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Machetá



Machetá es un municipio colombiano del departamento de Cundinamarca ubicado en la provincia de Almeidas, a 101 km al noreste de Bogotá. El municipio es conocido como la «Puerta de Oro del Valle de Tenza».

La extensión total del municipio es de 225 km². Se encuentra a una altitud media de 2.094 m s. n. m., con una temperatura media anual de 17.8 °C,[4]​ y una población de 6.663 habitantes.

El topónimo Machetá deriva del muysc cubun (idioma muisca), y traduce «vuestra honrosa labranza», según el diccionario de Joaquín Acosta Ortegón. La palabra está formada por los vocablos muiscas ma, que es un prefijo de segunda persona que en este caso significa «vuestra»,[5]chie, que significa «honra»,[6]​ y ta, que significa «labranza», «huerta» o «sementera».[7]

La bandera o pabellón de Machetá está compuesta por cuatro franjas horizontales, la superior y la inferior del doble de tamaño que las dos del medio, con los siguientes colores y significados:

El escudo o blasón de Machetá es de forma española, con una leyenda en los bordes blancos que dice en letras mayúsculas: «MACHETÁ VUESTRA HONROSA LABRANZA».

En el cuartel superior, sobre fondo blanco, hay una figura humana formada por 17 hexágonos que representan 17 veredas fundacionales del municipio; esta figura tiene apariencia de panal de abejas porque simboliza la integración, laboriosidad y trabajo de los machetunos. En el cuartel inferior, sobre fondo azul, aparece el mapa de Machetá en color blanco. En la mitad aparecen dos franjas, verde y roja, con lo que se completan los colores de la bandera del municipio.

En la época precolombina, los muiscas tenían caseríos en las actuales veredas de Lotavita, Mulatá y Casadillas, y estaban organizados en tres familias principales: Gacha, Bulansuque y Boylaca. Se tiene noticia de un utatiba (gobernante local) de Machetá llamado Tuaquirá, que era tributario de Guatavita.[8]​ Los habitantes de la provincia de Hunza solían entrar al Zipazgo por el Boquerón de Machetá.

A comienzos de julio de 1593 llegó al Valle de Tenza el oidor Miguel de Ibarra, quien, luego de fundar el nuevo pueblo de Tibirita el día 7 u 8, congregando en él a los de Manta, pasó a Machetá el 9 o 10, y practicadas las diligencias acostumbradas fundó el pueblo de indios por auto dado el 11 de julio de 1593, según consta en el acta de fundación:

El primer encomendero de Tibirita y Machetá fue don Cristóbal Arias de Monroy, natural de la villa de Almodóvar del Campo, quien fue soldado del adelantado Gonzalo Jiménez de Quesada.[10]​ De don Cristóbal heredó la encomienda su hija, doña Francisca Arias de Monroy, esposa de don Francisco Estrada, alguacil mayor de Santafé de Bogotá; otra franja de territorio la habría heredado un hijo de don Cristóbal llamado Jesús Monroy. Los dominios de la encomienda de Machetá se extendían hasta Tibirita y parte de Manta. En 1595, doña Francisca figuraba también como encomendera de Manta, Subachoque y Nocaima.[11]

En 1601, don Francisco Estrada, esposo de la encomendera de Machetá, y el cacique don Juan, hijo del cacique don Diego, iniciaron pleito contra doña María Maldonado Carvajal y su hijo don Francisco de Novoa por la posesión de tierras en el Boquerón de Machetá, con fundamento en títulos de propiedad de don Andrés Vázquez de Molina, encomendero de Chocontá. El 30 de junio de 1615, Novoa actuaba como tal representado por su madre. En 1636 doña Francisca vendió las tierras de Hato Viejo (hoy Villapinzón) a Juan Rubio de Contreras y Diego de Montañes y el 3 de noviembre de 1655, un año antes de su muerte en Honda, cedió las encomiendas de Manta y Tibirita a doña Constanza del Prado Beltrán de Guevara, lo que originó pleito con los legítimos sucesores.

