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La Virgen con el Niño y San Juanito



La Virgen con el Niño y San Juanito es un tema iconográfico muy frecuente en el arte cristiano.

A pesar de no ser un episodio evangélico, el tema supone que Jesucristo y San Juan Bautista se habrían relacionado de niños, pues eran primos de segundo grado (Jesús hijo de la Virgen María y Juan hijo de Santa Isabel, su prima). Las madres, ambas embarazadas, sí que protagonizan una escena de los evangelios: la Visitación. Ya adultos, también su relación aparece en los evangelios: el bautismo de Cristo.

La Deesis, un tema también muy frecuente, reúne a los mismos personajes, pero adultos (Cristo en Majestad entre la Virgen y San Juan Bautista).

No debe confundirse con el tema denominado Stabat Mater, en el que el "San Juan" que acompaña a la Virgen y a Cristo en la cruz es otro "Juan", San Juan Evangelista (el "discípulo amado").

Se suelen incluir una serie de recursos iconográficos para la identificación de personajes y asuntos teológicos: San Juanito aparece habitualmente con un ropaje tosco, de piel de camello. Suelen aparecer, como elementos simbólicos, un cordero (alusivo al sacrificio de Cristo -Agnus Dei-), una concha (alusiva al bautismo de Cristo, que protagonizará el Bautista) y una pequeña cruz o lábaro (que alude a la vez a la muerte de Cristo y a su triunfo sobre la muerte). La escena es proclive a la representación de todo tipo de detalles tiernos y actitudes infantiles, cariñosas o juguetonas; y a las carnaciones suaves.

El tema se hace habitual a finales del Quattrocento italiano.

Terracota policromada, escuela veneciana, último cuarto del siglo XV.[2]

De atribución debatida (Sebastiano Mainardi, Jacopo del Sellaio), Palazzo Vecchio, Florencia.[3]

Fra Bartolomeo, ca. 1497.[4]

La llamada Madonna del sacco,[5]​ de Perugino, ca. 1495-1500. Hay otra versión del tema por el mismo pintor.[6]

Pietro del Donzello, 1500.

La Virgen y el Niño con el pequeño san Juan Bautista, y unos ángeles que dan vueltas por encima; Filippino Lippi, ca.1502-1504.

La Virgen y el Niño con san Juan Bautista (Botticini); Francesco Botticini, c. 1487

A finales del XV y comienzos del XVI, el tema recibió la atención de grandes maestros italianos: Sandro Boticelli, Leonardo da Vinci, Rafael Sanzio y Miguel Ángel Buonarroti.

Boticelli lo abordó en al menos tres ocasiones (uno óleo en tondo de fecha indeterminada -Museo Nacional de Gales-,[7]​ y otros fechados en 1490 -Cleveland- y 1495 -Pitti, véase la imagen que abre el artículo-).

Cleveland[8]

Leonardo lo desarrolla, en un peculiar entorno paisajístico y con la adición de la figura de un ángel,[9]​ en La Virgen de las Rocas (1483-1486 -Louvre-, con una réplica más tardía, de 1495-1508 -National Gallery-).[10]​ Su discípulo español, Fernando Yáñez de la Almedina, también hizo al menos dos versiones, una de ellas incluyendo en la escena a Santa Ana, abuela de ambos niños.

Leonardo, Louvre.

Leonardo, National Gallery.

Yáñez de la Almedina, 1505.

Rafael pintó el tema en varias ocasiones, las llamadas Virgen del prado (1505-1506, Kunsthistorisches), La bella Jardinera (1507, Louvre) y Virgen de la silla (1513-1514, Pitti; véanse además otros ejemplos de escenas más complejas).

Virgen del prado.

La bella Jardinera.

Virgen de la silla.

Miguel Ángel lo representó tanto en escultura (Tondo Pitti, ca. 1503)[11]​ como en pintura (la Madonna Manchester, ca. 1497).[12]

El tema se siguió representando con frecuencia en el Cinquecento, extendiéndose a otras escuelas europeas.

Pablo de San Leocadio, ca. 1510.[13]

Lucas Cranach el Viejo, ca. 1514.[14]​ Hay otra versión del mismo autor.[15]

Bernardino Luini, 1515. Hay otra versión del mismo tema.[16]

La llamada Virgen de la Sandalia,[17]​ de Correggio, ca. 1516, Museo del Prado[18]​ (hay otra versión del tema por mismo autor en el Art Institute of Chicago).[19]

Franciabigio, primer cuarto del siglo XVI.

