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Lhasa



Lhasa (en tibetano, ལྷ་ས། en chino simplificado, 拉萨; en chino tradicional, 拉薩; pinyin, Lāsà) es la capital de la Región Autónoma del Tíbet, en la República Popular China. Se encuentra situada en la meseta tibetana, rodeada por las montañas del Himalaya. Cuenta con una población de alrededor de 250 000 habitantes. Se encuentra a una altitud de 3650 m s. n. m., en el valle del río Brahmaputra, siendo la segunda ciudad más alta de Asia y una de las más altas del mundo, tanto que la cantidad de oxígeno disponible es solo un 68% a nivel del mar.[1]

La ciudad es la sede tradicional de los lamas y lugar donde se encuentran los palacios de Potala, Norbulingka y el Templo de Jokhang, incluidos en el Patrimonio de la Humanidad[2]​ y es considerado por el budismo tibetano como el centro más sagrado del Tíbet.

Lhasa quiere decir "Lugar de los Dioses", aunque antiguos documentos tibetanos e inscripciones han demostrado que hasta principios del siglo VII el lugar se llamaba Rasa, que significa "lugar de cabra".[3]

Limita al norte con la prefectura de Nagqu, al este con la prefectura de Nyingchi, al sur con la prefectura de Shannan, y al suroeste con la prefectura de Xigaze.

Comprende los barrios o distritos de Lhünzhub, Damxung, Nyêmo, Qüxü, Doilungdêqê, Dagzê y Maizhokunggar.

Existe un considerable debate sobre la importancia geográfica de Lhasa en el Tíbet a principios de la historia.

A mediados del siglo VII, Songtsen Gampo se convirtió en el líder del Imperio tibetano, que se había elevado al poder en el valle del río Yarlung. En el año 641 d. C., Songtsän Gampo, que para entonces había conquistado toda la región tibetana, se casó con la princesa Bhrikuti de Nepal y la princesa Wen Cheng de la corte imperial Tang. A través de estos matrimonios, se convirtió al budismo y procedió a la construcción de templos Ramoche y Jokhang en Lhasa para albergar dos estatuas de Buda, traídas a su corte por las dos princesas. Los documentos de la dinastía Tang reflejan que el imperio de Songtsän Gampo era mayormente nómada y que mantenía audiencias en grandes tiendas móviles resplandecientes.

Desde la caída de la monarquía a la adhesión del 5º Dalai Lama, el centro del poder político en la región tibetana no se encuentra en Lhasa.[4]​ Sin embargo, la importancia de Lhasa como lugar religioso se hizo cada vez mayor con el avance de los siglos. Es conocida como el centro del Tíbet, donde Padmasambhava inmovilizó por arte de magia a la "demonia" de la tierra con la fundación del Templo de Jokhang, construido sobre su corazón. En el siglo XVI, la ciudad de Lhasa había cobrado relevancia tras la fundación de tres grandes monasterios Gelug por Yhe Tsongkhapa y sus discípulos. Los tres monasterios son Ganden, Sera y Drepung, que fueron construidos como parte de la reactivación puritana budista en el Tíbet.

El quinto dalái lama, Lobsang Gyatso (1617-1682), conquistó el Tíbet y trasladó el centro de su administración a Lhasa, que pasó a ser la capital política y religiosa del Tíbet. En 1645, se inició la reconstrucción del Palacio de Potala en la colina roja. En 1648, se terminó el Potrang Karpo (Palacio Blanco), parte del Potala. A partir de ese momento, el Palacio Potala fue utilizado como residencia de invierno del dalái lama. El Potrang Marpo (Palacio Rojo) se añadió entre 1690 y 1694. El nombre Potala se deriva posiblemente del monte Potalaka, la morada mitológica del Bodhisattva Avalokiteshvara. El Templo Jokhang es también una gran expansión en todo este tiempo. Aunque algunas tallas de madera y dinteles del templo de Jokhang se remontan al siglo VII, el más antiguo de los edificios existentes en Lhasa, como el Palacio Potala, el Jokhang y algunos de los monasterios y construcciones en el casco histórico proceden de esta segunda expansión de Lhasa.

