x
1

Kendo



El kendo[1]​ [en japonés, (剣道)] es un gendai budō, o arte marcial japonés moderno formativo que destaca por el uso y manejo del sable de bambú o shinai. El nombre significa 'camino del sable' y proviene de los ideogramas 剣 (ken, 'sable', 'espada') y 道 (, 'camino', 'sendero', 'vía').

El kendo es considerado el heredero directo de varias de las escuelas de esgrima japonesas conocidas como ryū; siendo influido especialmente por la escuela Ono-ha Ittō-ryū; en estas escuelas o ryū se entrenaban los legendarios guerreros medievales japoneses o samurái en el arte clásico de la esgrima con sable o kenjutsu.

En el kendo se enfrenta al oponente portando una armadura (bōgu) y un sable de bambú (o shinai); asimismo como en todo arte marcial tradicional hay formas preestablecidas o kata, las cuales son ejecutadas en parejas y con sables de madera o (bokuto).

Es importante notar que en algunas ocasiones como en exhibiciones, las kata se ejecutan con el sable japonés real o (katana), y que además el kendo, es el arte marcial y deporte de combate que más ha influido junto con el judo; al desarrollo metodológico, pedagógico y, en la terminología, de las artes marciales japonesas modernas desarrolladas en el siglo XX o gendai budō como el karate, y el aikidō; debido a que varios de los maestros fundadores y/o difusores de estas disciplinas en Japón y en occidente, lo practicaron como parte de su formación marcial.

Desde tiempos antiguos los guerreros samurái del Japón han sido formados a través de la práctica de las armas con una especial atención a la esgrima clásica o kenjutsu. Algunos guerreros excepcionales desarrollaron y codificaron su propio estilo de esgrima, y establecieron escuelas de adiestramiento que continuaron durante siglos, cuya forma básica aún se practica hoy. Los nombres de algunas de las escuelas reflejan la esencia filosófica del fundador. De esta manera la Ono-ha Ittō-ryū (escuela de un solo sable/corte) indica la idea de su fundador, el maestro Itō Ittōsai respecto a que todos los cortes con el sable emanaban desde y estaban contenidos en un corte esencial original. Asimismo, la variante Ittō Shōden Mutō-ryū (escuela sin espada) expresaba la comprensión de su fundador Yamaoka Tesshu, que decía "No hay sable fuera de la mente" asimismo expresaba el entendimiento de que la esencia de la esgrima trascendía el proceso de pensamiento reflexivo.

Después de la restauración Meiji a finales del siglo XIX en 1896, se reformaron las artes marciales tradicionales en el Japón. Originando lo que hoy conocemos como el gendai budō o artes marciales modernas. En el caso de los estilos de esgrima con sable clásica o kenjutsu; estos fueron transformados y codificados en el Kendo moderno, conservando los ejercicios formales de las escuelas más representativas del kenjutsu. Siendo estudiados hoy en día usando sables de madera o (bokken) en forma de esquemas de combate preestablecidos o kata. En los entrenamientos y en el combate deportivo o shiai se usan el sable de bambú o (shinai), golpeando a objetivos predeterminados, protegidos por una armadura.

Así pues hoy en día aún es posible embarcarse en la búsqueda de la espiritualidad del guerrero samurái de antaño. Conceptos como el mushin o 'mente vacía' tan expresados exponentes del zen son la esencia del logro de los más altos niveles en el arte del kendo. Otros conceptos inherentes a la práctica, como el fudoshin o 'mente impasible' son conceptos atribuidos a la deidad Fudo Myo-O (Acala), uno de los cinco 'reyes de la luz' en el budismo shingon, implica que las barreras no pueden ser arrastradas por la desilusión de la furia, duda, miedo o sorpresa presentadas por las acciones del oponente.

En 1920, Dai Nihon Butokukai (大日本武徳会, entidad promotora de la regulación de las artes marciales, tras la Segunda Guerra Mundial) (1939-1945) cambió el nombre de la esgrima clásica conocida como: kenjutsu (剣術, técnica del sable) o gekiken (撃剣, sable golpeador) por el término kendo.