Pontormo, ca. 1529-1530.[20]

Luis de Morales, ca. 1550. Hay otras del autor con el mismo tema.[21]

Lorenzo Sabatini, 1572.

Niccolo Betti, 1580.

Orazio Farinati.

También aparece en la obra de maestros de la pintura barroca; además de la notable escultura de Pietro Bernini (véase imagen que abre el artículo).[22]

Erasmus Quellinus II, ca. 1640.

Zurbarán, 1662.[23]

A veces se incluye a Jesús en el acto de tomar el pecho (Virgen de la leche), mientras que Juan, que es algo mayor, contempla la escena.

Giampietrino.

Niccolo Tornioli.

Francesco del Brina.

En una curiosa escena, se representa al Niño Jesús en actitud de leer un libro y a San Juanito señalándole.[24]​ Es más común la representación de la Virgen niña leyendo (el tema denominado la educación de la Virgen).

Vittore Carpaccio, ca. 1499.

En otras ocasiones, la escena se hace más compleja, incluyendo comitentes o convirtiéndola en una sacra conversazione con la adición de otros santos. Si la escena incluye a San José, se convierte en una Sagrada Familia con San Juanito.[25]

Virgen de la rosa, de Rafael, ca. 1517.[26]

La Perla, de Rafael, 1518-1520.

Sagrada Familia con San Juanito y el corderito, de Domenico Beccafumi, ca. 1521-1522.[27]​ Hay más cuadros del autor con el mismo tema.[28]

Innocenzo da Imola, ca. 1520.

Giacomo y Giulio Francia (primera mitad del siglo XVI). Hay otras obras de estos autores con el mismo tema.[29]

Santa Ana, madre de María e Isabel, es abuela de ambos niños, lo que justifica la aparición de cualquiera de ellas en una variante menos frecuente de la misma tipología:[30]

El llamado Cartón de Burlington House o Cartone di sant'Anna, de Leonardo da Vinci, ca. 1501-1505 (compárese con La Virgen, el Niño Jesús y Santa Ana).

Santa Ana, la Virgen, Santa Isabel, San Juan y Jesús niño, de Yáñez de la Almedina, ca. 1525-1532.[31]

La Virgen con el Niño, San Juanito y Santa Ana, de Carlo Portelli (tercer cuarto del siglo XVI).

La Virgen con el Niño, Santa Isabel y San Juan Bautista, de Bacchiacca, 1545.

Una sacra conversazione o una "Virgen en gloria", tipologías que incluyen una Virgen con el Niño, pueden también incluir la figura de San Juan Bautista adulto, como a cualquier otro santo; mientras que el tema de la Déesis (donde la Virgen y San Juan Bautista flanquean a Cristo adulto) implica una concepción teológica diferente (la intercesión). No debe confundirse con el tema del Stabat Mater (la representación de una escena evangélica durante la Crucifixión, en la que aparece Cristo crucificado, la Virgen y San Juan Evangelista, no el Bautista).

La Virgen con el Niño entre San Juan Bautista y María Magdalena, de Piero di Cosimo, ca. 1485.

La Virgen con el Niño entre San Juan Bautista y María Magdalena, de Mantegna, ca. 1490-1505.

La Virgen con el Niño entre san Juan Bautista y Santa Catalina,[32]​ de Perugino, 1500.

Madona de los Ansidei, de Rafael, ca. 1505-1506.

Madona de Foligno, de Rafael, ca. 1512.

La Virgen con el Niño entre San Juan Bautista y Job, de Franciabigio, 1516.

Murillo, en una composición inspirada en Guido Reni, que a su vez se inspira en Annibale Carracci, representó a los dos niños sin presencia de la Virgen ni Santa Ana. La escena, en la que el Niño Jesús da a beber agua a San Juanito en una concha, es una prefiguración del Bautismo de Cristo.

Guido Reni, ca. 1640-1642.

Los Niños de la concha, de Murillo, ca. 1670.

Vista lateral

Del mismo autor, una escena mitológica de fácil comparación: La cabra Amaltea con Júpiter niño y un fauno.

Del mismo autor, un tema mitológico fácilmente relacionable: Leda y el cisne, con sus cuatro hijos (en la versión llamada inginocchiata -"arrodillada"- o accovacciata -"acurrucada"-).

Andrea Schiavone, 1552.



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