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Netflix



¿Dónde nació Netflix?

Netflix nació en California.


Netflix, Inc. es una empresa de entretenimiento y un servicio por suscripción estadounidense que opera a nivel mundial y cuyo servicio principal es la distribución de contenidos audiovisuales a través de una plataforma en línea o servicio de video bajo demanda por retransmisión en directo. Ubicada en Los Gatos (California), la compañía fue creada en 1997 y un año después comenzó su actividad, ofreciendo un servicio de alquiler de DVD a través del correo postal.[3]​ Actualmente, Netflix participa en la producción de obras audiovisuales, desde la creación o adquisición del producto hasta su difusión mundial.

En el año 2000, aún con el alquiler de DVD como único servicio, Netflix introduce un sistema de recomendación personalizado, basado en la calificación de una a cinco estrellas que sus clientes hacían de los materiales que alquilaban a través de su sitio por Internet. La mejora continua de este sistema —que en 2017 sería cambiado por uno de «pulgar arriba/abajo»—, así como el uso de otros datos que la plataforma obtiene de sus clientes conocido como minería de datos, es considerado como la causa principal del éxito de la compañía.[4][5][6][7]

En 2007, Netflix inicia su servicio de VOD en los Estados Unidos, exclusivamente para ser usado a través de computadoras personales; a partir de 2008 se agregan diferentes opciones para acceder al catálogo por retransmisión en directo: consolas de videojuegos, televisores inteligentes, tabletas, etc. El 25 de febrero de 2007 entraba su DVD número mil millones[8]​. En 2009 su catálogo físico ofrece 100 mil títulos y su clientela supera los 10 millones de suscriptores.[9]

En 2011, la empresa inicia operaciones por primera vez fuera del territorio estadounidense y canadiense, ofreciendo su catálogo por retransmisión en directo en la región de América Latina y el Caribe. En 2012 ofrece sus servicios en algunos países de Europa, y a partir de 2016 ofrece sus contenidos a todo el mundo con excepción de la región de Crimea, y los territorios de Corea del Norte, China Continental, Irán, Irak y Siria.[3]

El 16 de enero de 2014, la nominación del documental The Square a un Premio de la Academia se convirtió en la primera en la historia para una producción original de Netflix.[10][11]​ Los productos en español más exitosos mundialmente son las series de La casa de papel y Élite, ambos situados en el top 10 mundial de las series más vistas en el mundo en 2019.

Al final del primer trimestre de 2020, la plataforma contaba con unos 183 millones de clientes en todo el mundo, la mayoría fuera de Estados Unidos.[3]​ Aunque las estimaciones hechas por Wall Street para ese periodo eran de 7.6 millones de nuevos clientes, la cuarentena puesta en marcha en distintos países del mundo a causa de la pandemia de COVID-19 contribuyó a que la cifra real fuera de más del doble (15.8 millones).[12]

Netflix surge en 1997 en California (Estados Unidos) como una compañía de alquiler de DVD entregados por vía postal. A lo largo de su historia la empresa ha sufrido diversas transformaciones hasta que, para el año 2019, se trata de una empresa mediática que participa en la producción audiovisual desde la concepción o adquisición del producto hasta su difusión, en este caso a través de una plataforma por internet.[3][13]​ El nombre de Netflix procede de Net abreviatura de «internet» y flix de flicks forma coloquial en inglés de «películas».

El mito creado por la propia compañía indica que todo empezó cuando Reed Hastings alquiló la película Apolo 13, en la cadena de videoclubes Blockbuster, y al devolverla con unos días de retraso tuvo que pagar una multa de 40 dólares. Resignado, Hastings decidió crear una cadena de videoclubes sin multas ni compromisos. Sin embargo, en el libro Netflixed: the Epic Battle for America's Eyeballs, el cofundador de la empresa, Marc Randolph, relata que la idea surgió con base en el deseo de iniciar un negocio de comercio electrónico que, finalmente, elegiría al DVD como su producto.

Durante meses, Randolph y Hastings fueron depurando su idea en los recorridos que hacían camino a su trabajo en la empresa de software Pure Atria, donde el primero era director de mercadotecnia y el segundo director general. En un principio, Netflix era un videoclub virtual cuyos clientes elegían películas a través de una plataforma en línea y éstas eran entregadas mediante correo postal.

Los suscriptores hacían una selección de varios títulos del catálogo de la empresa, la cual les enviaba el primero en un sobre con el porte pagado para su regreso. Una vez que Netflix recibía de regreso la primera película, enviaba la segunda y así sucesivamente.[14]

Durante esos primeros años y hasta aproximadamente 2002, la empresa se presentaba a sí misma como "el servicio de alquiler de DVD en línea más grande del mundo".[13]

La primera gran transformación que sufrió Netflix fue al introducir su servicio de visualización vía retransmisión en directo en 2007. Aunque el servicio de envío de DVD por correspondencia continuó en Estados Unidos, este no fue incluido en sus planes de expansión internacional en 2007, cuando comenzaron operaciones en América Latina y el Caribe.[3][15][16][17]

Los primeros meses, la visualización del catálogo electrónico era accesible solo a través de computadoras. En 2008 la compañía buscó alianzas con diferentes empresas y productos para incluir una aplicación en consolas de videojuegos como Xbox de Microsoft o en diversas marcas de reproductores de Blu-ray, para que, a través de estos dispositivos, también se pudieran ver las series y películas del catálogo. Un año más tarde, la aplicación se incluyó en algunas televisiones inteligentes, y para 2010 en otros aparatos que se conectaban a internet como el Nintendo Wii, la iPad, iPhone y iPod touch de Apple.[3]