En el siglo XVIII fue construido el Norbulingka por el 7º dalai lama.[5]

En la primera mitad del siglo XX, varios exploradores occidentales, tales como Francis Younghusband, Alexandra David-Néel y Heinrich Harrer, llevaron a cabo viajes a la ciudad. Lhasa era el centro del budismo tibetano, y casi la mitad de su población eran monjes. La población de Lhasa se estimó en 25.000 en 1951, con excepción de unos 15.000 monjes en los monasterios de la zona, aunque con la invasión del Ejército Popular de Liberación chino muchas personas huyeron de la ciudad, entre ellos el 14º Dalai Lama, que en 1959 tuvo que abandonar su residencia en el Palacio de Potala rumbo al exilio en India.

Entre 1987 y 1989 hubo grandes manifestaciones pro independencia contra el régimen chino encabezadas por monjes y monjas. Como resultado, el Gobierno chino castigó a los instigadores de las protestas. Esto se manifestó en sesiones de "reeducación", en las que se invitaba a los monjes a denunciar al Dalái Lama y al independentismo tibetano. Muchos monjes que se negaron fueron condenados a penas de prisión, mientras que otros abandonaron los monasterios y fueron muchos los que escaparon a la India, donde se encuentra el Gobierno tibetano en el exilio. El castigo fue tan grande que apenas hubo movimientos opositores posteriores.

A partir de comienzos de la década del 2000, la población de la ciudad es de alrededor de 255.000 habitantes. Para más información sobre la historia del Tíbet desde 1950, véase el artículo historia del Tíbet.

Lhasa y su prefectura cubren un área de 30 000 km² en total. El centro urbano posee un área de 544 km² y una población de 500 000 habitantes, de los cuales, la mitad, aproximadamente, vive en el centro urbano de la ciudad.[6]

Es una de las ciudades más altas del mundo y se encuentra localizada al fondo de un pequeño valle rodeado de montañas. Lhasa tiene una elevación de 3650 metros y se encuentra en el centro de la meseta tibetana.[7]​ Las montañas de alrededor se elevan hasta los 5.500 metros y el río kyi, un afluente del Brahmaputra, cruza toda la ciudad.

Cuenta con un clima muy suave durante todo el año, ya que su temperatura media anual durante el día es de 8 °C. No sufre inviernos extremadamente fríos ni veranos demasiado calurosos. Además, sus habitantes gozan de unas 3000 horas anuales de sol, que le ha servido para ser conocida, en algunas ocasiones, como "la Ciudad Iluminada". Las épocas de mayores precipitaciones suelen darse en julio, agosto y septiembre y son consideradas como las mejores del año. Suele llover por la noche y el resto del día es soleado.

Si el Tíbet fuese un Estado independiente, Lhasa sería la capital nacional más alta del mundo, superando incluso a La Paz, la capital de Bolivia, que ostenta el récord actualmente.


La división administrativa de Lhasa, como una ciudad prefectura, se compone de un distrito y siete condados. El distrito de Chengguan comprende la ciudad de Lhasa.

La población total de la Prefectura de Lhasa es de 521.500 habitantes (incluyendo la población de inmigrantes). De estos, 257.400 están en la zona urbana (incluyendo la población inmigrante de 100.700), mientras que 264.100 están en los alrededores.[9]

Lhasa es el hogar de los tibetanos, los chinos han y los chinos hui, así como de otros y variopintos grupos étnicos. Los tibetanos, según fuentes chinas, siguen siendo la etnia más extendida, constituyendo un 87% de la población. Muchos tibetanos afirman, sin embargo, que debido a la afluencia masiva de emigrantes de otras zonas de China como política de control étnico al igual que en Xinjiang, los tibetanos son a día de hoy una minoría.[10][11]

