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Lenca



Los lencas son un grupo étnico mesoamericano, hablan las llamadas lenguas lencas y ocupan parte del territorio de Honduras y de El Salvador desde tiempos precolombinos. Su filiación con otros idiomas está en disputa entre los lingüistas.

Según Lyle Campbell, la lengua lenca está aún sin clasificar. Según el lingüista costarricense Adolfo Constenla Umaña, es un idioma con raíces del chibchano, pero con mucha influencia del náhuatl y de lenguas mayas como el yucateco y el chol.

Desde la época precolombina los lencas ocuparon diversas áreas de lo que hoy en día se conoce como Honduras y El Salvador. El sitio arqueológico de los Naranjos se cree que fue una de los primeros asentamientos fundados por los ancestros de esta cultura, conocidos como proto-lencas, también el sitio salvadoreño de Quelepa (que fue habitado desde el período preclásico hasta inicios del posclásico temprano) es considerado como un sitio que fue habitado y gobernado por los Lencas.

Otro centro importante de los Lencas es el asentamiento de Yarumela en el centro de Honduras en el valle de Comayagua, la cual fue una ciudad activa en el periodo preclásico tardío y clásico temprano; arqueólogos llegan a creer que se trató de un centro de comercio muy importante para esta cultura. Otros asentamiento de es Tenampua, también ubicado en el centro de lo que hoy es la república de Honduras. El nombre "Lenca" fue establecido por el explorador estadounidense Ephraim George Squier en 1853, tras escuchar que los nativos en el Guajiquiro llamaban así a su lengua autóctona.[1]

Para principios del siglo XVI cada dialecto tenía su propia confederación, dividido cada uno en varios señoríos constituidos a la vez por varios pueblos.[2]​ Cada pueblo era gobernado por un señor principal que era asistido por cuatro tenientes que lo ayudaban en las tareas del gobierno y era sucedido por su primogénito.[3]​ La guerra era común entre los diferentes señoríos y también con poblaciones hablantes de otro idioma (como los pipiles, mayas, etc.), y su objetivo era ampliar el territorio o capturar esclavos; en ciertos períodos del año hacían treguas los diferentes señoríos lencas (estas treguas son recordadas por los lencas con la ceremonia del Guancasco).[2]​ Los lencas plebeyos se dedicaban principalmente a la siembra de milpas y la Alfarería y vivían en chozas.[4]

Durante la conquista, sus pueblos fueron evangelizados. Algunas comunidades más conservadoras resistieron a convertirse al catolicismo, en cambio otras se convirtieron de manera más pacífica. En tiempos de la conquista española solamente tres lencas son nombrados en los documentos de esa época: Mota, Entepica y Lempira. Mota lideró a los caciques lencas que defendieron de los españoles el entorno del asentamiento de Gracias a Dios, en el actual departamento de Lempira;[5][6]Entepica fue cacique de Piraera y señor de Cerquín.

Lempira organizó una guerra de resistencia que duró cerca de doce años y que terminó con su muerte en 1537.[2]​ Al llegar los españoles, su población junto a la de los pipiles y pocomamos era de 116 000 a 300 000 almas.[7]​ Otras estimaciones hablan de que los lencas eran por sí mismos 300 000 (años 1520) y unos 25 000 en 1550.[8]​ La rebelión de Lempira de 1537-1538 logró armar a más de 30 000 guerreros, lo que indica una gran población, pero algunos mencionan que la población en 1537 era de apenas 15 000 almas y que bajó a 8000 dos años después debido a las enfermedades traídas desde el continente europeo.[9]

El origen de los lencas siempre ha estado bajo un aura de misterio para los antropólogos, tanto nacionales como extranjeros. En un inicio se creyó por mucho tiempo gracias a las explicaciones del profesor Rodolfo Barón Castro, que los lencas son descendientes de grupos mayas que no siguieron el éxodo que dio fin a sus dominios territoriales. Otros estudios más recientes apuntan a que son descendientes de grupos olmecas que migraron desde el centro de México, quienes dieron a nacer la cultura proto-lenca, la cual luego se consolidó en la cultura lenca que hoy todos conocemos. Otro gran indicio que indica que es el origen más probable de esta etnia es la antigüedad de los asentamientos de Yarumela y Los Naranjos, pertenecientes a los ancestros de estas personas. Aun así son meras especulaciones aún no confirmadas.