Para sacar adelante esta plataforma digital, Netflix requería ofrecer una plataforma funcional en todo momento, que permitiera el visionado de una gran cantidad de personas al mismo tiempo, sin poner en riesgo la calidad de la imagen. Es así que la empresa se alía con los servicios informáticos de Amazon.[17]

El nuevo servicio de retransmisión en directo pronto ganó popularidad por el acceso ilimitado, personalizado y sin publicidad que ofrecía, además de por la posibilidad de crear distintos perfiles entre las personas que compartían la contraseña de una sola cuenta, situación que Netflix no detuvo, sino que aprovechó pues significaba la obtención de más datos de distintas personas que sirvieron para "alimentar" su algoritmo y conocer mejor los gustos del público.[17]

Luego de que en 2011 iniciara con la producción de contenido propio -que lanzaría en 2013 con House of Cards- y tras la puesta en marcha de su estudio en 2016,[17][18]​ Netflix se definía para 2018 ya como una "global internet TV network" o una cadena global de televisión por internet.[13]

En el libro de 2019 Netflix Nations. The Geography of Digital Distribution, el investigador Ramon Lobato refiere que las formas de pensar y estudiar a Netflix son muy diversas, y que no es posible concebir a esta compañía solo como una productora o distribuidor de contenidos audiovisuales (paradigma de los estudios sobre la televisión) o exclusivamente como una plataforma digital (paradigma de los nuevos medios). Así, según Lobato, algunas de las categorías o roles que cumple Netflix son: plataforma de video, distribuidor audiovisual, cadena de televisión, corporación mediática global, compañía de tecnología, sistema de software, negocio de big-data, industria cultural, estilo de vida, modo de consumo mediático y, un ritual.[13]

A finales de noviembre de 2019, Netflix anuncia el alquiler por 10 años de "The Paris", una mítica sala de cine ubicada en Manhattan, inaugurada en 1948 y que había dejado de operar en agosto de 2019. El objetivo de esta operación, como lo anunció la propia compañía a través de un comunicado de prensa digital, sería el de presentar ahí eventos especiales, y premieres y proyecciones de sus películas. Meses antes, diversos reportes de prensa indicaron la intención de Netflix de llegar a un acuerdo por 10 millones de dólares con la American Cinematheque, que opera el Egyptian Theater, sala de cine icónica de Los Ángeles; el trato sería que la cinemateca continuara usando las instalaciones los fines de semana para sus proyecciones y charlas habituales, mientras que la empresa de Los Gatos usaría el local entre semana para sus propios proyectos. En mayo de 2020, Netflix anunció que la operación había sido concluida y que el equipo y objetivo de la cinemateca seguirían intactos; por su parte, la cinemateca aseguró que con este trato lograba salir de una crisis financiera de varios años que se acercaba a un punto sin retorno.[19][20]

Debido a que la restauración del Egyptian Theater fue posible, en parte, a dinero público (alcaldía de Los Ángeles, gobierno federal y el National Endowment for the Arts), la comunidad artística y cultural de la ciudad ha expresado sus dudas por esta venta[20]​, y para finales de julio de 2020, más de 3 mil personas habían firmado una petición subida al sitio Change.org exigiendo a la cinemateca que transparente la operación financiera, comenzando por revelar la cantidad pagada por Netflix.[21]

En el caso de estas dos operaciones, el plan de Netflix sería el de evitar el trato con los exhibidores para proyectar sus películas bajo los términos que estos exigen y en los cuales toda película debe permanecer en salas durante 90 días antes de distribuirlas por otros medios como los formatos caseros o las plataformas de retransmisión en directo. Al tener salas de exhibición y proyectar sus películas en ellas, la empresa también abonaría a su objetivo de cumplir con el requisito de proyectar una cinta durante al menos 7 días consecutivos que la Academia exige para competir en los Premios Oscar.[22][23][24]

El índice de velocidad de proveedor de servicios de Internet para Netflix se basa en datos de más de 117 millones de miembros de Netflix en todo el mundo que vieron más de 1000 millones de horas de series y películas de Netflix por mes. Las velocidades indicadas reflejan el rendimiento promedio de todas las transmisiones de Netflix en la red de cada ISP y son un indicador del rendimiento que experimentan normalmente todos los usuarios de red de un ISP. Por lo general, una red más rápida implica una mejor calidad de imagen, tiempos de inicio más veloces y menos interrupciones.

El rendimiento promedio está por debajo del rendimiento máximo. Esto se debe a muchos factores, por ejemplo, la variedad de codificaciones que usa Netflix para transmitir series y películas, además de la variedad de dispositivos que usan los miembros y el estado de las redes domésticas. Estos factores se anulan en la comparación entre ISP.

A partir de febrero de 2016, Netflix utiliza exclusivamente servidores en la nube, culminándose un proceso de migración iniciado en 2008. Sus servidores están situados en la red AWS de Amazon.com. Esto permite ofrecer a sus clientes una tasa de disponibilidad de 99,99%. Las aplicaciones han evolucionado de una arquitectura monolítica a una arquitectura basada en microservicios y un modelo de bases de datos no normalizado sobre manejadores de tipo NoSQL.[25]

Netflix en sus inicios funcionaba con un reproductor basado en Microsoft Silverlight para evitar que se descargue el contenido audiovisual (actualmente ofrece un servicio de descarga de algunas películas o capítulos de serie que solo pueden ser reproducidos en la aplicación). Desde 2014, emite contenidos por HTML5. Bajo Linux se puede ver Netflix usando el navegador Google Chrome, versión 38 o más reciente.[26]​ Cuando se entra a una película, Netflix precarga una pequeña parte de ésta antes, para evitar los cortes por almacenamiento en búfer.

