igual y la luz aparece blanca. Las moléculas del aire dispersan parte de la luz, sobre todo las radiaciones más cortas y por ello vemos el cielo azul.
Al atardecer, el sol debe atravesar una capa más gruesa de aire; El extremo rojo del espectro es el que sufre una mayor refracción, y, por tanto, los atardeceres son rojizos. La intensidad de la luz como factor determinante del color es únicamente una ilusión óptica debida a la peculiar fisiología de nuestra retina.
El color viene determinado por la longitud de onda de la luz, por el color intrínseco del objeto y por la condición del sensor o papel sensible. Existen dos dimensiones del color, el color luz o colores aditivos, cuando la suma de todos ellos resulta en el color blanco, y el color pigmento o colores sustractivos cuando resultan en negro. La teoría del color es una de las nociones básicas que aprenden los usuarios de fotografía y en iluminación es necesario saber dominarla cuando se usan filtros u otros colores que no sean la luz blanca. Tanto la luz solar (excepto cuando sale o se pone el sol) como la luz de un flash o foco son todas blancas.
La temperatura de color varia entre los 1000 k y los 10 000 k y determina si la luz es cálida, cuando es inferior a 5.500 k o si es fría, cuando es superior a los 5.500 k. Cada tipo de lámpara emite un tipo de luz diferente; la candela son 3.000 aproximadamente, la lámpara de tungsteno son alrededor 3.300 k, la lámpara fluorescente son 4.000 k aproximadamente y la de un flash 5.500 k.
Ni la teoría del color ni la temperatura de color afectan en la fotografía en blanco y negro.
La dirección de la luz y la altura es el ángulo de direccionamiento de las luces hacia el modelo y tiene una importancia decisiva en el aspecto general de la fotografía. Variando la posición de la fuente, pueden resaltarse los detalles principales y ocultarse los que no interesen. De la dirección de la luz también depende la sensación de volumen, la textura y la intensidad de los colores. Como ejemplo se puede citar que una luz dirigida de manera horizontal puede sugerir tranquilidad o ambiente de atardecer.
Aunque las posiciones de la luz respecto al motivo y la cámara pueden ser infinitas, todas ellas pueden incluirse en mayor o menor medida en uno de los siguientes tres tipos:
Produce aplanamiento de los objetos, aumenta la cantidad de detalles pero anula la textura. Los colores se reproducen con gran brillantez.
La luz viene desde detrás de la cámara, por lo que incide frontalmente en el sujeto. Ésta constituye la manera más básica e infalible de orientarse a la hora de disparar. También es la mejor forma de captar un bonito cielo azul como fondo.
Destaca el volumen y la profundidad de los objetos tridimensionales y resalta la textura; aunque da menor información sobre los detalles que la luz frontal y además, aumenta el contraste de la imagen.
Convierte los motivos en siluetas, lo cual puede resultar conveniente para simplificar un tema conocido y lograr su abstracción, además de obtener la supresión de los colores.
En esta iluminación la fuente de luz se ubica arriba del objeto a fotografiar. Generalmente no se realiza de manera artificial en estudios, sino para exteriores, utilizando luz natural del mediodía. La imagen que produce presenta zonas con iluminación sumamente clara y sombras verticales muy marcadas.
Las funciones de las luces kicker o de reborde no es la de ser una luz principal que ilumine, su función es la de dotar una luz de efecto que nos va a servir para contornear y perfilar la figura del modelo del fondo. Es decir, da trimidensionalidad a la imagen, profundidad y dimensión en la escena. Si mirásemos un reloj, la luz kicker es una luz que normalmente se coloca, de 9h a 11h o bien de 1h a 3h, puede ser una o dos puntos de luz (una a cada lado) si queremos hacer un esquema de alto contraste.
La calidad de la luz es la capacidad de definir las sombras y contrastes de una fotografía. Se denomina luz dura a la que provoca altos contrastes y sombras bien definidas aportando mayor dramatismo a la escena. Ésta se consigue con una fuente de luz más directa y es ideal para resaltar texturas. En cambio, la luz suave consiste en sombras mucho más difuminadas. Se logra con difusores y reflectores que dispersen la luz.
La luz solar del mediodía o un flash sin difusor son ejemplos de luces duras. La luz de un día nublado, en interiores o de un flash con difusor son ejemplos de luz suave.
Cada esquema de iluminación produce un efecto diferente en sujeto en relación a nivel de realismo de la iluminación. La luz más real es la iluminación natural, y por consecuencia la luz solar. También se puede lograr este efecto con luz artificial, cuando estos imitan la luz del sol. En este caso, hay una única fuente de luz principal que ilumina al sujeto desde arriba y ocasionalmente en lateral.
La iluminación naturista sigue los cánones de la pintura clásica sobre la luz y consiste en una representación de la luz natural pero no fiel a ella, pudiendo crear atmósfera y carácter gracias al uso de varias fuentes de luz y reflectores.
La iluminación abstracta se considera realista porque el sujeto es fácilmente reconocible, pero debido a la luz, su color, forma o estructura se han visto alterados.imagen, da la impresión de deformar al sujeto o incluso fantasmagórico. Es la iluminación menos realista pero a la vez da campo abierto a la creatividad del usuario.
Una técnica común para crear un efecto abstracto es la contraluz. La iluminación irreal viene dada por una distribución antinatural de la iluminación. Crea tensión en laIluminación natural
Iluminación naturista
Iluminación abstracta
Iluminación irreal
El sistema de zonas es un método desarrollado en los años 30 por Ansel Adams y Fred R. Archer e inicialmente concebido para revelar negativos en blanco y negro. La principal función del sistema de zonas es la de poder ofrecer al usuario un recurso fiable que indique la escala de grises, desde el blanco hasta el negro. Son un total de once zonas y el sistema ha permanecido vigente hasta hoy día sin modificaciones. Gracias a esta escala, era más fácil revelar fotografías.
Actualmente, la fotografía digital ha dejado en cierto modo de lado la función del sistema de zonas. No obstante, se sigue utilizando la escala para definir cuándo una fotografía está en clave alta o clave baja. Este tipo de fotografías suelen tener una enorme carga emocional y consisten en fotografías extremadamente blancas (clave alta) o extremadamente negras (clave baja).
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