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Maryana Marrash



Maryana bint Fathallah bin Nasrallah Marrash (ar: مريانا بنت فتح الله بن نصر الله مرّاش / ALA-LC: Maryānā bint Fatḥ Allāh bin Naṣrallāh Marrāsh; Alepo, Siria Otomana, 1848 - ibídem, 1919), más conocida como Maryana Marrash, fue una escritora y poetisa siria perteneciente al movimiento literario Nahda, también conocido como Renacimiento Árabe. Revivió los salones literarios en Oriente Próximo, de orígenes preislámicos, y fue la primera mujer siria en publicar una colección de poemas, así como en escribir para algún diario árabe.[1]

Maryana Marrash nació en Alepo, una ciudad de la provincia otomana de Siria y ubicada en la actual Siria, en el seno de una familia melquita de comerciantes adinerados conocida por su interés en la literatura.[2]​ Su familia estaba cómodamente asentada en Alepo, a pesar de los percances que habían padecido recientemente a causa de su credo:[3]​ Butrus Marrash, emparentado con Maryana, había sido martirizado por fundamentalistas ortodoxos griegos en abril de 1818,[4]​ mientras que otros melquitas, como el sacerdote Jibrail Marrash,[nota 1][4]​ se habían exiliado de la ciudad.[5]​ El padre de Maryana, Fathallah, trató de calmar la situación escribiendo un tratado en 1849, en el que rechazaba la cláusula Filioque.[6]​ Fathallah había construido una gran biblioteca privada[7]​ para brindar a sus tres hijos; Francis, Abdallah y Maryana, una exhaustiva educación, concentrándose en la literatura y la gramática árabes.[8]​ Según Marilyn Booth, la madre de Maryana provenía de «la famosa familia al-Antaki», emparentada con el arzobispo Demetrius Antachi.[9]

Por aquel entonces, Alepo era un importante centro intelectual dentro del Imperio Otomano, cuya buena parte de la población consistía en intelectuales y escritores adheridos al Nahda y preocupados por el futuro del pueblo árabe.[1]​ Los hermanos Marrash, además de recibir educación en casa, asistían a escuelas misioneras francesas, donde adquirieron conocimientos de francés, de italiano y de inglés.[1]​ Al proporcionarle a su hija una educación, cuando a las mujeres de Medio Oriente no se les era impartida formación intelectual alguna, los padres de Maryana desafiaron la creencia generalizada de que la educación y el ámbito intelectual era sólo para los varones, y las niñas no eran educadas «para que no se sintieran en el ambiente de recepción de los hombres», afirma Marilyn Booth.[10]​ Fathallah inscribió a su hija de cinco años en una escuela maronita local,[11]​ luego, fue educada por las monjas de San José en Alepo,[12]​ y finalizó sus estudios en una escuela inglesa de Beirut. Además de su educación formal en estas escuelas, donde se familiarizó con las culturas francesa e inglesa, estuvo bajo la tutela de su padre y sus hermanos, quienes le impartían clases sobre literatura.[7]​ Los primeros reportes de Maryana afirman que se destacaba en francés, literatura y matemática, y que podía tocar el qanun y cantar armoniosamente.[13]

El historiador sirio Muhammad al-Ragib Tabbakh afirma que Maryana era una mujer distinta de lo que se esperaría para la época y que «la gente la miraba con otros ojos».[14]​ En un principio, no deseaba casarse pese a que tenía varios pretendientes,[15]​ aunque parece haber cambiado de opinión luego de la muerte de su madre, y contrajo matrimonio con Habib Ghadban, miembro de una familia cristiana local.[16]​ La pareja tuvo un hijo y dos hijas.[17]

En 1870 o 1871, Marrash empezó a publicar artículos y poemas en revistas y diarios sirios y libaneses, como en Lisan Al-hal y en Al-Jinan.[18]​ En sus artículos, criticaba la condición de las mujeres árabes y las instaba, sin importar la religión que profesaran, a acceder a la educación y a manifestar sus opiniones.[19]​ En 1893, obtuvo el permiso de la Sublime Puerta para publicar su colección de poemas Bint fikr (Una hija del pensamiento) en Beirut, gracias a que había escrito un poema en el que exaltaba la figura del sultán Abdul Hamid II [nota 2][20][21]​ y otros panegíricos en los que elogiaba a los gobernadores otomanos de Alepo.[22]​ Su poesía tenía un estilo más tradicional que la de su hermano Francis, como se observa en la elegía que compuso para lamentar su muerte.[23]​ En sus clases caseras, Maryana también estudiaba a algunos poetas romanticistas franceses, como Alphonse de Lamartine y Alfred de Musset.[23]​ Sami Kayyali dijo sobre Marrash:

Entre sus obras no propiamente literarias, se destaca Tarikh Suriya al-hadith, que es el primer libro en tratar la historia tardía de la Siria Otomana.[25]

Marrash era reconocida en Alepo a causa del salón que tenía en la casa que compartía con su marido, en el cual organizaba regularmente reuniones a las que asistían intelectuales residentes en Alepo.[26]​ Había realizado un viaje por Europa en una ocasión, y había regresado a casa impresionada por la cultura literaria propia de la época.[27]​ Sin embargo, según cuenta Joseph Zeidan, no existen pruebas que confirmen que Marrash instaurase su salón como punto de reuniones literarias luego de su paso por Europa; puesto que hay que tener en cuenta que la mayoría de quienes concurrían eran visitantes habituales de la casa de su familia, donde solían reunirse con su padre o sus hermanos. Por ello, siguiendo la lógica de Zeidan, no se sabe con certeza si su paso por Europa influyó o no en la organización de estas reuniones.[20]​ Joseph Zeidan cuenta:

Los participantes de sus reuniones incluían intelectuales de Alepo de ambos sexos,[nota 3][28]​ además de políticos y diplomáticos extranjeros.[27]​ Durante las reuniones, Marrash solía entretener a sus invitados tocando el qanun y cantando.[7]​ Antun Sha'arawi describió como eran las típicas reuniones en el salón de Marrash:

No obstante, Heghnar Zeitlian Watenpaugh sugirió que la descripción de Sha'arawi puede ser parcial o totalmente apócrifa.[30]



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