El servicio que opera Netflix en realidad está basado en más de 700 microservicios que corren independientemente y que se comunican entre sí a través de interfases de programación de aplicaciones o APIs, por sus siglas en inglés. Cada microservicio está programado para hacer una tarea específica, como por ejemplo cargar las viñetas de presentación de una serie o película recomendada o hacer el cargo mensual de la membresía de cada cuenta. En este sentido, Netflix es un ecosistema de pequeños sistemas con objetivos específicos y no una arquitectura informática monolítica.[13]

En el año 2000, Netflix comenzó a utilizar un sistema de calificación de las películas en DVD que alquilaba. A través de la plataforma en línea, los suscriptores tenían la posibilidad de calificar las películas vistas, otorgándoles de 1 a 5 estrellas. A partir de esta información, el sistema hacía recomendaciones al usuario. Este primer sistema recibía el nombre de Cinematch.[4]

En octubre de 2006, la compañía lanzó la convocatoria del Netflix Prize o Premio Netflix, que buscaba mejorar este sistema. Dotado con un premio en efectivo de 1 millón de dólares, el objetivo del concurso era generar un algoritmo que mejorara las predicciones de Cinematch en un 10%; el individuo o equipo ganador sería aquel que alcanzara primero la meta, por lo cual no había fecha final prevista. Casi 3 años después, el 26 de julio de 2009, el equipo llamado BellKor's Pragmatic Chaos, integrado por investigadores de AT&T logró superar a Cinematch en un 10.6%, ganando así la contienda y superando por tan solo 20 minutos al segundo lugar, The Ensemble, quienes lograron el mismo 10.6% de mejora.[27][28][29]

Hasta antes de la puesta en marcha de su sistema de VOD por retransmisión en directo los datos con los que contaba la compañía de cada uno de sus clientes eran, entre otros, nombre, código postal, género y la calificación otorgada a ciertas películas. Sin embargo, a partir del visionado de series y películas a través de la plataforma de streaming, el algoritmo tiene un conocimiento más puntual de los gustos del público gracias a datos como desde qué dispositivos se ve el catálogo, la hora del día en que se usa el servicio, durante cuánto tiempo se ve un determinado producto, qué géneros, directores, actores/actrices o año de estreno es que el que prefiere. Con esta información, además de personalizar la experiencia de cada consumidor (qué productos le recomienda, qué foto miniatura o tráiler muestra para presentar una serie o película), Netflix ha desarrollado proyectos originales que responden a estos gustos o que saben que encontrarán una audiencia.[4][5][6][7][27][30]

Incluso antes de empezar con la plataforma de retransmisión en directo, la gran cantidad de información que acumula la empresa ya suscitaba temores entre los analistas de temas tecnológicos y privacidad. De igual forma, la manera de tratar estos datos ha sido motivo de demandas legales en Estados Unidos, particularmente ligadas a la liberación de información usada por los equipos participantes en el Netflix Prize.[27][31]

El uso de un algoritmo como la base en la toma de decisiones de Netflix para producir o adquirir un determinado producto es un elemento mencionado de forma constante entre especialistas, analistas y público en general.

Dicha herramienta se trata de un complejo sistema que, entre otras cosas, ordena el catálogo de productos de la plataforma basado en lo que el usuario ha visto previamente y en la forma en que ha calificado ciertas películas o series, generando además una gran cantidad de etiquetas o categorías que ayudan a los clientes a seleccionar qué ver y a la propia plataforma le permite hacer sugerencias. Otros datos de los que se sirve este sistema son los gustos y preferencias de otros usuarios que han sido clasificados como similares, así como los géneros, actores y año de lanzamiento de las producciones que acostumbra la persona, la hora del día en que son vistos, los dispositivos que usa (tableta, computadora, consola de video, etc.), y durante cuánto tiempo usa la plataforma.[32][33]

Los títulos de las etiquetas son generados por seres humanos, empleados por la empresa, quienes revisan todo el contenido del catálogo con el objetivo de otorgar a las series y películas alguna de las más de 200 clasificaciones o etiquetas, basándose en ciertos criterios específicos; en inglés son conocidos como Netflix taggers (etiquetadores de Netflix). Algunas de estas etiquetas se relacionan con un cierto nivel que posee la producción (nivel de comedia/acción/escenas de persecución), otras son conceptos o frases que describen el material, como "cerebral" o "rebelde", mientras que otras hacen referencia a la temática, género o reconocimientos del producto, como "gastronomía", "comedia negra" o "Premios Emmy" / "Globos de Oro".[34][32]

De acuerdo a lo que ha revelado la propia compañía, la combinación de todos estos elementos ha ayudado a prever de manera acertada los gustos del público, lo cual les ha servido para decidir sobre los temas, actores o actrices, o directores en los que debe invertir, o si es pertinente invertir en un proyecto que le proponen. Dos ejemplos a este respecto son la primera serie original del servicio, House of Cards, y la película Roma del cineasta mexicano Alfonso Cuarón. En ambos casos, la información con la que contaba la plataforma en su momento habría permitido saber que, efectivamente, existía público para cada producción.[18][17]

En marzo de 2011, Netflix comenzó a adquirir contenido original para su servicio de suscripción de retransmisión en directo, comenzando con el drama político de una hora House of Cards, que se estrenó en febrero de 2013. La serie fue producida por David Fincher y protagonizada por Kevin Spacey.[35]​ A finales de 2011, Netflix recogió dos temporadas de ocho episodios de Lilyhammer y una cuarta temporada de la antigua Arrested Development, serie de Fox.[36]​ Netflix anunció que estrenaría la serie de drama sobrenatural Hemlock Grove a principios de 2013.[37]​ En febrero de 2013, DreamWorks Animation y Netflix acordaron producir una nueva serie de dibujos animados llamada Turbo FAST, basada en la película Turbo, que se estrenó en julio de ese año.[38][39]​ En marzo de 2013, Netflix anunció que se firmó con las Wachowski y Michael Straczynski para escribir y producir su nueva serie de ciencia ficción, Sense8 ,[40]​ que se estrenó el 5 de junio de 2015.

