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La Palomita de Poy



¿Dónde nació La Palomita de Poy?

La Palomita de Poy nació en Argentina.


Se conoce popularmente como "palomita de Poy" a un recordado gol señalado por Aldo Pedro Poy jugando para Rosario Central frente a Newell's Old Boys, en un clásico válido por las semifinales del Campeonato Nacional de 1971, en la Primera División de Argentina.

El 19 de diciembre de 1971, Poy jugó la recordada semifinal del Torneo Nacional de AFA en el Estadio Monumental en donde su equipo -Rosario Central- disputaba el trascendental encuentro ante su clásico rival: Newell's Old Boys. Ambos equipos se enfrentaban por primera vez en una instancia decisiva en la era profesional de AFA (ambos ingresaron en 1939).

Promediaba el segundo tiempo del encuentro, cuando el lateral derecho uruguayo centralista, José Jorge González, envió un potente centro desde la derecha. Poy se zambulló "en palomita", ganándole al defensor rojinegro De Rienzo, e impactó el balón con la frente de su cabeza, para vencer al arquero Carlos Fenoy y marcar el 1 a 0 final.

Así, Rosario Central se clasificó para jugar la final del torneo argentino, donde posteriormente se consagraría campeón por primera vez en su historia.

Este gol de Poy quedó grabado en la historia del Clásico rosarino, al punto que todos los 19 de diciembre de cada año los hinchas canallas se juntan a conmemorar y recordar aquella conquista. Aquel día puntual, se recrean esas acciones, donde el propio Aldo Poy reproduce la jugada para volver a marcar, y todos los presentes gritan una vez más ese histórico gol.[1]​ Lo curioso fue que un grupo de simpatizantes de Rosario Central hizo una presentación de este gol al libro Guinness de los Récords en 1995,[2][3]​ para ser calificado como el gol más celebrado de la historia del fútbol.[2][4]

Según aquellos que la presentaron, la solicitud cumpliría con todos los requisitos planteados por el Departamento de Admisión del Guinness, a saber:

Sin embargo, vale aclarar que al día de hoy, el gol aún no fue inscripto en el citado Libro de Guinness.

Tanta trascendencia tomó este gol que ha cambiado la sede del festejo oficial múltiples veces, trasladándose a diferentes regiones de la Argentina e incluso, traspasando las fronteras nacionales. En 1997, la palomita viajó a Cuba, en donde en la reinterpretación del mítico gol, donde el protagonista fue Ernesto Guevara, hijo menor del Che, hincha célebre de Rosario Central[6]​ El festejo también ha sido llevado a otros países, como Estados Unidos (en 2000), Chile (en 2002), España (en 2004), y Uruguay (en 2008).

¡La cara de felicidad de ese viejo, hermano, la locura de alegría en la cara de ese viejo! ¡Que alguien me diga si lo vio llorar abrazado a todos como lo vi llorar yo a ese viejo, que te puedo asegurar que ese día fue para ese viejo el día más feliz de su vida, pero lejos, lejos, el día más feliz de su vida, porque te juro que la alegría que tenía ese viejo era algo impresionante! Y cuando lo vi caerse al suelo como fulminado por un rayo, porque quedó seco el pobre viejo, un poco que todos pensamos; “¡qué importa!” ¡Qué más quería que morir así ese hombre! ¡Esa es la manera de morir para un canalla! ¿Iba a seguir viviendo? ¿Para qué? ¿Para vivir dos o tres años rasposos más, así como estaba viviendo, adentro de un ropero, basureado por la esposa y toda la familia? ¡Más vale morirse así, hermano! Se murió saltando, feliz, abrazado a los muchachos, al aire libre, con la alegría de haberle ganado a la lepra por el resto de los siglos! ¡Así se tenía que morir, que hasta lo envidio, hermano, te juro, lo envidio! ¡Porque si uno pudiera elegir la manera de morir, yo elijo esa, hermano! Yo elijo esa..

El gol de Poy, motivó a que el escritor y humorista rosarino e hincha de Rosario Central, Roberto Fontanarrosa, escribiera un cuento de ficción llamado "19 de diciembre de 1971" (fecha del recordado partido). El mismo, fue publicado en 1982, en el libro Nada del otro Mundo.

Si bien la historia es de ficción, el partido de fútbol entre los eternos rivales rosarinos fue real, y se disputó en la cancha del Club Atlético River Plate, con el resultado final favorable de 1 a 0 para Central gracias a la recordada Palomita de Aldo Pedro Poy, tal como lo describe la obra literaria de Fontanarrosa.

El cuento -humorístico/dramático-, trata la historia de un hombre -el Viejo Casale- el cual jamás en su vida había visto in situ perder a Central en un clásico ante Newell's. Ante la importancia del partido de la semifinal de 1971, un grupo de amigos del hijo de Casale decide invitarlo a que concurra al Estadio a presenciar el trascendente encuentro ante el rival de toda la vida. Este grupo pensaba que la presencia del Viejo le traería suerte a Central, debido a su favorable historial ante Newell's (nunca lo había visto perder). Al hacerlo, Casale se niega rotundamente y aduce enfermedades del corazón que le impedirían concurrir a la cancha desde hacía más de dos años. Ante esta negativa, este grupo de centralistas decide planear un secuestro y así, llevar engañado a Casale al Monumental.

La historia, describe todo el viaje a Buenos Aires del viejo con los hinchas de Rosario Central, y las escenas más significativas del partido, con el gol de palomita a la cabeza. El cuento, finaliza con la muerte de Casale de un paro cardíaco -producto de la gran emoción- luego del pitazo final del árbitro y la victoria 1:0 ante el rival de toda la vida, que le dio el pase a la final del Campeonato Nacional al equipo auriazul.

El reconocido músico rosarino le dedicó a este gol una canción a la que llamó "Vuela, Aldo vuela", que publicó en su álbum "Canciones rosarinas", de 1996.[7]

"Y se esfumó como solo lo hacen los duendes

Y se metió en el túnel de la eternidad

Y cruzó el río hacia la isla donde refugió su amor

para que se haga leyenda su gesto valiente.

Vuela Aldo, Vuela

tu vuelo hacia el gol.

Vuela Aldo, Vuela

Siempre habrá un ángel en tu corazón."





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