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Intoxicación por talio



La intoxicación por talio o taliotoxicosis es altamente peligrosa. El talio (Tl) es incoloro, inodoro y sin sabor, se absorbe rápidamente en el tubo digestivo y se distribuye pasando por la circulación entero-hepática.[1]​ El contacto con piel es tóxico, es necesario ventilar los lugares en donde se funde este metal.[2]​Muchos componentes del talio son altamente solubles en agua, por lo que son fácilmente absorbidos por la piel. La exposición al talio y sus componentes no deben superar 0.1 mg por m2 de piel en un tiempo de 8 horas (trabajo de 40 horas a la semana). Se sospecha que el talio puede ser carcinogénico.

Parte de la razón de la alta toxicidad del talio es que, cuándo está presente en una solución acuosa como el talio univalente(I) ión (Tl+), muestra algunas semejanzas con las cationes esenciales de los metales alcalinos, particularmente potasio (debido a radios iónicos similares). por lo que puede entrar al cuerpo absorbido como el potasio.[3]​ Otros aspectos de la química del talio que difiere fuertemente de otros metales alcalinos es su afinidad química con el azufre. De esta manera, esta sustitución rompe muchos procesos celulares al interferir con la función de las proteínas que incorporan la cisteína, un aminoácido que contiene azufre.[4]​ La toxicidad del talio ha llevado a su uso como veneno de ratas y hormigas (aunque ha sido descontinuado en muchos países).

Entre los efectos distintivos de la intoxicación por talio está la pérdida de cabello (anteriormente se utilizaba como producto depilatorio, antes de saber sobre su toxicidad) y la neuropatía periférica (las víctimas pueden experimentar la sensación de caminar sobre carbón caliente), aunque la pérdida del cabello ocurre con dosis pequeñas; en dosis altas, el talio mata antes de ver este efecto.[5]​ En el pasado, el talio fue un elemento mortal antes de entender su toxicidad y descubrir un antídoto (azul de Prusia).[6]​ De hecho, el talio ha sido llamado "El envenenador del envenenador" ya que es incoloro, inodoro e insípido, actúa lentamente, el dolor experimentado y la variedad de síntomas pueden llevar a pensar que se trata de otra enfermedad.[7]

Según los Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos, hay reportes de que se liberó talio en Texas y Ohio. Esto puede llevar a la bioconcentración en ecosistemas acuáticos.[8]

El sulfato de talio, inodoro e insaboro, ha sido usado como veneno de ratas y hormigas. Desde 1975, su uso ha sido prohibido en Estados Unidos y en muchos otros países por razones de seguridad.[9]

El cuadro clínico es de presentación insidiosa y de latencia variable (8 o más días). La sintomatología inicia de 48 a 36 horas después de ingerido el tóxico con un cuadro gastrointestinal leve, caracterizado por náuseas, vómito y estreñimiento (Fase gastrointestinal). Luego llega un periodo de escasa sintomatología con malestar general, dolor óseo y decaimiento (Fase “gripal”).

Después aparece la sintomatología neurológica con polineuropatía ascendente, parestesias en segmentos distales de las extremidades, dolor retro-esternal, dolor abdominal tipo cólico que se calma a la palpación profunda (por neuritis del plexo solar), hiperreflexia generalizada, glositis, taquicardia, híper o hipotensión (por irritación simpática), alopecia generalizada (respetando tercio interno de cejas, vello púbico y axilar), hiperhidrosis, que posteriormente se traduce en anhidrosis, líneas o surcos de Mess ungueales, alteraciones electrocardiográficas (onda T negativa por hipokalemia), encefalitis tálica (parálisis pseudobulbar), cuadros de tipo esquizoparanoide o esquizofreniformes (Fase Neurodermatológica).

Complicaciones frecuentes: Polineuroradiculopatía y/o parálisis de músculos intercostales de mal pronóstico para la supervivencia del paciente. Puede llevar a la muerte[1]​.

El talio puede ser cuantificado en sangre u orina como una herramienta de diagnóstico en situaciones de intoxicación clínica o como ayuda en la investigación de muertes sospechosas. En una persona sana, la concentración de talio en la sangre u orina es menor a 1 microgramo por litro, en sobrevivientes de intoxicación aguda, la concentración es de 1–10 microgramos por litro.[10][11]

Hay dos métodos principales de sacar los isótopos radiactivos y estables del talio en humanos. El primero es utilizar azul de prusia, el cual es un material de intercambio iónico, el cual absorbe el talio. Una persona puede ingerir hasta 20 g de azul de prusia al día. La hemodiálisis y la hemoperfusión son también utilizadas para remover el talio de la sangre. En la etapa más tardía del tratamiento, se utiliza potasio para sacar el talio de los tejidos.[12]

Hay numerosos casos documentados de envenenamiento por talio.[13]​ Debido a su uso para asesinatos, el talio ha obtenido apodos como "El veneno del envenenador" y "El polvo de la herencia" (junto con el arsénico).

En Australia, a principios de la década de 1950, hubo un notable aumento en los casos de asesinato o intento de asesinado por envenenamiento con talio. Debido a la infestación de ratas en algunos de los suburbios (notablemente en Sydney), y a la efectividad del talio como veneno de rata, el producto se encontraba disponible en las tiendas, donde el sulfato de talio se comercializaba bajo la marca "Thall-rat".

El documental australiano "Recipe for Murder", lanzado en 2011, examina tres de los más notables casos de intoxicación por talio; los de Fletcher, Monty y Grills.



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