Linderhof es un palacio localizado en un valle cercano al pueblo de Oberammergau, en el estado federado de Baviera, Alemania. Es el más pequeño de los tres palacios construidos por Luis II de Baviera y el único que vio terminado.
El palacio fue construido en el lugar de un coto de caza de Maximiliano II de Baviera, el padre de Luis II. Este coto contenía una pequeña casa conocida como el Königshäuschen (casita real) que Luis II había visitado desde su niñez cuando acompañaba a su padre de cacería. Al morir su padre, Luis II heredó el Königshäuschen y desde 1869 empezó a expandirlo agregado alas adicionales bajo la dirección del arquitecto de la corte (Hofbaudirektor), Georg Dollmann. Finalmente en 1874 decidió derrumbar el Königshäuschen y reconstruirlo en el lugar donde se encuentra hoy en día, a unos 200 metros del palacio.
Con el derrumbe del Königshäuschen el edificio restante tenía una forma de "U". Se construyó un vestíbulo, una escalera central y tres cuartos adicionales. De manera simultánea se expandieron los jardines bajo el cuidado del jardinero de la corte (Hofgärtner), Carl von Effner. Entre 1885 y 1886 se rehízo la recámara principal, con lo que el palacio quedó completado en su forma actual, en estilo rococó. El edificio mide aproximadamente 30 x 27 metros.
Aunque Linderhof es mucho más pequeño que el palacio de Versalles, su influencia es visible. Luis II era un gran admirador de Luis XIV de Francia, incluso adoptó la divisa, "nec pluribus impar" de Luis XIV, que se puede ver en el techo del vestíbulo de Linderhof. La pieza central del vestíbulo es una estatua ecuestre del rey francés. La escalera principal es una reducción de la famosa "escalera del embajador" de Versalles y fue copiada en tamaño real en el palacio de Herrenchiemsee. El símbolo del Sol, que está presente en el decorado de varios cuartos, es una referencia al "Rey Sol" y representa la idea de la monarquía absoluta, que Luis XIV promulgaba y a la que Luis II nunca podría acceder en la segunda mitad del siglo XIX.
De los proyectos de Luis II, este es el más pequeño y el único que vio terminado. Si se toma el cuenta el tiempo que pasó aquí, podemos decir que Linderhof fue su palacio favorito, pues en total vivió ocho años en este lugar. Al rey le gustaba caminar por los jardines y parques del palacio, muchas veces descalzo.
En comparación con otros palacios reales, Linderhof es de una atmósfera privada. Sólo cuatro de los cuartos tienen funciones ceremoniales.
Luis II usaba este cuarto como sala. Le gustaba sentarse en el nicho y leer, a veces toda la noche. Como el rey dormía durante el día y estaba despierto durante la noche, la luz de las candelas reflejadas miles de veces en los espejos han de haber hecho una impresión inimaginable. La colocación paralela de los espejos crea el efecto de una avenida que se extiende hasta el infinito.
Ente las decoraciones de este cuarto están:
Hay dos cuartos de tapices, que no tienen una función específica. El del lado oeste es algunas veces referido como el cuarto de música, debido a que alberga un aelodión (instrumento musical que combina el piano y el armonio: se trata de uno de los derivados de la aeolina[1] de Bernhard Eschenbach inventados por él mismo).[2][3] Solamente las cortinas y las cubiertas de los muebles son verdaderos productos de la fábrica parisina de Gobelin. Las escenas en las paredes son pinturas sobre lienzo áspero para imitar el tapiz.
La cámara de audiencias está en el lado este del palacio y está rodeada de gabinetes de color amarillo y lila. Los gabinetes eran solamente utilizados como antesalas de los cuartos más grandes. Luis II nunca sostuvo una audiencia en este cuarto. Lo usaba como estudio para planear otros proyectos de construcción. El hecho de que haya una cámara de audiencias en Linderhof demuestra el aferro a la idea de la monarquía absoluta que Luis II tenía. Entre los objetos de este cuarto están:
Este cuarto está en el lado este del palacio, rodeado de los gabinetes rosado y azul. El gabinete rosa, a diferencia de los otros gabinetes, tenía una verdadera función. El rey lo usaba como cuarto de vestido. Al igual que en el Palacio de Herrenchiemsee, la mesa del comedor podía ser bajada a la cocina por medio de un elevador mecánico para evitar que el excéntrico rey tuviese contacto con los sirvientes. Se dice que los sirvientes siempre servían la mesa para por lo menos cuatro comensales, ya que al rey le gustaba hablar con gente imaginaria como Luis XIV, Madame de Pompadour y María Antonieta, personajes que Luis II admiraba. Se pueden hallar retratos de estas personas en los gabinetes y escenas de sus vidas en otros cuartos. Entre las decoraciones de este cuarto hay un centro de mesa de porcelana de Meissen.
A la manera de Luis XIV, el cuarto de dormir estaba concebido como una habitación pública, aunque Luis II no recibiera a nadie. No está modelado según la recámara de Luis XIV, sino más bien según la de la Residenz (Residencia de Múnich). Este cuarto fue completamente terminado en 1886. La posición elevada de la cama, rodeada de una balaustrada dorada, da la impresión de ser un altar. Entre las decoraciones de este cuarto están:
Los jardines que rodean al palacio fueron realizados por el jardinero de la corte bávara (Hofgärtner) Carl von Effner. Son considerados entre los más hermosos diseños históricos de jardín. El parque combina elementos formales del estilo barroco y del renacimiento italiano con secciones que asemejan el estilo inglés de jardín.
El palacio está rodeado de un jardín formal dividido en cinco secciones que están decoradas con esculturas alegóricas de los continentes, las estaciones del año y los elementos.