Si bien algunas de estas series son concebidas como productos de nicho, otras alcanzan audiencias y éxitos globales como Stranger Things y Narcos.[13]

Además, Netflix produce diversos documentales tanto en formato de largometraje y mediometraje como series documentales, que abarcan diversas temáticas. Entre las series documentales podemos encontrar varias con temáticas asociadas al arte y la gastronomía, como 'Tales by light (fotografía), Abstract (diseño) o Cooked (gastronomía) entre otras.

De acuerdo a lo reportado por la empresa, en 2018 invirtió 8 mil millones de dólares en producciones originales, 2 mil más que en el año anterior. Dicha inversión serviría para producir más de 100 obras, de las cuales cerca de 80 serían películas provenientes de 16 países de Europa, Medio Oriente y África, realizadas en 16 idiomas distintos.[41][42][43]

Desde el inicio de operaciones en la región de América Latina y el Caribe, Netflix volteó hacia las producciones locales, primero con las ya creadas y posicionadas entre el público, y luego para generar sus productos bajo el sello propio. En el primer caso, las negociaciones con Telemundo, Televisa, Univision, Telefe, TVN, Caracol Televisión y RCN Televisión, entre otras compañías, le permitieron ofrecer en cierto momento hasta un 20% de telenovelas a sus suscriptores, contra cerca de 80% de películas y series estadounidenses. Posteriormente, el criterio fue desarrollar productos propios en el idioma y con figuras conocidas de cada país, con el objetivo de crear lazos con las audiencias locales y captar la atención de los medios.[44][17]

Siguiendo esta fórmula, la plataforma ha producido o adquirido para su difusión exclusiva, series de gran éxito como La casa de papel (España), Marsella (Francia), Club de Cuervos (México), Narcos (Colombia) o Dark (Alemania).[44]

Los dispositivos que son compatibles con los servicios de transmisión de Netflix incluyen reproductores de discos Blu-ray, tabletas, teléfonos inteligentes, Smart TVs, reproductores de medios digitales y consolas de videojuegos (incluidos Xbox One, PlayStation 4, Wii U, Xbox 360 y PlayStation 3).

La transmisión 4K requiere un dispositivo y una pantalla compatibles con 4K, ambos compatibles con HDCP 2.2. La transmisión 4K en computadoras personales requiere soporte de hardware y software de la solución de gestión de derechos digitales Microsoft PlayReady 3.0, que requiere una CPU, tarjeta gráfica y entorno de software compatibles. Actualmente, esta función está limitada a las CPUs Intel Core o posteriores de 7ª generación, Windows 10, las series Nvidia Geforce 10 y AMD Radeon 400 o posteriores, y se ejecutan a través del navegador web Microsoft Edge o la aplicación universal de Netflix disponible en Microsoft Store.[45][46][47][48]

Como sucedió en su momento con la televisión satelital y por cable, Netflix ha sido acusado de invadir y perturbar los mercados locales. De igual forma, ha sido considerado un vehículo para el imperialismo cultural estadounidense.[13]

El inicio de sus servicios en ciertos países ha estado rodeado de acusaciones de saltarse regulaciones impuestas a otros actores mediáticos, lo cual ha logrado al presentarse, según sea el caso particular, como un servicio de internet o cualquier otro estatus distinto al de empresa mediática o de entretenimiento.

En marzo de 2015, con el anuncio del inicio de servicios en Australia, cadenas locales expresaron su descontento porque Netflix no cumpliría con las regulaciones que éstas tenían que seguir. Por su parte, en enero de 2016, cuando Netflix inició operaciones en más de 130 países, Kenia emitió un comunicado a través de su Consejo de Clasificación Cinematográfica (Kenya Film Classification Board en inglés), donde dijo que la entrada de la empresa significaba una violación a las leyes de distribución de televisión y cine, además de considerar que, como país progresista, no podía permitir ser un receptor pasivo de contenidos extranjeros que pueden corromper los valores morales de la niñez y comprometer la seguridad nacional.[13][49]

"The pornography, child prostitution and masive violence themes in some of the movies [availaible in Netflix's catalogue] threaten our moral values (Los temas de pornografía, prostitución infantil y violencia masiva en algunas de las películas [disponibles en el catálogo de Netflix] amenazan nuestros valores morales)"[13][50]

En el mismo año y contexto, el vice-ministerio de Comunicaciones ruso, Alexei Volin, lamentó que Netflix no hubiera consultado con las autoridades del país, incluidas las agencias reguladoras de medios, mientras que el ministro de Cultura, Vladimir Medinsky, equiparó a la plataforma a un caballo de Troya con el que el gobierno estadounidense piensa infiltrarse en los hogares de todo el mundo.[13]

A pesar de las acusaciones de imperialismo cultural estadounidense, Netflix ha realizado esfuerzos para ofrecer contenido con diversidad cultural de diversas partes del mundo para que su catálogo sea de interés en diversas fronteras y alcanzar así a más clientes. Por ejemplo, cuando inició operaciones en Asia, invirtió en más de 180 producciones originales en toda la región, contratando personal local y generando más de 8 mil puestos de trabajo en productores, elenco y equipo, además de rodar en lugares como Bali, Bangkok, Chiang Mai y Penang.[51]

El modelo de video bajo demanda del que es parte Netflix junto con otras compañías como Hulu o Amazon Prime Video, ha recibido diversas críticas relacionadas con los efectos sociales y de salud que produce el visionado de más de una película o capítulos de serie en una sola sesión, práctica conocida como maratones o binge-watching. Especialmente se critica su sistema que favorece estas prácticas como la existencia de series con episodios con finales inconclusos o impactantes, la reproducción automática de episodios siguientes activada de forma predeterminada, y su presentación en forma de listas de tareas.[52][53][54]