El nivel de un practicante de kendo se mide, como en otras artes marciales formativas modernas o Gendai Budo, por el sistema (kyū- dan) como en el caso del Karate-Do y el Judo por medio de graduaciones. En el caso del kendo, existen seis grados básicos o kyū (sexto kyū siendo el más bajo y primer kyū el más alto) y ocho grados intermedios y avanzados o dan, el primer dan o shodan es el más bajo y el más alto que se puede alcanzar por medio de exámenes es el octavo dan o hachidan. El examen de octavo dan permanece como el examen más exigente de todos en Japón, lo aprueba generalmente menos del uno por ciento de los aspirantes (se le considera aún más difícil que el examen estatal para convertirse en abogado, considerado el más duro del país).

Si bien los grados kyū se exhiben por medio de cinturones de colores en otras artes marciales tradicionales como el Karate-Do y el Judo, y los grados dan por medio del cinturón negro, en el kendo no hay signos visibles que indiquen el grado de la persona. En su filosofía la graduación no tiene importancia: lo relevante es el kendo que el practicante hace y demuestra. La obtención de los grados básicos o intermedios o kyū están regulados por las organizaciones nacionales, cada país establece las reglas para su obtención, los grados superiores o dan están regulados por la Federación Internacional de Kendo o FIK.

El bogu es usado sobre ropa que consiste en una chaqueta de algodón gruesa (el kendōgi) y un par de pantalones de anchos pliegues similares a una falda o hakama. Un pañuelo amplio hecho material suave (tenugüi, a menudo decorado con caligrafía japonesa y símbolos poderosos) que se usa debajo del casco o men para absorber el sudor y minimizar el roce.

Las armaduras o bogu también son llamados kendōgu, y varían según su calidad de amortiguación de impactos y precio, dependiendo de la cantidad de milímetros que separan las costuras (cuantos menos milímetros, mejor). El precio también varía dependiendo si la manufactura del bogu fue artesanal o industrial. Independientemente de la calidad del bogu, un practicante siempre debe ser muy atento en su mantenimiento, higiene, y aspecto general.

Uno se coloca la armadura de la siguiente manera:

Men (面)

(胴)

Tare (垂れ)

Kote (小手)

Bogu de kendo

Hay que tener en cuenta que los himos (cordones) al amarrarlos deben coincidir todos al mismo largo.

Para sacarse la armadura se sigue el proceso inverso, empezando por el kote derecho.

Cuando se empaqueta la armadura debe tenerse presente que:

Para guardarla se extiende el tare (protector de muslos, y de la entrepierna) o el (protector del abdomen) en la estera o tatami, es más correcto poner el tare antes, pero el absorbe mejor los golpes y al ser colocada así previene que se estropeen otras partes del bōgu, después se pone encima con la parte de la cintura o del cuello de la siguiente pieza que hayas elegido dejar para después, si es el tare o el , después se introduce el men (casco) con la rejilla hacia arriba y el tenugi (pañuelo amplio) dentro, luego se insertan los kotes (o protectores de antebrazos) dentro del men, y por último los guantes dentro de los kotes, así si se tienen muñequeras que se llevan en algunos casos para prevenir lesiones. Todos los himos deben quedar bien recogidos dentro de sus respectivas piezas.

El kendō es un método de entrenamiento para el combate con sable de listones de bambú o shinai.

La práctica del kendō va desde un aspecto meramente deportivo (shiai), hasta la práctica de formas tradicionales con el sable japonés (Nihon Kendo Kata) que recopilan varias de las técnicas provenientes de las escuelas clásicas de kenjutsu, pasando por un marcado desarrollo de los valores de la persona. Todo esto lo hace difícil de definir, ya que busca ser algo más que un arte marcial tradicional (budō), y algo más que un deporte competitivo. A los kendōka (practicantes de kendo) les gusta definirlo como un modo de vida. Además de que su filosofía puede aplicarse para enfrentar cualquier tipo de adversidad.

