x
1

Ixodoidea



Los ixodoideos (Ixodoidea) son una superfamilia de ácaros, conocidos popularmente como garrapatas. Son ectoparásitos hematófagos (se alimentan de sangre) y son vectores de numerosas enfermedades infecciosas entre las que están el tifus y la enfermedad de Lyme. Son los ácaros de mayor tamaño.

Hay dos familias reconocidas, Ixodidae y Argasidae y una tercera en discusión, Nuttalliellidae.[cita requerida]

Las garrapatas de la familia Ixodidae son comúnmente conocidas como garrapatas duras. Atacan a numerosos mamíferos, incluido el ser humano. Algunos géneros son:

Las garrapatas de la familia Argasidae son comúnmente conocidas como garrapatas blandas. Parasitan sobre todo aves.

Las familia Nuttalliellidae comprende a un único género, el género Nuttalliella,[1]​ con una única especie conocida Nuttalliella namaqua.[2]

Están divididas en dos partes:

En las hembras existe un aparato especial para producir una sustancia protectora de los huevos llamado órgano de Gené, y su aparato reproductor está formado por un solo ovario, un oviducto y un orificio genital. El de los machos está formado por testículos, vesículas seminales y vasos deferentes.

El único método de transmisión es el contacto directo y pueden esperar meses hasta encontrar un hospedador. Tras localizar un lugar adecuado para fijarse, las garrapatas perforan la piel con el extremo distal dentado de sus quelíceros y empiezan a succionar sangre, a la vez que introducen el hipostoma sirviendo como primer elemento de anclaje. Mientras, los pedipalpos se retiran hacia los lados y quedan fuera. Estos no participan en la picadura.

Segregan un cono de cemento alrededor de las piezas bucales obteniendo un anclaje definitivo y seguir alimentándose. Este cemento es un fluido rico en proteínas, lípidos y carbohidratos, que puede provocar enfermedades en la piel.

Durante la perforación de la piel, los quelíceros y el hipostoma desgarran los vasos sanguíneos provocando una hemorragia. Al mismo tiempo, las garrapatas inoculan, es decir, introducen el virus o la bacteria, a la saliva, cuyas moléculas cooperan con la respuesta inflamatoria e inmunitaria del hospedador para formar un pequeño absceso o cavidad de alimentación en el extremo de los apéndices bucales, desde el cual succionan la sangre. Las garrapatas inoculan la saliva y succionan la sangre a través del mismo canal, de manera que realizan ambas funciones alternativamente durante todo el tiempo que tardan en completar la toma de sangre.

La garrapata se termina soltando del animal cuando se llena, pero esto puede tardar varios días. En su boca, las garrapatas tienen una estructura que les permite engancharse firmemente al lugar del que están chupando sangre. Lo primero que hay que aclarar es que la mayoría de las picaduras de garrapatas son inofensivas, no conllevan la transmisión de gérmenes patógenos; además, aunque inoculen gérmenes, la mayoría de las veces no se manifiestan síntomas de la enfermedad.

Durante la toma de sangre, a través de varias vías como la saliva, la regurgitación del contenido intestinal o las heces, las garrapatas pueden transmitir a sus hospedadores un amplio y variado conjunto de patógenos causantes de graves enfermedades, algunas de ellas letales. Entre las moléculas salivales que las garrapatas inoculan al hospedador, las hay con propiedades analgésicas y otras que previenen la coagulación, la inflamación y la activación de los mecanismos defensivos del sistema inmunitario del hospedador, así como toxinas que pueden provocar parálisis y toxicosis en los animales

Aunque la mayoría de las picaduras de garrapata son inofensivas, pueden propagar una enfermedad llamada enfermedad de Lyme causada por la Borrelia burgdorferi. Esta enfermedad causa artritis, trastornos del corazón y del sistema nervioso como encefalitis o meningitis. La época de mayor riesgo para contraer esta enfermedad es al final de la primavera y el inicio del verano. Los síntomas por los que se identifica esta enfermedad son similares a los de una gripe común (fiebre, dolor muscular, malestar general, cefalea y fatiga), precedidos de un "eritema crónico migrans[3]​" (mancha rojiza circular o sarpullido) como primer signo de la enfermedad.

El diagnóstico se realiza mediante una demostración de anticuerpos frente a la Borrelia burgdorferi. El tratamiento suele ser tetraciclina o penicilina; macrólidos. Es necesario tratar esta enfermedad a la mayor brevedad, ya que incluso el 15% de los pacientes que reciben tratamiento inmediato sufren complicaciones. En ocasiones esta enfermedad es confundida con artritis reumatoide, meningitis o esclerosis múltiple.

Una vez detectada la garrapata se debe retirar lo antes posible, sin precipitación, pero evitando dejar pasar tiempo innecesario. Lo ideal es que se retire al parásito evitando que regurgite sus peligrosos jugos bacterianos al torrente sanguíneo. Se deben descartar métodos tradicionales como el uso de alcohol, aceite, vaselina, petróleo, esmalte de uñas u otros productos, porque crean una especie de película alrededor de la garrapata que impide que respiren, lo que parece acelerar la regurgitación de sangre. Tampoco deben cortarse, quemarse y, sobre todo, no se debe tirar con los dedos aplastando su cuerpo, pues en este momento podría producirse la inoculación de fluidos infecciosos desde la garrapata hacia el cuerpo del hospedador.

La forma correcta de retirarla es usando unas pinzas, de punta estrecha, de ser posible curvadas, con las que sujetaremos la garrapata por su zona bucal, lo más cerca posible de la piel del hospedador, evitando aplastar el cuerpo. A continuación realizar una tracción continua y lenta (podría llevar casi un minuto), progresiva, sin excesiva fuerza, nunca bruscamente, en perpendicular a la piel hasta conseguir su extracción. Si alguna parte del aparato bucal de la garrapata queda en el interior de la piel, usar la hoja de un bisturí o una aguja para extraer los restos; en cualquier caso si quedara algún cuerpo extraño lo normal es que pasados unos días sean expulsados por el cuerpo afectado. No se debe rotar en el proceso de extracción.



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Ixodoidea (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!