Luego de la independencia de España en 1821 y de la formación de la República de Honduras, se legalizó mediante la constitución la formación de un nuevo país, del que no formaban parte como ciudadanos los grupos indígenas y los grupos étnicos.

A pesar de la adopción del catolicismo, el castellano, y la pérdida de su lengua autóctona, los lencas aún preservan varios rasgos de su cultura original en la actualidad. En 1993 la líder indígena y activista lenca Berta Cáceres co-fundó el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH). En 2015 ganó el Premio Medioambiental Goldman y en marzo de 2016 fue cruelmente asesinada, siendo homenajeada tanto en su país como en el extranjero gracias a su constante y larga lucha ecologista y por los derechos de los pueblos autóctonos de Honduras.

La religión nativa de los lencas era una religión politeísta que veía la realidad desde un punto de vista animista, muy similar a la de otros grupos mesoamericanos, principalmente creía en el nahualismo y los dioses estaban organizados jerárquicamente.[10]

Acorde la Mitología Lenca, la pareja de dioses principales eran Itanipuca (el gran padre) e Ilanguipuca (la gran madre); otro dios importante lenca era Icelaca (dios lenca del tiempo).[11]​ El shamanismo era reducido y los shamanes eran por lo general mujeres.[4]​ La leyenda lenca más conocida es la leyenda de Comizahual.[2]

Hoy es considerada una lengua extinta, pero el pueblo lenca de Honduras cuenta con más de 100 000 personas, y en El Salvador con más de 37 000 personas. La alfarería lenca de Honduras se vende en los Estados Unidos y Europa para decoración doméstica. En ambos países están tratando de mantener su cultura. A inicios del siglo XX la población de este pueblo era de unas 20 000 personas.[12]​ En Honduras en 1950 eran 58 000 (más 27 000 mestizados) y en 1988, 20 000, según las diversas fuentes.[13]​ En 1993 en ese país había 90 000.[14]​ El idioma pasó de ser la principal lengua de este pueblo a ser reemplazada totalmente por el español y desaparecer en el plazo de apenas una a cinco generaciones, dependiendo de la región.[15]​ Los padres y abuelos se negaron a transmitirlo por ser menospreciado por el resto de la sociedad (en las escuelas los niños eran castigados hasta años recientes por usar dicha lengua).[16]

Algunas palabras lencas y su significado:

En 1896 el famoso etnólogo francés, Alphonse Pinart, realizó una visita a la comunidad lenca de Guajiquiro, teniendo como fruto la publicación en 1897 del libro Pequeño vocabulario de la lengua lenca: (dialecto de Guajiquiro).[17]

El pueblo lenca vive y se desarrolla en armonía y respeto a la naturaleza, su tarea es cuidar y proteger sus tierras ancestrales, algunos de sus ritos son los siguientes:

La compostura: son ritos ancestrales a la madre tierra, al maíz y al agua en la que se agradece a Aku por lo que se ha obtenido en y obtendrá en su tierra.[18][19]

El Guancasco: es un sincretismo surgido luego de la colonia donde las tradiciones lencas se une con la religión católica.

Vasija encontrada en Yaruemla.

Vasijas del período Clasico.

representación de un cacique Lenca.

Fotografía de 1948 de una celebración.

Una vendedora Lenca en el Departamento de Intibucá.

Telas multicolor, parte de la vestimenta tradicional de los Lencas.



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