Mi Tren, también conocido como Tren Metropolitano de Cochabamba, es un sistema de tren ligero o tranvía, ubicado en la conglomeración urbana de Cochabamba, al centro de Bolivia, que une los centros administrativos de Sacaba, Cercado (ciudad de Cochabamba), Colcapirhua, Quillacollo, Vinto y Sipe Sipe.
El 13 de septiembre de 2022 fue inaugurado líneas Roja y Verde del Tren Metropolitano de Cochabamba.
A primeros años del Siglo XX, el desarrollo de los ferrocarriles en las ciudades altas de Bolivia llegaron hasta la circulación de tranvías. La Empresa de Luz y Fuerza Eléctrica Cochabamba (ELFEC) impulsó en la construcción de un tranvía urbano en Cochabamba y municipios del Valle Alto y Valle Bajo. Una línea que recorría Vinto-Quillacollo–Cochabamba con distancia de 18 kilómetros y otra desde Cochabamba hasta Arani de 60 kilómetros. Los vagones de primera y segunda clase fueron fabricados por Maschinen Fabrik Augsburg-Nürnberg (MAN) de Alemania. El consumo de electricidad de los tranvías era durante el día, por medio de la central eléctrica de Chocaya, prestando servicios por el año 1910, año del centenario de la Revolución de Cochabamba. En el año 1939 el tranvía sufrió una decadencia económica que ocasionó que fuesen retirados del servicio debido a su baja rentabilidad, pero seguido de movilizaciones sociales, tuvieron que ser reactivados en el mismo año, para luego ser definitivamente finiquitados en 1948.
El 12 de septiembre de 2015, el gobierno boliviano anunció que la licitación para la construcción del tren metropolitano de Cochabamba había sido adjudicada a la empresa española JOCA con una inversión de 537 millones de dólares,
que superó las ofertas de la suizo-alemana Molinari y la coreana Hyundai Rotem. Posteriormente, en octubre de 2016 se anunció que JOCA acordó realizar una asociación con Molinari para construir juntos la red, constituyéndose la Asociación Accidental Tunari. En noviembre de 2016, el Gobierno promulgó el Decreto Supremo 2981 el cual autoriza al Ministerio de Obras Públicas a suscribir un contrato de crédito para el financiamiento del proyecto del Tren Metropolitano de Cochabamba. En mayo de 2017, tras 20 meses de gestiones para conseguir el financiamiento, el ministro de Obras Públicas, Milton Claros, anunció la firma del contrato con los representantes del banco alemán KfW Ipex-bank GmbH. Señaló que en primera instancia la inversión llegaría a un monto estimado de 630 millones de dólares, 504 para la obra y 126 para cubrir los intereses del crédito. El Ministerio suspendió el primer contrato con la empresa española JOCA y su socia Molinari, porque no se llegó a un entendimiento sobre el pago de 52 millones de dólares por el impuesto de importación de material.Sin embargo, mediante otro Decreto Supremo, el 3245 del 5 de julio de 2016,
se abrogó el decreto 2981 y se autorizó al Ministerio de Economía transferir 3.112.160.151 bolivianos (447,6 millones de dólares) al Ministerio de Obras Públicas para la ejecución del proyecto del Tren Metropolitano de Cochabamba. El Gobierno el 7 de julio de 2017 lanzó una nueva invitación internacional a 24 empresas para la adjudicación del proyecto. La Asociación Accidental Tunari, compuesta por JOCA y Molinari, se adjudicó el segundo contrato para la construcción del tren metropolitano al ser la única empresa que presentó una propuesta en seis días, entre el 18 y 25 de julio. El 4 de agosto de 2017, el viceministro de Transportes, Galo Bonifaz, firmó el segundo contrato con la Asociación Accidental Tunari. El documento reconoce tres fases, la primera destinada a la elaboración del estudio técnico, la segunda a la construcción del tren y la tercera a la puesta en marcha del tren. Se estipula que los contratistas podrán solicitar un anticipo de 20% para el inicio de obras. El Estado financia el 100% del Tren Metropolitano de Cochabamba, proyecto que fue observado durante el proceso de contratación y a la empresa que se adjudicó el proyecto, la española JOCA. El monto del proyecto del tren tiene un aproximado de 447,7 millones de dólares americanos, de los cuales el material rodante cuesta 787,5 millones de bolivianos, un aproximado de 114 millones de dólares americanos. Esto representa el 25,71 por ciento del presupuesto total, representado por el stock de repuestos que se deben dejar en cocheras, el transporte desde Europa a Cochabamba, los impuestos a Aduana Nacional, el simulador, la puesta en marcha y otros más en las 12 tranvías.
