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La dignidad de Cataluña



La dignidad de Cataluña (en catalán, La dignitat de Catalunya) es el título de un editorial escrito conjuntamente por consenso y publicado el 26 de noviembre de 2009, bien en catalán o en español, en los doce diarios con sede en Cataluña, acerca de la futura sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Autonomía de Cataluña de 2006.[1]

Los diarios que subscribieron y publicaron el editorial fueron: La Vanguardia, El Periódico de Catalunya, Avui, El Punt, Diari de Girona, Diari de Tarragona, Segre, La Mañana, Regió7, El 9 Nou, Diari de Sabadell y Diari de Terrassa.[2]

Esta publicación colectiva fue comentada por la mayoría de informativos catalanes y españoles de radio y televisión, así como buena parte de la prensa escrita, incluso fuera de España;[3][4]​ tuvo un tratamiento de noticia principal en muchos medios, mientras que en otros compartió esta preeminencia con otras cuestiones relevantes, como el resultado de la votación por la nueva ley del aborto en España.

Rafael Nadal, director de El Periódico de Cataluña cuando se publicó el editorial, explicó en 2013 cuál había sido su finalidad:[5]

Según el profesor Cristian Rodríguez Mesa, de la Universidad de Cádiz, el editorial conjunto evidenció que el nacionalismo catalán contemplaba ya en aquel momento el autonomismo como una vía muerta. Fue en esa época del «segundo tripartito» presidido por José Montilla, cuando tanto Esquerra Republicana de Catalunya como CiU defendieron una postura cada vez más clara a favor de la superación del marco autonómico. Artur Mas, líder de CiU, comenzó a incluir en sus discursos los términos «derecho a decidir» y «Estado propio» y empezó a hablar del «déficit fiscal» (Cataluña contribuía al Estado con mucho más de lo que recibía de este) y de los «agravios» de todo tipo que padecía Cataluña. Para fundamentar su argumentación el profesor Rodríguez Mesa destaca estos dos párrafos del editorial:[6]

Por su parte el profesor Arnau González, de la Universidad Autónoma de Barcelona, señala que el editorial «mostraría de manera clara el agotamiento del grueso de la sociedad catalana hacia la eterna discusión sobre el encaje catalán dentro de España», y destaca a continuación que fue publicado antes de que se hubiera producido el «giro independentista» cuando «la cuestión catalana todavía se debatía en términos de mejora de la autonomía». «En ese contexto, el editorial avisaba sobre lo que creía que se estaba dilucidando»:[7]

El editorial produjo reacciones diversas: algunos políticos y medios de comunicación expresaron que respetaban la iniciativa amparándose en la libertad de expresión, explicitando su apoyo o no, mientras que otros consideraron que no era apropiado puesto que suponía querer ejercer presión sobre la decisión del Tribunal Constitucional.[8]

La mayoría de los partidos parlamentarios catalanes se mostraron a favor.[9]​ El presidente de Cataluña, José Montilla, se declaró «agradecido».[10]​ El líder de la oposición, Artur Mas, aplaudió el editorial y dijo que esperaba que también hubiera unidad entre los partidos catalanes.[11]Esquerra Republicana de Catalunya dijo que elogiaba la unidad de la prensa catalana y que consideraba grotesco que se entendiera como medida de presión.[12]​ En las filas de Iniciativa per Catalunya Verds, Joan Saura dijo que lo veía muy positivo porque reflejaba lo que piensa la sociedad[13]​ y Joan Herrera calificó la publicación de excelente y la definió como una demostración de cómo debe funcionar un país, con unidad y firmeza.[14]

Varios medios catalanes se adhirieron al editorial, como Catalunya Ràdio, RAC 1, Ràdio 4, COM Ràdio, 8tv, el diario portuario El vigía y el semanario La Veu de l'Ebre,[15]​ así como varios sindicatos, colegios profesionales, tenderos y clubes, como por ejemplo el Fútbol Club Barcelona, el Real Club Deportivo Español y el Club Joventut de Badalona.[15]

Miles de lectores de los medios opinaron a favor y algunas redes de contactos en línea abrieron grupos de apoyo que recibieron miles de adhesiones, por ejemplo en Facebook, donde en un día se lograron más de 7000.[16][17]

La Asociación Profesional de la Magistratura calificó el editorial de «presión intolerable» que intentaba «influir groseramente» y que «no era pertinente, aceptable, democrática ni adecuada a las exigencias del Estado de derecho», mientras que el portavoz de Jueces para la Democracia, Miguel Ángel Gimeno, negó que ejerciera presión sobre el Tribunal Constitucional, el cual tampoco debería sentirse ofendido por el editorial.

Medios de ámbito nacional, como El Mundo,[18][19]La Razón[20]​ y ABC,[21]​ se mostraron abiertamente en contra, mientras que El País, considerándose a sí mismo como «más moderado» que los anteriores en su posición, también criticó «la presión que representa el editorial unitario».[20]

El 29 de noviembre, en el acto de inicio de campaña para fomentar la participación en las consultas sobre la independencia de Cataluña del 13 de diciembre de 2009, el periodista Miquel Calçada se refirió a este editorial como «un ruego desesperado porque saben que el nuevo Estatuto es una última estación» y que «la dignidad de Cataluña sólo tiene un nombre y lo temen: la independencia».[22]

Los diarios francófonos hablaron de una Cataluña en pie de guerra por el autogobierno. En Francia, Libération[23]​ y Le Figaro se hicieron eco del editorial conjunto de la prensa catalana. En Suiza, Le Temps anunció que el Estatuto «ha nacido muerto».[24]

En 1977 se publicaron los anteriores editoriales conjuntos hechos en la historia de España. El último se tituló Por la unidad de todos, como reacción a los asesinatos de Atocha. El que traía por título No frustrar la esperanza se publicó por el miedo a una reacción golpista a la legalización del Partido Comunista de España. Y un tercero se publicó como apoyo a la revista El Papus, tras sufrir un atentado en Barcelona.[25]



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