Clarence LeRoy Van Cleef, Jr. (Somerville, Nueva Jersey; 9 de enero de 1925 - Los Ángeles, California; 16 de diciembre de 1989), más conocido como Lee Van Cleef, fue un actor estadounidense. Fue famoso principalmente por su participación en películas de acción y spaghetti wéstern durante las décadas de 1960 y 1970. Es recordado por su participación junto a Clint Eastwood en Per qualche dollaro in più (La muerte tenía un precio, 1965) y por Il buono, il brutto, il cattivo (El bueno, el feo y el malo, 1966), ambas del director Sergio Leone. Es considerado uno de los «villanos cinematográficos» más destacados.
De ascendencia neerlandesa, sus padres fueron Marion Levinia (de soltera, Van Fleet) y Clarence LeRoy Van Cleef. Durante la Segunda Guerra Mundial sirvió en la Armada de los Estados Unidos. Se convirtió en actor después de una breve carrera como contable. Sus duros rasgos y sus ojos penetrantes lo convertirían en el villano ideal para cualquier filme.
Su primera película fue el wéstern clásico High Noon (1952), de Fred Zinnemann, en la cual interpretaba a un villano. A partir de ahí comienza su periplo por el cine estadounidense a través de papeles secundarios en películas de cine negro y aventuras, casi todas de serie B, incluyendo su colaboración con el director Phil Karlson en varios films: El cuarto hombre en 1953, junto a John Payne; Calle River 99 en 1954, junto a Brad Dexter, entre otros.
Aparece también como villano en el clásico de John Ford The Man Who Shot Liberty Valance (1962), pero a mediados de esa década estaba retirado de la actuación y se ganaba la vida como pintor en Nueva York, hasta que un día el director italiano Sergio Leone, quien buscaba un sustituto tras la renuncia de Lee Marvin tres días antes del rodaje de La muerte tenía un precio (1965), mostró interés en él ("Ahí está mi Mortimer. Parece un peluquero napolitano con nariz aguileña y ojos de Van Gogh") y lo reclutó para sus producciones del género spaghetti western. Se cuenta la anécdota de que inicialmente se mostró reacio a abandonar Nueva York para trasladarse a España a rodar, porque tenía que terminar un cuadro por un valor de 50 dólares, pero sus reticencias rápidamente se disiparon al oír que su sueldo sería de 50.000 dólares. Sin embargo, durante los comienzos del rodaje estaba tan borracho que Leone tuvo que traerse a Almería a su familia desde EE. UU. para que lo controlase.
Después de participar en dos películas magistrales de Sergio Leone, su carrera se reactivó por sí sola, en un caso muy parecido al de otro actor encasillado en villanos y en parecida situación profesional: Jack Palance; Lee van Cleef llegó a figurar en dieciocho spaguetti westerns, entre ellos El día de la ira (1967) y Gran duelo al amanecer (1972).
A partir de entonces, su presencia en papeles ya de protagonista absoluto y en producciones similares no se hacen esperar: El halcón y la presa (1966), de Sergio Sollima, considerada como uno de los mejores spaguetti western, por su atmósfera mezclada de terror, thriller y wéstern, coproducido entre España e Italia; El cóndor (1970), de John Guillermin, junto a Jim Brown en una apreciable cinta que no obtuvo demasiada repercusión; Los forajidos de Río Bravo (1971), de Gordon Douglas, junto a Warren Oates; El hombre de Río Malo (1972), de Eugenio Martín, junto a James Mason, etcétera.
1972 es también el año en que el actor comienza un largo tándem con el director italiano Gianfranco Parolini, también conocido como Frank Kramer, en varios filmes de mediana o gran popularidad en su día, adscritos al spaguetti wéstern más convencional; tras la serie dedicada a Sabata, Parolini volvería a reunirse con el actor para rodar en Israel Seis balas... una venganza... una oración (1976). Otro realizador italiano con el que colaboraría en varias ocasiones es Antonio Margheriti.
A finales de la década de 1970, y tras el declive del género spaghetti wéstern, Van Cleef se incorporó a la televisión, donde el wéstern vivía una segunda edad de oro en multitud de series y telefilms, y ocasionalmente vuelve a la pantalla grande, como en Objetivo: matar (1977) con John Ireland y Carmen Cervera, y en Escape from New York (1981), de John Carpenter, convertida hoy en film de culto.
Lee Van Cleef también participó en un capítulo de la serie El Zorro (con Guy Williams), en la segunda temporada, interpretando a un villano.
Participó además en la serie televisiva Los intocables, en el capítulo "The Unhired Assassin" ("El asesino espontáneo"), de 1960, como Frank Diamond, actuando al lado de Robert Stack.
Van Cleef murió de un infarto agudo de miocardio el 16 de diciembre de 1989, a los 64 años, y reposa en el cementerio Forest Lawn Memorial Park en Los Ángeles, California.
Goma 2 1984
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