El peso total del equipo es cerca de 5 kilogramos. Durante una sesión de entrenamiento, se pierde tanta agua como en un día de verano fuerte o una sesión de aeróbica de alto impacto. El combate y la práctica del kendō es de hecho un gran ejercicio cardiovascular incluso si no se está interesado/a en participar en competiciones.

Los principiantes siempre empiezan a entrenar sin armadura. Se comienza por aprender varias técnicas de movimiento de los pies (ashi sabaki), del cuerpo (Tai sabaki) y los cortes principales o suburis, buscando la obtención de un completo control del sable de practica o Shinai, que debe ser dominado antes de que sea tiempo para ponerse la armadura o bōgu y empezar a golpear con fuerza sobre el oponente; posteriormente se ejecutan todos los cortes con la armadura completa en contra de un oponente. Las pocas técnicas de corte necesitan ser practicadas y refinadas una, y otra vez siguiendo el método kaisen o de mejoramiento continuo encontrado en todo arte marcial japonés; entre las varias técnicas y tácticas hay: contraataques, técnicas de evaluación de la situación, técnicas de movimiento rápido, desplazamiento tácticos, fintas, amagues, etc. Y el desarrollo de la resistencia y la agilidad.

Uno de los principios del kendō es llamado "KI-KEN-TAI no ichi", que significa que el espíritu, (Ki) la espada (Ken) y el cuerpo (Tai) tienen que actuar a la vez, el KI se demuestra gritando, el KIAI, la zona de ataque simultáneamente al golpe, demostrando la total implicación, física y mental, en el ataque

El shinai consiste tradicionalmente de cuatro listones de bambú unidos por correas de cuero y un mango de cuero. Hoy en día también hay shinai hechas de grafito disponibles, o inclusive hechos de material de fibra de carbono mucho más durable, adecuadas para los propósitos del entrenamiento.

El Kendo ha influenciado a todas las artes marciales japonesas desde hace siglos debido a que la principal arma del guerrero medieval japonés o samurái era su espada, y a que muchos de los maestros fundadores de estas disciplinas fueron formados en Kendo. Esta influencia es aún notoria en las artes marciales formativas de hoy en día o gendai budō, como el aikidō, el judo, el ninjutsu, el jiu-jitsu, y el karate.

En el judo varios de los agarres fundamentales, y variaciones de estos durante los lanzamientos son similares a las formas de agarrar el sable de bambú o shinai en el kendō. Es importante notar que en el judo así como en el jiu-jitsu tradicional , el aikidō, y el ninjutsu, preservan dentro de sus respectivos programas para los grados altos o dan, las técnicas tachi-dori, destinadas a defenderse de un atacante con sable.

Respecto al karate-dō japonés, tanto su metodología de aprendizaje y su forma de ejecución tradicional ha sido influenciada por el kendo. En el karate-dō japonés estilo shotokan, se adaptaron los ejercicios por parejas o de combate preestablecido a 5, 3 y 1 pasos o Gohon, Sambon e Ippon kumite. Además del uso de la mano sable, conocida como tegatana o shuto en bloqueos, chequeos, agarres y golpes. Incluso se adoptó la altura baja de algunas de las posiciones de pies teniendo en cuenta las katas de los estilos de esgrima tradicional japonesa o kenjutsu, y la forma de transmisión de la potencia en algunos golpes. Ya que el hijo del maestro Gichin Funakoshi fundador del estilo; Yoshitaka Funakoshi lo practicó; así como su sucesor el maestro Masatoshi Nakayama quien en 1949 fundó la conocida JKA o Japan Karate Association. Fueron ellos quienes incorporaron varios de los principios físicos, técnicos, tácticos y metodológicos del kendo al combate sin armas. Es por eso que al Karate-Dō tradicional japonés se le considera un sistema de esgrima corporal. Incluso en el karate deportivo actual, donde se marca un punto sobre una zona de contacto permitida, mediante un gesto de puño o pie, con una superficie de contacto legal (ej: el empeine o planta del pie), el participante debe marcar y alejarse del oponente a similitud del kendo. Asimismo en los primeros combates deportivos del karate-Do, se usaron partes de la armadura del Kendo de donde derivan las protecciones actuales popularizadas por los practicantes del karate coreano o taekwondo, actual.

