Los sobrinos del capitán Grant es una zarzuela, denominada también como "Novela cómico-lírico-dramática", en cuatro actos y dieciocho cuadros, basada en la novela de Julio Verne "Los hijos del capitán Grant". El libreto es de Miguel Ramos Carrión; y la música, del maestro Manuel Fernández Caballero. Se estrenó con gran éxito en el Teatro Príncipe Alfonso de Madrid, el 25 de agosto de 1877.
El libreto es una adaptación de dicha novela, pero destacando los episodios más fantásticos y propicios para desplegar grandes efectos escenográficos, como el terremoto, el viaje al fondo del mar o el incendio del Ombú. Por otro lado también explora el campo paródico, al deformar los personajes y rebajarlos de categoría, buscando situaciones de gran comicidad, especialidad de Miguel Ramos Carrión, uno de los escritores festivos más importantes del siglo XIX.
La música de esta obra es de gran variedad y calidad, llegando en muchos momentos a codearse con la opereta, se puede destacar la sabia utilización de aires exóticos para crear momentos de color, como "el baile de la zamacueca" o el coro de maoríes, con momentos de gran vuelo lírico o refinamiento como la canción del bandido, el terceto clasicista "Vuestro Tío se ha salvado" o el Vals del fondo del mar, demostrando ser un gran compositor versátil en todos sus aspectos.
De esta obra cabe destacar que fue tradicional en las carteleras navideñas en los teatros de Madrid, pero que debido a su dificultad de montaje y al coste elevado, fue olvidándose, hasta que el director de escena Paco Mir, la ha vuelto a reponer en el Teatro de la Zarzuela, con una nueva producción del año 2001, con gran éxito, convirtiéndola de nuevo en una de las obras navideñas por excelencia.
La acción comienza en un patio de vecindad de Madrid (una corrala), donde los vecinos se quejan de una murga que viene todos los días a amenizar el patio, sospechando que en realidad vienen a dar serenata a Soledad, una bailarina, la cual no sabe quién puede ser su admirador. En el patio vive Mochila, un teniente retirado del ejército, el cual quiere explicar a sus vecinos un gran descubrimiento: al intentar guisar un besugo descubrió un canuto de hojalata, que contenía un pequeño documento, firmado por un náufrago, el Capitán Grant, el cual describe su paradero y el de un tesoro, que compartirá con aquel que llegue primero a rescatarle. Mochila decide ser él quien rescate al capitán, por lo que busca gente que le ayude en su empresa; a ella se unen Soledad y Escolástico, un seminarista fugado, que resulta ser el pretendiente de Soledad, a quien declara su amor, y los dos se hacen pasar por sobrinos del capitán. A ellos se unen Sir Clayron y su sobrina Miss Ketty, los cuales conocen al capitán y ponen a su disposición su fortuna y su barco para ir a buscarle.
En la cubierta del barco de Sir Clayron, el Escocia, viajan Mochila, Soledad, Escolástico, Sir Clayron y Miss Ketty con destino a Chile. El doctor Mirabel, vecino también de Soledad y Mochila, ha confundido su barco con destino a las Filipinas, por lo que sin más remedio se decide a seguir a sus compañeros camino a Chile. Los marineros despiertan y saludan al sol con salvas de cañón e izando el pabellón inglés.
Desembarcan en Chile, en la plaza de la ciudad de Talcahuano, donde la gente del pueblo celebra la independencia de Chile. Allí descubren que no ha naufragado ningún barco español desde hace diez años, por lo que no saben si ese es el lugar exacto. Entonces piensan que la interpretación del documento está mal, por lo que el doctor Mirabel decide estudiarlo y descubre que en realidad el capitán no se encuentra en la costa, sino en el interior del país.
Suben hasta un desfiladero, donde un patagón se ofrece como guía de los viajeros que aceptan gustosamente. Soledad regaña a Escolástico por su cercanía hacia Miss Ketty, a la cual le está enseñando a hablar español, por consejo de su tío Sir Clayron. Al final se produce un enfrentamiento entre ellas, comentando las diferencias entre los amantes escoceses y los españoles.
Llegan a las cumbres de los Andes, donde disfrutan del gran paisaje que ven, comentan del peligro de congelarse o de ser capturados por el cóndor, cuando se produce un fuerte terremoto.
La expedición cae rodando hasta alcanzar las llanuras argentinas. Todos se encuentran a salvo, pero no encuentran al doctor Mirabel. Lo buscan por todas partes, hasta que Soledad lo ve en las garras del cóndor, el patagón arma su fusil y de un tiro certero lo derriba, salvando al doctor Mirabel.
A las afueras de un fuerte, los militares están haciendo la instrucción, puesto que un general se dispone a visitarlos para pasar revista de tropa. Conducen a Soledad, Escolástico, Mochila, Miss Ketty, Sir Clayron y el Doctor Mirabel hacia el comandante, bajo la acusación de ser espías de los Paraguayos, con los que se hallan en guerra. Tras aparecer el general y presenciar la revista, se les forma un juicio sumarísimo, en donde tras un confuso interrogatorio, los hallan culpables y los condenan a ser fusilados. El comandante decide fusilarlos solo con pólvora, por lo que al final logran huir sanos y salvos.