Netflix representa más de un tercio del tráfico de Internet en los Estados Unidos.[55]​ Esto conduce a un consumo de energía significativo y, asociado con eso, a emisiones significativas de gases de efecto invernadero.[55]​ La transmisión y visualización de servicios de video a pedido, como Netflix, libera alrededor de 100 millones de toneladas de dióxido de carbono cada año. Esto corresponde a aproximadamente el 0.3% de las emisiones globales. El uso de tales servicios de video libera aproximadamente tanto CO2 por año como el estado de Bélgica.[56]​ Netflix tiene una participación sustancial en esto. A diferencia de otras plataformas importantes de transmisión de video, Netflix no proporciona informes regulares sobre el uso de energía, las emisiones de gases de efecto invernadero o la combinación energética real de sus actividades globales.[57]​ Hasta ahora, Netflix no se ha comprometido públicamente a utilizar energías renovables.[57]

Una de las mayores críticas o posiciones contrarias que se han construido en torno a las plataformas de retransmisión en directo en general, y de Netflix en particular, gira en torno a la forma en que éstas han cambiando la cultura audiovisual de su público. Estas voces críticas afirman que, al priorizar sus propias producciones (Netflix cada vez produce series de mayor calidad y presupuesto[58][59]​) y borrar de su catálogo regularmente cada vez más películas y producciones de otras compañías[60]​, así como el tener un catálogo limitado de películas antiguas, la compañía genera cambios en los hábitos de consumo, particularmente, entre sus miembros más jóvenes.[61][62]​Uno de los casos más sonados a este respecto es el retiro del catálogo de películas y series hechas o bajo control de Disney, esto debido a la gran cantidad de productos que esto significa y al apego del público a muchas de estas producciones.[63]

Esta posición de la industria y de algunos especialistas en medios contrasta con la percepción altamente positiva que tiene Netflix entre sus usuarios, principalmente entre los más jóvenes.[64]​ Ante estas críticas, Netflix se defiende argumentando los altos costos de renovación de las licencias de los productos externos, por lo que cuando su licencia expira y no puede ser renovada, avisa a sus suscriptores con anticipación para que vean el contenido afectado antes de su desaparición.[65]

De manera específica, la empresa ubicada en California ha sido abiertamente criticada por la industria cinematográfica, que considera que el rechazo de Netflix a estrenar sus películas originales en las salas de cine provocará la muerte del modelo como se conoce hasta ahora. Situación que ya se veía desde la aparición de la televisión, el VHS y el DVD.[66][67]​.

En su editorial de diciembre de 2014, el Film Journal International consideró como desleal dicha estrategia de no exhibir sus producciones originales de la manera tradicional en salas antes de ponerlas a disposición de sus socios en el catálogo digital. En el texto, escrito a manera de carta dirigida a Ted Sarandos, el encargado de programación de la compañía, la revista decía:

"Ir al cine es un pasatiempo americano. ¿Quieres ser conocido Ted, como, un traidor?" - An Open Letter to Netflix's Ted Sarandos[68]

Reed Hastings, presidente y fundador de la compañía, declaró en 2015 que la televisión quedará obsoleta en 30 años. Esto provocó varias críticas, pues uno de los problemas que Netflix y otras plataformas similares enfrentan es la fragmentación de los contenidos debido a los problemas de licencias.[69]​ Otra crítica es un presunto sesgo ideológico hacia la izquierda política de las producciones de la plataforma, lo cual causaría que algunos sectores conservadores la miren con desconfianza.[70]

Otro aspecto que genera debates sobre Netflix, es la recolección de datos que utiliza de sus usuarios para la producción de nuevos contenidos. Según el periodista Alejandro Eloy Rodríguez, en su libro ‘El planeta Netflix’, indica cómo Netflix estudia el comportamiento de los suscriptores para medir la creación de nuevos contenidos, reduciendo los riesgos económicos de la producción:

"Las producciones de Netflix estarán cada vez más medidas, basadas en la información que los usuarios ofrecen a la plataforma desde hace años. Lo cual abre nuevos interrogantes en el plano cultural: ¿cuánto lugar habrá para la expresión artística, para lo impredecible, lo instantáneo, aquella sinceridad del espíritu humano que no se explica en algoritmos? Quizás lo preocupante no sea lo que Netflix está haciendo en el mundo televisivo, sino cinematográfico"[71]

Aunque una gran cantidad de académicos y especialistas de medios consideran a los servicios digitales que distribuyen contenidos audiovisuales por internet como la revolución dentro de la industria del entretenimiento,[72]​ autores como Michael Wolff tienen una opinión contraria. Para este periodista, la esencia de Netflix es más cercana a la de la televisión que a la de internet.

De acuerdo a lo que plantea en su libro Television is the New Television (La televisión es la nueva televisión, 2015), en lugar de potenciar las características interactivas propias de internet, Netflix decidió favorecer estructuras, narrativas y estéticas ya establecidas por la industria televisiva. De la misma forma, argumenta que al transformarse de una compañía de alquiler de DVD en un estudio digital, la plataforma de retransmisión en directo trasladó a las pantallas de computadora comportamientos, valores, esquemas y experiencias de la industria televisiva -como la visualización pasiva de contenidos-, haciendo que lo que hasta ese momento se consideraba herramientas interactivas y de flujo bidireccional de información, en algo más parecido a la vieja televisión.[73][13]