Luego de la inauguración en septiembre de 2022, la inversión total del proyecto subió a más de 3.112,1 millones de bolivianos (456,1 millones de dólares americanos). Dividido por líneas, la línea roja de 5,5 km tuvo una inversión de 256,1 millones de bolivianos (37,52 millones de dólares americanos), mientras que la línea verde de 27 km requirió 936,5 millones de bolivianos (137,3 millones de dólares americanos).
El inicio de obras comenzó el 16 de agosto de 2017. El proyecto tendrá un costo de 447,6 millones de dólares y se espera que esté concluido para el año 2020.
Tendrá una longitud de 42 kilómetros y contará con 22 paradas para las tres líneas. Unirá los municipios de Colcapirhua, Quillacollo, Vinto y Sipe Sipe y Sacaba.El desmontaje se inició el 1 de septiembre de 2017.
El sistema contará con 12 trenes con cinco vagones con capacidad de 200 personas que transportará a una velocidad de 80 kilómetros. El ministro de Obras Públicas, Servicios y Vivienda, Milton Claros, presentó el 23 de julio de 2018 un concurso para la presentación de alternativas del diseño arquitectónico de la fachada de la estación central del tren metropolitano de Cochabamba. Explicó que ese concurso estaba abierta para estudiantes de arquitectura y ramas afines, y anunció que las ideas de los participantes se recibirían entre el 24 de julio y el 24 de septiembre de 2018. Por su parte, el viceministro de Vivienda y Urbanismo, Javier Delgadillo, detalló que el primer premio del concurso era de 25.000 bolivianos, el segundo en 12.000 bolivianos y el tercero en 7.000 bolivianos, cuya entrega se realizó el 28 de septiembre.
La Asociación Accidental Tunari contrató a la compañía alemana-suiza Stadler Rail AG para la construcción de las 12 locomotoras y vagones de pasajeros del tren metropolitano de Cochabamba, informó el coordinador general de la Unidad Técnica de Ferrocarriles, Ariel Torrico. Detalló que el documento suscrito incluye acápites para garantizar la capacitación de operadores y la provisión de un stock de repuestos. Detalló que las locomotoras y los vagones serán fabricados con una inversión de 760 millones de bolivianos.
El expresidente Evo Morales inspeccionó la primera unidad, la estación central y la línea roja del tren metropolitano de Cochabamba y pidió que ese medio de transporte urbano esté interconectado con la línea férrea del Corredor Ferroviario Bioceánico Central que se construirá entre Brasil, Bolivia y Perú.
El responsable de la línea amarilla de la Unidad Técnica de Ferrocarriles del Ministerio de Obras Públicas, Wanderley Cárdenas, informó de una realización de estudios geotécnicos debajo del puente vehicular de Cala Cala “para validar las estructuras”, que se implementarán en el trazo, realizado el 26 de octubre de 2019. Explicó que este estudio permitirá conocer la capacidad del terreno para saber “con absoluta claridad” el tipo de estructura y la fundación que soportará la vía del tren en el lecho.
En la mañana del 15 de septiembre de 2020, llegaron los 12 módulos que quedaron varados en Chile, y fueron anexados a las rieles de la Estación central de San Antonio.
Tras muchos inconvenientes y escándalos, el coordinador de la Unidad Técnica de Ferrocarriles (UTF), Gonzalo Pally anuncio que se realizaría las pruebas del tren y posterior entrega el mes de septiembre, únicamente en la línea roja, y la ruta de la línea verde hasta el municipio de Colcapirhua.
