x
1

Mario Perniola



¿Qué día cumple años Mario Perniola?

Mario Perniola cumple los años el 20 de mayo.


¿Qué día nació Mario Perniola?

Mario Perniola nació el día 20 de mayo de 1941.


¿Cuántos años tiene Mario Perniola?

La edad actual es 83 años. Mario Perniola cumplió 83 años el 20 de mayo de este año.


¿De qué signo es Mario Perniola?

Mario Perniola es del signo de Tauro.


¿Dónde nació Mario Perniola?

Mario Perniola nació en Asti.


Mario Perniola (Asti, Italia; 20 de mayo de 1941-Roma, 9 de enero de 2018)[1]​ fue un profesor catedrático de Estética en la Universidad de Roma II (Tor Vergata). Se le considera como una de las figuras más relevantes de la filosofía italiana actual. Son especialmente destacables sus análisis de teoría del arte, así como sobre el arte y la estética contemporáneas. Su obra se vincula con la vanguardia, la Internacional Situacionista, la postmodernidad, el posthumanismo y la teoría crítica.

Su formación filosófica comienza como alumno de Luigi Pareyson en la Universidad de Turín, de la que se graduó en 1965. Allí conoce también a otros importantes discípulos de este filósofo, pero algo mayores que él, como Gianni Vattimo, Umberto Eco y Sergio Givone. Entre 1967 y 1969 estuvo ligado a la Internacional Situacionista de Guy Debord, con quien mantendría una fructífera relación durante años. De 1976 a 1983 ejerce como catedrático de Estética en la Universidad de Salerno, de donde se trasladará a la Università degli studi di Tor Vergata, donde fue docente hasta su jubilación. Ha sido profesor visitante en diversas universidades extranjeras de Francia (École des Hautes Études en Sciences Sociales), Dinamarca, Brasil (Universidad de São Paulo), Canadá (Universidad de Alberta), Japón (Universidad de Kioto), Australia (Universidad de Sídney y Universidad de Melbourne), Singapur (Universidad Nacional de Singapur) y EE. UU. (Universidad Stanford).

Sus obras han sido traducidas a numerosas lenguas, incluidas algunas del Lejano Oriente. Fue el creador y director de Agaragar (1971-1973), revista ligada a las vanguardias artísticas, sobre todo al ya citado situacionismo de Guy Debord. También ha dirigido otras publicaciones periódicas como Clinamen (1988-1992) o Estetica news (1988-1995). Actualmente, y con la intención de propiciar que la disciplina Estética se abra a los Estudios Culturales, dirige la revista Agalma. Rivista di studi culturali e di estetica, creada por él mismo en el año 2000 y publicada bianualmente.[2]​ La amplitud, ingenio y pluridisciplinariedad de sus aportaciones ha convertido a Perniola en un filósofo con la reputación de contarse entre las figuras más interesantes de la escena internacional contemporánea.[3]​ Su libro Miracoli e traumi della comunicazione (2009) (Milagros y traumas de la comunicación) obtuvo diversos premios, como el prestigioso Premio De Sanctis.[4]

Su pensamiento se desarrolla en cuatro líneas de investigación, en las cuales Perniola hace que confluyan muchas de las experiencias filosóficas y artísticas, radicales y alternativas con respecto a la tradición del pensamiento occidental. Podemos resumirlas del siguiente modo:

1) La atención cuidadosa al cuerpo, comprendido como algo en lo cual el sentir alcanza estados excesivos y extremos, dentro de los cuales deben reconsiderarse las prácticas sexuales no convencionales (como aquellas que se consideran pervertidas).

2) La ritualidad privada de sus mitos, reconducida pues a su sentido estratégico, investigada sobre todo en conexión con las costumbres religiosas de la Antigua Roma y del catolicismo.

3) La profundización en la noción de "diferencia", como superación de la dialéctica de los opuestos, y el acercamiento al concepto de "enigma", como acto de suspensión y puesta en crisis de la noción de conciliación. Sus referentes principales en este sentido son Friedrich Nietzsche, Martin Heidegger, Pierre Klossowski y Georges Bataille.

4) La observación y reflexión sobre las condiciones históricas, sociales y antropológicas en que las experiencias artísticas se forman y en que las estéticas se constituyen. Su aproximación a los Estudios Culturales (Cultural Studies) y la crítica a la sociedad de la comunicación contemporánea representan dos momentos importantes en esta última dirección, que se concretiza asimismo con la publicación de la ya citada Ágalma. Rivista di studi culturali e di estetica.

Merece la pena resaltar, por lo demás, que Perniola ha prestado una atención exquisita durante su trayectoria intelectual al español Baltasar Gracián, de quien afirma en su prólogo a la edición española de Del sentir que es el «pensador que me ha guiado desde joven por el laberinto del mundo». También la obra de Xabier Zubiri y José Bergamín han aportado jugosos elementos a su pensamiento.