En este sentido, el periodista francés Thibault Henneton de Le Monde diplomatique considera que Netflix no deja de ser una "máquina traga talentos", que se alimenta de lo que las cadenas y estudios tradicionales de todo el mundo rechazan. Es así, por ejemplo, que terminó apoyando el proyecto de Roma de Cuarón, no por haber sido parte del desarrollo desde el inicio, sino porque todos los estudios a los que se acercó el cineasta mexicano lo rechazaron. La virtud de Netflix estaría en tener los datos el "valor" de revender productos de nicho, y no solamente historias de superhéroes, como los estudios de Hollywood.[17]

Por su parte, autores como Toby Miller recuerdan que el poder institucional de la televisión permanece, aunque muchos lo consideren cosa del pasado. Para Miller, la continuidad de la industria televisiva se percibe en la producción de programas y en la publicidad: destacan que mucha de la producción de contenidos distribuidos por internet sigue siendo básicamente televisión, que las cadenas de TV tradicionales (señal abierta o cable) siguen siendo fundamentales para el mercado del retransmisión en directo. En resumen, apunta en su libro Television Studies: The Basics (Los fundamentos de los estudios sobre la televisión, 2011), la gente sigue viendo televisión e incluso en cantidades más importantes que en otras décadas, lo único que ha cambiado es cómo se distribuyen los contenidos.[13]

Debido a la gran cantidad de datos personales que administra Netflix, especialistas en el tema han expresado temor a la forma en que estos son tratados por la compañía, incluso antes de la puesta en marcha de su servicio de VOD por retransmisión en directo.[31]​ La demanda legal conocida como "Doe Vs. Netflix" es un ejemplo de dichos temores.

En diciembre de 2009, una clienta del servicio de alquiler de DVD por correspondencia en los Estados Unidos interpuso una demanda en una corte federal por violación a la protección de la privacidad cometido por Netflix. La demandante, conocida bajo el seudónimo de "Jane Doe", era una madre de familia lesbiana residente del estado de Ohio quien culpaba a la empresa de invadir su privacidad al liberar los datos de su registro de rentas -junto con el de casi medio millón de clientes- para que los participantes del Premio Netflix o Netflix Prize pudieran mejorar el sistema de predicción de la plataforma. Aunque dichos datos no incluían el nombre de los clientes sino que los identificaba únicamente con un código numérico, dos semanas después de lanzada la convocatoria del concurso, dos investigadores de la Universidad de Texas, Arvind Narayanan y Vitaly Shmatikov, fueron capaces de identificar por nombre a algunos de los clientes cuyos datos fueron liberados.

Publicado en línea, el borrador del artículo académico de Narayanan y Shmatikov afirmaba que, al cruzar los datos de Netflix con reseñas del sitio Internet Movie Database (IMDb) se podían determinar no solo el nombre de la persona sino incluso rasgos de su personalidad como preferencias políticas, afiliación religiosa, sexualidad e incluso complexión física. Aunque la identidad de la mujer nunca fue descubierta por ningún equipo del concurso ni por nadie más, el argumento en la demanda era el temor de que su homosexualidad fuera descubierta a través de su consumo de películas (el cual incluía un alto número de títulos con temática homosexual) y que esta revelación afectara su vida familiar y profesional.

En marzo de 2010, Netflix y "Jane Doe" llegaron a un acuerdo que nunca se hizo público. Como resultado de la demanda, la segunda edición del Premio Netflix nunca se realizó aunque se había anunciado.[27][28]

A finales de octubre de 2019, Netflix puso a prueba para sus usuarios con el sistema operativo Android la opción para alterar la velocidad de reproducción de sus videos - desacelerarlo 0.5x o 0.75x ; o acelerarla 1.25x o 1.5x. Lo anterior generó críticas en redes sociales de parte de realizadores como Judd Apatow y Peyton Read, y el actor Aaron Paul quienes consideraron que era una idea terrible y que era la decisión de los creadores de contenido y no de los distribuidores, cómo eran presentadas las obras. Netflix contestó que era tan solo una prueba y que era probable que no pasara de esta fase.[74][75][76]

La edición francesa de 20 Minutes consideró la polémica como "una tormenta en un vaso de agua" y recordó que la posibilidad de ver materiales audiovisuales a otra velocidad existe desde antes de que Netflix pusiera a disposición esta prueba en Android y mencionó que el speed-watching - ver videos a alta velocidad - es una práctica común disponible desde hacía tiempo en dispositivos como el reproductor VLC y en la plataforma YouTube.[76]

En 2019 diversos reportes de prensa indicaron la intención de Netflix de llegar a un acuerdo por 10 millones de dólares con la American Cinematheque, que opera el Egyptian Theater, sala de cine icónica de Los Ángeles. En mayo del siguiente año, el servicio de retransmisión en directo anunció que la operación se había concretado pero ni éste ni la cinemateca revelaron la cantidad final del trato. La comunidad artística de Los Ángeles se opuso al trato desde un inicio debido a que la restauración del lugar involucró inversión pública de orden municipal y federal, esto a pesar de que Netflix aseguró que el equipo y operaciones de la cinemateca continuarían como hasta ese momento, mientras que la empresa de Los Gatos usaría el local solo entre semana para sus propios proyectos.[77][78]

Para finales de julio de 2020, más de 3 mil personas habían firmado una petición subida al sitio Change.org exigiendo a la cinemateca que transparentara la operación financiera, comenzando por revelar la cantidad pagada por Netflix.[79]

Entre las producciones originales que desde 2013 ha creado la compañía, existen varios casos que han causado críticas y controversias por el tratamiento de un tema o su contenido, como la serie de ficción 13 reasons why[80][81]​ o la serie documental protagonizada por Gwyneth Paltrow, Goop Lab.

Estrenada en el catálogo el 24 de enero de 2020, la serie documental Goop Lab, protagonizada por Gwyneth Paltrow, causó controversia por las posibles repercusiones de su contenido para la salud pública y para la forma en que el público percibe la ciencia.

