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Muñeco



Una muñeca es una figura; generalmente de un bebé, una niña o una mujer hecha de madera, trapo, cartón, plástico, etc; que sirve de juguete y entretenimiento a los niños. En determinadas ocasiones, desde el siglo XX también se fabrican colecciones o series destinadas a adultos que pueden estar fabricadas en madera, porcelana, celuloide o cera.

Los antiguos egipcios las hacían con pedazos lisos de madera, los japoneses con papel doblado, los antiguos pobladores americanos con lana o tela, los alemanes del siglo XIX con porcelana y los esquimales con piel de foca. Las personas adultas las coleccionan y los infantes las miman.

“La mayoría de las figuras semejantes a muñecas de los primeros tiempos eran objetos mágicos o religiosos, no juguetes”, afirma The World Book Encyclopedia. Los antiguos egipcios del periodo predinástico pintaban prendas de vestir decoradas sobre pequeños trozos de madera en forma de paleta y luego los adornaban con sartas de cuentas de arcilla para representar el cabello. Después colocaban estas “muñecas paleta” en las tumbas de sus muertos creyendo que les harían de sirvientes en la otra vida, un precedente de los posteriores ushebti. En las Antillas desde el siglo XVII, las personas que querían vengarse de alguien clavaban alfileres en muñecos de vudú con la esperanza de causarles daño a sus enemigos.

Las muñecas son juguetes destinados a las niñas en los que pueden recrear algunas de las labores propias de la maternidad: cambiarlas de ropa, peinarlas, mecerlas, acostarlas, etc. Para ello, se venden todo tipo de accesorios relacionados con la muñeca: vestidos y conjuntos para diferentes épocas del año, artículos de tocador, cunas, cochecitos, etc. Para las niñas, las muñecas, además, constituyen ideales compañeras de juegos.

A lo largo del siglo XX el diseño de las muñecas se fue sofisticando de tal modo que se han lanzado modelos que ejecutan las más diversas acciones: hablar, segregar mocos, hacer de vientre o simplemente mover alguna parte de su cuerpo. En todos estos casos, los juguetes van accionados por pilas desechables. Algunas, como Barbie, incluso han llegado a echarse novio (Ken) que cuenta con coche, roulotte y otros objetos que lo convierten en la pareja ideal. En el arte, el pintor venezolano Armando Reverón creó misteriosas y antropomórficas muñecas junto a las cuales realizaban escenas teatrales.

En todos los tiempos y en todos los países se ha procurado la manera de divertir a los niños. La arqueología ha encontrado muñecas en excavaciones de tumbas egipcias datadas del siglo XXI antes de Cristo. Esto hace pensar que quizás se trate de los juguetes más antiguos de la historia.

Parece que era costumbre entre los antiguos enterrar a los niños con sus juguetes o, cuando menos, grabarlos sobre sus sepulcros, costumbre que se conservó aun en los primeros años del cristianismo.

Tanto los romanos como los griegos disponían ya de muñecas articuladas con las que las niñas podían jugar. Plutarco, Aristóteles, Platón y Horacio mencionan figurillas movibles por medio de hilos o alambres para diversión de la infancia. Y se sabe que a comienzos de la era cristiana existían casas de muñecas.

Las muñecas con que suelen jugar las niñas eran bien conocidas de los antiguos y en especial de los romanos. Solían hacerlas de marfil, boj, yeso y cera. Cuando las jóvenes núbiles se casaban iban a colgar en los altares de Venus las muñecas que les habían servido para entretenerse en los primeros años.[1]

En Japón, las muñecas son el tema de una celebración denominada Hina Matsuri, o fiesta de las Muñecas, que se lleva a cabo todos los años el día 3 de marzo. Esta festividad, también conocida como la fiesta de las niñas, “se deriva de varias costumbres diferentes”, señala la obra Japan—An Illustrated Encyclopedia. Y añade: “Una de ellas es un rito de purificación chino que se celebraba a orillas de un río a principios del tercer mes lunar. Durante el período Heian (794-1185), los cortesanos hacían llevar adivinos al palacio el tercer día del tercer mes para que los libraran de sus impurezas, las cuales eran transferidas a imágenes de papel [...] que se arrojaban al río o al mar”.

Durante el siglo XIX se reconoció que el juego cumple un papel importante en el desarrollo infantil. Como resultado, en Europa prosperó la industria de las muñecas. Ya en 1824, los alemanes habían creado un mecanismo que permitía a sus muñecas decir “mamá” y “papá”. Años más tarde, todavía en el siglo XIX, fabricaron muñecas que caminaban. El inventor estadounidense Thomas Edison incluso diseñó un fonógrafo en miniatura que lograba que algunas muñecas “hablaran”. Mientras tanto, los franceses crearon la Bébé Gourmand, que podía comer. También destacaron por sus muñecas tipo maniquí, que venían vestidas con trajes muy elaborados y para las que se vendían accesorios como peinetas, prendas de piel, abanicos y muebles.

Durante el siglo XX hubo un crecimiento extraordinario en la producción de muñecas. El empleo del plástico desde finales de la década de 1940 permitió fabricar modelos más baratos que a la vez tenían muchos detalles. La muñeca Barbie de plástico ha dominado el mercado desde su aparición en 1959, pues se han vendido más de mil millones de unidades; tan solo en el año 1997, su creador ganó más de 1.800 millones de dólares gracias a ella.

Los indios pueblo del suroeste de Estados Unidos utilizaban muñecos kachina, tallados en raíces de cactus o en pino, para enseñar a sus hijos sobre las deidades de su tribu. Durante una ceremonia especial, un miembro de la comunidad se vestía y actuaba como uno de los dioses. Después, los padres daban a sus hijos un muñeco con la forma de ese dios para que jugaran y así se familiarizaran con el dios.

Las muñecas y muñecos “proporcionan una vía para canalizar los sentimientos heridos, la cólera y otras emociones infantiles —explica The World Book Encyclopedia—. [...] Este tipo de juguetes permite a los niños ensayar los papeles que esperan desempeñar cuando crezcan”. Durante la fiesta del día de los Niños que se celebra en Japón cada mes de mayo, se expone la figura de un joven vestido con la armadura completa de un guerrero tradicional. Este muñeco se utiliza como modelo para animar a los jóvenes a convertirse —de acuerdo con la cultura local— en miembros fuertes y respetables de la sociedad.

Cualquiera que haya presenciado alguna vez los juegos infantiles sabe que sea que las muñecas estén hechas de tela, papel, madera, plástico o cualquier otro material, son algo más que simples juguetes. Son las amigas, compañeras de juego e incluso confidentes de la infancia.





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