El periodo inicial de la carrera de Perniola se centra en la filosofía de la novela y en la teoría de la literatura.[5]​ En su primer trabajo, "Il metaromanzo" ("La metanovela", 1966), el cual es su tesis de doctorado, Perniola defiende que la novela moderna desde Henry James hasta Samuel Beckett posee un carácter autorreferencial. Por otra parte, afirma que la novela no sólo trata de sí misma, pues el propósito de Perniola es demostrar la dignidad filosófica de tales obras literarias, tratando de recuperarlas como expresiones culturales serias. El Premio Nobel de Literatura Eugenio Montale elogió a Perniola por su original reflexión crítica acerca de las obras literarias.[6]

Perniola, sin embargo, no posee únicamente una filiación académica sino también otra antiacadémica.[7]​ Esta última se ve ejemplificada por su atención a expresiones culturales alternativas y de carácter transgresor. Su primera obra de índole antiacadémica es "L’alienazione artistica" ("La alienación artística", 1971), la cual se dibuja siguiendo la inspiración del pensamiento marxista entonces en boga. Perniola defiende que la alienación no es una derrota del arte, sino, al revés, la propia condición por la cual la existencia del arte se constituye como una categoría distintiva de la actividad humana.[8]​ En su segundo libro, "I situazionisti" (1972)[9]​ materializó su interés por las vanguardias y por el trabajo de Guy Debord.[10]​ Perniola explora los principales aspectos del situacionismo y del postsituacionismo, cuyo arco temporal va desde 1957 a 1971, y en el cual se halló personalmente implicado entre 1966 y 1969.[11]​ Destaca también ahí los diversos aspectos conflictivos que caracterizaron a los miembros del movimiento. La revista Agaragar (publicada entre 1971 y 1972) continuará esa crítica postsituacionista de la sociedad burguesa y capitalista. Perniola publicaría también por entonces un libro sobre el pensador francés George Bataille ("George Bataille e il negativo", Milán: Feltrinelli 1977; "George Bataille y el negativo"). Aquí, "lo negativo" se concibe como motor de la historia.

En los años 80 Perniola ofrece algunas de sus más notables contribuciones a la filosofía continental.[12]​ En "Dopo Heidegger. Filosofia e organizzazione della cultura" ("Después de Heidegger. Filosofía y organización de la cultura", 1982), partiendo de Martin Heidegger y Antonio Gramsci, Perniola aporta una teoría de la organización social. En ella, sostiene la posibilidad de establecer nuevas relaciones entre la cultura y la sociedad en Occidente. A medida que las antiguas relaciones entre metafísica e Iglesia, dialéctica y Estado, ciencia y mundo profesional han ido siendo deconstruidas, la filosofía y la cultura se abren camino para una superación del nihilismo y del populismo que caracterizan la sociedad de nuestros tiempos. "Ritual thinking. Sexuality, Death, World" ("Pensando el ritual. Sexualidad, Muerte, Mundo", São Paulo, Studio Nobel, 2000) es un volumen en lengua inglesa compuesto por dos secciones de obras publicadas en Italia durante los años 80, "La società dei simulacri" ("La sociedad de los simulacros", 1980) y "Transiti. Come si va dallo stesso allo stesso" ("Tránsitos. Como se va del mismo al mismo", 1985). La teoría de los simulacros de Perniola explora la lógica de la seducción perseguida también por Jean Baudrillard. A pesar de ser vacía, la lógica de la seducción está, no obstante, enraizada en un contexto histórico concreto. No obstante, la simulación provee de imágenes que se valoran como tales, prescindiendo de aquello a lo que realmente se refieren o representan. "Las imágenes son simulacros para aquello que las seduce, y así, a partir de su vacuidad, producen un efecto".[13]​ Perniola ilustra el papel de tales imágenes en una amplia variedad de contextos sociales, estéticos y culturales. La noción de tránsito parece ser más que adecuada para captar los aspectos culturales de la tecnología, que transforman la sociedad contemporánea. Tránsito -es decir, ir de lo mismo a lo mismo- evita caer en la oposición dialéctica "que acabaría por precipitar el pensamiento en la mistificación metafísica".[14][15][16]