Además, el coordinador resalta que el tranvía podría funcionar por dos meses de manera gratuita por las rutas anteriormente mencionados. El diputado Rodrigo Valdivia y el asambleísta Mario Orellana (en ese entonces opositores al partido en función de Gobierno) observaron varias irregularidades en el proceso de contratación de la empresa española JOCA, una de las dos empresas adjudicadas en la Asociación Accidental Tunari. El contrato que denuncian los legisladores fue suscrito en septiembre de 2015, y no cumplió con los protocolos establecidos, por lo tanto no tiene validez legal alguna. Valdivia recalco que JOCA no tenía base en territorio boliviano, ni el registro a Impuestos Internos mediante NIT y carecía de matrícula de comercio, para el momento en que se acordó el contrato.
El ministro de Obras Públicas, Iván Arias, informo que se identificaron irregularidades, tanto técnicas y administrativas en el proyecto, presentando a su vez una propuesta para garantizar su continuidad. Al mismo tiempo, acusó al anterior gobierno de su rápido proceso de contratación, de menos de un mes, del cual el ministro reitera que el proceso por lo menos debió ser realizada en tres meses.
El gobierno de la ciudad de Cochabamba decidió objetar el proyecto, anunciando que no aprobará nada hasta que la empresa presente las documentaciones necesarias para el proyecto, junto con sus respectivas garantías. En una resolución del Foro, realizado el 11 de enero de 2020, instruyo al Ministerio de Obras Públicas paralizar las obras entre tanto ejecuten las auditorias, y un estudio de alternativas en varios problemas que se presenta, incluido la ruta de la línea amarilla.
Al momento de realizar el proyecto, se cuestionaron los métodos en caso de temporada de lluvias, por lo que los vecinos del Barrio Manaco del municipio de Quillacollo condicionaron el reinicio de obras de la línea verde, demandando a la asignación de recursos para los drenajes fluviales, así como las conexiones de otros servicios básicos. Dicha protesta se registró durante una inspección interinstitucional, sucedido el mes de octubre de 2018.
Dirigentes de juntas vecinales y distritos de cinco municipios de la Región Metropolitana, denunciaron que varios sectores de la línea verde del tren metropolitano existen trabajos inconclusos, que generaron inundaciones en el municipio de Colcapirhua. Responsabilizan a la empresa JOCA de los daños a viviendas y exigen pronta solución a los estancamientos de agua de lluvia.
Los vecinos de la OTB Killman (cercano al Aeropuerto de la ciudad), denunciaron que el tramo qué pasa por la zona no cuenta con desagüe pluvial, y eso ocasiona estancamiento de agua en varios sectores. Rosario Cáceres, representante de los vecinos del sector, manifestó que reclamaron en varias ocasiones a la empresa JOCA Molinari, sin recibir alguna respuesta.
El tramo entre la estación central de San Antonio y la avenida Manco Kapac que comprenden las líneas amarilla y verde son sectores donde hay agua detenida, producto de las lluvias, y la falta de drenaje fluvial. Las OTBs Killman y Villa Coronilla son las más afectadas, dejando con insatisfacción y molestia a los vecinos de dichas zonas urbanas. Mientras, la Unidad Técnica de Ferrocarriles (UTF) aseguro que se resolvería esta situación.
A fines de 2019, luego del cambio de gobierno por la crisis política en Bolivia, se investigaron los contratos y costos del tren ligero. El contratista, compuesto por las empresas JOCA y Molinari, no habían revelado los precios unitarios de los ítemes más importantes como el costo por kilómetro, vagones, estudios y la subcontratación de la empresa Belmonte, por lo cual se dio la sospecha de sobreprecio en esta obra.
La Asociación Accidental (A.A.) Tunari pidió al Gobierno de Añez saldar una deuda de Bs 447,7 millones (64,7 millones de dólares americanos), correspondientes a cuatro planillas de avance de obra por la construcción del tren metropolitano en la ciudad de Cochabamba.
El asambleísta departamental Freddy Gonzales, denunció al excoordinador de la Unidad Técnica de Ferrocarriles (UTF) Ariel Torrico, que impuso a la Asociación Tunari la contratación de las empresas Cacodaing y Canopo, vinculadas con su hermano Álex Torrico Rojas, para la construcción de tres subestaciones, y a otro grupo de empresas impuestas por la Brigada Parlamentaria de mayoría del anterior partido de gobierno, y dirigentes de la Sindicato de las seis federaciones del trópico de Cochabamba.