Asimismo el Aikido, deriva parte de su táctica y varias técnicas de algunos de los estilos clásicos de la esgrima con sable, o kenjutsu como el Onna-ha Itto Ryu kenjutsu y el Yagyu Ryu kenjutsu por esta razón parte de sus desplazamientos y los varios movimientos de algunas técnicas que están asimismo basados en la trayectoria de los cortes puede ser vistos aún en el kendo y Iaido (arte de desenfundar el sable y cortar en un solo gesto) actuales.

En Corea del Sur el arte marcial moderno del sable coreano o Kumdo, fue influenciado por el kendo casi en su totalidad (Ya que Corea importó inicialmente la cultura de la espada del Japón durante el periodo de Kofun más exactamente en el reino de Silla, y después durante la invasión de Japón a Corea por 35 años, hasta el final de la segunda guerra mundial en 1945) así como varios aspectos técnicos, tácticos y los rituales, o ceremonia. Aunque las formas o kata del kumdo están basados en las artes marciales provenientes de su propia cultura.

En las Filipinas, el arte marcial de la esgrima con armas tradicionales (sean bastones, dagas cuchillos y/o armas flexibles) llamado Eskrima / kali / arnis, ha adaptado parte de la armadura del kendo para hacer su práctica deportiva (combate con bastones) más segura, y real al mejorar el grado de contacto.

Igualmente varias escuelas de artes marciales modernas no tradicionales, es decir híbridas, han incluido el combate con sables de practica hechos en espuma flexible llamadas "chambara", con el fin de realizar coreografías o practicar combates simulados al punto, o bien adoptando algunas técnicas del Kendo de forma irregular.

Actualmente, el kendo se encuentra extendido por muchos países, aunque en general es un arte aún no muy conocido.

En España, el kendo llegó en la década de 1970, y no fue hasta la década de 1980 cuando las escuelas comenzaron a ser importantes, en parte debido a las películas de artes marciales y el anime.

En España existen varias decenas de escuelas, algunos ejemplos son Kenwakai, Zanshin, Makoto y Aranami (en Madrid), Kishinkai (Córdoba), Teidesan (en Canarias), Renshinkan, Kendo Vetusta (Asturias), Kigaikai (Valladolid) y Yōshinkai (Valencia), entre otras.

En los últimos años, este arte ha comenzado a crecer notablemente, en especial en las grandes ciudades como Madrid y Barcelona y zonas de Andalucía como Jaén, Córdoba o Sevilla.

En Perú también se practica, El Club Kendo San Marcos (UNMSM, Lima) viene desarrollando convocatorias abiertas para incentivar que los estudiantes practiquen esta arte marcial y no solo ello, incluso el Instituto Peruano-Japonés, que viene desarrollando su disciplina bandera.

En Colombia la Asociación Colombiana de Kendo formada en el 2010, tiene varios clubes a lo largo del país, en diferentes ciudades; estos son el Club Haku Ryu (Manizales), Ken Zen Dōjō Colombia (Sensei Esteban Hernández) en Medellìn) y los dojos Akitsu Kendo Kai (Sensei Leonardo López) y Fūrinkazan (Sensei Yuli Páez), en Bogotá y el Dōjō Nippon Budokan (Sensei Demian Kondo) en Cali.

En Puerto Rico se creó la All Puerto Rico Kendo Federation en el 1996, tiene dos clubes en la isla, en dos pueblos; estos son: en el Pueblo de Mayaguez ZEN PUERTO RICO KENDO ROMMEI (sensei Miguel Alicea Colon). En el pueblo de Cataño Chiyuu Ke Kendo Dojo (sensei Marcos Orengo).

En Ecuador se empezó el Kendo en 1999 (Sensei Keiji Kosakai). Luego se fundó la Asociación Ecuatoriana de Kendo cuyo presidente actual es Fernando Benavides. En este país existen siete clubes de Kendo: cinco en Quito, uno en Guayaquil y dos en Cuenca, con un total aproximado de 180 practicantes.



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Kendo (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!