En los años 90 Perniola añade otros territorios a su investigación filosófica. En "Del sentire" ("Del sentir", 1991; Valencia, Pre-textos, 2008), Perniola explora otros modos de sentir que nada tienen que ver con los característicos de la estética moderna desde el siglo XVII hasta el siglo XX. Perniola defiende que la sensología prevalece desde el inicio de los años 60. Tal modo de sentir requiere un universo emocional impersonal, caracterizado por una experiencia anónima, en la cual todo aparece como ya sentido. Para Perniola, este tipo de sentir no se quiere reconducir al individualismo o al narcisismo, sino a un "especularismo que refleje experiencias ya prefiguradas".[17]​ La única alternativa es entonces volver al mundo clásico, en particular a la Grecia Antigua. En la obra "Il sex-appeal dell’inorganico" ("El sex-appeal de lo inorgánico", 1994; Trama, Madrid, 1998), Perniola une sexualidad y filosofía.[18]La sensibilidad contemporánea transformó las relaciones entre las cosas y los humanos. La sexualidad se extiende más allá del acto y del cuerpo. El tipo de sexualidad orgánica es substituido por uno neutral, inorgánico y artificial, indiferente a la belleza, a la edad y a la forma. El libro de Perniola investiga el papel del eros, del deseo y de la sexualidad en la experiencia actual de la estética y en el impacto causado por la tecnología. Su encadenamiento de ideas abre nuevas perspectivas sobre la realidad contemporánea. El aspecto más sorprendente en Perniola es la capacidad de combinar una rigurosa interpretación de la tradición filosófica con una meditación sobre lo "sexy".[19]​ Es capaz así de explorar temas tan poco comunes como las relaciones sexuales sin orgasmo, sin clímax alguno o liberación de tensiones. Reflexiona sobre orificios y órganos, y sobre formas de abandono del "yo" que van en contra del modelo de reciprocidad mutua.[20]​ No obstante, partiendo de la tradición kantiana, Perniola argumenta también que los esposos son cosas, puesto que "en el matrimonio cada uno entrega la totalidad de su persona a otro para adquirir pleno derecho sobre la totalidad de la persona del otro".[21][22]​ En "L’arte e la sua ombra" ("El arte y su sombra", 2000; Madrid, Cátedra, 2002), Perniola propone una interpretación alternativa de la sombra, que tiene una larga historia en la tradición filosófica. En el análisis del arte y del cine contemporáneos, Perniola desvela cómo el arte continua existiendo en el interior mismo de un mundo de comunicación de masas y de reproducción masiva. Defiende que el significado del arte se encuentra en la sombra que proyecta y que escapa a las instituciones artísticas, a la comunicación de masas, al mercado, a los media.[23]

El trabajo de Perniola también atiende de modo privilegiado a la historia de la Estética y de la teoría estética. En 1990 pública "Enigmi. Il momento egizio nela società e nell’arte". ("Enigmas. Egipcio, barroco y neobarroco en la sociedad y en el arte arte", 1990; Murcia, Cendeac, 2006), en el que analiza otras formas de sensibilidad que aparecen entre los humanos y las cosas.[24]​ Perniola considera que nuestra sociedad vive un "momento egipcio", marcado por un proceso de cosificación. Una vez que los productos de alta tecnología asumen cada vez más propiedades orgánicas, la humanidad se convierte en una cosa, en el sentido de que se ve a sí misma deliberadamente como un objeto.[25]​ El volumen "L’estetica del Novecento" ("La estética del siglo. XX", Madrid, Visor, 2001) ofrece un original análisis y crítica de la estética del siglo anterior al nuestro. En él Perniola detecta cinco tendencias principales: vida, forma, conocimiento, acción y sentir. En "Del sentire cattolico. La forma culturale di una religione universal" ("Del sentir católico. La forma cultural de una religión universal"), Perniola hará mayor hincapié en la identidad cultural de la Iglesia católica que en sus aspectos morales y dogmáticos. Nos propone así un "catolicismo sin ortodoxia" y una "fe sin dogma", que permite percibir el catolicismo como sentido universal de sentimiento cultural.[26]​ El volumen "Strattegie del belo. Quarant’anni di estetica italiana (1968-2008)" ("Estrategias de lo bello. Cuarenta años de estética italiana (1968-2008)", 2009) analiza las principales transformaciones estéticas ocurridas en Italia a partir de los años 60. El trabajo de Perniola muestra las relaciones entre los aspectos históricos, políticos y antropológicos surgidos en la sociedad italiana, así como el discurso surgido como respuesta a los mismos. Defiende también que el conocimiento y la cultura deberían tener garantizados un lugar privilegiado en nuestra sociedad, desafiando la arrogancia del "establishment", la insolencia de los editores, la vulgaridad de los medios de comunicación de masas y la picardía plutocrática.[27]

El amplio campo de intereses de Mario Perniola incluye la filosofía de los medios de comunicación, o "mass media". En "Contro la comunicazione" ("Contra la comunicación" 2004; Buenos Aires - Madrid, Amorrortu, 2006) se analizan los orígenes, mecanismos y dinámicas de la comunicación de los mass media y sus efectos degeneradores. El volumen "Miracoli e traumi della communicazione" ("Milagros y traumas de la comunicación", 2009, Buenos Aires - Madrid, Amorrortu, 2010) trata sobre los efectos siniestros de la comunicación desde los años 60, enfocándose sobre todo en cuatro "acontecimientos degenerativos".[28]​ Estos son la revuelta estudiantil de 1968, la revolución iraní de 1979, la caída del muro de Berlín en 1989 y el ataque a las torres gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001. Cada uno de estos sucesos se medita contra el plano de fondo de los efectos milagrosos y traumáticos de los mass media, que tienden a anular la diferencia entre lo real y lo imposible, alta cultura y cultura de masas, el declive de las profesiones, el éxito del populismo, el papel de los vicios y las dependencias, las repercusiones de internet en la sociedad y en la cultura de nuestros días y, finalmente, el papel de la evaluación, en el que las estrellas del porno parecen alcanzar las mejores clasificaciones en el "quién es quién" de las tablas.



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Mario Perniola (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!