Cerca de 50 trabajadores de las empresas subcontratadas por la Asociación Tunari, protestaron en la jornada del 19 de diciembre de 2019, fuera de la estación central, exigiendo el pago de una deuda de 8 millones de bolivianos (más de un millón de dólares americanos). En la oportunidad, los trabajadores observaron la excesiva subcontratación que hay para la construcción de las tres líneas.
En la jornada del 7 de enero de 2020, trabajadores reclamaron por pago de salarios de los meses laborales de noviembre y diciembre, además del aguinaldo a unas 100 personas, ya que estas últimas no fueron recibidas por los trabajadores que asumieron medidas de presión junto a una empresa subcontratada, Dinocorp, que también reclamo el pago de sus derechos laborales.
En mayo de 2020, grupo de trabajadores protestaron en las oficinas de la Unidad Técnica de Ferrocarriles del Ministerio de Obras Públicas, exigiendo pago de salarios no pagados debido a la falta de desembolsos, tanto al consorcio Joca-Molinari, como al gobierno central.
En 2021, y a pesar de los pagos, las deudas de las empresas con los subcontratistas continuaba, con seis meses no pagados hasta el mes de julio de 2021, y un saldo de 139 millones de dólares en el proyecto que aun no se invirtió. El gerente de la Asociación Accidental, Domingo García señalo que el avance físico es del 76%, mientras que el financiero avanzó en un 66%.
Debido a la complicada situación sanitaria de la pandemia COVID-19, que tuvo efecto negativo en el campo de la construcción en Bolivia, y a la demora en el desembolso de planillas de pago para trabajadores perjudicados, hace que el proyecto del Tren Metropolitano quede paralizado. La Asociación Accidental Tunari (Consorcio Joca-Molinari) informó que no se entregaría el proyecto para el mes de agosto de 2020, reclamando al gobierno que se solucione los problemas de pagos, el recojo de materiales que están en puertos chilenos, asegurando que no hay predisposición del Gobierno para solucionar . El Ministerio de Obras Públicas deslindó responsabilidades respecto al remate de los equipos, y afirmó de que no estó en el contrato el pago a los subcontratados, y que la empresa tiene una deuda de 335 millones de bolivianos, cerca de 50 millones de dólares.
Los cívicos, transportistas, subcontratistas y vecinos que viven a cercanías de los rieles del proyecto paralizado, exigieron que concluyan sus obras. Esto se debe a la comunicación del entonces Ministro de Economía, Óscar Ortiz, a su par de Obras Públicas, Iván Arias, que el Tesoro General de la Nación no podrá solventar la construcción del proyecto. Dicho comunicado se efectuó el 3 de septiembre.
El 22 de noviembre de 2018, el ministro de Obras Públicas del Gobierno de Evo Morales, Milton Claros, sostuvo una reunión con la alcaldesa interina de Cochabamba de esa gestión, Karen Suárez para socializar el trazado en la ruta de la línea amarilla del Tren Metropolitano, del que su trazo sería por el río Rocha de Cochabamba. En este evento se dispuso la coordinación de reuniones, además del encuentro de los equipos técnicos de ambas instituciones, y la empresa constructora a una reunión el lunes 26 de noviembre para determinar la trayecto del tren, informó Claros. Por su parte, Suárez expresó su disponibilidad para realizar esta obra que beneficiará a la comuna cochabambina. Dichas reuniones no llegaron a un consenso.
El trazado de la línea amarilla del tren metropolitano recorrerá la avenida Costanera. Según el diseño que se maneja por ahora, compartirá la vía con los vehículos, informó el jefe de la Unidad Técnica de Ferrocarriles del Ministerio de Obras Públicas (UTF), Ariel Torrico. Se trabajará en estudios de aforo vehicular. Con estos datos, se podrá ultimar detalles de la línea en la reunión con el municipio, agendada para el 4 de enero de 2019, agregó.
El trazo oficial de la línea amarilla inicia desde la Estación San Antonio, pasando por el río Rocha para llegar a Sacaba.
A falta de una solución del problema que no se atendió desde el inicio, el ministro de Obras Públicas de la gestión presidencial de Jeanine Áñez, Iván Arias, informó que se trabaja en la elaboración de cinco propuestas que serían presentadas el 10 de enero de 2020, fecha del Foro de instituciones públicas y privadas.