Las pampas están completamente anegadas, y los viajeros se han refugiado en lo alto de un ombú, esperando su triste destino, cuando el Doctor Mirabel les comenta que ha encontrado un fallo en el documento: que en realidad, el Capitán Grant no está en la Patagonia, sino en Australia. Al momento se desencadena una tormenta, donde los rayos alcanzan el árbol, produciéndose un incendio, y al intentar saltar al agua ven que están rodeados de caimanes, sin saber como escapar.
En un molino se reúnen Jaime y un grupo de bandidos, para planear un robo contra el tren, cuando uno de sus compañeros alerta de la llegada de un barco, en el que han desembarcado unos forasteros. Deciden darles hospedaje, y allí conocen sus planes de buscar al Capitán Grant y descubren los brillantes que lleva consigo Sir Clayron, por lo que Jaime finge ser contramaestre del Veloz, el barco del capitán, y aprovechando eso, urde un plan para apoderarse de los brillantes.
En la estación del tren, están esperando a su llegada Soledad, Miss Ketty, Sir Clayron, Escolástico, el Doctor Mirabel y el bandido Jaime, ya que en el tren viene Mochila custodiando los brillantes necesarios para el viaje. Cuando llega éste, se hunde el puente y cae parte del tren, ante el espanto de todos, pero quedando Mochila sano y salvo.
Jaime llega a la posada con sus compinches y le ordena al posadero que no venda ni un solo caballo a los forasteros que lleguen. Llegan a la posada Soledad, Ketty, Sir Clayron, Escolástico y Mirabel, los cuales comentan la extrañeza de que sus caballos hayan muerto y de no encontrar nada, a la par que comentan sobre el accidente ferroviario. Aparece Mochila en la posada, con nuevas noticias, puesto que ha averiguado que en realidad el accidente fue provocado por un grupo de bandoleros, mientras Sir Clayron redacta la nota que le dará a Jaime la autorización de poder coger del barco los brillantes necesarios para la expedición. Cuando el Doctor Mirabel lee la gaceta de Melbourne que ha traído Mochila, descubre que Jaime es el autor de todo, y al intentar reducirlo, son apresados por los bandidos. Al sonar la corneta huyen creyendo que es la gendarmería, cuando en realidad son Mochila y Soledad, descubren que han huido con la nota y la consternación se apodera de todos.
Mochila y Mirabel llegan a una cabaña de pescadores de coral. Allí interrogan al matrimonio y descubren que el Escocia se fue a pique tras una revuelta entre los marineros y unos bandidos, y que luego Jaime les alquiló una escafandra para ir a buscar los brillantes. Sin perder tiempo, alquilan otra y parten hacia el fondo del mar para ajustar cuentas con Jaime e impedir el robo.
Una barca llega a mitad del mar, en ella va Mochila acompañado del Doctor. Se tira al agua con la escafandra y llega al fondo, donde se encuentra con Jaime, tratando de apoderarse del cofre. Hay una lucha entre ellos, pero al final Mochila usa su hacha y Jaime es atrapado por un pulpo que lo arrastra a las profundidades, llevándose Mochila el cofre y saliendo a la superficie.
Dentro de una cabaña, guardada por los Maoríes, aguardan Soledad, Mochila, Escolástico, Miss Ketty y Sir Clayron su destino, que es el de ser devorados por los Maoríes tras la feroz batalla que sostuvieron estos con la tribu enemiga, a la vez que se preguntan que habrá sido del doctor Mirabel puesto que ha desaparecido. Escuchan los cantos fúnebres y se lamentan, entonces Escolástico descubre una trampilla por la cual escapan.
Los viajeros se refugian en la Montaña Sagrada, perseguidos por los maoríes. Descubren una peña, la destapan y la lava se vierte espantando a los salvajes y pudiendo escapar los demás.
Logran llegar a una gruta cercana al mar y allí descubren al Jefe Maorí, que no es otro que el Doctor Mirabel, el cual en una confusión suya se refugió entre los cuerpos de los salvajes, y se vistió con las ropas del jefe fallecido, siendo confundido con él. Al final deciden escapar en una piragua y buscar refugio en otra isla.
Ante una cabaña, los viajeros descubren al capitán Grant, el cual al principio no reconoce a Soledad y Escolástico, pero al final lo convencen y los reconoce y les comenta la llegada de un bergantín español. Cuando preguntan por el tesoro, descubren que no lo tiene, que se lo robaron los maoríes, por lo que el doctor Mirabel decide hacer su papel de jefe y reclamar el tesoro.
En el Templo se celebra la ceremonia de honra al jefe, donde los viajeros se apoderan del tesoro y huyen hacia el barco español. Acaba la obra con la alegría general, volviendo a España ricos y felices.
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