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Neophron



El alimoche común,[2]abanto,[3]guirre o buitre egipcio (Neophron percnopterus) es una especie de ave accipitriforme de la familia Accipitridae propia de África y el sur de la región paleártica hasta la India.

El nombre del género se deriva de mitología griega. Timandra fue la madre de Neophron. Aegypius era amigo de Neophron y tenía aproximadamente la misma edad. A Neophron le molestó saber que su madre, Timandra, estaba teniendo una aventura amorosa con Aegypius. Buscando venganza, Neophron cautivó a la madre de Aegypius, Bulis, y la incitó a entrar en una cámara oscura donde su madre y Aegypius se encontrarían pronto. Neophron distrajo a su madre, engañando Aegypius para que entrara en la cámara y se acostara con su propia madre. Cuando Bulis descubrió el engaño, le arrancó los ojos a su hijo Aegypius antes de suicidarse. Aegypius oró por venganza y Zeus, al escuchar la oración, transformó a Aegypius y Neophron en buitres. [4]​ "Percnopterus" proviene del griego "alas negras" de περκνóς (perknos, que significa "negro azulado") y πτερόν (pteron, que significa ala). [5][6]

Es el buitre del Viejo Mundo con menor envergadura (sobre 150 cm). Los jóvenes son pardos, mientras que los adultos (a partir de los 5 años de edad) se caracterizan por su cabeza y patas amarillas, cuerpo blanco, alas blancas con extremos grises y negros y cola blanca y ancha. Miden 85 centímetros de la punta del pico a la de la cola, teniendo una envergadura de 1,7 metros y un peso promedio de dos kilos o poco más. Vuelan normalmente en solitario, aunque a veces siguen a otros congéneres o incluso a buitres de otras especies y cuervos.

Se reconocen tres subespecies:[7]

Este buitre suele ser uno de los últimos animales en probar las carroñas de las que se alimenta. Cuando otras especies mayores ya han acabado con casi toda la carne, el alimoche acude para engullir las pocas pieles y restos de carne que quedan enganchados entre los huesos. Complementa su dieta con insectos y pequeños animales, así como todo tipo de desechos y heces animales. También engulle huevos, que rompe levantándolos con el pico y lanzándolos contra las rocas. En la zona del norte de África, los alimoches logran romper la gruesa cáscara de los huevos de avestruz tomando una piedra y lanzándola repetidamente hasta que el cascarón cede, siendo este uno de los pocos casos de uso de herramientas en el mundo animal. Los alimoches también son visitantes habituales de los vertederos, donde se atiborran de basuras humanas. Todo lo que desechan los demás, es aprovechado por los alimoches.

Anidan normalmente en abrigos situados sobre acantilados y valles recortados, donde ponen dos huevos entre marzo y abril en un nido forrado de pelos de animal (es común el uso de lana de oveja), ramas y huesos. Transportan estos materiales con el pico, al contrario que el resto de buitres, que lo hacen sujetándolos con sus garras. El uso intensivo de pesticidas puede reducir la puesta a un solo huevo, como ha ocurrido en varias zonas de España y Portugal donde hoy en día se encuentra en declive, sobre todo por la utilización ilegal e indiscriminada de venenos prohibidos. Solamente sobrevive un pollo que cruzará el estrecho de Gibraltar con sus padres. Pasará en el África Subsahariana los primeros cinco años de su vida hasta alcanzar la madurez sexual, regresando a la península ibérica, si logra sobrevivir, para formar una nueva familia.

En España, el alimoche común es normalmente un visitante estival, aunque existen poblaciones sedentarias en las islas de Menorca y Mallorca. Pasan el invierno en el África Subsahariana y cruzan el estrecho de Gibraltar a principios de marzo. Se extienden por toda la geografía española para reproducirse, ocupando cada pareja el mismo territorio año tras año. Abandonan el país a finales del mes de septiembre.

En las Islas Canarias, Neophron percnopterus recibe el nombre común de guirre, siendo una especie totalmente adaptada a la geografía de las islas orientales, especialmente en Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote. Si bien ha sufrido un retroceso en el número de ejemplares en las últimas décadas, su protección ha garantizado su supervivencia en sus espacios naturales, principalmente del interior y medianías de las islas, como los barrancos de Guayadeque, Fataga, El Draguillo y Tirajana, en Gran Canaria, y de Butihondo y Jandia, en Fuerteventura. En la isla de Fuerteventura se encuentra además una subespecie endémica, el guirre majorero (Neophron percnopterus majorensis). Los programas de conservación de la especie en estas islas han incrementado el número hasta los 150 ejemplares.

En egiptología, el alimoche comprende tres jeroglíficos registrados en la lista de Gardiner:

Representan los sonidos de ȝ, ȝȝ, y mȝ, respectivamente.



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