El arquitecto y exconsejal municipal de Cochabamba, Johnny Antezana, presentó su proyecto de incluir un teleférico al trazo del Tren Metropolitano a autoridades nacionales y departamentales como "una alternativa más ecológica" a la línea amarilla a representantes del Ministerio de Obras Públicas y Transporte. Su deseo es que "ellos puedan considerarla", ya que los principios que la sustentan son de orden ambiental, económico y social. La propuesta también presentada en la plaza central de la ciudad el mismo día 22 de febrero de 2019.
El secretario de Planificación del Gobierno de la ciudad de Cochabamba, Rafael Sainz, manifestó que como municipio no "son dueños del tren metropolitano" para considerar la alternativa de teleférico que plantea Jhonny Antezana. Tras problemas de trazado de la ruta, el 12 de febrero de 2019, vecinos de las OTB Martín Cárdenas, Seminario San Luis y Santa María, bloquearon la Muyurina para rechazar su propuesta. Sin embargo, los de la Asociación Accidental Tunari (JOCA - Molinari) minimizaron los reclamos ya que en su versión no perjudica a nadie, y varias organizaciones e instituciones de construcción reclamaron para que la asociación presente el diseño final de dicha ruta.
Los vecinos de la avenida Ramón Rivero, rechazaron nuevamente la propuesta de retomar el proyecto para que la línea amarilla del tren metropolitano pase por este sector. Aún no conocen oficialmente el nuevo trazo en la que estarían trabajando la Asociación Accidental Tunari y el Ministerio de Obras Públicas.
Los vagones que componen los dos primeros tranvías que llegaron para el proyecto de tren metropolitano de Cochabamba están expuestos a la intemperie, sin cobertores y tienden a deteriorarse en la subestación de la línea roja, ubicado en la Facultad de Agronomía de la Universidad Mayor de San Simón, cerca de la Refinería Gualberto Villaroel. El responsable de la Unidad Técnica de Ferrocarriles (UTF), Limber Illanes, asegura que los tranvías no se malograrán porque fueron construidos para funcionar a la intemperie, y en su versión ante los medios de comunicación señala que ambas unidades están cubiertas con sus respectivos cobertores.
La asociación accidental Tunari informó que los materiales del tranvía estaban en las aduanas de los puertos chilenos de Iquique y Arica, corriendo el riesgo de ser rematados. Entre esos materiales están cinco trenes, subestaciones eléctricas y elementos de catenaria, entre otros materiales valorados en un monto de 172 millones de bolivianos (casi 25 millones de dólares americanos). Limbert Illanes, coordinador de la Unidad Técnica de Ferrocarriles perteneciente al Ministerio de Obras Públicas, señala que tienen 12 meses de estadía, sin multa ni cobro adicional en el puerto de Arica.
La Administradora de Servicios Portuarios-Bolivia por sus siglas ASP-B había recomendado a las empresas responsables utilizar el puerto de Arica bajo su responsabilidad, y no la del Estado Boliviano. Dichas recomendaciones fueron presentadas desde la gestión 2017, donde según la entidad boliviana señala que el tiempo de permanencia es de un año a 90 días en el puerto de Arica, mientras en Iquique no hay ni presencia de instituciones del Estado Boliviano. Mientras el consorcio denuncia al gobierno de la falta de pagos desde hace un año. Domingo García, gerente de la Asociación Accidental Tunari informó a un medio de comunicación que la decisión de desviar los trenes hacia el puerto de Iquique fue durante el conflicto suscitado entre el puerto de Arica con la Administradora de Servicios Portuarios de Bolivia y la coincidente llegada de los trenes. El Gobierno Boliviano sostiene que elementos de catenaria y otros materiales aún no son de propiedad del Estado boliviano y que son responsabilidad de las empresas.
Los tranvías son fabricados bajo norma europea por Stadler Rail, de tres secciones y de piso bajo. La capacidad es de 376 pasajeros (8 personas/m2). La característica especial del tranvía ligero es su velocidad máxima de operación de 60 km/h.
Estación del Tren metropolitano de Cochabamba, fotografía realizada el 20 de octubre de 2019, para ese entonces tiene escombros.
Carriles aun fuera de servicio o en construcción del Tranvía de Cochabamba.
Carril de tranvía en dirección al río Rocha y áreas verdes.
Puente del río Rocha.
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