Lhasa tiene muchos lugares de interés histórico, incluyendo el Palacio de Potala, el Templo de Jokhang, el Monasterio de Sera, el Templo de Zhefeng, el Monasterio de Drepung y el Norbulingka. Sin embargo, muchos de estos importantes lugares resultaron dañados o destruidos, en su mayoría, durante la Revolución Cultural.[12][13][14]

La ciudad de Lhasa cuenta con tres círculos concéntricos utilizados por los peregrinos para recorrer por el exterior el templo sagrado de Johkhang, muchos de los cuales los recorren total o parcialmente postrados a lo largo de sus sendas con el fin de ganar méritos espirituales. El primer círculo, el Nangkor (Nang-skor), se encuentra dentro del Templo de Jokhang, y rodeando el santuario de la Jowo Shakyamuni, la estatua más sagrada del budismo tibetano. El círculo del centro, el Barkor (Bar-skor), pasa a través de la Ciudad Vieja y rodea el Templo de Jokhang y otros edificios vecinos. El más exterior de los círculos, el Lingkor (Gling-skor) delimita las fronteras tradicionales de la ciudad de Lhasa. Debido a la construcción de una larga calle, la Pekín Lam, el Lingkor no es normalmente utilizado por los peregrinos.

Cada agosto, el festival Shoton, uno de los mayores festivales tradicionales del Tíbet, tiene su centro neurálgico en Lhasa, donde fue celebrado por vez primera en el siglo VII.

La comida en Lhasa puede ser también vista como parte de su cultura. Normalmente, los tibetanos se alimentan de carne de cordero y vacuna. Especialmente por parte de los carniceros, quienes desecan estas carnes antes de que el invierno haga su entrada, posibilitando así contar con suministros suficientes durante los meses más fríos. El vino es indispensable para los tibetanos, quienes lo beben con un qingke, una especie de planta que crece en la meseta del Tíbet.

Según las autoridades de la región, 1,1 millones de personas visitaron el Tíbet en el 2004. Las autoridades chinas planean un ambicioso plan de crecimiento del turismo en la región esperando a diez millones de visitantes en 2020; estos visitantes se espera que sean principalmente de la etnia china.

Los partidarios de la autonomía del Tíbet creen que el incremento del turismo redundará en una degradación de la cultura indígena del Tíbet; en particular, estos partidarios de la autonomía tibetana creen que la remodelación de los entornos de los lugares históricos, como el Palacio de Potala, un Patrimonio de la humanidad, según la Unesco, convertirán a la zona en una especie de parque de atracciones desvirtuando el lugar sagrado.[15]

La ciudad se encuentra bien comunicada por carretera mediante la autopista G109 que discurre por el noreste hacia la localidad de Xining para terminar en Pekín y es el camino más utilizado, la ciudad también cuenta con la autopista G318 que discurre hacia el este y la comunica con Chengdu y finaliza en Shanghái y con la autopista G219 que discurre hacia el norte y la comunica con Yecheng en Xinjiang, esta última ruta es la menos usada debido a la baja calidad de sus instalaciones y a que carece de suficientes estaciones de servicio.

La ciudad cuenta con una importante estación de ferrocarril conectada con la línea Qinghai–Tíbet que es la línea de ferrocarril que discurre a más altura en todo el mundo y que comunica a la ciudad con localidades importantes a nivel nacional como Pekín, Chengdu o Cantón. Inicialmente la diferencia de altura que presentaban los tramos de la ruta provocaba que muchos de los pasajeros enfermaran de mal de montaña, en la actualidad esto se ha solucionado mediante la utilización de máscaras de oxígeno para los pasajeros y bombeando extra oxígeno a través del sistema de ventilación.[16]

La ciudad es servida por el Aeropuerto de Lhasa Gonggar que se encuentra localizado a unos 45 kilómetros del centro urbano, este aeropuerto posee conexiones a varias localidades chinas como Pekín y Chengdu y a Katmandú, la capital de Nepal.

Vista del Palacio de Potala.

Templo de Jokhang.

Monasterio de Drepung.

El Palacio Norbulingka en agosto de 1993.

Monjes practicando sus habilidades de debate en el monasterio de Sera.

Río Lhasa al sur de la capital



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