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Mandioca (sello)



Mandioca fue un sello discográfico argentino independiente que editó discos entre 1968 y 1970. Fue dirigido por Jorge Álvarez, Pedro Pujó, Rafael López Sánchez y Javier Arroyuelo y desempeñó un importante papel en la promoción y difusión del Blues y rock en español en la Argentina.

En 1966, Jorge Álvarez, un editor de libros políticos, históricos y culturales comprometidos, se relacionó con tres jóvenes estudiantes secundarios Javier Arroyuelo, Silvio Ramaglia y Pedro Pujó, interesados en los nuevos movimientos juveniles y los mecanismos de difusión.

Álvarez y Pujó tenían el sueño de promover en Buenos Aires un barrio como el Greenwich Village de Nueva York que se convirtiera en el centro del nuevo movimiento juvenil. De esos proyectos se concretó la creación de un sello discográfico que difundiera la música que estaban componiendo esos jóvenes, al que le pusieron el nombre de Mandioca, La Madre de los Chicos.

Muchas son las teorías con relación a la elección del nombre de Mandioca para esta discográfica. La más concreta, responde a una suerte de parangón con el sello británico Apple Records (cuya representación era una manzana). En efecto, la elección del nombre "Mandioca" fue en alusión a la Manihot esculenta, una planta de origen americano cuyas raíces poseen alto valor alimentario. Al mismo tiempo, por el hecho de la extracción de esta planta del suelo americano, se buscó con el nombre darle una identidad muy relacionada con ello al sello discográfico.[1]

A principios de 1968 Claudio Gabis, Javier Martínez (dos de los tres miembros de Manal), Emilio Kauderer y Rocky Rodríguez grabaron un demo experimental en el estudio de grabación de Jorge Tagliani.[2]​ Gabis reservó sesiones de grabación en el estudio para probar que frutos podía traer la banda. De lo grabado se prensó un solo disco que se perdió, no existiendo copia del mismo.[3]

Poco después de las sesiones en el estudio de Tagliani, Martínez fue convocado para encarnar el personaje de "Paco" de la película Tiro de gracia dirigida por Ricardo Becher, basado en el libro homónimo de Sergio Mulet. En algún momento durante la filmación, Martínez le comentó a Jorge Goldemberg que tenía un conjunto musical que ya estaban grabando algunas canciones. Goldemberg se lo comentó al director, quién se apersonó a un ensayo del grupo, y allí mismo decidió que la banda se encargara de la música de su film. El grupo fue convocado gracias a las influencias de Goldemberg, a participar para tocar en el espectáculo teatral VietRock, en el teatro Payró. En esas instancias Gabis convence a su compañero Martínez de llamar al bajista Alejandro Medina para integrarse al grupo, completándose allí el trío musical de Gabis, Martínez y Medina.[3][2]

La banda se integraría al sello independiente Mandioca, con quienes grabó su primer álbum editado en 1970. Pero antes de eso, a fines de 1969 se terminó de filmar la película, Becher llamó a Manal para grabar la banda sonora. La misma iba a ser realizada por un profesional de música para películas, Roberto Lear, pero terminó aceptando que el grupo registrase la música, asistiendo incluso a una de las sesiones. El tema central de la película, "Estoy en el infierno", se había improvisado a base de experimentos en el estudio de Tagliani. La canción se volvió a grabar al igual que el resto de la música en los estudios Phonal ubicados en Santa Fe y Coronel Díaz. El trío compuso además "Tema del moderno" y "Seigmund's Zoo". El resto de las pistas, climas y efectos fueron producto de la improvisación y la versatilidad que tenía el conjunto, según los tiempos e indicaciones del director Becher.[3][2]

Manal entró en contacto con Jorge Álvarez[4]​ en una fiesta organizada en la casa de Piri Lugones (cuyos hijos eran amigos de los Manales) hecha con el objetivo de que la banda conociese a sus futuros productores. Fue en esa fiesta donde Claudio Gabis le enseñó a Javier Martínez un borrador con unas líneas para armar la lírica de una futura canción, y una base musical que había armado. Martínez terminó allí mismo la canción en menos de una hora, se trataba de "Avellaneda Blues". El grupo le cantó este tema a Álvarez, quién quedó impresionado por la misma, convenciendose de que tenía que producir al grupo.[5]

Álvarez recuerda de ese momento:

Luego del fallido intento en CBS, Álvarez juntó a Pedro Pujó, Rafael López Sánchez y Javier Arroyuelo fundaron Mandioca en 1968, con el eslogan "la madre de los chicos", primer sello del rock argentino,[6]​ como una alternativa para aquellos grupos nacientes de rock que eran marginados por los grandes sellos discográficos.[4]​ La idea de Álvarez era, además de que las bandas pudieran grabar su trabajo con libertad, que las mismas tocasen en teatros, ya que en ese momento no existían los conciertos de rock en Argentino, los grupos tocaban únicamente en clubes para que el público pudiera bailar.[7]