El proyecto nació cuando en febrero de 2019, la marca de estilo de vida Goop, propiedad de Paltrow, firmó un acuerdo para producir una serie promocional con formato de documental con temas de bienestar y "salud natural" para Netflix. Desde un inicio, dicho acuerdo le generó críticas al servicio de retransmisión en directo por considerar que le daba a Paltrow una plataforma para promocionar su marca, la cual ha sido criticada por hacer declaraciones sin fundamento sobre la efectividad de los tratamientos y productos de salud que promueve.

Múltiples críticos argumentaron que la firma del acuerdo fue "una victoria para la pseudociencia".[82][83][84][85]​ Una vez que Goop Lab estuvo disponible en el catálogo de series, numerosos medios de comunicación publicaron duras críticas a la decisión de Netflix de promover Goop:

Netflix censura partes de los vídeos que creen que pueden infringir la clasificación por edad.[91]

Desde 2016, el servicio de VOD de Netflix está disponible en todo el mundo a excepción de la región de Crimea y los territorios nacionales de China, Corea del Norte y Siria. En el caso de China, todavía en julio de 2019 la empresa estudiaba la forma de ofrecer sus servicios, si bien mucha gente accede a ellos a través de alguna red privada virtual o VPN; mientras que las restricciones establecidas por el gobierno estadounidense impiden que cualquier compañía haga negocios en Corea del Norte, Siria y Crimea.[92][13]

Si bien la presencia de Netflix en el mercado internacional lo hace un "ícono indiscutible de las transformaciones de la televisión"[93]​, el papel que juega en cada país o región es muy diferente, yendo de actor disruptivo en los mercados de habla inglesa como EUA, Canadá o Australia, pasando por servicio de nicho en Europa y América Latina, hasta llegar a un actor sin importancia en África y Medio Oriente.[13]​ En Polonia, por ejemplo, durante su primer mes (septiembre de 2016), alcanzó cerca de un millón de suscriptores gracias al servicio de prueba gratuito de 30 días. Sin embargo, para finales de 2018 la cifra había descendido a alrededor de 750 mil clientes, la mayoría de los cuales son jóvenes de grandes ciudades y de clase acomoda.[93]

En general, al hablar del impacto de Netflix a nivel mundial se debe tomar en cuenta que el servicio es un hecho en la teoría mas no en la práctica. Esto se debe, muchas veces, a factores ajenos a la empresa, como el ancho de banda y condiciones generales de conectividad a internet o los altos costos de los paquetes de datos de alta velocidad necesarios para soportar el visionado de videos en la plataforma. En otros casos se trata de las condiciones establecidas por la propia empresa, las cuales no pueden ser cumplidas por los clientes, como la restricción de pagar únicamente con tarjeta de débito o crédito.[13][94]

El ejemplo de Cuba sirve para ilustrar lo anterior. En febrero de 2015, Netflix anunció su entrada al país caribeño luego de que la administración del presidente Barack Obama retirara las sanciones impuestas a la isla desde la época de la Guerra Fría. Sin embargo, aunque el servicio esté disponible, solo el 5% de la gente tiene acceso a internet y este tiene muy baja velocidad; los ciudadanos cubanos no tienen permitidas las tarjetas de crédito y Netflix no acepta pago en efectivo en el país; y finalmente el costo de servicio de 7 dólares 99 centavos por mes es muy alto si se considera que el salario promedio en la isla es de 17 dólares mensuales.[13][95][96]

En opinión de algunos medios y voces expertas, la entrada a ciertos mercados como el cubano tiene una justificación simbólica, como el poder afirmar que Netflix es un servicio global y que fue una de las empresas estadounidenses que llevó sus servicios a un determinado mercado.[95][96]


Para el 18 de septiembre ya se había ampliado a Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia.[100]

El éxito de Netflix fue seguido por el establecimiento de otras muchas empresas de alquiler de DVD, tanto en Estados Unidos como en el extranjero, Walmart inició un servicio de alquiler en línea en octubre de 2002, pero abandonó el mercado en mayo de 2005. Sin embargo, adquirió más tarde el servicio de alquiler de Vudú, en 2010.[111]

Actualmente su mayor competidor es Hulu, pues ofrece en Estados Unidos y Japón un modo gratuito que incluye anuncios, acceso limitado a su videoteca y solo un PC, y otro de pago con acceso completo, sin publicidad y menos restricciones. Esto lo hizo popular y le ganó el apodo de "El Spotify de la televisión."

Blockbuster Video entró en el mercado en línea de EE.UU. en agosto de 2004, con un servicio de suscripción mensual de 19.95$. Esto provocó una guerra de precios; Netflix había planteado su popular plan de tres discos de US $ 19.95 a US $ 21.99 justo antes de la puesta en marcha de Blockbuster, pero en octubre, Netflix reduce esta tasa a 17,99$. Blockbuster respondió con tasas tan bajas como US $ 14.99 por un tiempo, pero, en agosto de 2005, ambas empresas se establecieron a tasas idénticas.[112]​ El 22 de julio de 2007, Netflix dejó caer los precios de sus dos planes más populares en US $ 1,00 en un esfuerzo por competir mejor con Blockbuster en línea.[113]​ El 4 de octubre de 2012, Dish Network desechó planes de convertir a Blockbuster en un competidor de Netflix.[114]​ (Dish adquirió el decadente Blockbuster, LLC en 2011 y continuó licenciando la marca de franquicias, además, mantendrá su servicio de retransmisión en directo de vídeo "Blockbuster on Demand" abierta). [115]

En 2005, Netflix citaba como un potencial competidor a Amazon.com,[116]​ que hasta el año 2008, ofreció alquiler de videos en línea en el Reino Unido y Alemania. Esta división de la empresa fue vendida a LoveFilm; sin embargo, Amazon la compró en 2011.[117]​ Además, ahora transmite películas y programas de televisión a través de Amazon Video (antes Amazon Video On Demand y LOVEFiLM Instant).[118]

