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Naqsh-e Rostam



Naqsh I-Rustam (también conocido como Naqš-i Rustam, en persa mod. نقش رستم Naqš-i Rustam [næqʃe ɾostæm]) es un sitio arqueológico situado a unos nueve kilómetros al noroeste de Persépolis, en la provincia de Fars, en Irán. Se trata de una necrópolis que contiene un grupo de tumbas de los reyes aqueménidas, unos relieves en roca iraníes tallados en el acantilado, tanto de la época sasánida y el cubo de Zoroastro o Ka'ba-i-Zartosht, un edificio religioso zoroástrico muy importante. Queda a unos pocos cientos de metros de Naqsh-e Rajab, que contiene otro grupo añadido de relieves sasánidas.

Este emplazamiento es llamado Næqš-e Rostæm, "el retrato de Rostam", porque los persas pensaban que los bajorrelieves sasánidas bajo las tumbas representaban a Rostam, un héroe mitológico persa. Hay también siete grandes bajorrelieves en la roca de Naqsh-e Rustam, bajo las tumbas, esculturas mandadas hacer por los reyes sasánidas. Frente a la roca se encuentra Ka'ba-i-Zartosht, un monumento zoroástrico. En el extremo del sitio se encuentran dos pequeños altares de fuego.

Naqsh I- Rustam es una pared rocosa que tiene talladas cuatro tumbas reales aqueménidas rupestres, cruciformes y con bajorrelieves. Una de ellas, según las inscripciones que presenta, es la tumba de Darío I y las otras tres, a ambos lados de la de Darío I, son las de Jerjes I, Artajerjes I y Darío II, aunque no tienen ninguna inscripción que permita identificarlas con certeza. En la montaña de detrás de Persépolis hay otras dos tumbas semejantes, pertenecientes probablemente a Artajerjes II y Artajerjes III, además de una tumba inacabada que podría ser de Darío III, el último rey de la dinastía aqueménida, que fue derrocado por Alejandro Magno.

La tumba de Darío es uno de los dos modelos de tumbas del arte persa del periodo aqueménida y el prototipo de otras tumbas aqueménidas. Se trata de una tumba excavada en roca como los hipogeos egipcios; el otro modelo es el de la tumba de Ciro, en Pasargadas.

El 22 de mayo de 1997 el conjunto «Nasqsh-e Rostam y Naqsh-e Rajab» fue inscrito en la Lista Indicativa de Irán —paso previo a ser declarado Patrimonio de la Humanidad—, en la categoría de bien cultural (n.º ref 898).[1]

Cuatro tumbas pertenecientes a reyes aqueménidas están talladas en la pared de roca. Están a considerable altura por encima del terreno.

Las tumbas se conocen localmente como las "cruces persas" por la forma de las fachadas de las tumbas. El lugar es conocido como salīb en árabe (صليب), quizás una corrupción de la palabra persa chalīpā, "cruz". La entrada a cada tumba está el centro de cada cruz, que se abre a u pasillo con tres cámaras y en cada hay tres tumbas. Probablemente, además del rey, sus parientes fueron enterrado en las tumbas. La parte superior de la cruz presenta el rey y la viga horizontal de cada una de las fachadas de la tumba se cree que es una réplica de la entrada del palacio Tachara en Persépolis.

Una de las tumbas está explícitamente identificada por una inscripción que la acompaña como la tumba de Darío I (r. 522-486 a. C.). Las otras tres tumbas se cree que son las de Jerjes I (r. 486-465 a. C.), Artajerjes I (r. 465-424 a. C.) y Darío II (r. 423-404 a. C.) respectivamente. Una quinta tumba, inacabada, pudo haber sido la de Artajerjes III, quien reinó como mucho dos años, pero más probablemente sea la de Darío III (r. 336-330 a. C.), el último de los reyes aqueménidas.

Las tumbas fueron saqueadas después de la conquista del imperio aqueménida por Alejandro Magno.

La tumba de Darío I es la más grandiosa; cuenta en su entrada con cuatro columnas decoradas por una hilera de personajes, presidida por la figura de un rey ornado ante un altar de fuego, con el pie sobre un estrado.

Texto traducido de la inscripción:

sinceramente, por esta inscripción se reconocen las naciones sometidas del imperio aqueménida cuyas se han representado en la escalinata oriental del palacio Apadana.

Enfrente de las tumbas aqueménidas y los bajorrelieves sasánidas, existe un edificio religioso zoroástico, se llama Ka'ba-i-Zartosht. Lo más posible es que este edificio fue un tesoro de guardar el libro sagrado de los zoroástricos, Avesta. Además, alrededor de la pared del cubo de Zoroastro se puede ver algunas inscripciones sasánidas, fueron inscrito por orden de Sapor I y Kartir.[2]

Coordenadas: 29°59′19″N 52°52′19″E / 29.988611, 52.871944



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