Sino-tibetano
Tibetano-birmano
Tib.-himalayo
Bódico
Las lenguas tibéticas o tibetanas son una agrupación de variedades lingüísticas tibetano-birmanas que no son inteligibles entre sí, habladas principalmente por tibetanos que viven en una vasta región de Asia Central que bordea el subcontinente indio, incluyendo la meseta tibetana y el norte de subcontinente indio en Baltistán, Ladakh, Nepal, Sikkim y Bután. La forma clásica escrita de tibetano es un estándar literario regional de primera importancia, en particular es el vehículo usado en muchos textos del budismo tibetano.
Los dialectos ü-tsang (también denominado como «tibetano central», incluyendo el dialecto de Lhasa), kham y amdo se consideran generalmente como dialectos o variantes de una misma lengua tibetana, especialmente porque comparte la misma lengua literaria, mientras que el idioma dzongkha, el sikkimés, el sherpa y el ladakhi se consideran lenguas diferentes.
Las lenguas tibetanas tienen en total unos 8 millones de hablantes. Con la expansión del budismo tibetano, el tibetano ha tenido mayor difusión en occidente y se encuentra en cierto número de publicaciones sobre el budismo. Fuera de Lhasa, el tibetano de Lhasa sólo tiene unos 200 hablantes exiliados, que han migrado a India y otros países. El tibetano se habla por algunas minorías étnicas en Tíbet que han vivido en contacto con tibetanos durante siglos, pero que sin embargo mantienen su propia lengua y cultura.
Aunque algunos pueblos qiang de Kham han sido clasificados por las autoridades chinas como de etnia tibetana, los hablantes de lenguas qiang no son tibetanos, sino que sus lenguas pertenecen a una rama diferente de la familia tibetano-birmana.
El tibetano clásico no era una lengua tonal, aunque algunas variedades modernas han desarrollado tono, entre ellas el tibetano central y el tibetano kham. Por otra parte, el tibetano ladakhi y el balti son variedades sin tono. La morfología de las lenguas tibéticas es predominantemente aglutinante.
Nicolás Tournadre (2008) describe la situación lingüística de las lenguas tibéticas así:
Las 25 lenguas incluyen una docena de grupos dialectales principales:
La clasificación más explícita propuesta por Tournadre (2005, 2008) es:
Las otras lenguas (thewo-chone, zhongu, khalong, dongwang, gserpa, zitsadegu, drugchu, baima) no son mutuamente inteligibles, y están mal documentadas como para poder clasificarlas con seguridad.
La fonología del antiguo tibetano está representada con bastante precisión en la escritura. Las consonantes finales se ensordecen aunque se escriban como sonoras, los fonemas de prefijo asimilan su sonoridad a los fonemas de la raíz. Las combinaciones gráficas, hr y lh representan correlatos sordos aunque no necesariamente de r y l. El signo ' se pronuncia como una fricativa gutural sonora ante vocales y como una prenasalización homorgánica ante consonantes. La cuestión de si el verso gigu tiene una realización fonética sigue siendo un problema discutido.
Por ejemplo, Srongbtsan Sgampo ser pronunciaría [sroŋpʦan zɡampo] (pronunciación moderna de Lhasa [sɔ́ŋʦɛ̃ ɡʌ̀mpo]) y 'babs se pronunciaría [mbaps] (moderno dialecto de Lhasa: [bapˤ]). Ya en el siglo IX el proceso de simplificación de grupos consonánticos, ensordecimiento y tonogénesis había empezado en los dialectos centrales como testimonian las transcripciones de palabras tibetanas en otras lenguas, como por ejemplo el chino clásico o el uigur.
La aparición de esa evidencia permite reconstruir la evolución del tibetano. En el siglo IX, como muestran el tratado bilingüe chino-tibetano del 821-822 encontrado frente al templo de Jokhang en Lhasa, los grupos consonánticos complejos ya se habían simplificado, y el proceso de tonogénesis es probable que estuviera iniciado. El siguiente cambio tuvo lugar en los dialectos tsang (gtsang), fonemas adyacentes a r se convirtieron en retroflejos y los adyacentes a y se palatalizaron. Posteriormente, las finales superescritas d y s desaparecen, excepto en el este y el oeste. Es en este estadio que la lengua se extendió en Lahul y Spiti, cuando las letras superescritas eran silentes, la d y la g eran apenas audibles y as, os, us dieron lugar a ai, oi, ui. Las palabras introducidas en Tíbet desde lenguas fronterizas en esa época difieren de las introducidas en períodos anteriores. Los otros cambios son más recientes y se restringe al ü y al tsang. En ü, los sonidos vocálicos a, o, u han sufrido un proceso de umlaut a ä, ö, ü cuando van seguidas de sonidos coronales /i, d, s, l, n/. Lo mismo se cumple para el tsang con la excepción de l, que simplemente alarga la vocal. Las mediales se han convertido en aspiradas tenues con una entonación baja, que también marca las palabras que tienen una consonante inicial simple, mientras que las anteriores aspiradas y consonantes iniciales complejas se han simplificado en el habla y se pronuncian con un tono alto.
Los numerales en diferentes lenguas tibéticas son:
Los números indican el nivel de tono. Para los grupos occidental y meridional se tiene:
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