Posteriormente, la encomienda de Machetá le fue asignada a don Juan de Rivera, que había sido soldado de Nicolás de Federmán. Rivera no tuvo hijos, por lo que a su muerte la encomienda pasó a manos de su esposa, doña María Salazar, quien contrajo segundas nupcias con don Francisco Dalva.

En 1603, la Real Audiencia de Santafé comisionó al oidor Luis Enríquez para que repoblara los pueblos de Tibirita y Machetá, lo cual efectuó el oidor por auto del 5 de noviembre de ese año. El 23 de junio de 1609 se registró la primera partida de matrimonio de Machetá, entre Alonso Suavilapa y Magdalena Guitanra, firmada por el cura Francisco García.

El 12 de noviembre de 1619 llegó en visita pastoral desde Santafé el arzobispo Fernando Arias de Ugarte, siendo cura de Machetá el padre Diego Romero.

Hacia 1628, el fraile y sacerdote dominicano fray Juan de Pereira, doctrinero de Chocontá, logró la conversión de un anciano indígena en su lecho de muerte; antes de morir, el anciano le dijo que en el Boquerón de Machetá había una cueva en la que se escondía un ídolo muisca, y que allí iban los demás indígenas a adorarlo. El padre Pereira logró la confesión de otros indígenas, y como penitencia les hizo arrojar el ídolo a un río.[12]

En febrero de 1639 el oidor Gabriel de Carvajal visitó la población de Machetá, continuando la adjudicación de tierras iniciada por el oidor Miguel de Ibarra. Del 2 de octubre de 1639 se conserva la segunda partida de bautismo registrada en Machetá, correspondiente al niño Miguel, hijo de Tomás Sacristán y de su mujer Micaela, firmada por el cura Cristóbal de Hormaca.

El 31 de marzo de 1756 llegó en visita oficial el fiscal Andrés Verdugo y Oquendo, quien reportó que la población indígena se había reducido, y que sumaban solo 243 personas. Al mes siguiente llegó don Vicente de Peñalver, quien constató la reducción de los indígenas y el aumento de la población mestiza, que llegaba a 586 personas, repartidas en 110 familias.

El 10 de enero de 1765 se realizó un censo en la población, en el que se registró un aumento de la población indígena, con 336 personas. El aumento de la población hizo posible que los vecinos de Machetá solicitaran a la Real Audiencia la elevación del pueblo a la categoría de parroquia, con el nombre de Nuestra Señora de la Candelaria.

El 11 de febrero de 1779 llegó a Machetá, en visita oficial, el fiscal Francisco Antonio Moreno y Escandón, quien constató que la población indígena vivía dividida en tres capitanías: Gacha, Bulansuque y Boylaca.[13]​ En 1794 era cura de Machetá el padre Diego Franqui.

En 1810, mientras se producía el Grito de la Independencia, era alcalde de Machetá don Gabriel Ramírez. El regimiento de la población sumaba cuarenta hombres.[14]

Durante la época de la Independencia, Machetá sirvió de cuartel general para la guerrilla independentista de los Almeidas, lo mismo que Tibirita, Manta, Guateque y el Valle de Tenza. El coronel realista Carlos Toirá hizo fusilar a varios de los integrantes de la guerrilla de los Almeidas en la plaza de Machetá.

El patriota Juan José Neira fue capturado en Chocontá por el coronel Toirá, quien lo envió prisionero a Santafé para ser juzgado y ejecutado. Sin embargo, en su paso por Machetá, cuando lo conducían con los brazos atados sobre un caballo, y con un soldado en ancas, mientras pasaban por un precipicio, Neira se tiró del caballo. El soldado que lo tenía atado tuvo que soltar la cuerda, y los realistas lo dieron por muerto, pero Neira sobrevivió.[15]

En junio de 1863 se sublevó en Machetá el guerrillero Ramón Carranza contra el gobierno del general Justo Briceño, y el día 22 con su guerrilla se tomó la plaza de Chocontá.

