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Luisa de Medrano



¿Dónde nació Luisa de Medrano?

Luisa de Medrano nació en Atienza.


Luisa de Medrano Bravo de Lagunas Cienfuegos, llamada en las fuentes primarias Lucía de Medrano (Atienza, Guadalajara, 9 de agosto de 1484-¿1527?), fue una latinista española.[1]​ Pudo llegar a dictar alguna lección de cánones en la Universidad de Salamanca, desarrollando en cualquier caso actividades de las que las mujeres estaban excluidas en la Europa renacentista.

Luisa de Medrano nació en Atienza (Guadalajara), localidad soriana hasta la división provincial realizada en 1833. Fue hija de Diego López de Medrano, señor de San Gregorio, y de Magdalena Bravo de Lagunas, del linaje de los Salvadores de Berlanga de Duero. Su abuelo apoyó a la reina Isabel contra Enrique IV, conquistando a traición el inexpugnable castillo de Atienza donde se estableció como alcaide.

Luis Medrano, vallisoletano y canónigo en Coria, electo rector de la Universidad de Salamanca el 10 de noviembre de 1511,[2]​ habría sido su hermano según Luisa Montaño.[3]

Padre y abuelo murieron luchando en Granada. Agradecida, la reina se hizo cargo de su viuda y de la educación de sus hijos. Los primogénitos —conocidos como Bravo de Laguna— fueron heredando el cargo de alcaides de Atienza, mientras que su hija Catalina, tras servir en la corte, se convirtió en una importante mecenas en Atienza; por ejemplo, financió la capilla del convento de San Francisco como panteón familiar. Otra rama de la familia tiene su capilla funeraria en la Colegiata de Berlanga. El comunero Juan Bravo también era de la misma familia, siendo posterior el escudo nobiliario de los Bravo de Laguna en Atienza.

Luisa de Medrano fue contemporánea de otras mujeres cultas como Beatriz Galindo la Latina y Beatriz de Bobadilla.[4]

Solo se han encontrado tres fuentes primarias referidas a Lucía de Medrano:

1. La primera es un apunte en el Cronicón de Pedro de Torres, que en 1507 fue elegido catedrático de físicos de la universidad y posteriormente fue canónigo de Sigüenza.[5]​ En una de las notas manuscritas del Cronicón se lee:

2. La segunda fuente es una larga y elogiosa carta sin fecha publicada en el Opus Epistolarum del erudito italiano Lucio Marineo Sículo (profesor en Salamanca entre 1485 y 1498), que la conoció en la universidad y manifestó en ella su admiración por la sabiduría de Lucía Medrano.

3. El tercer documento original que habla de Lucía de Medrano es del mismo Lucio Marineo Sículo. Se trata de una mención en De Rebus Hispaniae Memorabilibus, también publicada en castellano como De las cosas memorables de España. La mención se encuentra en la parte final de la edición de 1530, de la que se conservan escasísimos ejemplares:

Este libro se reeditó sin el último capítulo en 1533 y en 1539, tras la muerte de su autor y de la propia Luisa de Medrano, a quien se supone difunta, pues ya no se menciona en el testamento de su madre, dado en Atienza a finales de 1527.

El propio Sículo informaba en la edición de 1533 que se retiró del volumen, por prohibición del rey Carlos I, «la mención de ilustres varones y no pocas mujeres dignas de ser recordadas»:

Este dato indica que la referencia a Lucía de Medrano se borró por orden del emperador Carlos V.

Según Jacinto Chicharro, Luisa de Medrano estaría retratada como Sibila Samia en una de las cuatro tablas de profetas y sibilas de la iglesia de la Trinidad de Atienza atribuidas a Juan Soreda, conservadas en el museo de San Gil de la misma localidad.[8]

Luisa de Medrano es mencionada en diversas obras a lo largo de los siglos: Gil González Dávila (1650),[9]Nicolás Antonio (París, 1672 - Madrid, 1778), Bernardo Dorado (1776),[10]Diego Clemencín (1821), Manuel Hermenegildo Dávila (1849), Marcelino Menéndez Pelayo (1896),[11]​ etc.

Dorado, en la obra antes citada, exalta la excelencia de Luisa de Medrano del siguiente modo:

En 1935 la alemana Thérèse Oettel publicó Una catedrática en el siglo de Isabel la Católica: Lucía de Medrano, obra que aún sigue siendo de referencia. En la introducción afirma que recorrió los principales archivos de la Península para recopilar indicios que demostrasen la veracidad de lo que había leído: «que ya en el siglo XVI algunas damas aristocráticas habían tenido cátedras en España; por ejemplo, Lucía (sic) de Medrano, en Salamanca.»[7]

Otros artículos, como el realizado por Carabias Torres a solicitud de Adolfo Domínguez Perrino, defienden que, aunque destacó en el dominio de la lengua latina y conocimientos de la cultura clásica, Luisa de Medrano nunca fue, stricto sensu, catedrática de la Universidad de Salamanca.[12]

Es conocida por los salmantinos por dar nombre al Instituto Lucía de Medrano.[13][14]​ El olvido en que había caído esta mujer llega incluso a que, durante la inauguración del actual edificio del Instituto, ninguna de las autoridades presentes supiera explicar quién fue Lucía de Medrano.[13]

En 2015 se creó el Premio Internacional de Castilla-La Mancha a la Igualdad de Género «Luisa de Medrano», otorgado a Soledad Cazorla, Marcela Lagarde, Miguel Lorente, Amelia Valcárcel y Bernaldo de Quirós y, en 2020, a Carlota Bustelo García del Real.[15]

En 2018 la editorial Espasa publicó la novela de ficción histórica La catedrática, obra de María López Villarquide, que recrea su biografía a través de los puntos de vista de diferentes personajes contemporáneos a Luisa de Medrano. La novela ha sido traducida al chino y publicada en 2022.[16]

El 9 de agosto de 2022 Google celebró el 538 aniversario de su nacimiento con un doodle.[17]



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