La parte norte está caracterizada por una cascada de treinta escalones de mármol. La parte baja termina en una fuente alegórica al dios Neptuno. La parte alta termina en un pabellón de música.
En el centro del parterre oeste hay una alberca con una estatua dorada de la diosa Fama. En el oeste hay un pabellón con un busto de Luis XIV. Frente a esta estatua hay una fuente con una estatua dorada de "Amor con delfines". El jardín está decorado con cuatro jarrones de mayólica.
El parterre este está coronado por un pabellón de madera con un busto de Luis XVI de Francia. 24 escalones bajo el pabellón hay una fuente con una estatua dorada de "Amor disparando una flecha". Una escultura de "Venus y Adonis" está entre la alberca y el palacio.
El parterre de agua frente al palacio está dominado por una gran alberca con una fuente dorada de "Flora y Putti". El chorro de la fuente alcanza hasta 25 metros de altura.
Los jardines en la terraza de la parte sur del parque, corresponden a la parte norte. En el primer escalón hay una fuente dorada de "Náyade" con esculturas de ninfas de agua. En el nicho central hay una estatua de María Antonieta. Estos jardines están coronados por un templo redondo con una estatua de Venus basada en una pintura de Antoine Watteau.
Por una orden de Luis II del 15 de diciembre de 1875, se construyó la "Gruta de Venus", que quedó terminada en 1877. La gruta fue construida con armazón de hierro y paredes de lienzo impregnado y recubierto con una mezcla de cemento. De la misma manera fueron hechas las estalactitas y estalagmitas.
La gruta está dividida en dos grutas laterales y una central, que según la iluminación recuerdan la "Gruta azul" de Capri o la "Gruta de Venus" de la ópera de Richard Wagner, Tannhäuser. El rey hizo además que se pintaran paisajes y escenas de Tannhäuser en las paredes. Para protegerlas de la humedad, las pinturas se recubrieron de cera. Una cascada y una barcaza en forma de concha fueron hechas para ser utilizadas dentro de la gruta.
Siete hornos eran necesarios para la calefacción de la gruta. Estos eran utilizados incluso en verano, ya que el interior es muy frío. Una máquina de proyección de arco iris y una máquina para hacer olas completaban la ilusión de un mar artificial cuando el rey quería ser transportado en la barcaza.
El novedoso sistema de iluminación eléctrica, con 24 motores de dínamos, fue la primera central eléctrica de Baviera. En particular resultó problemática la iluminación para el efecto de la "Gruta azul", debido a la insistencia del rey por un "azul más azul". Esta insistencia fue el impulso para que la empresa BASF más tarde obtuviera una patente para la fabricación del índigo artificial.
El "kiosko morisco" fue realizado por el arquitecto Carl von Diebitsch y originalmente instalado en la exposición universal de París de 1867 como exposición oficial de Prusia. Fue comprado para el parque de Linderhof por orden de Luis II, del magnate ferroviario Bethel Henry Strousberg que lo había comprado después de la exposición universal y se encontraba en dificultades económicas.
El fundamento fue hecho al mismo tiempo que se empezó con la construcción de la "Gruta de Venus". Sobre este fue rearmado el kiosko con su cúpula central dorada y las igualmente doradas cuatro pequeñas torres en las esquinas.
Al rey el arreglo interior le pareció demasiado simple, por lo que ordenó un sistema de iluminación, una fuente de mármol y un lujoso trono con motivos de pavo real hecho en París e instalado en un nicho. En 1877 se terminaron los trabajos en el kiosko y se le encargó al jardinero de la corte, Carl von Effner, la realización de los jardines circundantes.
La "casa marroquí" fue comprada por orden de Luis II en la exposición universal de París de 1878, donde era parte de una gran exhibición de tema oriental. El 25 de noviembre del mismo año llegaron las piezas individuales a Linderhof y para diciembre ya estaban ensambladas cerca de la "Choza de Hunding".
El interior de la "casa marroquí" fue ricamente decorado con alfombras y otros objetos. Además las ventanas fueron reforzadas y se construyó una chimenea, lo que cambió su aspecto original.
Tras la muerte del rey, la "casa marroquí" fue vendida y movida a Oberammergau, donde terminó quedando en mal estado. El edificio fue comparado nuevamente para Linderhof en 1980 y cuidadosamente restaurado. Fue edificado en un lugar más cercano al castillo en 1998, en el lugar donde está hoy en día.
La "choza de Hunding" está inspirada en el primer acto de la ópera La Valquiria de Wagner. Originalmente fue construida por orden del rey, alejada de Linderhof, cerca de la frontera con Austria. El interior tenía un tronco de roble con grandes raíces. Luis II podía pasar largas horas leyendo dentro del edificio.
El 18 de diciembre de 1884 la choza se quemó y fue inmediatamente reconstruida. En 1945 fue nuevamente víctima de las llamas y sólo parte del mobiliario logró ser salvada. En el verano de 1990 la "choza de Hunding" fue reconstruida nuevamente, en un lugar más cercano al palacio de Linderhof.
La ermita de Gurnemanz está hecha en una apertura en el bosque, en el parque de Linderhof. Fue construida en el verano de 1877 por orden del rey, siguiendo las instrucciones de escenografía, escritas por Wagner para la ópera Parsifal.
La construcción de la ermita presentó serios problemas, pues el rey quería el pasto cubierto de flores y la ermita estaba localizada a 1.100 metros sobre el nivel del mar, en la montaña. Cada vez que el rey la visitaba, un jardín de flores tenía que ser plantado.
La ermita poco a poco quedó en mal estado y para 1945 había desaparecido. Fue reconstruida nuevamente en el parque de Linderhof.
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