En 1911 fue demolida la iglesia colonial para iniciar la construcción de la iglesia parroquial actual, sobre plano del arquitecto Jacinto Hernández; la construcción fue terminada el 31 de octubre de 1950 por el padre Neftalí Corredor.

El municipio de Machetá es conocido como la Puerta de Oro del Valle de Tenza, debido a que en esta comarca se inicia la formación del Valle de Tenza, formado por los municipios de Machetá, Manta y Tibirita en Cundinamarca, y en Boyacá los municipios de Chivor, Garagoa, Guateque, Guayatá, La Capilla, Macanal, Pachavita, Santa María, Somondoco, Sutatenza y Tenza.

El área urbana del municipio tiene una extensión de 5,35 km², mientras que el área rural, integrada por 23 veredas, tiene una extensión de 224 km².[16]​ Las veredas que integran el área rural son las siguientes:

El 90% de la actividad económica corresponde a la agricultura, seguida por el comercio local, la ganadería, el transporte y la albañilería.

Destacan los cultivos de papa, cebolla cabezona, arveja, maíz y café, además de la explotación pecuaria de ganado bovino con doble finalidad: carne y leche; también hay granjas avícolas y de cerdos.

El lunes de cada semana es el día de mercado, que tiene lugar en la plaza de mercado local. El ganado se vende igualmente el día lunes en la plaza de ferias.

Cuando hay cosecha abundante de productos como papa, cebolla, frijol, arveja, entre otros, el mercado se realiza el día domingo, inclusive desde el día sábado cuando la cosecha es abundante, esto en la plaza de mercado local.

Uno de los sitios turísticos más visitados del municipio son las aguas termales Nápoles, debido a sus propiedades curativas y el alivio de enfermedades reumáticas.

Enero:

Marzo-Abril:

Mayo-junio:

Agosto:

Octubre:

Diciembre:

Machetá cuenta 23 centros educativos rurales dirigidos por el Director de Núcleo Educativo.

La Institución Educativa Departamental Juan José Neira ofrece los niveles de preescolar, básica primaria, secundaria y media técnica con énfasis en cárnicos y lácteos.

El Colegio CAFAM tiene los niveles de primaria, bachillerato académico nocturno y un sistema de aprendizaje tutorial SAT (solo los días sábados). En el área tiene hay dos post-primarias: la de Casadillas Bajo, donde hay tres aulas mixtas, 124 estudiantes, 6 docentes y el proyecto pedagógico productivo “¿Quién Quiere Pan?” en donde los alumnos de 6º a 9º producen pan de alta calidad. La otra post-primaria está en la vereda Solana Centro, y tiene hasta 7º grado, con un total de 70 alumnos, 2 profesores y la granja integral con producción de humus por lombricultura, además de diversificación de la producción con frutales y hortalizas.

La Escuela Familiar Agropecuaria (EFA), es una institución privada con grados de 6º a 11º, pero con el método de la alternancia. Una semana los estudiantes permanecen internos en el centro educativo recibiendo clases, y a la siguiente semana van a desarrollar los proyectos pedagógicos de sus fincas, de acuerdo a lo aprendido en clases. Los monitores o profesores realizan visitas domiciliarias en esa semana.

En el área urbana también hay un jardín infantil privado, y en el sector urbano y rural hay cinco hogares del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).

Machetá tiene una cultura gastronómica que incluye platos como la gallina campesina, la arepa de laja, y los tamales. También existen actividades como los baños en las aguas termales.

Anualmente se lleva a cabo el festival de música guasca, y hay una escuela de formación musical y una banda municipal, que se destacó en los años 80 y 90 en concursos departamentales y nacionales. La banda fue campeona nacional en el Festival Nacional de Bandas en Paipa, en el año 1985.



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