La invitación para el concierto inaugural de Mandioca era una alcancía en forma de manzana de cerámica que tenía una leyenda que decía "rompeme" y dentro contenía un mensaje. El sello Mandioca se lanzó el 12 de noviembre de 1968 con un concierto realizado en la Sala Apolo de la Calle Corrientes al 1300 (donde funcionó luego el cine Lorange) y hoy nuevamente es Apolo, en el cual participaron Manal, Miguel Abuelo y la cantante Cristina Plate.[8][5]​ El recital se hizo con los equipos Fender de Los Gatos,[5]​ y al terminar el mismo subió Luis Alberto Spinetta, líder de Almendra diciendo "¿Se dan cuenta ustedes lo que empezó hoy? Hoy empezaste a terminar con la múisca comercial".[9]​ Durante los meses siguientes el grupo realizó varias actuaciones en clubes de los suburbios de la ciudad de Buenos Aires.[10][11]

A finales de 1968, Mandioca editó su primer material al mercado, se trataba a su vez del primer sencillo de Manal: "Qué pena me das" con "Para ser un hombre más" como lado B que había sido grabado en octubre del mismo año.[10]​ Se trataba de un corte extraño para la época, pues los temas superaban ampliamente el límite de tres minutos de duración impuesto por las radios y el sobre que lo contenía era un costoso tríptico de elaborada gráfica, cuyo autor era el dibujante Daniel Melgarejo.[11]​ El sobre presentaba una tapa desplegable en tres partes con un dibujo de un obelisco y en el medio de éste el logotipo del conjunto. En el interior, hay una dedicatoria a la gente del sello Mandioca, mientras que en la otra sección esta la información correspondiente a los temas del grupo y en la tercera o la del medio, una foto plegable del grupo, que era la cubierta en sí.[2]​ Pero este primer trabajo discográfico fue recibido por los medios con escepticismo, se difundió poco y la prensa criticó especialmente el uso del castellano en las letras. En su segundo sencillo publicado a mediados de 1969, "No pibe" con "Necesito un amor",[11]​ la banda logró un sonido más depurado y blusero, evidenciando una clara evolución técnica y de estilo en su interpretación.

La revista Panorama relataba casi con desprecio el primer recital organizado por Mandioca el 12 de noviembre de 1968, en ocasión del lanzamiento inicial del sello:

Durante el verano de 1969 Álvarez y Pujó armaron un boliche llamado Mandioca en Mar del Plata, al no existir un lugar donde las bandas pudiesen tocar. El interior del local fue pintado de negro y amarillo como un estacionamiento, y precisamente como no disponían de sillas y mesas, usaron neumáticos de autos, allí tocaron Manal con Pappo como invitado, y Los Abuelos de la Nada. También se alquiló una casa para que convivieran las bandas. Pero el lugar fue cerrado al poco tiempo por la policía.[13][10][11]

El sello Mandioca impulsó y difundió músicos de rock y creaciones artísticas que resultaron fundamentales en los orígenes del rock argentino, destacándose Manal y Vox Dei. De esta última banda, Mandioca promovió la creación y realizó toda la grabación de la ópera-rock La Biblia, aunque finalmente no realizó el lanzamiento debido a la quiebra, razón por la cual fue la empresa grabadora, TNT, la que efectuó la publicación (con graves defectos) para cobrarse la deuda pendiente. También fueron importantes las grabaciones que Tanguito realizó en Mandioca, que finalmente fueron publicadas por otro sello.

Salvo "No pibe" los discos de Mandioca tuvieron escaso éxito comercial. Sin embargo, entre ellos se encuentran clásicos permanentes del rock nacional, como "No Pibe", "Jugo de tomate frío" y "Avenida Rivadavia" de Manal, "Presente (El momento en que estás)" de Vox Dei y "El oso" de Moris. El álbum Manal (llamado también La Bomba) ha sido considerado como uno de los mejores álbumes de la historia del rock argentino, al igual que La Biblia de Vox Dei, que aunque no fue lanzado por Mandioca, fue inspirado e íntegramente grabado por el sello.

El propio Jorge Álvarez, poco tiempo antes de morir, hizo una breve narración de como logró sacar a Mandioca de su lugar casi marginal dentro del mercado del disco, haciendo hincapié precisamente en el éxito obtenido por "No Pibe".

Mandioca también organizó recitales de rock. El mismo equipo que diseñó el sello grabador, estableció una agencia de representaciones llamada Mambo Show, que se ocupaba de organizar actuaciones de Manal y Vox Dei en diversos lugares de la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, y a veces en otros lugares del país. Principalmente, las dos bandas iban a "bailes" organizados en clubes y grandes salones en diversos barrios, especialmente de clase trabajadora, entre cuyos miembros jóvenes el rock y el blues en castellano prendieron con mucha intensidad. La agencia estuvo gerenciada por Mario Rabey, uno de los fundadores (junto con Pipo Lernoud) del movimiento hippie en Argentina. La principal fuente de ingresos de los músicos de Mandioca —y de algunos de los miembros de su personal—, fueron estas actuaciones de fin de semana.



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