Kālidāsa (devanāgari: कालिदास) fue un poeta y dramaturgo indio hinduista, que vivió aproximadamente en el siglo VI de nuestra era.
El dato más relevante para ubicar cronológicamente a Kālidāsa es que se le menciona como uno de los nava-ratna (‘nueve joyas’) de la corte del rey «Vikramaditia». Entre esos nueve sabios se cuenta el astrónomo Varaja Mijira, quien vivió entre el 505 y el 587 d. C. Un candidato a ser este tal rey Vikramaditia es Chandragupta II Vikramaditia, emperador del Imperio gupta, pero este reinó en Uyyain entre el 375 y 415 d. C., o sea, un siglo antes del nacimiento de Varaja Mijira.
Un terminus ante quem (‘límite antes del cual’) habría vivido Kālidāsa es dado por la primera vez que se lo menciona existente en la India, en el Prashasti del año 634 en el templo de Aihole (en el distrito de Bagalkot, del estado de Karnataka), que tiene una referencia acerca del talento de Kālidāsa. Un terminus post quem (‘límite después del cual’) se puede deducir de su obra Malavika-Ágni-Mitra, en la que el protagonista, el rey Ágni-Mitra de la dinastía sunga, asumió el trono de Magadha en el 152 a. C.
Algunos autores discreparon sobre su datación, tal es el caso de Francis Wilford, que situó a Kālidāsa en una época incorrecta.
Los poemas de Kālidāsa sugieren que era un brahmán (sacerdote). Pero de su vida nada se conoce precisamente porque lo único que se sabe sobre él son leyendas. Según sus propios dichos, en su juventud había sido conocido por su belleza, que hizo que una princesa llamada Vidiottama pidiera casarse con él.
Kālidāsa había crecido sin mucha educación, y la princesa era extremadamente erudita, y empezó a avergonzarse de la ignorancia y tosquedad de su esposo. En una ocasión, la princesa Vidiottama trató con sarcasmo a Kalidasa, y este quiso suicidarse tirándose a un pozo. En ese momento le pidió ayuda a su diosa Kali, y fue recompensado con un regalo súbito y extraordinario de capacidad poética. El nombre de Kalidasa ("servidor de la diosa Kali", siendo kali: ‘la negra’, y dasá: ‘esclavo’) podría ser un seudónimo basado en la devoción que sentía el poeta por su diosa adorable. Se desconoce el nombre original de Kālidāsa. El nombre de la erudita Vidiottama posiblemente sea una indicación de su inexistencia histórica, ya que significa justamente ‘erudita’, siendo vidiá: ‘conocimiento’, y ut-tama: ‘supremo’ (‘más allá de la ignorancia’).
Kālidāsa escapó del reino y en Uyaín entró al servicio del rey Vikrama Aditia como poeta. Se convirtió en el más brillante de los návaratna (‘nueve joyas’) de la corte del rey Vikramaditia. Eran los otros sabios Amara Simja, Dhanuan Tari, Ghata Karpara, Ksapanaka (‘ayunador desnudo’, quizá el astrónomo yaina Siddha Sena), Shanku, el astrónomo Varaja Mijira, Vara Ruchi y Vetala Bhatta.
Muchas obras son tradicionalmente atribuidas a su autoría, pero algunos estudiosos han identificado solamente seis como genuinas, y una más como probable.
Su obra más famosa es el drama en sánscrito Shaquntalá, que se considera una de las obras maestras de la literatura india. La traducción realizada por William Jones (1746–1794) del drama Sakuntalá tuvo un éxito considerable e inspiró a Goethe una bella estrofa. El compositor británico John Foulds (1880-1939) compuso música para acompañar su representación.
Otros dos dramas suyos son Malakiva y Agnimitra y Urvasi ganada por el heroísmo.
También escribió los famosos poemas líricos La nube mensajera (Meghaduta) y La ronda de las estaciones (Ṛtusaṃhāra) y las epopeyas El nacimiento de Kumara (Kumārasambhava) y La familia de Raghu (Raghuvaṃśa). En todas estas obras, Kalidasa se muestra como un maravilloso poeta de la naturaleza y como un maestro de lo patético, del que se admira siempre su viva imaginación, la riqueza de su pensamiento y las grandes cualidades expresivas.
Muchos eruditos occidentales y orientales han escrito comentarios sobre las obras de Kālidāsa (sobre todo sobre sus dos poemas épicos y la Meghadūta). Las más estudiadas son los de Kolāchala Mallinātha Flote, escrito en el siglo XV, durante el reinado del emperador Deva Raya II del Imperio vijayanagara. Los primeros comentarios que han sobrevivido y nos han llegado parecen ser de Vallabhadeva, un estudioso de Cachemira del siglo X. Eminentes poetas sánscritos como Bana Bhatta, Yaiádeva y Kummanam Rajasekharan han prodigado elogios sobre Kalidasa. Un conocido poema sánscrito (Upamā Kālidāsasya...) loa su habilidad en la upamā. Anandavardhana, un crítico muy venerado, consideraba a Kālidāsa como uno de los más grandes poetas en sánscrito que han existido. Solo se han publicado hasta la fecha un pequeño puñado de los centenares de antiguos documentos en sánscrito sobre Kālidāsa y sus obras. Estos documentos aportan pruebas de una revisión progresiva de su poesía a lo largo de los siglos.
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