Redbox es otro competidor que utiliza un enfoque kiosco: En lugar de enviar los DVD, los clientes recogen y devuelven los DVD en los quioscos de autoservicio ubicados en áreas metropolitanas. En septiembre de 2012, Coinstar, los propietarios de Redbox, anunciaron planes de asociarse con Verizon para poner en marcha Redbox Instant by Verizon a finales de 2012.[119]​ A principios de 2013, Redbox Instant by Verizon comenzó una versión beta limitada de su servicio,[120]​ que fue descrita por los críticos como "No asesino Netflix",[121]​ debido a "problemas técnicos y la búsqueda mediocre." [122]

CuriosityStream, un servicio basado en suscripción premium libre de publicidad, similar a Netflix, fue lanzado en marzo de 2015, ofreciendo un contenido estrictamente de no ficción, enfocado en las áreas de la ciencia, la tecnología, la civilización y el espíritu humano, se ha denominado el "nuevo Netflix de no ficción".[123]

Hulu Plus, como Netflix y Amazon Prime Instant Video, "tiene sus propias ofertas de contenido exclusivo y original", como Netflix "para no solo continuar atrayendo nuevos suscriptores, sino también mantener los ya existentes".[124]

Otra compañía que tomó el modelo fue DAZN, que lo aplicó a los deportes, ofreciendo deportes en directo y grabados con una tarifa plana. Ganó notoriedad recientemente después de que HBO abandonara la transmisión de peleas de boxeo para ser tomadas posteriormente por esta compañía.

Netflix y Blockbuster evitan en gran medida ofrecer pornografía, pero varios servicios de suscripción de vídeos "para adultos" se inspiraron en Netflix, tales como SugarDVD y WantedList.[125][126]

En octubre de 2019, medios estadounidense reportaron que Disney dejaría de transmitir publicidad de Netflix en sus diferentes cadenas, tanto en las de televisión abierta estadounidense, especialmente ABC, como en las de cable. La única excepción en ese momento sería ESPN, cadena por cable especializada en deportes, tema en donde no compite con Netflix. De acuerdo a los reportes, esta acción sería parte de los preparativos de Disney antes del lanzamiento de su servicio de retransmisión en directo Disney+, anunciado para noviembre del mismo año en Estados Unidos y Canadá.[127][128][129][130]

En marzo de 2020, WarnerMedia Direct retiró todo su catálogo de Cartoon Network, Adult Swim, TNT y la biblioteca de Warner Bros. de Netflix en Estados Unidos para migrar a HBO Max y competir con Netflix.[131]

En Australia, Netflix compite con varias empresas locales de retransmisión en directo, incluyendo Foxtel/Seven West Media empresa de Presto, Nine Entertainment Co./Fairfax Media empresa de Stan y Quickflix. En Escandinavia, Netflix compite con Viaplay, HBO Nordic y CMore Play. En el sudeste asiático, Netflix compite con Astro On the Go, Sky on Demand, Singtel TV, HomeCable OnDemand, e iflix.[132]​ En Nueva Zelanda, Netflix compite con empresas locales de retransmisión en directo, incluyendo Televisión New Zealand (TVNZ), Mediaworks New Zealand, Sky Network Television, Lightbox, Neon y Quickflix. En Italia, Netflix solo compite con Infinity (Mediaset), Sky Online y TIMvision. En Sudáfrica, Netflix compite con ShowMax.[133]

En Iberoamérica, Netflix compite en México con Blim[134]​ de Grupo Televisa,[135]Cinépolis Klic y Totalplay.[136]​ En otros países de la región compite con HBO GO,[137][138]Qubit.tv[139]​, Disney+ (Anteriormente FOX Play) y Claro video.[140][141]

En Argentina se compite con Cablevisión Flow de Telecom, TeleCentro Play de Grupo Pierri, Cont.ar y CINE.AR Play, propiedad de Contenidos Públicos S.E.[142]

En España inicialmente se especulaba que Netflix no entraría a operar sus servicios por los altos precios de derecho de autor comparados con otros países de Europa[143]​ como Francia o Alemania[144]​ y por la alta tasa de sitios web de retransmisión en directo ilegales[145]​ y piratería.[146]​ En octubre de 2015[147]​ Netflix llegó al país europeo[148]​ de forma independiente, y con Vodafone TV[149]​ en donde estuvo integrado en los decodificadores[150]​ de la compañía Vodafone TV para contrarrestar a Movistar+ y Yomvi.[149]​ Actualmente, Netflix compite con los servicios de retransmisión en directo de Movistar+,[151][152]HBO, Amazon Prime, Apple TV, RakutenTV, Filmin, y, en menor medida puesto que son plataformas gratuitas, con Atresplayer y Flooxer (propiedad de Atresmedia), Mitele y MTMad (propiedad de Mediaset España), iTunes y Google Play.[153]

En 2019, Canal+, competidor de Netflix en Francia se convirtió en su aliado cuando las empresas presentaron un paquete conjunto que entró en vigor a partir del 15 de octubre de ese año. La oferta, ofrecida a través de Canal+, consiste en que al pagar su paquete CINE/SERIES se obtiene acceso a los más de 20 canales de la empresa francesa, así como al servicio estándar de 2 pantallas y calidad HD de Netflix.[109][110]

Libros o artículos en los que Netflix es el objeto de estudio principal o uno de los principales:

Libros o artículos donde Netflix y/ o alguna de sus producciones originales (series o películas) son mencionadas como ejemplo de diversos temas como la transformación en los consumos audiovisuales, las plataformas de retransmisión en directo, la industria del entretenimiento en el siglo XXI, etc.:



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