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Loro tricahue



El loro barranquero (Cyanoliseus patagonus) es una especie de ave de la familia de los loros (Psittacidae). A su vez, una de sus subespecies (Cyanoliseus patagonus bloxami) es conocida como loro tricahue o tricagüe.[2]​ Nidifica en Chile y en Argentina y migra en invierno ocasionalmente al sur del Uruguay.

La longitud promedio en las subespecies argentinas es de 42 cm,[3]​ mientras que en la subespecie chilena es de 45 cm, con un rango, en esta última, de 43 a 47 cm.[4]

Su cabeza y lomo son de color verde oliva oscuro. Presenta un anillo periocular de color blanco. La parte superior del pecho es blancuzca (solo en la raza de Chile), mientras que la parte inferior es verde oliva. Las plumas del abdomen, patas, lomo y supracaudales son de color desde amarillo hasta verde oliva (según la subespecie). La parte central del abdomen es rojo-anaranjada. Las subcaudales son de un tono amarillo oliváceo. Las cobertoras alares son verdes oliváceas, mientras que las infracobertoras son verdes obscuro. Las rémiges o primarias son azules, con barba interna grisácea. La cola es gris olivácea. El pico es gris oscuro, ganchudo y corto. Las patas son de color rosa pálido.

Es una especie muy gregaria y bulliciosa. La bandada en vuelo se escucha desde lejos. Parcialmente migratoria: en invierno suelen realizar cortos desplazamientos hacia el norte. También realiza desplazamientos altitudinales descendiendo de las laderas en esa estación. A esos movimientos estacionales se suma un cierto nomadismo.

Se alimenta de semillas generalmente tomadas del suelo y a veces directamente de plantas como cardos y cactus. La fruta también es un componente importante de su alimentación, y su aporte oscila entre el 2% de su dieta en noviembre-diciembre y el 35% en marzo.

Barrancos. Sabanas, estepas arbustivas, áreas rurales, andinas, patagónicas tierras bajas áridas y praderas de matorrales montanos. Bosque seco abierto. Cursos fluviales en el Chaco serrano. Matorral espinoso con cactus columnares generalmente sobre sustrato arenoso y no muy lejos de ríos, hasta los 2000 msnm de altitud. También potreros y cultivos. Penetra en la periferia de ciudades y en los pueblos, durmiendo sobre el cableado eléctrico, sobre el que se posan muy juntos.[5]​ En ciudades como Buenos Aires las poblaciones de esta especie están constituidas por ejemplares escapados de cautiverio.[6]

Se reproducen en el verano austral, entre septiembre y febrero, en colonias que a veces son de millares de nidos. Anidan en cuevas que horadan con su pico en barrancos de ríos o acantilados marinos (de ahí su nombre de loro barranquero), habitándolas todo el año. Las cuevas son profundas (frecuentemente 1,5 m)y zigzagueantes. Ponen 2-4 (1-5) huevos de color blanco semibrillante, bastante redondeados, y de un tamaño promedio de 3,7 x 3,1 cm, que incuban durante 24 días. Ponen un huevo cada dos días. Los pichones no abandonan el nido hasta que están totalmente emplumados, con unos 63 días. Ambos progenitores les aportan el alimento en ese periodo.

Una extensa investigación ha permitido determinar que la colonia de loros barranqueros del Balneario El Cóndor, de la provincia de Río Negro, en el noreste de la Patagonia argentina, con 35.000 nidos activos, es la colonia conocida de Psittaciformes (loros y cacatúas) más grande del mundo; por lo tanto, un importante patrimonio para la humanidad.[7]​ Esta importante colonia se extiende a lo largo de unos 10 km de acantilados marinos.[8]

No se encuentra globalmente amenazada aunque forma parte de la lista de especies protegidas por el Anexo II del Convenio CITES sobre el comercio internacional de especies. Hasta hace algunos años era muy común, pero en la actualidad sus poblaciones se han reducido significativamente y están relativamente dispersas. La causa principal de su disminución es la captura de ejemplares (pichones en el nido) para venderlos como mascotas. Una segunda razón de su disminución es la construcción de represas que inundan valles, destruyendo su hábitat. También se cazan ejemplares.

La subespecie andina es la más vulnerable y se está considerando prohibir su comercialización.

El loro tricahue es el loro de mayor tamaño y colorido de entre las especies que habitan en Chile. Actualmente, esta subespecie (C. p. bloxami) se encuentra en peligro de extinción. Las poblaciones de tricahue han seguido disminuyendo en algunas zonas debido a la captura de ejemplares para su venta como mascota y al aumento del deterioro y fragmentación de su hábitat.

Antiguamente, su distribución original se extendía desde Atacama hasta Valdivia, pero hoy en día no existen más de doce loreras en la zona central del país. El 85 % de la población se ubica en la región de O'Higgins y en la región del Maule, estando el resto en algunos sectores de la región de Coquimbo.

El Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre de CODEFF, desde sus inicios, ha recibido una gran cantidad de tricahues, especialmente producto de decomisos por parte del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y de entregas voluntarias de personas que los tenían como mascotas.

Existen cuatro subespecies de Cyanoliseus patagonus:

Las poblaciones de Argentina y Chile están perfectamente separadas (sus áreas de distribución son disjuntas; véase Especiación).



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