Lucena del Puerto es un municipio español de la provincia de Huelva, Andalucía. En el año 2019 contaba con 3.371 habitantes. Su extensión superficial es de 69 km² y tiene una densidad de 38,54 hab/km². Se encuentra situado en el Suroeste de España, y parte de su término municipal está incluido en el Parque natural de Doñana, considerado como la mayor reserva ecológica de Europa.
Sus coordenadas geográficas son 37°18′N 6°43′O / 37.300, -6.717. Se encuentra situada a una altitud de 101 metros y a 24 kilómetros de la capital de provincia, Huelva, a 7 kilómetros de la localidad de Bonares y a 12 kilómetros de Moguer.
En el año 1826 Lucena contaba con 834 habitantes, y aunque en términos absolutos su población no se ha incrementado mucho, porcentualmente hasta los inicios del siglo XXI, el número de habitantes creció entorno al 300%.
Se podría decir que el crecimiento más importante se produjo durante el siglo XIX y a partir de la década de los 1970s del siglo XX, cuando Lucena experimentó también más crecimiento económico debido al inicio de los cultivos de fresón.
Es de destacar que durante la campaña de recolección del fresón la población puede llegar a triplicarse, debido principalmente a la llegada de extranjeros para trabajar en las labores del campo.
Fuente desde 1900, Instituto Nacional de Estadística de España - Elaboración gráfica por Wikipedia
Deuda viva del Ayuntamiento de Lucena del Puerto en miles de Euros según datos del Ministerio de Hacienda y Ad. Públicas.
“En tiempos tan antiguos, que nadie sabe cuántos miles de años han pasado después, Lucena del Puerto, la Lucena de los Iberos, era una fortaleza pequeña pero inexpugnable emplazada sobre la cuesta pendiente de la ribera sur del Río Tinto, una legua más o menos de la ciudad principal de la región, llamada entonces Ilipula, o sea, la ciudad sobre un peñón, hoy Niebla”
Todavía es posible rastrear esta creencia entre los habitantes de la localidad que asocian la fundación de la población al Río Tinto, parodiando, lo que fue en tiempos fuente de vida. Algún autor, no con demasiada fortuna, atribuye al municipio un origen fenicio, basándose en los vestigios de trogloditismo que hasta hace poco se observaban bajo muchas casas antiguas y que poseen un origen posterior.
Sin embargo, en estas fabulaciones hay parte de verdad, ya que los vestigios de poblamiento más antiguos que se conocen se encuentran en la parte alta del término, en los popularmente conocidos como cabezos. Este hecho, unido a la existencia del puerto y su localización, ha sugerido la posibilidad de otro emplazamiento anterior al núcleo actual, que incluso se ha llegado a localizar en lugares concretos como Valbuena.
Los vestigios más antiguos datan del Paleolítico Superior, aunque aparecen mezclados con diversos útiles de época más tardía correspondientes al Neolítico y al Calcolítico. No obstante, este yacimiento, ubicado en la dehesa, permite atestiguar la presencia de un grupo humano, más o menos numeroso y con cierta estabilidad.
La presencia romana se atestigua por monedas, cerámicas y restos arquitectónicos entre los que se incluyen varias bases y fustes de columnas. A este periodo debemos probablemente el nombre toponímico de Lucena por la adición del nombre romano Lucius.
Del periodo de dominación visigoda no existen testimonios, aunque cabe suponer algún tipo de presencia. La posterior conquista musulmana no debió suponer un cambio significativo en las forma de vida. Existen restos visibles de este periodo en Valbuena, El Bosque y la Herrería.
La conquista cristiana abre una nueva etapa al introducir los elementos nuevos que van a configurar la realidad local durante toda la modernidad y la primera mitad del siglo XIX.
La Fundación del Monasterio de la Luz tuvo lugar en la última década del siglo XV, sobre una amplia hacienda propiedad del moguereño don Diego de Oyón y doña María de Cárdenas, legada en testamento a la orden jerónima y, posteriormente, reclamada por el Conde de Niebla. Poco después se inició la edificación del monasterio. A pesar del legado histórico-artístico que el convento supone, no podemos olvidar otros aspectos importantes, puesto que, durante más de tres siglos, el Monasterio de la Luz fue monopolizador de la riqueza local, ocupando, además, las mejores tierras y obteniendo los mejores rendimientos hasta su usurpación definitiva a mediados del siglo XVIII.
A partir de la segunda mitad del siglo XVIII, Lucena del Puerto inicia un crecimiento lento pero constante, al compás de las crisis agrarias, los años de bonanza y los vaivenes del destino histórico, que se mantiene durante todo el siglo XIX y XX.
Principales monumentos de Lucena:
La bandera de Lucena del Puerto consta de cinco franjas horizontales de los colores: rojo, verde, blanco, verde y rojo; La central de 1/3 y las otras de 1/6 del ancho del paño. Centrado y sobrepuesto escudo de armas local.
La descripción heráldica del Escudo de Armas Municipal es la siguiente:
El cuervo simboliza a San Vicente Mártir, patrón de la localidad, que después ser martirizado, fue arrojado a un basurero y defendido por un gran cuervo.
Entre los platos más destacados encontramos:
Otro de los puntos fuertes de la gastronomía lucenera es la gran variedad existente de dulces caseros, la mayoría casi exclusivos de la Semana Santa como son: amarguillos, roscos, tortas de manteca, los polvorones o pestiños. Además de en Semana Santa, estos dulces también son muy consumidos durante las fiestas en honor del patrón San Vicente Mártir, que se celebra a finales del mes de enero.
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