Música de mobiliario (en francés musique d’ameublement) es un término acuñado por el compositor Erik Satie en 1917, que hace alusión a una música de fondo originalmente interpretada por artistas en vivo, pero que está pensada para acompañar ciertos espacios o actos sociales sin que nadie le preste atención. Actualmente, este concepto está presente en multitud de espacios urbanos como centros comerciales o aeropuertos; lo que el antropólogo francés Marc Augé califica como "no-lugares". Satie, sin saberlo, estaba pensando en el hilo musical de los supermercados antes de que existiesen.
Aunque otras selecciones de la música de Erik Satie pueden ser experimentadas (y veces están indicadas) como música de mobiliario, el propio compositor aplicó el nombre únicamente a cinco pequeñas piezas, compuestas en tres series distintas.
Como las piezas de música de mobiliario de Satie eran muy cortas con un número indefinido de repeticiones, este tipo de música más adelante se asoció con la música repetitiva, que a veces se utiliza como sinónimo de la música minimalista. No obstante, este tipo de terminología todavía no existía en tiempos de Satie.
La primera serie fue escrita en 1917 para flauta, clarinete y cuerdas, además de una trompeta para la primera pieza.
Esta primera serie al parecer jamás fue interpretada, ni la partitura publicada, durante la vida de Satie.
La segunda serie lleva por título Sons industriels (Sonidos industriales) y se escribió entre febrero y marzo de 1920 para dúo de pianos, 3 clarinetes y trombón .
La segunda serie contiene reminiscencias de melodías populares de Camille Saint-Saëns y Ambroise Thomas, entre otros. Se estrenó en París el año en que fue compuesta, como música para el descanso de una comedia perdida de Max Jacob. Durante estos descansos se invitó al público a visitar una exposición de dibujos infantiles en la galería que acogía el estreno. Las indicaciones de las intenciones de los artistas que dan la primera actuación se encuentran en el manuscrito de la partitura: Divertimento mobiliario organizado por el grupo de músicos conocidos como los "Nouveaux Jeunes". La música de mobiliario reemplaza a "valses" y "fantasías operísticas", etc. No se confunda! Es algo más! No más "música falsa". La música de mobiliario completa la propiedad de uno; es nueva, no molesta a las costumbres, no es agotadora, es francesa, no va a desgastar, no es aburrida.
En 1923 la señora Eugène Meyer jr. que vivía en Washington DC encargó a Satie una pieza para pequeña orquesta.
La pieza encargada por separado fue enviada a Estados Unidos. No hay ningún evento público conocido o publicación de esta música antes de abandonar el continente europeo. Esta pieza a veces se presenta como música de mobiliario n.º 3.
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