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La guerra de los mundos (película de 1953)



La guerra de los mundos (título original: The War of the Worlds) es una película de ciencia ficción estrenada en 1953, con Gene Barry y Ann Robinson[1]​ como actores principales. Fue la primera representación en la pantalla del clásico de H. G. Wells del mismo nombre. Producida por George Pal y dirigida por Byron Haskin a partir de un guion de Barré Lyndon, es la primera de las cuatro adaptaciones del trabajo de Wells, y se la considera una de las grandes películas de ciencia ficción de la década de 1950. Ganó un Oscar por sus efectos especiales, que, en ese tiempo, fueron revolucionarios.[2]

La historia se desarrolla en la década de los 50, y el escenario se trasladó de Inglaterra al sur de California. El doctor Clayton Forrester (Gene Barry), un físico de renombre mundial que trabaja en el Instituto Tecnológico del Pacífico, está en unas vacaciones de pesca en Big Bear Lake cuando un meteorito gigante cae en las colinas del cercano pueblo de Linda Rosa. Junto a los residentes, Forrester va a investigar. En el sitio del impacto conoce a Sylvia van Buren (Ann Robinson) y a su tío, el pastor Dr. Matthew Collins (Lewis Martin). Como el meteorito estaba demasiado caliente para examinarlo de cerca, Clayton decide esperar en el pueblo hasta que se enfríe.

Más tarde, después de que casi todos se hayan ido a sus casas, el meteorito (en realidad una nave espacial), se desenrosca y se abre, y de él sale un dispositivo de rayo calórico. Cuando los tres hombres que quedan en el sitio del impacto se acercan al meteorito amigablemente, el rayo los mata sin previo aviso. Al regresar, Forrester y el sheriff son atacados también, pero sobreviven. Mientras se dan reportes de varios meteoritos cayendo en todo el mundo, un regimiento de marines estadounidenses llega y rodea el meteorito. Del meteorito salen tres máquinas de guerra marcianas. El pastor Collins se acerca a los marcianos en son de paz, pero estos lo matan con el rayo calórico sin comunicarse con él. Los marines atacan a los marcianos con granadas y artillería; sin embargo, los marcianos tienen un campo de fuerza impenetrable protegiéndolos. Después de aguantar el ataque, los marcianos devuelven el ataque con su rayo calórico y rayo desintegrador, vaporizando al ejército que lo rodeaba y yéndose del lugar.

Forrester y Sylvia huyen junto con el resto de los ciudadanos. Después de que su avión choque, toman refugio en una casa de una granja. Quedan cautivos en el sótano cuando otro meteorito cae en la casa. La pareja entra en contacto con un marciano cuando la criatura abandona su máquina de guerra para investigar. Luchan contra él y escapan hacia Los Ángeles, eventualmente reuniendo a los co-trabajadores de Forrester, quienes tratan de buscar una forma de derrotar a los alienígenas. Después de su llegada, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos arroja una bomba atómica desde un Northrop YB-49 a los marcianos que avanzan hacia Los Ángeles. Incluso esto falla en el intento de destruir a las máquinas y el gobierno comienza a hacer evacuaciones a gran escala en las ciudades en peligro de ataque. Los refugios se encuentran en las Montañas Rocosas mientras que el ejército intenta atacarlos en el mayor tiempo posible. Sin embargo, el pánico masivo hace que la población se disperse del grupo y su equipaje es destrozado. En la confusión, Sylvia y Forrester se separan.

Todo parece perdido, con la humanidad desamparada después del ataque. Forrester busca frenéticamente a Sylvia en las ruinas ardientes de los Ángeles. Finalmente la encuentra junto a los otros sobrevivientes esperando el fin en una iglesia. De repente, ven a una máquina de guerra chocar. Después de investigar, Forrester declara que todos los invasores están muriendo. Al igual que en el libro, los marcianos no tenían defensa alguna contra los virus y bacterias terrestres.

Basado en la novela homónima de H. G. Wells, se aleja demasiado de dicha novela. En esta adaptación las máquinas de guerra son máquinas levitantes parecidas a mantarrayas con tres flujos electromagnéticos invisibles y disparan el rayo calórico por medio de un ojo móvil en forma de cobra. En ningún momento aparece el humo negro, la hierba roja, la máquina de trabajo, la excavadora ni la voladora; además se intenta destruir a los invasores con una gran bomba atómica sin éxito, mientras que en la novela las máquinas de guerra marcianas son vulnerables a los proyectiles de artillería.

Algunas tomas de la película, en concreto unas de pánico masivo y noticias sobre la tragedia, pertenecen al metraje original de la película When Worlds Collide. El sonido de las máquinas marcianas eran tres guitarras eléctricas reproducidas al revés. El grito de los marcianos era un grito de mujer distorsionado unido al sonido del roce entre un trozo de hielo y un micrófono.

En 1979 y tras el lanzamiento discográfico de la versión musical de Jeff Wayne, la película fue reestrenada con temas de dicho álbum formando parte de su banda sonora.



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